Está en la página 1de 1

Me crucé con el vecino de al lado y le comenté que estaba pintando el patio.

Me preguntó: ¿Lo estás haciendo vos o tu papá?

Esperé mucho tiempo a mi papá para pintar el patio. No creí que fuera posible hacerlo sin él.
Mi papá es una persona que siempre me ha hecho todo. Se encarga de que en ningún momento
me encuentre con la falta. En medio de esa espera conocí a Sebas. Él se dedica a pintar paredes.
Le propuse de inmediato la tarea de pintar mi patio. Le dije “vamos a pintar” pero en realidad era
una tarea de uno. Yo me desentendía en mis cosas mientras él revocaba. Lo quiero porque
siempre me dice que me quede tranquila. En el patio había estructuras de madera que no se
tocaban desde hacía años, y sobre ellas, macetas con plantas secas y con otras que crecieron pese
a mí. La última vez que se limpió fue antes de la cuarentena cuando mis xadres vinieron a verme.

Sebas pintó la mitad del patio, y yo lo ayudé un poco, como para ver de qué iba la cosa.
En un momento no pudo seguir. Al principio eso me angustió pero en realidad estuvo muy bien.
Me animé a pintar sola una pared y fue placentero. Cuando hacés las cosas solx podés elegir cómo
hacerlas, tomar decisiones, hacerlo a tu manera.

Al día siguiente preparé el resto de las paredes.

También podría gustarte