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TRABAJO

RESUMEN LECTURA ZIZEK CONTRA LOS DDHH

PRESENTADO POR:
RENE J. SEGRERA G.

TUTOR:
ANDRES FELIPE GUZMAN

DIPLOMADO:
DERECHOS HUMANOS

POLITECNICO SURAMERICANA

NOVIEMBRE 2020
TRABAJO RESUMEN LECTURA
ZIZEK CONTRA LOS DDHH

Por: Rene J. Segrera G..

No resulta nada fácil hacer un análisis o una interpretación de lo que este filosofo esloveno, SLAVOJ
ZIZEK, nos manifiesta en este escrito, teniendo en cuenta el contexto general en el cual plantea sus
observaciones y sus teorías, puesto que, están basadas en el estudio crítico del pensamiento de
otros filósofos igualmente complejos de interpretar, por lo cual su trabajo se ha destacado por
ejemplarizar la teoría con elementos extraídos de la cultura popular.

En el escrito se puede evidenciar que Zizek utiliza un tiene un discurso adictivo, donde de forma
magistral logra involucrar elementos como la política, el psicoanálisis y la lucha de clases.

Dentro de la lectura y su complejidad para la interpretación, apoyados en investigaciones


particulares que permitan una mejor y más adecuada orientación sobre el texto “En contra de los
derechos humanos”, podemos expresar de forma general que, para Zizek es importante establecer
que los Derechos Humanos son un concepto en disputa, dentro de la cual este filosofo decidió
intervenir con sus conceptos, para lo cual creó una premisa en la cual “los Derechos Humanos, por
la manera en que son practicados, en vez de levantarse como una defensa a la humanidad, son
utilizados como “coartada para intervenciones militares, sacralización para la tiranía del mercado y
fundamento ideológico para el fundamentalismo de lo políticamente correcto”

Con esta premisa, se puede observar que, lo que aparentemente plantea Zizek es una abierta
contradicción, pues se pregunta: ¿puede la “ficción simbólica o el correcto significado” de los
derechos humanos recuperarse para la politización progresiva de las actuales relaciones
socioeconómicas?

Lanzado este interrogante, Zizek plantea tres supuestos sobre los que se cimientan y fundamentan
los Derechos Humanos en nuestras sociedades capitalistas, los cuales después los develará y los
llamará “estafas”, en la búsqueda de la verdadera connotación del significado de Derechos
Humanos. Los tres presupuestos son: 1) los DDHH nos salvan del fundamentalismo, 2) los DDHH
descansan y avalan nuestra libertad de elección y nuestro derecho a perseguir el goce y 3) los
DDHH nos defienden de los excesos de poder?, presupuestos que, objetivamente tendrían un
trasfondo que hacen parte del análisis mismo del escrito y que Zizek manifestaría así: 1) Con
respecto a los DDHH en oposición al fundamentalismo, expresa que, parafraseando a Hegel, el mal,
está orientado con frecuencia en la mirada que lo percibe y entonces indica que en occidente para
satanizar a los musulmanes o los turcos, descarga sobre ellos, la consigna de hacerlos parecer
salvajes, retrasados y bárbaros y que se ha venido construyendo hace un par de siglos, lo que
constata con la frase “los turcos no fuerzan a nadie a vivir como turcos”.

Luego soporta estas conjeturas en que, todo aquello que escandaliza a los europeos no es más que
un manera de vivir que ellos mismos ayudaron a construir. Así mismo expresa que, todo lo que el
viejo continente ve con escándalo (matanzas, expulsión de tribus, de etnias completas) son
“pecados” de los que no está libre, ya que la historia da cuenta de Europa también ha cometido
estos “actos desnaturalizados” (España expulsando a los moros, cristianos y judíos). Así que,
citando el viejo adagio, “el que esté libre de pecado que lance la primera piedra”.

Zizek critica en forma magistral en este escrito, como ejemplo de la “determinación reflexiva” de que
habla Hegel, aquello que los europeos occidentales observan y deploran en los Balcanes (guerra de
la década de los 90), es lo que ellos mismos introdujeron allí, con sus actos barbaros del pasado,
concluyendo entonces que Europa no tiene moral para criticar el “fundamentalismo salvaje” del
islam. En el desarrollo del escrito se puede notar como Zizek juega a relativizar el carácter protector
de los DDHH ante el fundamentalismo puesto que, las sociedades democráticas liberales
capitalistas, que enarbolan la causa de los DDHH, resultan tan o más fundamentalistas que las
sociedades que critican.

Manifiesta Zizek que, los DDHH se soportan en nuestra libertad de elección y en nuestro derecho a
perseguir el goce, intentando abrir nuestros ojos y sentidos y hacernos pensar que la libertad de
elección es una ilusión. Para plantear esta teoría él coloca como ejemplo a la costumbre Amish, que
exponen a los jóvenes al mundano capitalismo y los hace escoger entre la recatada vida Amish y la
descontrolada vida del placer y el consumo, concluyendo, por las estadísticas observables que los
jóvenes de la cultura Amish siempre vuelven al nido original.

Respecto a la política contra el goce y utilizando como base el argumento de la exhibición e


insinuación del cuerpo de la mujer, Zizek explica: “para Occidente, el derecho de las mujeres a
mostrarse de modo insinuante y provocativo al deseo de los hombres, ha sido determinado y
legitimado como su derecho de disfrutar a voluntad de sus cuerpos y de su erotismo, no asó para el
Islam, el control de la sexualidad femenina se ha establecido o legitimado como la defensa de la
dignidad propia de la mujer, para evitar que sean vistas o reducidas a objetos de explotación sexual
masculina”. Con este ejemplo quedan claramente planteadas las dos caras de la moneda: la
satanizada vida musulmana y la bendita vida occidental.

Sigue expresando y describiendo Zizek que, los DDHH como guardianes de los excesos de poder, la
configuración del poder contemporáneo, que no necesariamente recae en un único grupo social, a la
vez que un líder -ejemplificado en Bonaparte, probablemente Perón para un caso Latinoamericano-
puede jugar hábilmente a representar a distintos grupos sociales. No obstante, explica Zizek, el líder
ha de permanecer por encima de las clases, jugando a representarlas a todas en general y a una en
particular (Perón gobernaba para beneficio de sus e sus queridos “descamisados”). “Pese al juego
de representación, el líder se encuentra sobre las clases y no les debe subvención real: “Las leyes
no me atan realmente, puedo hacer lo que me plazca.

Zizek plantea que, en la sociedad humana, la política es el principio estructural general, de modo tal
que cada intento por controlar algún contenido parcial como apolítico (fuera de la política) constituye
un gesto político. Por lo tanto, plantear a los DDHH como defensores del exceso de poder y simular
que esta tarea es “apolítica”, neutral o “independiente” es cándido o hipócrita, (muy ingenuo o muy
perverso), puesto que las intervenciones humanitarias, por más que lleven el estandarte de los
derechos, implican posiciones eminentemente políticas.

Zizek nos llama a problematizar “la política aparentemente despolitizada de los derechos humanos y
plantearla como la ideología del intervencionismo militar que sirve finalidades político – económicas,
es decir, no jugar a la limpieza, sino evidenciar los expresiones ideológicas de este juego
“benefactor” de los Derechos Humanos. Ejemplo de ello es lo sucedido en Chile durante el 2011 y el
movimiento estudiantil, el gobierno tildó a los estudiantes de “ideologizados”, como si ellos, como
clase política, como militantes de un partido político, no poseyeran una ideología también. Como si el
conflicto educación de mercado contra la educación pública no fuera un conflicto entre posiciones
políticas.

Finalmente y respecto al Retorno de la Universalidad, desde la mirada de Zizek, las trampas que
enaltecen a los Derechos Humanos, este plantea el debate a aspectos netamente teóricos, en el
juego de lo particular universal, donde uno de los tantos componentes que conforman el grupo
“hombres acogidos por los Derechos Humanos”, finalmente totaliza a los demás: varón-blanco-
propietario. Luego, dice Zizek, no basta con reconocer esta idea, sino que hay que desviar la mirada
hacia la aparición de la universalidad en sí misma, como abstracción que no tiene su reverso en
realidad y que impide a los individuos edificarse en un lugar concreto de la sociedad (Marx). Como
complemento, Zizek parafrasea Rancière, quien hace una lectura distinta respecto de la relación
teoría-materialidad.

Para una mejor y más amplia concepción y entendimiento del escrito, nos apoyamos en una lectura
adicional de interpretación general del pensamiento del filósofo SLAVOJ ZIZEK, en raras de hacer
un resumen más ajustado a las motivaciones del autor, por lo que procedí a consultar y leer otros
textos que develaran su pensamiento respecto al tema que nos ocupa de los DDHH.

Muy interesante lectura………..

Gracias!

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