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FUNDACIÓN UNIVERSIDAD PRIVADA DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA (UPSA)

MAESTRÍA EN GESTIÓN Y DIRECCIÓN EMPRESARIAL - MBA

Entorno Económico e Internacional

TRABAJO DE GRUPO #2
“Uruguay: COVID-19, Política Monetaria y Política Fiscal”

INTEGRANTES
Alejandra Gutierrez Granier
Brenda Hoyos Burela
Diana Hurtado Suárez
Gary Guardia Castro
Luis Gutierrez Antelo
Juan Pablo Hurtado Suárez
Nicolás Hurtado Suárez

Docente: Lic. Guillermo Aponte R.O.

Santa Cruz de la Sierra, 10 de Octubre de 2020

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1. Introducción.

Uruguay fue uno de los países que mejor enfrentó el inicio y expansión del COVID-19,
a pesar de que la región se estableciera como el “epicentro mundial” de la pandemia,
sobrepasando en números a Europa y EEUU. Nunca incluyó “cuarentenas
obligatorias”, por el contrario, implementó estrategias exitosas reflejando sus resultados
en: curvas de contagio “aplanadas”, tasa de mortalidad muy baja, estable sistema de
salud sin llegar a verse comprometido y apertura paulatina de actividades como por
ejemplo el regreso a clases.

A continuación, algunos datos descriptivos de la República de Uruguay:

Datos generales del país.

La República Oriental del Uruguay, es un país de América del Sur que limita al noreste
con Brasil, al oeste y suroeste con Argentina y tiene costas en el océano Atlántico por
el sur. Abarca 176 215 km² y es el segundo país más pequeño de Sudamérica. Es
miembro fundador de las Naciones Unidas, del Mercosur, de la OEA, de la UNASUR y
del G77, y forma parte de otros organismos internacionales. Los principales recursos
económicos son la agricultura, la forestación y la ganadería. Los recursos minerales y
energéticos son escasos, y las principales industrias son las del papel y el cartón, el
cemento y la refinería de petróleo.

Demografía.

La población de Uruguay es de 3 505 985 habitantes. La capital y ciudad más poblada


del país es Montevideo, con 1,5 millones de habitantes, el área metropolitana ronda los
2 millones de habitantes, lo que representa el 57,1 % del total nacional. La esperanza
de vida en Uruguay ronda los 77 años, por encima de la media de América Latina y del
mundo. Los datos de mortalidad materna e infantil son los más bajos de Sudamérica
(11 cada 100 000 nacimientos y 12.7 por 1 000 respectivamente).

Salud.

Según el Instituto Nacional de Estadística de Uruguay, el 97,2 % de la población que


reside en localidades de 5 000 o más habitantes y dispone de algún tipo de asistencia
médica, mientras que el 2,8 % ha registrado la ausencia total de derechos para la
asistencia de su salud. Este mismo estudio reveló que prácticamente el 46 % de la
población se encuentra afiliada a una institución de asistencia médica privada, mientras
que el 42 % atiende su salud a través del Ministerio de Salud Pública o el Hospital de
Clínicas. Uruguay está entre los primeros países en América Latina con más médicos
por habitante (3,1 por cada mil habitantes).

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Educación.

Según las Naciones Unidas, es el país de América Latina con el nivel de alfabetización
más alto (97.7%). En 2007 el gobierno uruguayo puso en marcha el Plan Ceibal, que
consistía en que cada maestro y cada alumno de las escuelas públicas tengan una
computadora portátil con conexión a Internet, en forma totalmente gratuita. Para
diciembre del 2011 se habían entregado 454 000 computadoras portátiles,
aproximadamente 320 000 a niños de primaria, 120 000 a adolescentes de secundaria,
y el resto a maestros y profesores. Esto permitió que tras la llegada del COVID-19 y la
declaración de emergencia sanitaria, poder implementar la educación a distancia y
fundamentalmente el espacio de intercambio entre docentes y estudiantes, con una
plataforma que también cuenta con videoconferencias.

Política.

Es gobernado actualmente por Luis Alberto Lacalle Pou, del Partido Nacional
(centroderecha). De acuerdo al estudio de la organización Transparencia Internacional,
es el país de Latinoamérica con menor Índice de Percepción de Corrupción y el 23° en
el mundo. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dice que es
el tercer país de Latinoamérica (después de Chile y de Argentina) con mayor Índice de
Desarrollo Humano (IDH) y el 54º en el mundo.

Economía.

En el año 2018 es el tercer país de Latinoamérica (luego de Panamá y de Chile) con el


PIB per cápita más alto (24 352 $) y ocupando el puesto 92 a nivel mundial en cuanto a
PIB (PPA) de 85 977 000 000 $. De acuerdo a la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL), es uno de los países de la región con una distribución de
ingresos más equitativa, con un Coeficiente de Gini de 0,39. La pobreza medida en
porcentaje de personas pobres alcanza en 2014 el 9,7 %, en tanto la indigencia el
0,3 % de la población. Uruguay tiene el menor índice de pobreza de Latinoamérica,
promedio de ingreso mensual por habitante, a enero de 2015, en Montevideo, es en los
hogares: 5 492 $ (226 US$), y por persona: 20 363 $ (838 US$). El porcentaje de
desempleo en el año 2018 era de 4.3% (segundo más bajo de Sudamérica).
Actualmente ocupa el puesto N°33 a nivel mundial en el Ranking de Felicidad, con una
Índice de Felicidad de 6,293.

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2. COVID-19

El 29 de junio, cuando unos 250.000 estudiantes volvieron a las aulas en Montevideo,


Uruguay alcanzó un hito en la vuelta a la normalidad pos-COVID-19, que aún es una
aspiración lejana para la mayor parte de América Latina. Mientras el virus sigue
haciendo estragos en el continente, en Uruguay el número diario de nuevos casos se
mantuvo casi todos los días en cifras de un solo dígito a partir de mayo, aunque
recientemente se han identificado algunos brotes incipientes.

3.

Lo más sorprendente es que Uruguay logró estos resultados sin recurrir al


confinamiento obligatorio, aunque sea el país de Latinoamérica con la mayor
proporción de personas mayor de 65 años, el grupo etario de mayor riesgo. ¿Qué
ha hecho que el país tenga, hasta el momento, éxito en contener la epidemia? ¿Y
qué pueden aprender otros países de su experiencia?

Actuar con rapidez y escuchar a los científicos. -

Desde el inicio, Uruguay se tomó muy seriamente la amenaza del COVID-19.

Cuando se confirmaron los cuatro primeros casos importados (el 13 de marzo), el


Gobierno (que había asumido hacía sólo dos semanas) anunció la emergencia

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sanitaria nacional y puso en práctica medidas como la cancelación de eventos
públicos, cierre parcial de fronteras y la cuarentena obligatoria para los viajeros
provenientes de países con altos niveles de infección.

Al día siguiente se inició una campaña de sensibilización sobre buenas prácticas de


salud y protocolos de higiene, y mediante un decreto presidencial se ordenó la
suspensión de las clases y el cierre de los grandes centros comerciales. A su vez, el
gobierno uruguayo convocó a un grupo asesor de científicos encabezado por
expertos médicos de primer nivel y coordinó sus acciones con el sector privado.

Detección temprana y vigilancia, sin lugar para la complacencia. -

La celeridad de las medidas adoptadas, el asesoramiento científico para la toma de


decisiones y el uso de tecnologías innovadoras, fueron las tres características
centrales en el caso uruguayo. El país comenzó de forma temprana a realizar
pruebas a gran escala y creó sus propias pruebas de diagnóstico y tecnologías de
trazabilidad de contagios. A través del seguimiento comunitario en las zonas de
brote de la infección, se facilitó la detección precoz de la propagación del virus y el
aislamiento.

El país todavía mantiene una elevada tasa de realización de pruebas en América


Latina, a pesar de que su tasa de contagio es de las más bajas. Asimismo, medidas
preventivas, como la promoción del uso de mascarillas, también se aplicaron antes
que en otros lugares de la región. El gobierno publica diariamente noticias y recurre
a aplicaciones móviles, chatbots y a las redes sociales para garantizar que la
población esté debidamente informada sobre la pandemia. La aplicación para
celulares Coronavirus UY permite el seguimiento de casos y emite alertas en caso
de contacto cercano con casos detectados como positivos.

Atención médica de calidad y una red integral de protección social

La amplia cobertura de la infraestructura sanitaria también contribuyó al éxito de


Uruguay. La salud representa más del 20% del gasto público general, en
comparación con un promedio del 12% en América Latina. La atención médica es
gratuita para la población más vulnerable. En el país hay 5 médicos por cada 1.000
personas, según datos de 2017, en comparación con un promedio de 2,3 en la
región. La disponibilidad de camas de hospital también es una de las más altas del
continente, y se tomaron medidas rápidamente para aumentar su disponibilidad
para las salas de cuidados intensivos, así como del número de respiradores.

El hecho de contar con uno de los sistemas de protección social más integral de
América Latina ha ayudado a Uruguay a proteger tanto la salud como los recursos
financieros de su población más vulnerable. El funcionamiento eficiente de
estabilizadores automáticos tales como el seguro de enfermedad y el seguro de
desempleo, brinda asistencia médica y soporte público a los ingresos de los

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hogares para amplios segmentos de la sociedad. Una decisión clave del nuevo
gobierno fue la extensión del beneficio por enfermedad a todos los trabajadores
mayores de 65 años en el sector privado, para que pudiesen quedarse en sus
casas.

Aunque se ha incrementado desde 2018, la tasa de pobreza nacional, en particular


entre las personas de edad avanzada, sigue siendo menor al promedio regional. Lo
mismo sucede con la desigualdad y la informalidad. Esta combinación virtuosa de
factores podría haber ayudado a mitigar la propagación de la pandemia, junto a la
baja densidad de población, especialmente fuera de Montevideo, la capital del país.

En conclusión, la realidad es que el secreto del éxito uruguayo no es un secreto en


absoluto. Consiste en cosechar los frutos de una fortaleza institucional de larga data
y el énfasis en la economía del bienestar, la cohesión social y la libertad individual
con responsabilidad social. La fuerte tradición democrática de Uruguay significó que
los ciudadanos confiaran en las orientaciones y recomendaciones de las políticas
públicas de salud, que llevó a un acatamiento muy alto de la cuarentena voluntaria y
adhesión a las medidas de distanciamiento social. Sobre estas bases, la respuesta
rápida, transparente, inclusiva y con bases científicas del gobierno ha permitido a
los padres uruguayos gozar de un alivio colectivo ante la vuelta a clases de sus
hijos.

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3. CUARENTENA Y CONFINAMIENTO

El 13 de marzo, Uruguay detectó los primeros cuatro casos de coronavirus. El


presidente, Luis Lacalle, declaró la emergencia sanitaria, suspendió las clases y los
espectáculos públicos y exhortó a la población a quedarse en sus casas.

Es así que en Uruguay no se realizó una cuarentena ni confinamiento de manera


obligatoria, el gobierno uruguayo exhortó a la población mantenerse en
distanciamiento social pero sin carácter de obligatoriedad, apelando a las libertades
individuales.

Sin decretar en ningún momento una cuarentena obligatoria, el gobierno uruguayo


logró controlar la pandemia en un continente que un día sí y otro también rompía
récord de nuevos casos y fallecidos. Un poco por el miedo al virus y otro poco por la
“libertad responsable”, a la que tantas veces hizo referencia el presidente del país
vecino, hasta fines de abril el confinamiento voluntario funcionó a la perfección.

Desde el inicio de la pandemia en marzo, el gobierno nacional se ha dedicado a


controlar brotes y rebrotes. Y si bien es cierto que este país de 3,5 millones de
habitantes tiene algunas ventajas de densidad poblacional en este contexto, eso no
explica su exitoso manejo de la situación sanitaria. Montevideo, la capital en la que
habitan 1,3 millones de personas, es una ciudad con una densidad de habitantes
muy superior a cualquiera de la comunidad de Aragón y en todo este tiempo nunca
se reportaron más de 30 casos en un día.

Se cerraron fronteras a partir del 14 de marzo y las ciudades binacionales Uruguay


-Brasil fueron y siguen siendo un desafío ya que no se puede restringir el paso de
una ciudad a otra ya que la ciudad misma forma parte de dos países.

El transporte público no se suspendió y si era y es obligatorio subir a buses y taxis


con tapabocas.
En Uruguay se llamó Emergencia Sanitaria, es importante recalcar esa
denominación porque no se decretó ningún estado de confinamiento ni políticas que
afecten a la libertad del ciudadano, más que la exhortación de distanciamiento,
higiene y tapabocas.

Se evitó en gran medida que desde los poderes del estado se diga Pandemia o
Crisis y desde un inicio la comunicación se centraba en dar los casos ACTIVOS
sobre los casos totales, una manera de calmar a la población y reducir el estado de

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pánico.

Económicamente significó una desaceleración para el primer semestre del año,


pero en este segundo semestre la economía va encausándose.
Sin embargo, hay una situación de desempleo importante, al ser Uruguay país de
poca población, el impacto es mayor. A pesar de ello el sistema de Seguro de Paro
y Seguro de Despido ha posibilitado que las empresas no se vean sumergidas en la
quiebra y que los ciudadanos no queden totalmente abandonados económicamente.

La Economía de Uruguay, atravesará por una recesión en 2020, se procesará una


depreciación real significativa del peso y se registrará una mayor inflación. Todo ello
tendrá efectos negativos sobre el empleo, el ingreso, la pobreza y la desigualdad. Si
bien las medidas adoptadas al momento van en la dirección correcta a la luz de lo
que ha sido la experiencia internacional y las restricciones que enfrenta el país,
todavía son insuficientes para compensar las actividades afectadas y mitigar el
impacto sobre la población más vulnerable.
A pesar de esto, el Banco central de Uruguay provee un inicio de la recuperación de
la economía, con la pandemia prácticamente a raya, Uruguay ha comenzado a
impulsar la reactivación escalonada de la economía, adelantándose también en esto
a la mayoría de sus vecinos, que siguen con fuertes medidas de confinamiento y
restricciones de movilidad. Incluso a lanzarse a abrir fronteras a turistas y replantear
o levantar la cuarentena que se les obliga a llegar, para incentivar el turismo.

BIBLIOGRAFIA

https://www.elobservador.com.uy/tag/economia-uruguaya

https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-08-19/uruguay-coronavirus-cuarentena-gripe-
invierno_2716755/
https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-08-19/uruguay-coronavirus-cuarentena-gripe-
invierno_2716755/

PNUD LAC C19 PDS No. 10 Impacto Social y Económico de la COVID-19 y Opciones de Políticas en
Uruguay

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