La mineralización es la transformación de la materia orgánica del suelo a través de un proceso
que conduce a la formación de sales minerales, en las que los elementos fertilizantes son asimilables para las plantas. Esta transformación de los restos orgánicos, pasa por diferentes etapas sucesivas: Una transformación química inicial que sufren los restos vegetales antes de caer al suelo. La acumulación y destrucción mecánica una vez sobre el suelo, en el que se van destruyendo mecánicamente por la acción de los animales principalmente. Alteración química, etapa en que se produce una intensa transformación de los materiales orgánicos y su mezcla e infiltración en el suelo, adquiriendo un color cada vez más negro y adquiriendo una constitución y composición absolutamente distintas de los originales. Los restos transformados se van desintegrando, difuminándose en el suelo y finalmente se integran con la fracción mineral, formando parte íntima del plasma basal del suelo.