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Silvia Scholtus
Universidad Adventista del Plata
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All content following this page was uploaded by Silvia Scholtus on 26 February 2019.
Introducción
El oficio de sacerdote
1
Cuando Dios creó a los primeros seres humanos, los denominó adanes porque estaban
hechos de la tierra, los hizo varón y mujer. Hoy podríamos llamarlos terrícolas. En Gn
1:26-27, dice específicamente
“Hagamos al hombre [adam]1 a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda
la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Y creó Dios al hombre
[adam] a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.2
Dios creó a los dos adanes como encargados de gobernar la tierra en su nombre y
conforme a su liderazgo de amor y servicio. Eran reyes porque gobernaban, y también
sacerdotes porque representaban a Dios ante la creación de la Tierra, proclamaban sus
designios y la cuidaban.
Como bien sabemos, todo iba bien hasta que cambió por causa del pecado.
En Gn 3:15, Dios tuvo que anunciar que iba a restaurar la situación estableciendo un
sacerdocio adicional. Se trata del sacerdocio mesiánico. Este sacerdocio proclamaría
nuevamente cómo es el gobierno divino y su relación con los que creó. Y, esto operó un
cambio en la proclama que debían dar los sacerdotes humanos después de la caída.
A partir de ese momento, el sacerdocio se diferenció en dos tipos:
1. Un sacerdocio mesiánico o Redentor.
2. Un sacerdocio tipológico o de proclama.
La Biblia detalla en que difieren sus responsabilidades.
Empecemos con el sacerdocio mesiánico.
El sacerdocio mesiánico
1
En otras versiones rinde “humanidad”. El término hebreo es extraído del término “tierra” [adamah] que
indica los elementos con los que Dios vinculó a este nuevo ser. Al igual que a los pájaros los vinculó con
el aire y a los peces con el agua.
2
Ver también Gn 5:1.
3
Mt 5.
2
El sacrificio que haría de su persona el sacerdote mesiánico se representó siempre
sobre un altar, con el sacrificio de animales. Esto se hacía en el espacio abierto
simbolizando que el sacrificio del Mesías ocurriría en la tierra. Le seguiría su labor
intercesora en el Lugar Santo y de juicio en el Lugar Santísimo representado
posteriormente en la tipología del santuario israelita. Las actividades en los espacios
cerrados del santuario terrenal estaban ocultas a los ojos humanos porque era un símbolo
de las actividades que este sacerdote mesiánico realizaría en el cielo, y, por eso, estaba
vedado el ingreso a otros que no fueran del sacerdocio levítico a estos espacios.
Hay dos aspectos fundamentales del sacerdocio mesiánico. El primero, según la Biblia,
es que el Mesías es el Hijo de Dios. El segundo aspecto es que el Mesías es un sumo
sacerdote que se sacrificó a sí mismo4 y que vivirá siempre para interceder.5 Pablo explica
que el sacerdocio mesiánico es del tipo de Melquisedec, porque su línea no proviene del
sacerdocio levítico y además de sacerdote, es rey.
La Biblia agrega que el sumo sacerdote de esta orden es obviamente un ser humano,
como dice Gn 3:15, ya que desciende de la simiente de la mujer. Es el nuevo Adam según
Ef 2:14.6 Pablo agrega en Ro 5:14-19 y 1 Co 15:22, 45, que era necesario que viniera este
sacerdote mesiánico por causa del pecado del primer Adam.
Jesús, como el Mesías, consideró que su sacerdocio era del tipo de Melquisedec. Tomó
los elementos que Melquisedec entregó a Abraham al momento de bendecirlo, como dice
Gn 14:18, es decir, el pan y el vino. El pan y el vino son símbolos de la reconciliación
lograda por Dios con los seres humanos mediante el sacrificio del sacerdote mesiánico.
El Mesías y sumo sacerdote de esta orden era central que ofreciera su vida para llegar
a ser el mediador del nuevo pacto en el cielo.7
¿Por qué en el cielo? Porque debía justificar ante el resto de los seres creados por Dios
en el universo, que los redimidos de la tierra podían volver a ser parte de la comunidad
celestial. ¡Extraordinaria recompensa!
Veamos aspectos de la tarea de los sacerdotes tipológicos o de proclama.
El sacerdocio tipológico
Ya vimos que los dos primeros adanes, varón y mujer, fueron designados por Dios
como representantes de la nueva creación ante él.
El Edén se constituyó en el primer santuario que mostraba los objetivos de Dios a ser
reproducidos en el resto del planeta. El primer Edén era el lugar de encuentro entre Dios
4
Heb 9:26.
5
Heb 7:25.
6
En griego, καινὸν ἄνθρωπον [kainòn ánthropon].
7
Heb 8:3; 9:12-15.
3
y los primeros adanes. Ap 21-22 describe la nueva creación y dice que Dios habitará junto
con los seres humanos recreados.
Al momento en que los adanes, varón y mujer, pecaron, Dios agregó el anuncio de
redención.
El varón debía representar la muerte que se introdujo en toda la creación por causa del
pecado, realizando sacrificios de animales limpios a cielo abierto sobre un altar de
piedras. La revelación dada en ese momento a los primeros adanes enfatizaba el anuncio
de la llegada del sacerdote mesiánico, que revertiría el proceso del pecado y del mal, y
establecería nuevamente el reino de Dios.8
El anuncio mediante el sacerdocio de la mujer implicaba el ser la portadora de vida del
Mesías.9 Es notorio que así lo entendió el primer adán varón porque fue a partir de ese
momento en que el segundo adán mujer recibió un nombre que la distinguió del primer
adán. El nombre que recibió es Eva, y se relaciona con el concepto de dar vida (Gn 3:20).
Esto destaca que entendieron la esperanza de redención prometida por Dios que vendría
por medio de la mujer. El registro bíblico presenta el anhelo de las mujeres en esta
esperanza dada en el Edén. Las mujeres deseaban tener el privilegio de dar vida y llegar
a ser la madre del Mesías prometido. El anuncio de la salvación a través de las mujeres
contenía especificaciones clave para el respeto a la vida de todo ser humano junto con la
prohibición de quitarla en rituales religiosos de adoración. El concepto principal detrás
de este hecho era que los seres humanos concebidos eran portadores de la imagen de Dios
y, por lo tanto, no debía eliminarse su vida en un sacrificio. Esto dice Gn 9:6.
Cuando Dios suscitó el sacerdocio mesiánico, los dos primeros adanes, varón y mujer,
asumieron el sacerdocio tipológico para proclamar la labor redentora del sacerdocio
mesiánico.
La proclama que Dios encargó a los varones y las mujeres se extendió durante la época
patriarcal y más. Su proclama no tenía nada que ver con la forma posterior desvirtuada
de los sacerdocios que surgieron en distintos pueblos y culturas en las que se
implementaban rituales de fertilidad, prostitución, y sacrificios humanos. Como ocurrió
siempre, todo lo dado por Dios fue tergiversado con el tiempo en rituales que nada tenían
que ver con las indicaciones brindadas originalmente.
El nacimiento del Mesías por medio de una mujer virgen ilustra el hecho de que no
portaría pecado por recibir la simiente de un varón, sino que sería una simiente nueva,
llegando a ser el primogénito de una nueva humanidad. Podemos decirlo de otra manera.
Así como Dios completó la humanidad extrayendo del primer adán varón al segundo adán
mujer, posteriormente del adán mujer extraería al nuevo adán varón.
Estas proclamas por parte del varón y la mujer expresaban simultáneamente las
consecuencias del pecado que darían muerte al Hijo de Dios y de la esperanza de la nueva
vida que vendría por medio de él.
Se necesita ver también a la figura de la mujer en la humanidad transformada. La mujer
también porta la imagen de Dios.
8
Gn 3:15; Judas 1:14-15.
9
Isaías 7:14; Mt 1:23.
4
Otro sacerdocio tipológico es el de Melquisedec
La tipología ritual que realizaban estos sacerdotes surgió con la revelación mayor dada
a Moisés en el Sinaí. Con este sacerdocio se modificaban algunas condiciones de rituales
y sacrificios del período patriarcal, pero no anulaba la proclama y la transmisión de la
esperanza de redención.
Éxodo 32 registra las razones por las que la tribu de Leví fue consagrada al servicio de
Dios en este tipo de sacerdocio. Aarón fue escogido sumo sacerdote junto con su
descendencia.10 La elección de la tribu de Leví como servidores del sumo sacerdocio de
Aarón y sus descendientes se debió al pecado del pueblo de Israel.
El pueblo había sido elegido como pueblo de sacerdotes y reyes para acompañar el
servicio del santuario. Pero pecaron al adorar el becerro de oro.11 Por eso, cada
primogénito varón de las otras tribus fue absuelto de su responsabilidad sacerdotal para
los aspectos sacrificiales, y reemplazado por los varones de la tribu de Leví. Esto aparece
en Nm 3:12.
La revelación dada a los patriarcas incluía la representación de la muerte del “Cordero
de Dios” con el sacrificio de un animal sobre un altar en el espacio abierto, y de la vida
con el nacimiento del Mesías de una mujer. Después, Dios reveló a Moisés que los
espacios cerrados del santuario representaban el ministerio del Mesías para vida en el
cielo. Por eso, como ya se mencionó, nadie excepto los levitas podían ingresar a esos
espacios.
La caducidad de la representación tipológica del sacerdocio levítico y aarónico se
terminó con la llegada del sacerdote Mesías.12 Ya no era necesario representar las
promesas de Dios con este sacerdocio, porque estas promesas estaban en pleno
cumplimiento.
Veamos ahora otro sacerdocio tipológico.
Una vez que la promesa del sacerdocio mesiánico se concretó, el énfasis de la proclama
de los sacerdotes tipológicos cambió de nuevo para acompañar la labor del sacerdocio
mesiánico en su siguiente ministerio.
El sacerdocio del pueblo consiste mayormente en resguardar el legado profético de las
promesas de salvación. Pablo explica este aspecto en Ro 3:1-2, cuando dice que al pueblo
de Israel le fue confiada la Palabra de Dios. El pueblo de Israel fue elegido entre otras
naciones para ser los depositarios de las promesas y anunciarlas al resto de los pueblos.
10
Ex 28:3; 40:13-15.
11
Comparar Ex 19:6; 32.
12
Mt 27:50-51.
5
Fue parte de la estrategia divina para que sus promesas no se perdieran en el tiempo. Y
esta responsabilidad pasó a la iglesia como pueblo de Dios.
Este sacerdocio tipológico del pueblo siempre estuvo presente desde el tiempo de los
dos primeros adanes, varón y mujer. La misión de resguardar el legado profético siempre
existió. Y, después de que se cumplió la promesa y comienzo del ministerio del
sacerdocio mesiánico, este sacerdocio del pueblo pasó a la Iglesia Cristiana.
Como ya vimos, Pedro usa el lenguaje de “sacerdote” para la iglesia como pueblo de
Dios y lo mismo Juan en Apocalipsis. Ambos asignan la responsabilidad sacerdotal a la
comunidad de todos los cristianos y no exclusivamente a la de sus líderes. Recordemos
que la jerarquía eclesiástica que diferenció entre sacerdotes y el pueblo o laicado fue
posterior al primer siglo.
Cada creyente debe ejercerlo porque eso indica que está siendo restaurado a la
imagen de Dios y es miembro del reino de Dios.
Los creyentes de la iglesia cristiana tienen la responsabilidad como sacerdotes de
representar y acompañar al sacerdocio mesiánico en sus funciones o etapas en el plan de
redención. Actualmente le toca acompañar la etapa de intercesión y juicio en el santuario
celestial.
¡Dios ya cumplió su promesa enviando al sacerdote mesiánico! ¡Qué privilegio
acompañarlo en su ministerio aquí y ahora! ¡Dios nos recompensará en la eternidad
dejando que sigamos estando siempre junto a su trono!
Este sacerdocio del pueblo se alista directamente bajo la orden del sacerdocio real del
Mesías como describe Apocalipsis. Su duración no cesa. Tendrán la responsabilidad de
mantener en el recuerdo de todos los habitantes del universo el sacrificio hecho por Dios
mediante su Hijo para redención.13
Resumamos
13
Ap 14:1-6.
6
Exclamemos agradecidos junto con Juan que Dios nos “hizo reyes y sacerdotes para
Dios, su Padre” para que en esta última etapa de la historia del mundo acompañemos
proclamando lo que está haciendo como sumo sacerdote mesiánico en el cielo.
¡Qué grandiosa recompensa! Por la eternidad, proclamaremos como sacerdotes la
gracia de Dios y lo acompañaremos en su gobierno.