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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad

n Tribuna global No 246, julio-agosto de 2013, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.

¿Democracia o capitalismo?
Jürgen Habermas

El último libro de Wolfgang Streeck sobre la crisis europea motivó


un artículo del filósofo Jürgen Habermas en el que establece un
diálogo crítico con sus tesis. Habermas coincide con las críticas
de Streek al actual modelo europeo elitista, pero difiere con
su «pesimismo» en relación con la posibilidad misma de lograr otra
Unión Europea más democrática y autónoma frente a la presión
de los mercados. Mientras Streeck plantea la democratización en
los marcos del Estado-nación, Habermas cree que un repliegue a la
nación sería una inadecuada y nostálgica respuesta a la crisis actual
y apuesta a una unión política de Europa en otros términos.

E n Gekaufte Zeit. Die vertagte Krise


des demokratischen Kapitalismus, su
libro sobre la aplazada crisis del capi-
real. Este dinámico y empíricamente
fundamentado estudio es el resul-
tado de sus «Conferencias Adorno»,
talismo democrático1, Wolfgang Streeck impartidas en el Instituto de Investi-
desarrolla un análisis descarnado de gaciones Sociales con sede en Frán-
la historia del surgimiento de la ac- cfort. En sus mejores partes, es de-
tual crisis bancaria y de la deuda, cri- cir, siempre que la pasión política
sis que se extiende hasta la economía se une a la esclarecedora fuerza de

Jürgen Habermas: filósofo y sociólogo, es autor de una vasta obra, entre la que se destaca la referi-
da a la teoría de la acción comunicativa. Es uno de los más destacados exponentes de la «segunda
generación» de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica.
Palabras claves: crisis, capitalismo, democracia, ciudadanía, reformas, Alemania, Unión Euro-
pea, Europa.
Nota: este artículo es la traducción de «Demokratie oder Kapitalismus?», publicado en la revista
Blätter für Deutsche und Internationale Politik No 5/2013. Traducción del alemán de Orestes Sando-
val López.
1. Wolfgang Streeck: Gekaufte Zeit. Die vertagte Krise des demokratischen Kapitalismus, Suhrkamp,
Berlín, 2013. Los números de página mencionados en el texto remiten a esa edición. (V. tb. W.
Streeck: «Auf den Ruinen der alten Welt. Von der Demokratie zur Marktgesellschaft» en Blätter
für Deutsche und Internationale Politik 12/2012, pp. 61-72 y «Was nun, Europa? Kapitalismus ohne
Demokratie oder Demokratie ohne Kapitalismus» en Blätter für Deutsche und Internationale Politik
4/2013, pp. 57-68). [N. d. E.: puede encontrarse un resumen de la posición de Streeck en «La inte-
gración europea: un proyecto elitista» en Nueva Sociedad No 242, 11-12/2012, pp. 18-24, disponible
en <www.nuso.org/upload/articulos/3902_1.pdf>].
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hechos analizados críticamente y de formas de regulación corporativas y


argumentos contundentes, recuerda desregularon los mercados, no solo
al 18 Brumario de Luis Bonaparte. El los laborales sino también los de bie-
punto de partida es una justa crítica nes y servicios, pero sobre todo los de
a la teoría de la crisis desarrollada capital: «Al mismo tiempo, los merca-
por Claus Offe y por mí a principios dos de capital se transforman en mer-
de los años 70. El optimismo que rei- cados para el control empresarial, que
naba entonces en torno del control erigen la elevación del valor para los
keynesiano nos había llevado a su- accionistas (shareholder value) a la con-
poner que los potenciales económi- dición de máxima suprema del buen
cos de crisis, políticamente domina- manejo empresarial»3.
dos, se desplazarían hacia imperativos
contradictorios planteados a un apa- Streeck describe este giro, iniciado con
rato estatal por encima de sus posi- Ronald Reagan y Margaret Thatcher,
bilidades, y hacia «contradicciones como un golpe liberador para los
culturales del capitalismo» (como lo propietarios de capital y sus geren-
formulara Daniel Bell algunos años tes en contra del Estado democrático,
después), y que se expresarían en for- el cual, conforme a los principios de
ma de crisis de legitimación. Hoy no la justicia social, había reducido los
estamos (¿todavía?) ante una crisis márgenes de ganancia de las empre-
de legitimación, pero sí ante una re- sas pero también, desde el punto de
cia crisis económica. vista de los inversionistas, había es-
trangulado el crecimiento económico
■■ La génesis de la crisis y, así, había perjudicado el bien en-
tendido bienestar común. La sustan-
Con la superioridad de conocimien- cia empírica del estudio consiste en
to del observador que mira en retros- una comparación longitudinal entre
pectiva histórica, Streeck comienza países relevantes durante las últimas
su descripción del transcurso de la cuatro décadas. Esta comparación, a
crisis con un bosquejo del régimen pesar de todas las diferencias especí-
de Estado social construido en la Eu- ficas entre las economías nacionales,
ropa de posguerra hasta comienzos arroja la imagen de un transcurso
de los años 702. A ello siguen las fa-
ses de implementación de las refor-
2. Las características son: pleno empleo, nego-
mas neoliberales: estas, sin considerar ciaciones salariales globales, cogestión, control
las consecuencias sociales, mejoraron estatal de industrias claves, un amplio sector
público con empleo seguro, una política impo-
las condiciones de realización del ca- sitiva y salarial que evita las desigualdades so-
pital y, al hacerlo, pusieron de cabeza ciales extremas y, por último, una política in-
dustrial y coyuntural de carácter estatal para
tácitamente la semántica de la palabra evitar los riesgos del crecimiento.
«reforma». Las reformas relajaron las 3. W. Streeck: ob. cit., p. 57.
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de la crisis asombrosamente unifor- microscopio durante aquella noche


me en sentido general. Las crecien- de la cumbre en Cannes, cuando Yor-
tes tasas de inflación de los años 70 gos Papandreou, el primer ministro
fueron reemplazadas por un crecien- griego, rodeado por sus colegas que
te endeudamiento de las cuentas pú- le daban palmadas en el hombro, fue
blicas y privadas. Al mismo tiempo, obligado a desistir de un referendo
aumenta la desigualdad en la distri- que había planificado5. El mérito de
bución de la renta, mientras que los Streeck es haber demostrado que la
ingresos del Estado caen en relación «política del Estado deudor», llevada
con el gasto público. Mientras crece a cabo por el Consejo Europeo desde
la desigualdad social, este desarrollo 2008 a instancias del gobierno fede-
conduce a una transformación del Es- ral alemán, constituye en esencia la
tado recaudador de impuestos. «El continuación del modelo de política
Estado gobernado por sus ciudada- favorable al capital que ha conducido
nos y, en tanto Estado recaudador de a la crisis.
impuestos, Estado democrático finan-
ciado por ellos, se convierte en Esta- En las especiales condiciones de la
do democrático deudor tan pronto su Unión Monetaria Europea, la políti-
subsistencia no depende ya solo de ca de consolidación fiscal somete a
las contribuciones de sus ciudadanos todos los países miembros a las mis-
sino, en gran medida, también de los mas reglas independientemente de
acreedores»4. las diferencias en el desarrollo de sus
economías y, con la intención de im-
En la Comunidad Monetaria Europea plementar esas reglas, concentra los
se puede apreciar de manera perversa derechos de intervención y control
la limitación de la capacidad de actua- en el nivel europeo. Sin el simultá-
ción política de los Estados por parte neo fortalecimiento del Parlamento
de «los mercados». La transforma- Europeo, esta concentración de com-
ción del Estado recaudador de im- petencias en el Consejo y en la Co-
puestos en Estado deudor constituye misión refuerza el desacoplamiento
aquí el trasfondo del círculo vicioso de las opiniones públicas y los par-
que gira en torno de la salvación de lamentos nacionales del concierto
bancos en situación ruinosa por par- de gobiernos obedientes al mercado,
te de Estados que, a su vez, han sido apartados de la realidad y tecnocrá-
llevados a la ruina por esos mismos ticamente establecidos por su propia
bancos; con la consecuencia de que el
régimen financiero dominante pone
bajo tutela a las poblaciones de esos 4. Ibíd, p. 119.
5. V. mi comentario al respecto: «Rettet die
Estados. Lo que esto significa para la Würde der Demokratie» en Frankfurter Allge-
democracia ya lo pudimos ver bajo el meine Zeitung, 4/11/2011.
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cuenta. Streeck teme que este forzado tido8, o la ampliación ofensiva de la


federalismo ejecutivo traiga consigo comunidad monetaria a la condición
una cualidad completamente nueva de democracia supranacional. Con
en el ejercicio de la dominación en las correspondientes mayorías políti-
Europa: «La consolidación de las fi- cas, esta podría ofrecer la plataforma
nanzas estatales europeas, empren- institucional para la inversión de la
dida como respuesta a la crisis fiscal, tendencia neoliberal.
termina en una reconstrucción del
sistema estatal europeo, coordinada ■■ La opción nostálgica
por los inversionistas financieros y
la ue, (…) en una reconstitución de la No sorprende que Streeck opte por
democracia capitalista en Europa en enfrentar la tendencia a la desdemo-
el sentido de erigir en ley los resulta- cratización. Ello significa «construir
dos de tres décadas de liberalización instituciones con las que se pueda po-
económica»6. ner nuevamente los mercados bajo con-
trol social: mercados de trabajo, que
Esta interpretación de las reformas dejen espacio para la vida social; mer-
en marcha da cuenta de una alar- cados de bienes, que no destruyan la
mante tendencia de desarrollo que, naturaleza; mercados de créditos,
a pesar de casi extinguir la histórica que no devengan producción en
unión entre democracia y capitalis- masa de promesas incumplibles»9.
mo, probablemente logre imponerse. Pero la conclusión concreta que saca
A las puertas de la Unión Monetaria de su diagnóstico es tanto más sor-
Europea vigila un primer ministro bri- prendente. No es la ampliación de-
tánico a quien no le parece suficiente- mocrática de una Unión que ha que-
mente rápida la liquidación del Estado dado a medias la que debe llevar
social y que, como verdadero heredero nuevamente la desquiciada relación
de Thatcher, alienta con entusiasmo entre política y mercado a un ba-
a una servicial canciller federal ale- lance compatible con la democracia.
mana a blandir el látigo en el círculo Streeck recomienda deconstruir en
de sus colegas: «Queremos una Euro- vez de construir. Él desea regresar
pa que despierte y reconozca el mun- al atrincheramiento nacional-estatal
do moderno de la competencia y la de los años 60 y 70 para «defender y
flexibilidad»7.

Con respecto a esta política de crisis 6. W. Streeck: ob. cit., p. 164.


7. Süddeutsche Zeitung, 8/4/2013.
hay –aun en el terreno teórico– dos 8. Se refiere al partido Alternativa por Alema-
alternativas: o la liquidación defensi- nia, que se opone al rescate de los países pe-
riféricos de Europa y promueve el retorno al
va del euro, para lo cual en Alema- marco alemán [N. del E.].
nia se acaba de fundar un nuevo par- 9. W. Streeck: ob. cit., p. 237.
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reparar lo mejor posible los restos de derruidos bastiones nacional-estata-


esas instituciones políticas con cuya les: la poca capacidad para cooperar
ayuda quizás se lograría modificar que resulta de la fragmentación po-
y reemplazar la justicia del mercado lítica de una sociedad mundial que,
por la justicia social»10. sin embargo, está económicamente
integrada.
En vista de la trascendental trans-
formación de los Estados nacionales Por lo visto, la capacidad de actua-
–que mantenían aún sus mercados te- ción política de unos Estados nacio-
rritoriales bajo control– en despoten- nales que velan celosamente por su
ciados compañeros de juego que, a su soberanía minada hace ya mucho
vez, están insertos en mercados glo- tiempo no alcanza para sustraerse a
balizados, resulta sorprendente esta los imperativos de un sector bancario
opción nostálgica a favor del replie- sobredimensionado y disfuncional.
gue a los marcos de la impotencia so- Los Estados que no se asocian para
berana de la nación arrollada. La de- conformar unidades supranaciona-
manda de control político que genera les, y que solo disponen del recurso
hoy una sociedad mundial altamen- de los tratados internacionales, fraca-
te interdependiente resulta mitigada, san ante el reto político de reacoplar
en el mejor de los casos, por una red nuevamente este sector a las necesi-
cada vez más tupida de organizacio- dades de la economía real y de redu-
nes internacionales, pero en ningún cirlo a la dimensión funcional conve-
caso se logra satisfacer dentro de las niente. Los Estados de la Comunidad
formas asimétricas del tan alabado Monetaria Europea están enfrenta-
«gobierno más allá del Estado nacio- dos de manera especial a la tarea de
nal». En vista de esta presión del pro- colocar mercados irreversiblemente
blema de una sociedad mundial que globalizados al alcance de una in-
crece sistémicamente pero todavía es fluencia política indirecta, pero en-
anárquica desde el punto de vista po- cauzada. En los hechos, su política
lítico, se produjo en 2008 una reacción de crisis se limita a la ampliación de
comprensible ante el estallido de la una expertocracia encargada de medi-
crisis económica mundial. Los cons- das con efecto dilatorio. Sin la pre-
ternados gobiernos del g-8 se apresu- sión de la vital estructura de volunta-
raron a acoger a los brics y a algunos des de una ciudadanía que pueda ser
otros en sus rondas de discusiones. movilizada más allá de las fronteras
Por otro lado, la falta de resultados nacionales, al Ejecutivo de Bruselas,
de los acuerdos logrados en aquella establecido por su cuenta, le faltan la
primera conferencia del g-20 en Lon-
dres evidencia el déficit, que solo se
agrandaría con la restauración de los 10. Ibíd., p. 236.
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fuerza y el interés para volver a regu- mo hacia el propio llamado a fortalecer


lar de manera socialmente compati- las reservas nacionales todavía exis-
ble unos mercados que han devenido tentes. A la luz de esta resignación,
salvajes. la propuesta de un «Bretton Woods
europeo» parece impostada. El pro-
Streeck sabe, por supuesto, que «el fundo pesimismo en que concluye el
poder de los inversionistas se alimen- relato suscita la pregunta sobre qué
ta sobre todo de su avanzada integra- significa el convincente diagnóstico
ción internacional y de la existencia de la disociación entre capitalismo
de mercados globales eficientes»11. En y democracia para las perspectivas
una retrospectiva de la marcha triun- de un cambio de política. ¿Se reve-
fal de la política de desregulación en la aquí, acaso, una incompatibilidad
todo el mundo, anota explícitamente fundamental entre democracia y ca-
que tiene que «dejar pendiente si –y pitalismo? Para aclarar esta cuestión
con qué recursos– la política organi- debemos poner en claro el trasfondo
zada de manera nacional, en una eco- teórico del análisis.
nomía cada vez más internacional,
habría podido lograr poner bajo con- ■■ ¿Capitalismo o democracia?
trol procesos como ese»12. Como des-
taca una y otra vez la «ventaja orga- Una interacción en la que participan
nizacional de mercados financieros tres actores conforma el marco para la
integrados globalmente con respec- narración de la crisis: el Estado, finan-
to a las sociedades organizadas de ciado con impuestos y legitimado a
manera nacional-estatal»13, su propio través de las elecciones; la economía,
análisis instaría a la conclusión –es lo encargada del crecimiento capitalista
que uno piensa– de regenerar en el y de lograr un nivel de ingresos su-
nivel supranacional esa fuerza de la ficiente en concepto de impuestos; y
legislación democrática reguladora
del mercado que una vez estuvo con-
11. Ibíd., p. 129.
centrada en los Estados nacionales. 12. Ibíd., p. 112.
Sin embargo, lo que hace es llamar a 13. Ibíd., p. 126.
14. Como ciudadano europeo que sigue a tra-
la retirada detrás de la Línea Magi- vés de la prensa (desde una posición cómoda)
not de la soberanía nacional-estatal. las protestas griegas, españolas y portuguesas,
también puedo compartir con Streeck, natu-
ralmente, la empatía con los «estallidos de ira
No obstante, al final del libro Streeck de la calle»: «Si los pueblos democráticamente
flirtea, como una agresión sin blanco organizados solo pueden comportarse de ma-
nera responsable no usando más su soberanía
visible, con una resistencia autodes- nacional y limitándose durante generaciones
tructiva que ha renunciado a la espe- enteras a garantizar su solvencia respecto a
sus acreedores, podría parecer más respon-
ranza de una solución constructiva14. sable intentarlo también alguna vez con actos
En ello se revela un cierto escepticis- irresponsables». Ibíd., p. 218.
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por último, los ciudadanos, que solo una «baja tendencial de la tasa de ga-
prestan apoyo al Estado a cambio de nancia»), de manera inteligente no se
la satisfacción de sus intereses. El deriva del análisis ningún pronósti-
tema lo conforma la cuestión de si –y co teóricamente fundamentado. Los
dado el caso, cómo– el Estado logra pronósticos sobre el transcurso futu-
equilibrar las exigencias contrarias ro de la crisis solo pueden derivarse,
de ambas partes dentro del cauce in- dentro de este marco, de la evalua-
teligente de prevención de la crisis. ción de circunstancias históricas y de
So pena de desatar crisis en la eco- constelaciones de poder contingen-
nomía y en la cohesión social, el Es- tes. Desde el punto de vista retórico,
tado debe cumplir, por un lado, con sin embargo, Streeck le concede a su
las expectativas de ganancia, o sea, descripción de las tendencias de la
con las condiciones fiscales, jurídicas crisis un cierto aire de inevitabilidad
y de infraestructura para la realiza- al rechazar la tesis conservadora de
ción con ganancias del capital; por la «inflación de exigencias de masas
otro lado, tiene que garantizar liber- petulantes» y localizar la dinámica
tades iguales y satisfacer las exigen- de la crisis solo del lado de los inte-
cias de justicia social, pagaderas en la reses capitalistas de realización. Des-
moneda de una distribución justa de de los años 80, la iniciativa política
los ingresos y seguridad del estatus, partió realmente de ese lado. Pero no
así como de proporción de servicios puedo descubrir ahí una razón su-
públicos y facilitación de bienes co- ficiente para el abandono derrotista
lectivos. El contenido de la narración del proyecto europeo.
consiste, entonces, en que la estrate-
gia neoliberal le concede preferencia Más bien, tengo la impresión de que
por principio a la satisfacción de los Streeck subvalora el efecto candado
intereses de realización del capital por de las normas constitucionales váli-
encima de las exigencias de justicia das no solo desde el punto de vista
social, y puede «aplazar» las crisis jurídico sino también del complejo
solo a costa de crecientes dislocacio- democrático existente de hecho: la per-
nes sociales15. sistencia de las instituciones, reglas
y prácticas familiarizadas y asenta-
¿Se refiere entonces el «aplazamiento
de la crisis del capitalismo democrá-
15. Entre tanto, sin embargo, la privatización
tico», anunciada en el título del libro, de la asistencia social está tan avanzada que
a si la crisis va a ocurrir o a cuándo este conflicto sistémico se refleja cada vez con
menos claridad sobre los intereses de distin-
ocurrirá? Como Streeck desarrolla su tos grupos sociales. El «pueblo de ciudada-
escenario en el marco de la teoría de nos» y el «pueblo de mercado» ya no coin-
ciden. En medida creciente, la contradicción
la acción, sin apoyarse en «leyes» de intereses genera conflictos en una misma
del sistema económico (por ejemplo, persona.
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das en culturas políticas. Un ejemplo monetaria por debajo de lo óptimo.


son las protestas masivas en Lisboa y Solo un esfuerzo común europeo
otros sitios, que llevaron al presiden- –no la abstracta exigencia desconsi-
te portugués a presentar una deman- derada de mejorar la competitividad
da contra el escándalo social de la nacional por esfuerzo propio– pue-
política de austeridad de sus compa- de llevar adelante la imperiosa mo-
ñeros de partido16. En consecuencia, dernización de anticuadas estructu-
el tribunal constitucional declaró no ras económicas y administraciones
válidas algunas partes del correspon- clientelistas.
diente tratado de estado de Portugal
con la ue y el Fondo Monetario Inter- Lo que diferenciaría una ue conforme
nacional y esto motivó, por lo menos con la democracia –circunscrita por
por un momento, que el gobierno re- razones comprensibles en principio
flexionara sobre la ejecución del «dic- solo a los miembros de la Comunidad
tado de los mercados». Monetaria– de un federalismo eje-
cutivo conforme con el mercado son
Las ideas de rédito ackermannianas17 sobre todo dos innovaciones. En pri-
de los accionistas son tan poco he- mer lugar, una planificación común
chos naturales como las ideas elitis- del marco político, correspondientes
tas, ensalzadas por medios servicia- transferencias financieras y garan-
les, de una clase de gerentes engreída tías recíprocas de los Estados miem-
e internacionalmente apartada de la bros. En segundo lugar, los cambios
realidad, que mira de manera des- de los tratados de Lisboa, necesarios
pectiva a «sus» políticos como si fue- para la legitimación democrática de
ran empleados incapaces. El trata- las correspondientes competencias,
miento de la crisis chipriota, cuando es decir, una participación parita-
no se trataba de la salvación de los ria del Parlamento y del Consejo en
bancos propios en cada caso, mostró la legislación y la responsabilidad
de repente que se puede hacer pagar uniforme de la Comisión con res-
al causante de la crisis en vez de al pecto a ambas instituciones. Enton-
contribuyente. Y los presupuestos es- ces, la conformación de la voluntad
tatales endeudados podrían ponerse política ya no dependería solo de los
en orden tanto mediante el aumento
de los ingresos como por medio del
16. El presidente Aníbal Cavaco Silva, del Par-
recorte de los gastos. No obstante, tido Socialdemócrata (de centroderecha) al
solo el marco institucional para una igual que el primer ministro Pedro Passos
Coelho, y la oposición de izquierda recurrie-
política social, económica y fiscal co- ron al Tribunal Constitucional a principios de
mún europea crearía una premisa 2013 y lograron un dictamen favorable a varios
de sus pedidos [N. del E.].
necesaria para la posible eliminación 17. Se refiere a Josef Ackermann, director eje-
del error estructural de una unión cutivo del Deutsche Bank [N. del E.].
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sólidos compromisos entre represen- ropeas. Niega la capacidad de fun-


tantes de intereses nacionales que se cionar de tal orden político y, debido
bloquean mutuamente sino, en igual a su carácter supuestamente repre-
medida, de las decisiones por mayo- sivo, tampoco lo considera deseable.
ría de los diputados elegidos según Pero ¿acaso las cuatro razones que
las preferencias de partido. Solo en alega para ello son también buenas
el Parlamento Europeo, estructurado razones?18
en bloques, puede operarse una gene-
ralización de intereses que desarticule ■■ Cuatro razones contra
las fronteras nacionales. Solo dentro de una Unión Política
procedimientos parlamentarios pue-
de solidificarse una perspectiva del El primer y, en comparación, más pode-
nosotros, generalizada en el nivel eu- roso argumento está dirigido contra
ropeo, de los ciudadanos de la ue para la efectividad de los programas eco-
conformar un poder institucionaliza- nómicos regionales, en vista de la he-
do. Tal cambio de perspectiva es ne- terogeneidad históricamente funda-
cesario para sustituir en los relevantes mentada de las culturas económicas,
campos de la política la hasta ahora de la que tenemos que partir también
favorecida coordinación, atada a re- en el núcleo de Europa. Ciertamente,
glas, de políticas de Estados indepen- la política en una comunidad mone-
dientes aparentemente soberanos, por taria tiene que estar dirigida a equi-
una común y discrecional formación librar en el largo plazo los desniveles
de la voluntad. Los inevitables efectos estructurales en la capacidad com-
de una redistribución a corto y media- petitiva de las distintas economías
no plazo solo se podrían legitimar si que la conforman, o por lo menos a
los intereses nacionales se aliaran al restringirlos. Como ejemplos contra-
interés general europeo y también se rios, Streeck menciona la antigua Re-
relativizaran con respecto a él. pública Democrática Alemana (rda)
desde la reunificación, así como el
El hecho de que se puedan ganar ma- Mezzogiorno italiano. Ambos ca-
yorías –y la manera de hacerlo– para sos, sin duda, recuerdan los decep-
lograr el cambio correspondiente del cionantes horizontes temporales de
derecho primario es una cuestión mediano plazo con los que siempre
bien difícil a la que regresaré breve- ha de contar el fomento sistemáti-
mente más adelante. Pero con inde- co del crecimiento económico en re-
pendencia de si es factible una refor- giones atrasadas. Sin embargo, para
ma bajo las actuales circunstancias,
Streeck duda de que, para empezar,
18. En las líneas que siguen no tendré en cuen-
el formato de una democracia supra- ta en lo absoluto las consecuencias económicas
nacional encaje en las relaciones eu- de una liquidación del euro.
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los problemas de regulación que se militarmente por Saboya y percibido


le avecinan a un gobierno económi- como acto de usurpación. Todavía en
co a escala europea, los dos ejemplos ese contexto estuvieron también los
lanzados al ruedo resultan demasia- esfuerzos más o menos fallidos de los
do atípicos como para justificar un gobiernos italianos de la posguerra.
pesimismo fundamental. La recons- Estos, como apunta el propio Streeck,
trucción de la economía alemana se enredaron en las estructuras loca-
oriental se vincula con el problema, les de poder dentro del nepotismo de
históricamente nuevo, de un cambio los partidos gobernantes. La imple-
de sistema hasta cierto punto asimi- mentación política de los programas
lativo, no controlado por fuerza pro- de desarrollo fracasó por culpa de
pia sino por las elites de la República una administración propensa a la co-
Federal, y llevado a cabo dentro de rrupción, y no a causa de una refrac-
una nación dividida durante cuatro taria cultura social y económica, que
décadas. A mediano plazo, las trans- recibiría su fuerza a partir de una
ferencias relativamente grandes que forma de vida digna de ser protegi-
se realizaron parecen haber tenido el da. Pero dentro del sistema europeo
éxito deseado. de varios niveles y altamente regula-
do desde el punto de vista jurídico,
Diferente resulta el problema más el accidentado camino organizativo
pertinaz del fomento económico de desde Roma hasta Calabria y Sicilia
un sur italiano económicamente atra- a duras penas podría ser el modelo
sado y empobrecido, caracterizado para la implementación nacional de
social y culturalmente por rasgos pre- los programas acordados en Bruse-
modernos y alejados del Estado, y po- las, en cuya realización estarían par-
líticamente atormentado por la mafia. ticipando otros 16 países recelosos.
Para las miradas llenas de preocupa-
ción que el norte europeo lanza en la El segundo argumento se refiere a la
actualidad a más de un país medite- resquebrajada integración social de
rráneo, también este ejemplo resulta «Estados nacionales incompletos»
poco informativo debido a su especial como Bélgica y España. Al señalar
trasfondo histórico. Pues el problema los ulcerosos conflictos entre valo-
de la Italia dividida está entretejido nes y flamencos en el primer caso,
con las consecuencias a largo plazo y entre catalanes y el gobierno cen-
de la unidad nacional de un país que, tral en el segundo, Streeck llama la
desde el fin del Imperio Romano, vi- atención sobre problemas de integra-
vió bajo cambiantes dominaciones ción que, si son difíciles de vencer
extranjeras. Las raíces históricas del cuando la diversidad regional se da
problema actual se remontan al ma- dentro de un mismo Estado nacio-
logrado risorgimento, llevado a cabo nal, ¡cuánto más difícil lo serían en-
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tonces dentro de una espacialidad de un obstáculo para la integración. Los


dimensiones europeas! Ahora bien, fenómenos de regresión de este tipo
es cierto que el complejo proceso de son síntomas del fracaso de la política
formación de los Estados naciona- y la economía, incapaces de restaurar
les ha dejado como secuela líneas de la necesaria dimensión de seguridad
conflicto entre formaciones antiguas social. La diversidad sociocultural de
e históricamente superadas; mencio- las regiones y las naciones es una ri-
nemos por ejemplo a los bávaros, que queza que distingue a Europa de otros
en 1949 no dieron su visto bueno a la continentes, no es una barrera que es-
Ley Fundamental de la República tablezca la forma del Estado pequeño
Federal; la separación pacífica de como el modo de integración política
Eslovaquia y la República Checa; el de Europa.
sangriento desmembramiento de Yu-
goslavia; el separatismo de vascos Las dos primeras objeciones tienen
y escoceses, de la Liga Norte, etc. que ver con la capacidad de funciona-
Pero en todos estos históricos pun- miento y la estabilidad de una Unión
tos de fractura hipotéticos los con- Política de carácter más estrecho. Con
flictos aparecen solo cuando los sec- un tercer argumento, Streeck también
tores más vulnerables de la población pretende cuestionar que sea deseable:
caen en situaciones de crisis econó- una adecuación políticamente forza-
mica o de cambio histórico, se sien- da de las culturas económicas del sur
ten inseguros y procesan su temor a las del norte significaría también
ante la pérdida de estatus aferrán- la nivelación de las correspondien-
dose a identidades supuestamente tes formas de vida. Ahora bien, en el
«naturales», da igual que sea la «tri- caso de un «injerto de un modelo eco-
bu», la región, el idioma o la nación nómico y social de mercado liberal»,
la que prometa esa base de identidad impuesto tecnocráticamente, se pue-
supuestamente natural. El naciona- de hablar de una homogenización
lismo que, tras el desmembramiento forzada de las condiciones de vida.
de la Unión Soviética, cabía esperar- Pero justo en este sentido, la diferen-
se en los Estados de Europa central y
oriental es, en este sentido, el equiva-
19. Entre las «tribus» alemanas, los «sedentarios»
lente sociopsicológico del separatis- bávaros son considerados como los más autócto-
mo que aparece en los «viejos» Esta- nos. Los análisis de adn de huesos provenientes
de la época de las grandes migraciones, cuan-
dos nacionales. do los bayuvaros aparecieron históricamente
como tales por primera vez, han confirmado la
llamada teoría de la horda, «según la cual una
El carácter presuntamente «natural» población básica tardorromana se mezcló con
de estas identidades es, en ambos ca- grandes masas migratorias provenientes del
Asia central, Europa oriental y el norte de Ale-
sos, igualmente ficticio19 y no un he- mania para formar la tribu de los bayuvaros».
cho histórico del que pueda derivarse Süddeutsche Zeitung, 8/4/2013.
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¿Democracia o capitalismo?

cia entre procesos de decisión con- es arbitraria. Ya los propios Estados


formes con la democracia y aquellos nacionales se apoyan en la figura al-
conformes con el mercado no puede tamente artificial de una solidari-
desdibujarse. Las decisiones tomadas dad entre extraños, generada por el
en el nivel europeo y legitimadas de- estatus de ciudadano jurídicamente
mocráticamente en torno de los pro- construido. Tampoco en sociedades
gramas económicos regionales o de étnica y lingüísticamente homogé-
medidas de racionalización adminis- neas la conciencia nacional es algo
trativa estatal, específicas para ciertos de carácter natural, sino un producto
países, tendrían también como con- promovido administrativamente de
secuencia una estandarización de las escritura de la historia, de la prensa,
estructuras sociales. Pero si cada mo- del servicio militar general, etc. En
dernización promovida políticamen- la conciencia nacional de sociedades
te cae bajo la sospecha de una homo- migratorias heterogéneas se muestra
geneización forzosa, se convierten en de manera ejemplar que toda pobla-
un fetiche comunitarista las semejan- ción puede asumir el papel de Esta-
zas familiares entre modos económi- do-nación, capaz de llevar a cabo la
cos y formas de vida. Por lo demás, la formación de una voluntad política
difusión mundial de infraestructuras común sobre el trasfondo de una cul-
sociales semejantes, que actualmente tura política compartida.
transforma a casi todas las sociedades
en sociedades «modernas», desata en Como el derecho internacional clási-
todas partes procesos de individuali- co se halla en una relación comple-
zación y de multiplicación de formas mentaria con respecto al sistema de
de vida20. Estados moderno, en las drásticas in-
novaciones del derecho internacio-
Por último, en el cuarto argumento, nal registradas desde el fin de la Se-
Streeck comparte la suposición de que gunda Guerra Mundial se refleja un
la sustancia igualitarista de la demo-
cracia del Estado de derecho solo se 20. El creciente pluralismo de formas de vida,
puede hacer cumplir sobre la base de que demuestra la diferenciación en aumento
entre economía y cultura, contradice la ex-
la pertenencia nacional y, por tanto, pectativa de modos de vida homogeneizados.
dentro de los límites territoriales del También el reemplazo descrito por Streeck
de las formas de regulación corporativas por
Estado-nación, porque de otra ma-
mercados desregulados ha llevado a un em-
nera sería inevitable que las culturas puje de individualización, que ha ocupado el
minoritarias fueran víctimas de las tiempo de los sociólogos. Dicho sea de paso,
este empuje explica también el extraño fenó-
mayorías. Independientemente de meno del cambio de bando de esos renegados
la amplia discusión sobre derechos de la generación del 68 que se entregaron a la
ilusión de poder vivir sus impulsos libertarios
culturales, esta suposición, vista des- en las condiciones de un mercado liberal de
de una perspectiva de largo plazo, autoexplotación.
Nueva Sociedad 246 44
Jürgen Habermas

cambio de figura del Estado nacional Estoy pensando en el ingenioso pro-


igualmente profundo. Junto con el cedimiento de decisión de la «doble
verdadero contenido de la soberanía mayoría» o en la composición pon-
estatal formalmente concedida, se ha derada del Parlamento Europeo, el
reducido también el margen de sobe- cual, precisamente según el punto de
ranía popular. Esto es válido más que vista de la justa representación, tiene
nada para los Estados europeos que en cuenta las grandes diferencias en
han traspasado una parte de sus de- el número de habitantes de Estados
rechos soberanos a la ue. Es cierto miembros pequeños y grandes22.
que sus gobiernos se siguen conside-
rando como «señores de los tratados». Sin embargo, el temor de Streeck a
Pero ya en la calificación del derecho a una centralización represiva de las
salir de la ue (introducido en el Trata- competencias se alimenta, sobre todo,
do de Lisboa) se revela una limitación de la falsa suposición de que la pro-
de su soberanía. Debido a la primacía fundización institucional de la ue
funcionalmente fundamentada del de- habrá de concluir en una especie de
recho europeo, esta de todas maneras República Federal Europea. Pero el
se convierte en una ficción porque, Estado federal es el modelo equivoca-
como consecuencia de la implementa- do. Pues las condiciones de legitima-
ción del derecho establecido en el nivel ción democrática las cumple también
europeo, la imbricación horizontal de una comunidad democrática supra-
los sistemas jurídicos nacionales avan- nacional pero supraestatal, que permi-
za cada vez más. Tanto más apremian- ta gobernar en común. Aquí todas las
te se plantea entonces la cuestión de la decisiones políticas serán legitimadas
suficiente legitimación democrática por los ciudadanos, en su doble papel de
de ese estatuto legal. ciudadanos europeos, por un lado, y
de ciudadanos de su correspondiente
Streeck teme los rasgos «unitaristas Estado nacional, por el otro23. En una
jacobinos» de una democracia supra- Unión Política de este tipo, claramen-
nacional porque esta, en el camino de
un aplastamiento a largo plazo de las 21. W. Streeck: ob. cit., p. 243.
22. Sobre los detalles hay que pensar todavía
minorías por parte de las mayorías,
pero, a pesar de los reparos del Tribunal Cons-
también tendría que llevar a la nive- titucional Federal, la tendencia es correcta.
lación de las «comunidades identita- 23. Esta idea de una soberanía constituyente,
que «originariamente», es decir, ya en el pro-
rias y económicas fundamentadas en ceso constituyente mismo, está compartida
la proximidad espacial»21. Aquí está entre ciudadanos y Estados, la desarrollé en J.
Habermas: Zur Verfassung Europas. Ein Essay,
subvalorando la innovadora fanta- Suhrkamp, Berlín, 2011 [hay edición en español:
sía creadora del derecho, que ya se La constitución de Europa, Trotta, Madrid, 2012];
v. tb. J. Habermas: «Motive einer Theorie» en J.
ha reflejado en las instituciones exis- Habermas: Im Sog der Technokratie. Kleine politis-
tentes y en las regulaciones vigentes. che Schriften xii, Suhrkamp, Berlín, 2013.
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te diferenciable de un «superestado», solo tienen acceso a sus respectivas


los países miembros, en tanto garan- arenas nacionales. De esta forma, la
tes del nivel de derecho y libertad per- política europea se hace cada vez más
sonificado en ellos, mantendrían una intocable de hecho, y con ello, desde el
posición muy fuerte en comparación punto de vista democrático, cada vez
con los miembros subnacionales de más impugnable. Por otro lado, esta
un Estado federal. tendencia hacia la autoinmunización
se ve fortalecida por el hecho fatal de
■■ ¿Entonces qué? que la sostenida ficción de la sobera-
nía fiscal de los Estados miembros
El argumento en favor de una bien fun- ha encauzado la percepción pública
damentada alternativa política, mien- de la crisis en una dirección equivo-
tras se mantenga abstracta, recibe su cada. La presión de los mercados fi-
fuerza de la capacidad para crear pers- nancieros sobre los presupuestos es-
pectivas: muestra un objetivo político tatales políticamente fragmentados
sin indicar el camino. Los evidentes promueve una autopercepción ho-
obstáculos en ese camino sostienen mogeneizadora de las poblaciones
una evaluación pesimista acerca de la afectadas por la crisis; la crisis azuza
capacidad de supervivencia del pro- entre sí a «países acreedores y países
yecto europeo. Es la combinación de receptores» y aviva el nacionalismo.
dos hechos lo que tiene que inquietar
a los defensores de «Más Europa». Streeck llama la atención sobre ese
potencial demagógico: «En la retórica
En primer lugar, la política de conso- de la política internacional de la deu-
lidación (según el modelo de los «fre- da, naciones concebidas de manera
nos a la deuda») apunta a la creación monista aparecen como actores mo-
de una constitución económica euro- rales globales con obligaciones colec-
pea que busca establecer «iguales re- tivas. Se dejan de lado las relaciones
glas para todos», la cual debe perma- internas de clase y de dominación»24.
necer sustraída al control del proceso Así se potencian mutuamente una
de formación democrática de volun- política de crisis capaz de inmuni-
tades. Cuando, de esta manera, los zarse contra voces críticas gracias a
encauzamientos tecnocráticos –que sus éxitos y la percepción recíproca
tienen grandes consecuencias para de los «pueblos», desfigurada en opi-
los ciudadanos europeos en general– niones públicas nacionales.
se desacoplan de la formación de la
voluntad y de la opinión dentro de Ese bloqueo solo se puede romper
la vida pública nacional y de los par- si los partidos proeuropeos se unen
lamentos, se devalúan así los recur-
sos políticos de esos ciudadanos, que 24. W. Streeck: ob. cit., p. 134.
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Jürgen Habermas

para hacer campañas más allá de la participantes la decisión de no tocar


frontera nacional en contra de esa fal- el hierro candente de la política euro-
sificación de problemas sociales en pea en la campaña electoral y los lle-
problemas nacionales. Solo por la su- va a seguir el juego astuto-malévolo
misión de los partidos democráticos de destematización practicado por
ante el Derecho puedo explicarme el Merkel. Por esa razón cabe desear-
hecho de que en todas nuestras opi- le éxito a Alternativa por Alemania.
niones públicas nacionales falten lu- Espero logre obligar a los otros par-
chas de opinión sostenidas en las al- tidos a quitarse sus mantos de in-
ternativas políticas correctamente visibilidad en el tema de la política
planteadas. Los enfrentamientos pola- europea. Entonces podría darse la
rizadores sobre el curso de las cosas oportunidad, después de las eleccio-
en el núcleo de Europa son más es- nes parlamentarias federales, de que
clarecedores que agitadores, si todas se perfile una gran coalición para el
las partes reconocen que no hay alter- primer y debido paso. Pues según el
nativas sin riesgos ni costos25. En lu- estado de cosas, la República Fede-
gar de abrir frentes equivocados a lo ral de Alemania es la única en con-
largo de las fronteras nacionales, se- diciones de asumir la iniciativa de
ría tarea de esos partidos diferenciar esta difícil empresa.
perdedores y ganadores resultantes
de las políticas anticrisis según gru-
pos sociales, afectados en mayor o
menor medida en cada caso indepen-
dientemente de su nacionalidad. 25. Entre las alternativas «baratas» se encuen-
tra la recomendación de los eurobonos, repeti-
da por George Soros y, vista en sí misma, para
Los partidos de izquierda europeos nada equivocada, la cual, a su vez, y también
están por repetir su error histórico de correctamente, es rechazada por los países del
1914. También ellos se pliegan por te- norte con el apreciado argumento de que «en
el actual sistema político los eurobonos tienen
mor al centro político de la sociedad, un problema de legitimación, pues entonces
propenso al discurso del populismo se estaría usando el dinero del contribuyente
sin el derecho de intervención de los electores»
de derecha. En la República Federal, (Süddeutsche Zeitung, 11/4/2013). Con este empa-
además, un panorama mediático in- te se bloquea la alternativa de creación de una
base de legitimación para un cambio de políti-
descriptiblemente devoto de la can- ca, que incluiría desde todo punto de vista a los
ciller Merkel fortalece en todos los eurobonos.

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