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PRESENTACIÓN

Por su variada geografía, el Departamento del Choco está lleno de


hermosos lugares que recrean sorprendentes y misteriosos relatos que
hacen parte de la tradición oral de toda nuestra región. En esta
entrega te contaremos sobre los personajes fantásticos, misterios y
más temidos en la historia de nuestra región.

RELATO

Los mitos y leyendas de Colombia hacen parte del folclor del país. Se
trata de un conjunto de historias acerca de criaturas y seres legendarios
que mezclan lo fantástico con las tradiciones populares. Forjadas en la
tradición oral, estas historias reflejan las diferentes culturas que existen
en el territorio.

El Chocó es una Tierra de Paisajes Hermosos y exóticos pero allí en


medio de la exuberancia de la naturaleza, también hay espacio para lo
desconocido, fenómeno sin explicación que va más allá del
entretenimiento pero que a través de los años se han extendido en
historias contadas de generación en generación y que hacen parte del
de la tradición oral y el folklore de nuestra tierra.

Estas expresiones constituyen un ecosistema que es patrimonio de


nuestra nación y del mundo.

En este paisaje fascinante los Refranes, Mitos y leyendas son portados


con orgullo, por los pobladores, quienes los identifican como parte de su
esencia, como tradiciones vivas que continúan presentes en diferentes
acontecimientos.

Hoy Les Presentamos Con nombre Propio La Madre Monte

 
Es considerada por los campesinos de casi todas las regiones del Chocó
como una especie de deidad tutelar de los montes y las selvas; se viste
con chamizas, bejucos, hojas y ramas de árboles y se enraíza en los
pantanos. Es alta y corpulenta, con ojos desorbitados, de los que hace
brotar chispas de candela. Tiene colmillos punzantes como los de saíno,
tatabro o tiburón. Siempre está cubierta de musgos y su cabellera la
protege con un sombrero grande de hojarascas que le ocultan la cara.
Quienes la conocen dicen que es mitad mujer y mitad monte y pantano.
 
La Madremonte se encuentra en el nacimiento de los ríos y quebradas, y
cerca de las peñas. Aparece en las zonas donde hay marañas y
manigua, entre árboles copiosos.
 
Su misión es cuidar los bosques, las selvas y en general, la naturaleza.
Es por ello que ataca con ferocidad cuando hay vientos, tempestades e
inundaciones que acaban con las cosechas y los sembrados. De igual
manera, lanza gritos estridentes e infernales, precedidos de quejidos
furiosos cuando los taladores de árboles y los cazadores invades sus
predios. De ella se dice que atrae, con facilidad, a los leñadores que
buscan su sustento en las trochas y los caminos; pues, al escuchar sus
chillidos ensordecedores, parece que una fuerza hipnótica les ordenara
seguir sus pasos entre los matorrales y la naturaleza, donde les hace
extraviar su derrotero, días, semanas y meses. Allá los descuartiza y,
finalmente, se los come, dejando como residuo solamente un rimero de
huesos deformes.
 
Cuando hay tempestades y los ríos crecen arrastrando palos, troncos de
árboles, ramas y hojas secas, regularmente se dice que ello es debido a
que la Madremonte está haciendo limpieza. También se dice que cuando
el agua se enturbia o se ensucia, es porque la señora -mitad mujer y
mitad monte y pantano-, se está bañando; por ello, es recomendable
que esos días nadie beba agua del rió o nade en él, ya que su cuerpo
putrefacto deja un olor pestilente que contagia produciendo culebrilla,
carácter, buba, sarna o tabardillo.
 
Para evitar la Madremonte, los campesinos le dejan tabaco en sus
parajes, pues ella es buena fumadora o, sencillamente, llevan consigo
pepas de calabalonga, medallas y escapularios benditos, y varas de
cordoncillo.
 
La Madremonte, también se comenta, defiende de encarecidamente a
las doncellas de los violadores y persigue a morir a los vagabundos y
esposos concubinos, cuando éstos salen de pesca o de paseo por los
bosques, las fincas o las haciendas. A la Madremonte también se le
llama Madreselva o Marimonda.
DATOS CURIOSOS

En el extremo noroccidental de Colombia, entre Panamá y el Río San


Juan y los océanos pacífico y Atlántico, la Selva tropical del Darién es
atravesada por la sierpe del Rio Atrato,

En su recorrido dibuja poblados, escenarios de la vida cotidiana de


comunidades afrocolombianas, indígenas y mestizas que habitan el
pacifico norte colombiano, territorio rico en oro y platino, pecadores,
mineros y agricultores, hombres y mujeres de ríos, de mares y de selvas
que habitan con orgullo en este paisaje fascinante.

El Departamento del Chocó comprende las selvas del Darién y las


cuencas de los ríos Atrato y San Juan. Es el único departamento
de Colombia con costas en los océanos Pacífico y Atlántico.

Es igualmente el único departamento limítrofe con Panamá. En ella se


encuentra la ecorregión que probablemente tenga la
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mayor pluviosidad del planeta. A grandes líneas comprende la mitad
norte del litoral colombiano en el océano Pacífico.

La región del Chocó es reconocida mundialmente por su alta


biodiversidad y elevado grado de endemismo: existen registros de 5.976
especies de plantas vasculares, 206 de mamíferos, 188 de reptiles, 139
de anfibios, 793 de aves, 196 de peces de agua dulce y 176 de
escarabajos. Además, la región cuenta con importantes yacimientos de
oro y platino, cuya explotación contribuye, en gran medida, a la
economía de Colombia.

En esta entrega te presentamos 8 datos importantes que debes


conocer del Pacífico norte colombiano.

Oophaga histriónica.
Rana cocoi venenosa de los bosques húmedos tropicales de la región del
Pacífico.  Es una especie muy llamativa por su gran colorido,
generalmente con manchas rojas, anaranjadas, amarillas, azules o
blancas, sobre negro brillante, marrón o azul. La piel es lisa y
abundantemente provista de glándulas productoras de veneno.

Atelopus spurrelli.
Arlequín, rana endémica de Colombia. Su hábitat natural incluye
bosques tropicales o subtropicales secos y a baja altitud y ríos. Está
amenazada de extinción por la pérdida de su hábitat natural. 

Río Atrato.
Es el más caudaloso de Colombia y su longitud es de 700 km. Nace en la
Cordillera Occidental y desemboca en el golfo de Urabá, en el Mar Caribe
Este río es una de las principales vías de comunicación en el
departamento del Chocó, uno de los más caudalosos del mundo y de los
que ofrece mayor navegabilidad. Su extensión es de 750 km y es
navegable unos 500 km, tiene su nacimiento en el cerro Plateado, en
la cordillera Occidental, sigue un curso sur-norte entre esta cordillera y
la serranía del Baudó, a través de un valle demasiado húmedo, el cual lo
ha favorecido grandemente como vía de comunicación, para
desembocar finalmente en el golfo de Urabá, en los límites entre El
Chocó y Antioquia.
Considerado por el Fondo Mundial de Vida Silvestre, como uno de los
bancos genéticos más ricos del mundo, fundamental para los pobladores
que habitan en sus riberas. 

Montrichardia arborescens.
Conocida popularmente como Arracachales del Bajo Atrato, esta especie
se caracteriza por ser el refugio de peces, tortugas y babillas.
Megaceryle torquata.
Martin Pescador, ave conspicua de los cuerpos de agua de la región del
Chocó Biogeográfico. El macho presenta las partes superiores gris azul;
el pecho, vientre y flancos rufos. La hembra es similar con una amplia
banda pectoral ancha gris azul, bordeada por debajo con blanco; partes
inferiores castaño rufo, como en el macho. 
Nuquí.
Es uno de los territorios inexplorados del pacífico, se caracteriza por su
abundante riqueza natural, cuenta con 942 km2 de superficie y es
corredor de ballenas, zona de alimentación de aves migratorias,
manglares, playas de anidación de tortugas y aves marinas
Ensenada de Utría.
Ubicada en la costa norte del Pacífico colombiano, en el departamento
del Chocó. Se caracteriza por una serie de estribaciones montañosas
cubiertas de exuberante selva tropical que cortan el mar semiocultas
entre la bruma. Sus cálidas aguas son un lugar propicio para la llegada
de especies migratorias como tortugas marinas, aves y ballenas y el
sitio ideal para el desove de peces como la aguja ensenadeña (Tylosurus
acus pacificus).
Entre los meses de julio y noviembre de cada año la costa pacífica
colombiana recibe la visita de las ballenas jorobadas o yubartas, las
cuales recorren alrededor de 8.500 kilómetros desde la Antártida hasta
las aguas cálidas de esta zona del país para aparearse y dar a luz a sus
crías. 

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