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Selección y adquisición: apuntes para una reflexión.

Lic. Miguel Viciedo Valdés. (*)


Licenciado en Historia.
Diplomado en fuentes y servicios de la información.
Miembro del taller de investigadores de la casa de altos estudios Don Fernando Ortiz, UH.
Miembro de la cátedra de estudios etnoculturales Trinidad Torregrosa del Centro Provincial de
Superación Felix Varela, Ciudad de la Habana.
Miembro de la ASCUBI (filial Ciudad de la Habana).

B3 16 DE JUNIO DE 1998

Resumen
Cuestiones medulares sobre el desarrollo de la actividad de selección y
adquisición en nuestro sistema de bibliotecas públicas, son abordadas en este
artículo que convoca a la reflexión de esta importante tarea, en la búsqueda de
lograr la satisfacción del usuario a través de la optimización de los servicios de
información.
El método empleado ha sido la búsqueda y análisis documentales
fundamentalmente así como la observación científica encubierta. No se
incluyen la síntesis de la discusión de los resultados, aunque arribamos a
conclusiones y se hacen algunas recomendaciones, por cuanto este trabajo
tiene la finalidad de lograr la reflexión de todos los implicados en el sistema. La
toma de conciencia a partir de la reflexión, mostrarán a posteriori los
resultados.

Para todo aquel que labore en una unidad de información como técnico,
especialista, informático, bibliotecario o bibliotecologo –para estar a tono con
estos tiempos– no cabe dudas de que lo más importante en esta labor es el
usuario . Este imprescindible “personaje histórico”, es el factor determinante
en el desarrollo y consecución de un proceso que se inicia desde que el
documento entra en la unidad de información por las vías establecidas para
ello, hasta que llega a las manos del usuario convertido en un servicio
informativo; proceso que concluye felizmente, cuando el gestor de la
información –entiéndase bibliotecario– ha logrado satisfacer las necesidades
informativas de ese usuario o cliente, algo que rara vez sucede si el
bibliotecario no ha previsto esta situación.
¿Realmente han sido satisfechas las necesidades informativas del usuario, o
han sido resueltas sus demandas de información? Es justamente en este
cuestionamiento donde aflora el dilema de los servicios informativos de las
bibliotecas públicas en los tiempos actuales.
¿Están nuestras bibliotecas públicas en condiciones de poder satisfacer las
necesidades de información de sus usuarios a través del área de selección y
adquisición, o de un selector en la generalidad de los casos sin la experiencia
debida, con los problemas que existen con el “presupuesto asignado” para
ello?
Correspondería hacer un análisis valorativo de este fenómeno, que nos
permita, al menos aproximarnos a la realidad actual de estas áreas de
selección en nuestras bibliotecas públicas.
Una mirada por dentro:
El área de selección y adquisición, pertenece al Departamento de procesa-
miento técnico de la información y cuenta con uno o dos bibliotecarios que
se ocupan de la actividad. Estos especialistas realiza el trabajo de desarrollo
de las colecciones según la política establecida en la NRCU 008/80 y la NRCU
012/84 . Ambos documentos normativos tienen una obsolescencia de 18 y
14 años respectivamente, y con ellos se trabaja aún en condiciones econó-
micamente especiales.
Los estudios para la evaluación de las colecciones se realizan teniendo en
cuenta: los análisis de las demandas y las desideratas, los resultados de
investigaciones de correspondencia entre el fondo bibliográfico y la demanda
de los lectores y además estudios de perfiles temáticos, contenidos, autores,
editoriales, precios e intereses de las instituciones. Estos instrumentos de
medición aplicados consecuentemente deben arrojar un cúmulo de información
de vital importancia para viabilizar la labor. Y nuevamente se imponen
cuestionamientos: ¿Se realizan esos estudios?, ¿Con qué frecuencia se
aplican?, ¿Quién controla y chequea su aplicación?, ¿Responden en realidad a
las necesidades de información del usuario?
Para evaluar las fuentes se asumen criterios como los apuntados
anteriormente, pero no se realizan estudios bibliométricos e informétricos que
puedan aportar una valoración más científica, más aprovechable.
A todo esto se añaden los insuficientes recursos que se destinan a la actividad
de selección y adquisición, que van desde la ausencia de catálogos para
publicaciones en moneda nacional hasta un presupuesto monetario asignado
que no cubre la demanda de las bibliotecas publicas, y no contempla la
moneda libremente convertible. Con estos recursos materiales, humanos,
financieros y organizacionales, se lleva a cabo la compra, el canje y los
donativos, que son las vías para la adquisición, empleados con suministradores
como: Centros Provinciales del Libro y su red de librerías, Universidades,
Biblioteca Nacional, Casas Editoriales, Librerías de uso, Libreros particulares,
Embajadas y otras instituciones culturales y científicas nacionales o
extranjeras. Volvemos a la reflexión para preguntarnos: ¿Es realmente
insuficiente el presupuesto financiero?, ¿Se hace adecuado uso del mismo para
dar respuesta a las demandas de los usuarios y a los intereses de la
institución?, ¿Qué grado o porciento de subjetivismo hay en el desarrollo de
esta labor?
Todas estas interrogantes –que de continuar acotándolas llenarían un
cuestionario– no tienen otra finalidad que convocar a la reflexión y al análisis
de una actividad que reviste gran importancia en estos tiempos que vive
nuestro país y el mundo entero. Tiempos en que la dinámica del desarrollo
económico, social y cultural exige cada vez mas de los servicios de información
y de sus trabajadores. Por lo tanto, se impone reconsiderar este fenómeno, ya
que no es posible estar de espaldas a una realidad que nos ira absorbiendo
poco a poco si no nos preparamos para ello.
Una mirada por fuera
Por supuesto, estas reflexiones en torno a la actividad de selección y
adquisición, obedecen a la lectura y análisis de materiales de algunos autores
que en cierta medida han tratado el tema, como el master Israel A. Nuñez
Paula. Estos especialistas abordan cuestiones relacionadas con las necesidades
de formación e información de los usuarios o clientes que esclarecen la validez
de estos estudios, estudios de los que adolece la actividad en nuestro sistema
de Bibliotecas Publicas. Por tal motivo, desde que comenzamos a tratar el
tema nos hemos expresado en términos de demandas e intereses de usuarios,
y no empleamos la variable necesidades de información.
Realmente Lo que hacemos es satisfacer, o tratar de satisfacer una demanda o
interés, pero no se realiza un estudio de las necesidades de ese lector o
usuario que van más allá de su demanda. Cuando ofertamos el servicio,
tratamos de resolver lo que se nos está demandando, pero será lo que
solicitan ciertamente, lo que necesitan como información. La selección se
realiza de modo general a criterio del selector, éste en ocasiones acciona sobre
la base de lograr el crecimiento y enriquecimiento del patrimonio bibliográfico,
o con resultados de la aplicación de instrumentos de medición que no
responden a la inmediatez de la demanda y que no se aplican como está
establecido, o que son sencillamente obsoletas. Esto trae como consecuencia:
la adquisición de títulos y volúmenes innecesarios que abarrotan almacenes y
estanterías en lugares con poco espacio, mala ejecución de los recursos
financieros destinados para la compra de documentos, descartes negativos que
van a engrosar los anaqueles de materia prima, campañas de promoción de la
lectura de títulos que no se mueven, y finalmente se pierde la oportunidad de
satisfacer a la persona más importante en los servicios de información de
nuestras bibliotecas públicas.
Es evidente, que en toda esta labor que conlleva la selección y adquisición –
amén de la sobrada experiencia, la preparación cultural y el manejo o
habilidades que se puedan tener de la actividad– existe una fuerte dosis de
subjetivismo al que no puede abstraerse voluntariamente el selector. Urge la
aplicación de instrumentos que hagan más científica y económica esta labor y
a la vez que contribuyan a la optimización de los servicios bibliotecarios. Por
supuesto que los estudios de necesidades de formación e información de
usuarios, no pueden ser aplicados a todos y cada uno de los lectores que
asisten y usan las bibliotecas, porque no es posible científicamente trabajar
con el universo de los usuarios de una unidad de información, hay que definir
categorías o segmentos de usuarios , establecer orden de prioridades y diseñar
servicios a la medida para esos usuarios. Es decir, hay que realizar gestión de
usuarios, y para realizar los estudios de necesidades, hay que hacer estudios
informétricos que contemple temáticas, autores, idiomas, publicaciones,
países, tecnologías y otros indicadores que enriquezcan el estudio.
Estos apuntes a propósito del tema de la selección y adquisición, nos convoca
a reflexionar sobre el desarrollo de esta actividad en nuestro sistema de
bibliotecas públicas, a hurgar en trabajos de estudiosos de la gerencia y los
servicios de la información, los cuales han diseñado metodologías para la
instrumentación y aplicación de estudios de formación e información de
usuarios. Sería factible además la revisión y análisis de los instrumentos de
medición existentes y de los documentos y metodologías que norman la
selección y adquisición, para determinar el grado de caducidad, su utilización
real, los resultados alcanzados en la aplicación de los mismos y el nivel de
actualización con que cuentan. La búsqueda y consulta de la obra de estos
estudiosos ya sean cubanos o extranjeros contribuiría al esclarecimiento y
actualización de todos aquellos que están implicados en esta labor, a buscar
soluciones para lograr rentabilidad económica aprovechando al máximo los
recursos financieros disponibles y se mejorarían considerablemente los
servicios de información al poder diseñar para los usuarios servicios a la
medida.
Bibliografía
• Informes de las visitas metodológicas realizadas de septiembre de 1997 a abril de 1998
a las bibliotecas municipales de Ciudad de la Habana, por el equipo metodológico de la
Biblioteca Pública Provincial Rubén Martínez Villena. En: Archivos de la dirección de la
Biblioteca Pública Provincial Rubén Martínez Villena. Ciudad de la Habana, 1998.
• ------------ El enfoque socio-psicológico del servicio informático bibliotecario. TEMAS
(Estudios de la cultura). Dpto. De Ciencia y Técnica. Ministerio de Cultura. Cuba, No. 9,
1986, 53-62.
• ------------ Acerca de la metodología de estudio de las necesidades informativas. Las
necesidades peculiares de información. Act. De la Inf. Cient. Técn.; No. 5 (136), 1987.
• ------------ Metodología para el estudio de las necesidades formativas e informativas.
En: Información: Aspectos Socio-Psicológicos. T1. Isreael A. Nuñez Paula. Publicaciones
IDICT, La Habana, 1990, 71-78 y 89-108.
• Nuñez Paula, Israel A. “Guía metodológica para el estudio de necesidades de formación
e información de los usuarios o lectores”. Revista Ciencias de la Información. No. 2,
julio, 1992.

(*)Investigador y promotor cultural.Biblioteca Publica Rubén Martínez Villena. Obispo 160 e\


Mercaderes y San Ignacio. Habana Vieja. CP. 10100. Cuidad de la Habana. Cuba. Domicilio :
San Ignacio #510 e\ Luz y Santa Clara. Habana Vieja. Ciudad de la Habana. CP. 10100.
Teléfonos (trabajo):61 4895 - 61 4788

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