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Formas volcánicas relacionadas[editar]

Calderas[editar]
Artículo principal: Caldera volcánica

Caldera Aniakchak, en Alaska.

La mayoría de los volcanes presentan en su cima un cráter de paredes empinadas, por el


interior. Cuando el cráter supera 1 km de diámetro se denomina caldera volcánica.
Las calderas son estructuras de forma circular y la mayoría se forma cuando la estructura
volcánica se hunde sobre la cámara magmática parcialmente vacía que se sitúa por
debajo. Si bien la mayoría de las calderas se crea por el hundimiento producido después
de una erupción explosiva, esto no es así en todos los casos.
En el caso de los enormes volcanes en escudo de Hawái, las calderas se crearon por la
continua subsidencia a medida que el magma se drenaba desde la cámara magmática
durante las erupciones laterales. También las calderas de las islas Galápagos se han ido
hundiendo por derrames laterales.
Las calderas de gran tamaño se forman cuando un cuerpo lavático granítico (félsico) se
ubica cerca de la superficie curvando de esta manera las rocas superiores.
Posteriormente, una fractura en el techo permite al magma rico en gases y muy viscoso
ascender hasta la superficie, donde expulsa de manera explosiva, enormes volúmenes de
material piroclástico, fundamentalmente cenizas y fragmentos de pumita. Estos materiales
se denominan coladas piroclásticas y pueden alcanzar velocidades de 100 km/h. Cuando
estos materiales se detienen, los fragmentos calientes se fusionan para formar una toba
soldada que se asemeja a una colada de lava solidificada. Finalmente, el techo se
derrumba dando lugar a una caldera. Este procedimiento puede repetirse varias veces en
el mismo lugar.
Se conocen al menos 138 calderas que superan los 5 km de diámetro. Muchas de estas
calderas son difíciles de ubicar, por lo que han sido identificadas con imágenes de
satélites. Entre las más importantes se encuentra La Garita con unos 32 km de diámetro y
una longitud de 80 que está ubicada en las montañas de San Juan al sur del estado de
Colorado.

Erupciones fisurales y llanuras de lava[editar]


Artículo principal: Fisura volcánica
Cono piroclástico en el volcán fisural Laki en Islandia.

A pesar de que las erupciones volcánicas están relacionadas con estructuras en forma de
cono, la mayor parte del material volcánico es extruido por fracturas en la corteza
denominadas fisuras. Estas fisuras permiten la salida de lavas de baja viscosidad que
recubren grandes áreas. La Meseta del Columbia en el noroeste de los Estados Unidos se
formó de esta manera. Las erupciones fisurales expulsaron lava basáltica muy líquida. Las
coladas siguientes cubrieron el relieve y formaron una llanura de lava (plateau) que en
algunos lugares tiene casi 1,5 km de grosor. La fluidez se evidencia en la superficie
recorrida por la lava: unos 150 km desde su origen. A estas coladas se las denomina
basaltos de Inundación (flood basalts).
Este tipo de coladas sucede principalmente en el suelo oceánico y no puede verse. A lo
largo de las dorsales oceánicas, donde la expansión del suelo oceánico es activa, las
erupciones fisurales generan nuevo suelo oceánico. Islandia está ubicada encima de
la dorsal centroatlántica y ha experimentado numerosas erupciones fisurales. Las
erupciones fisurales más grandes de Islandia ocurrieron en 1783 y se denominaron
erupciones de Laki. Laki es una fisura o volcán fisural de 25 km de largo que generó más
de 20 chimeneas separadas que expulsaron corrientes de lava basáltica muy fluida. El
volumen total de lava expulsada por las erupciones de Laki fue superior a los 12 km³. Los
gases arruinaron las praderas y mataron al ganado islandés. La hambruna subsiguiente
mató cerca de 10 000 personas. La caldera está situada muy por debajo de la boca del
volcán.

Domo de lava[editar]
Artículo principal: Domo de lava

Domos de lava en el cráter del Monte Santa Helena (Estados Unidos).

La lava rica en sílice es viscosa y por lo tanto, apenas fluye; cuando es extruida fuera de la
chimenea puede producir una masa bulbosa de lava solidificada que se denomina domo
de lava. Debido a su viscosidad, la mayoría está compuesto por riolitas y otros
por obsidianas. La mayoría de los domos volcánicos se desarrollan a partir de una
erupción explosiva de un magma rico en gases.
Aunque la mayoría de los domos volcánicos están asociados a conos compuestos,
algunos se forman de manera independiente. Tal es el caso de la línea de domos riolíticos
y de obsidiana en los en California.
Chimeneas y pitones volcánicos[editar]
Artículos principales: Chimenea volcánica  y  Cuello volcánico.

Volcán Teide (Tenerife, España).

Los volcanes se alimentan del magma a través de conductos denominados chimeneas.


Estas tuberías pueden extenderse hasta unos 200 km de profundidad. En este caso, las
estructuras proveen de muestras del manto que han experimentado muy pocas
alteraciones durante su ascenso.
Las chimeneas volcánicas mejor conocidas son las sudafricanas que están cargadas
de diamantes. Las rocas que rellenan estas chimeneas se originaron a profundidades de
150 km, donde la presión es lo bastante elevada como para generar diamantes y
otros minerales de alta presión.
Debido a que los volcanes están siendo rebajados constantemente por la erosión y
la meteorización, los conos de cenizas son desgastados con el tiempo, pero no sucede lo
mismo con otros volcanes. Conforme la erosión progresa, la roca que ocupa la chimenea y
que es más resistente, puede permanecer de pie sobre el terreno circundante mucho
después de que haya desaparecido el cono que la contiene. A estas estructuras de las
denomina pit

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