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GENEALOGÍA DEL ÁTICO

El ático, el dialecto griego antiguo al que en las universidades dedicamos


atención preferente, tiene su historia y contiene en sí mismo pistas o huellas
que nos permiten reconstruirla. Valiéndonos de ellas podemos seguir, en
efecto, la génesis de este dialecto, es decir: cómo se fue configurando diferen-
ciándose de los demás, apartándose de los unos y acercándose a los otros. El
único problema que esta labor entraña es elegir bien las «huellas» o vestigios
en los que vamos a basarnos para tratar de recuperar su historia. Hemos de
valorarlas previamente, debemos saber su fuerza probatoria. No nos sirven,
por tanto, los rasgos de mero conservadurismo o arcaísmo ni los hechos de
elección o elecciones, porque no prueban parentesco específico sino tan sólo
genérico. Por ejemplo, para nada nos vale la sílaba inicial de la palabra
«padre» en griego, na- (que es idéntica en todos los dialectos), para decir al-
go a propósito del ático, como no sea que el ático es también un dialecto
griego. Y tampoco nos ayudan mucho los hechos de elección; por ejemplo:
los sufijos de adverbios temporales en -te (mic., j.-át., arc.-chip.), -tu (lesb.)
y -ka (dor., N-W., beoc.) nos harían sospechar relaciones del ático con el mi-
cénico y arcadio-chipriota, si nos fijáramos en át. zózs; con el lesbio, si aten-
diésemos especialmente a át. En~lza,y con el dorio, si dirigiésemos nuestra
atención a át. abzina, zqvina, fivína. En cambio, presentar como vestigio de
la historia del ático una innovación, como la sílaba inicial de la palabra
«madre», que es pa- en todos los dialectos excepto el jónico y el ático, don-
de, en virtud del paso de a a q, es pq-, eso ya sí es estar siguiendo una buena
pista. Pues bien, vamos a seleccionar una serie de innovaciones del ático y a
procurar que hablen por sí mismas.
Desde luego, no cabe duda de que el jónico y el ático constituyen un
grupo dialectal fuertemente trabado, el jónico-ático, por el hecho de que
comparten una buena serie de innovaciones claras: paso de a a q y de u
a ü; metátesis de cantidad (*hqóc > hscóc); -v efelcística; pronombres
personales del tipo de fipsSc, UpÉac, UpoIc, etc.; desinencia -oav de ter-
cera persona de plural en EOsoav, EGooav; tercera persona de singular
del imperfecto de indicativo fiv. Obsérvese que dejamos aparte otros ras-
gos que creemos no son propiamente innovaciones, como la conjunción
condicional si, la partícula av, la desinencia de infinitivos atemáticos
-val, los adverbios temporales en -TE y los adverbios de lugar acabados
en -ou, desinencia originariamente de genitivo partitivo.
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Sin embargo, pese a esta tremenda trabazón que muestran jónico y


ático, no hay que olvidar una pequeña diferencia entre ambos que
tiene trazas de ser antigua: el jónico coincide con el micénico, con Ho-
mero, arcadio, chipriota, lesbio, beocio y parte del dorio en mostrar en
el participio del verbo ~ i p la
i forma Eóv, frente al ático Qv, que su-
giere grado cero de la raíz y psilosis y que recuerda formas con sufijo
provisto de vocalismo e que se encuentran en dorio (por ejemplo
Schwyzer 62, 117 ~v.rsc< *S-entes). Otras, en cambio, quizás no sean
tan importantes y antiguas, pero no dejan de ser significativas; por
ejemplo, la segunda persona de singular del presente de indicativo del
verbo ~ i y i ,que en ático es si, forma que viene directamente de ide.
*ési, mientras que en Homero y jonio encontramos la forma hiperca-
racterizada sic (p 338; Hdt); o bien -y en esta ocasión es el ático el
innovador- át. EopÉv, analógico de EoTE, frente al resultado fonético
esperado que encontramos en la forma del jón. sipÉv. De cualquier
forma, y antes de avanzar, conviene decir que la serie de innovaciones
comunes al jónico y al ático que hemos enumerado para mostrar la no-
table trabazón del grupo dialectal son recientes y que la más significati-
va, la que nos permite hablar de jónico-ático frente a los demás dialec-
tos griegos, a saber, el paso de a a q, es un proceso del primer milenio
a. J. C. Consiguientemente, en el segundo milenio a. J. C., a la luz de
los datos que poseemos, no cabe hablar de un protojónico-ático bien
diferenciado e independiente; antes bien, hay una serie de rasgos comu-
nes a jónico-ático, arcadio-chipriota y lesbio que son antiguos y algu-
nos de ellos están atestiguados en las tablillas micénicas. La asimilación
del *-ti en -si y, sobre todo, de "-01 en -oi, de la que quedan ejemplos
en el ámbito dialectal del jónico-ático, como ripopahioioc,, TpixopU-
oioc, 'ApapUoia, establece una conexión indudable entre micénico y
jónico-ático. La simplificación de *-SS- procedente de *-SS-, *-ts- y *-ty-
(en ~ É B O Ctóooc,
, etc.) es otra innovación antigua común al
protojónico-ático y al protoarcadio-chipriota; y en el vocalismo o de
poUhopai. y en la forma síxooi coincide el jónico-ático con el arcadio-
chipriota y el lesbio. En efecto, en arcadio tenemos las formas Schwy-
zer, 645, 9 PóhEtoi y Schwyzer, 656, 24 bohóp~vov;en chipriota, una
glosa nos autoriza a contar con el verbo *pÓhsoOai; recordemos que
esta forma provista de 1 simple y o breve la encontramos
también en Homero A 319; a 234; .n 387 y, dentro del dominio del
jónico-ático, en Eretria (Schwyzer, 808, 32 pohoysvov) y Oropo
(Schwyzer, 811, 31 pohq~ai);en cuanto a slxooi, es forma que en-
contramos en jónico-ático, lesbio, arcadio, y en Homero, Esixooi (por
*Ej=txooi), frente al arcaísmo, bien conservado en dor. ~ i x a z l .
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Así pues, estas antiguas innovaciones claramente sugieren que el


protojónico-ático es un dialecto del grupo llamado por Risch
«südgriechisch» (SMEA 20, (979, 97). Ahora bien, el jónico-ático com-
parte también una serie de innovaciones y elecciones con los dialectos
dóricos. Como, para respetar lo prometido, no vamos a referirnos sino
a las innovaciones, dejaremos de lado la extensión del vocalismo a de las
sonantes vocálicas, que puede ser un hecho de elección; limitándonos,
pues, a aquéllas, notaremos de inmediato que son de diferente anti-
güedad; la de una de ellas, la desinencia medio-pasiva de tercera persona
de singular - T a l en vez de -.rol (arcaísmo) es de difícil determinación;
otras, en cambio, como la palatalización de una labiovelar ante e (kwe-
>te-; át. ~ É m a p q ) , que alcanza también al arcadio pero no al
chipriota, o la de la preposición o preverbio *Evc surgido de Ev (proceso
cuyo carácter reciente queda de relieve comparando, dentro del ático, el
único compuesto verbal con Ec-, oxopaxi<o, con los numerosos forma-
dos con Ev-, EpBáhho, Eyxslpi<a, etc.) son obviamente más modernas.
A otra cabe, de forma aproximada, situarla entre el segundo y el primer
milenio: nos referimos a la simplificación de sonantes geminadas pro-
cedentes de antiguos grupos del indoeuropeo compuestos por sonante y
*S o *S y sonante en posición intervocálica, o bien, en el caso de 11, re-
sultantes también de la asimilación de la n del grupo *In en el proceso
*ln >11. De este modo, en jónico-ático y en el ámbito dialectal de la Do-
ris mitior (los dialectos dorios hablados en la zona del golfo sarónico
-corintio, megarense, argivo oriental- y los nordoccidentales locrio y
focidio) surgen nuevas vocales largas, que son largas cerradas: dpi,
~ o u h &mientras
, que en arcadio y en la Doris severior (laconio, heracleo
mesenio, cretense y eleo) las vocales largas resultantes se confunden con
las largas antiguas heredadas del indoeuropeo, fipi, pohh. Estas dos so-
luciones (a nosotros nos interesa la primera) son innovaciones frente al
arcaísmo, la conservación de las sonantes geminadas, que se registra en
lesbio, tesalio y esporádicamente en arcadio, en Orcómeno (Schwyzer,
665 C 7 ~[xp]wvavy A 23-24 ocpshhovo~.).
En consecuencia, el protojónico-ático puede ser definido como
dialecto del sur que se acerca al dorio. Ese acercamiento no podemos
precisar en qué época comienza, si bien es claro que tuvo lugar antes de
que se produjera la innovación decisiva y más significativa del jónico-
atico: el paso de a q, proceso sin lugar a dudas posterior a la simplifi-
cación de sonantes geminadas, en que *stalna pasó a *ozaha y
*éphanna a *&pava.
Después del paso de a a q se dan en la unidad que constituye el
jónico-ático un par de procesos, a saber: la abreviación de hiato (la de-
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sinencia de genitivo de plural de la primera declinación -qov pasa a -Éov


en jónio y después a -Wv en ático) y la metátesis de cantidad (át. v~cóc,;
jón. ~pÉooa).Luego, la unidad del jónico-ático se rompe: en eubeo ya
no se impuso el proceso u > ü; en ático la africada *ts procedente del tra-
tamiento de ciertos grupos (*-ty en parte, *ky y *tw) pasa por influjo
del beocio a -tt- (.rÉ~~apsc)y no a -SS- como en jónico (~Éoosp~c,);en jo-
nio permanecen sin contraer las vocales de los grupos -ea-, -eo, -e& Cjón.
yÉvsa, ygvsoc,, -Éov desinencia de genitivo de plural de la primera decli-
nación, frente a át. yÉvq, yÉvou~,-6v); en jónico se produce la tercera
oleada de alargamientos compensatorios, resultante de la pérdida de w
en los grupos consonánticos *-rw-, *-lw-, *-nw-, en ático, no Cjón.
xoúpq, x a h ó ~ ,@G.voc,; át. xópq, xahóq, SÉvoq); obviamente -cf.
~a3Ló~-este proceso es posterior al paso de a a q; sólo en ático y no
en jonio se produce la asimilación de po>pp (át. itóppq frente a jón.
xópoq), que también es un proceso reciente, pues es posterior a la ac-
ción de apertura que en ático ejerce p sobre q; este mismo proceso de
apertura que ejercen p, t y E, llamado también Rückverwandlung, exclu-
sivamente ático, es también reciente, pues ya no está en vigor, en el caso
de p, cuando tiene lugar el proceso *-rw->-r- que origina en jonio la
tercera oleada de alargamientos compensatorios (por lo cual en ático te-
nemos la forma xópq<*xóp~.q)y, en el caso de i. y E, es claramente
posterior a la contracción de -&a-,como muestran los ejemplos Uyi&<
*UyiÉa y kvíj&& < *kvG&Éa.
En conclusión: el ático es un dialecto del grupo del <jónico-ático», el
cual, a su vez, es un dialecto griego del sur que mantiene contactos con
un dialecto griego del norte, el dorio, y que adquiere su más relevante
fisonomía en fecha relativamente reciente, después del 900 a. J. C. Pos-
teriormente, se rompe la unidad del jónico y del ático para volver a en-
contrarse más tarde (en el siglo V a. J. C . el jónico y el ático se influyen
mutuamente) en un ático de alto nivel y literario de importancia decisiva
para explicar la koiné.
Esto es lo que se puede decir del origen del ático respetando las
reglas del juego, operando única y escrupulosamente con innovaciones,
que son al fin y al cabo los únicos rasgos que sirven para fundamentar
la pertenencia de un dialecto a un grupo dialectal especifico.

A. LÓPEZ EIRE
Universidad de Salamanca

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