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Sonido

sonido
grandioso
GUÍA DE PRODUCCIÓN DE AUDIO
PARA PODCASTERS INDEPENDIENTES
INDEPENDIEN-TES
Una de las cosas más interesantes del mundo de los ¿Y para quién es esta guía?
podcasts es que cualquiera puede hacer uno. La mayoría
de creadores, incluso los más admirados, no sabían Básicamente, estamos pensando en creadores que no
cómo producir audio antes de empezar. Sin embargo, tienen acceso a un estudio de grabación y no cuentan
este medio tan abierto a la exploración a veces trae con un ingeniero de sonido como parte del equipo.
consigo episodios con chasquidos de boca, ecos Eso incluye a profesores y estudiantes, periodistas
incómodos, distorsión, respiraciones excesivamente que quieren reportar en audio, organizaciones que
duras o ruidos de perros y pocillos. exploran nuevos formatos para hablar con su público y,
por supuesto, amigos con ganas de sacar adelante un
Nosotros creemos que una mala calidad en el sonido
proyecto juntos. Si estás pensando en grabar audios en
juega en contra del vínculo íntimo que un podcaster
la sala de tu casa o en la oficina, solo o con más
puede generar con sus oyentes, lo cual es una lástima.
personas, esta guía es para ti. En cambio, si eres un
La buena noticia es que producir audio de calidad es
ingeniero de sonido o un profesional en audio, corres el
mucho más fácil que producir, digamos, cine o televisión.
riesgo de perder el tiempo por acá.
Por eso hicimos Sonido Grandioso, una guía para
ayudarte a dar esos primeros pasos. Con un poco de
dedicación y esfuerzo, no tendrás nada que envidiarle a
los podcasts que te inspiraron, al menos no en términos
de calidad de sonido.

Los autores Nosotros, Laura y Santiago, somos los creadores de Cosas de Internet, un
podcast de conversaciones editadas en el que exploramos el modo en el que
la tecnología nos pone a vivir. Llevamos cuatro años en el proyecto y, aunque
todavía no podría decirse que nuestro audio tiene un nivel impecable, lo cierto es
que hemos mejorado bastante con el paso de los años. Nuestra esperanza es
que, al compartir lo que hemos aprendido en esta guía, tú podrás recorrer el
mismo camino en menos tiempo.

Pág. 1
En esta guía Página

A. Grabación

Espacio de grabación 3

Capturar el sonido 4

Evaluar tu grabación 10

B. Edición

Software 11

Volumen 11

Cortar y pegar 13

Trucos del editor 14

C. Efectos

Efectos para toda la pista 16

Efectos para fragmentos específicos 16

Extra: Sitios web para profundizar 17

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a. Grabación

Una mala grabación es un peso que vas a cargar por algunos trucos y efectos que ayudan a resolver
siempre. Vas a sufrir los errores durante el proceso de problemas (de eso vamos hablar más adelante),
edición y es probable que estos te sigan mortificando pero el derecho de las cosas es primero grabar
después de haber publicado el episodio. Y sí, existen con cuidado.

Espacio de grabación
Los estudios de grabación tienen tres características importantes: están aislados del ruido, no tienen
reverberación y son cómodos. Si no tienes acceso a un estudio profesional, igual puedes recrear esas
características con un poco de ingenio.

Silencio
El ruido, sobre todo el que viene de la calle o de los vecinos, es algo muy difícil de controlar. Sin embargo,
puedes huir de la bulla eligiendo el lugar más tranquilo en la casa o acaso en la oficina. Sería ideal
encontrar un cuarto rodeado por espuma y paredes gruesas, pero a falta de un mundo perfecto, está bien
apuntarle a un espacio en el que las ambulancias y los perros solo interrumpen de vez en cuando. La otra
recomendación es que anticipes qué sonidos pueden arruinar tu grabación y te alejes de ellos: la nevera,
los cubiertos, la persona hablando por teléfono. No estamos diciendo nada extraordinario, solo que cuando
elijas dónde grabar te fijes conscientemente en los sonidos que podrían ser registrados por el micrófono.

Si algún sonido externo se mete en la grabación, puedes repetir


la frase más o menos con el mismo tono y seguir adelante. Es
mejor aprender a pausar y luego repetir la idea, que someter a tus
oyentes a las distracciones de una grabación ruidosa.

Reververación
La acústica de tu podcast sufre más por las paredes de tu cuarto que por los ruidos del mundo exterior. La
reverberación (comúnmente conocida como eco) es quizás el problema más frecuente en toda grabación, y
es una falla que delata a los podcasters primerizos. Hace que los micrófonos buenos suenen mal, dificulta la
edición —porque uno no puede hacer cortes limpios— y suena feo. Por fortuna, este fenómeno se puede
controlar con algo de cuidado.

Básicamente, la reverberación sucede porque las ondas de audio rebotan. Cuando se encuentran con paredes,
pisos, techos, puertas —en general: con superficies lisas— rebotan mucho mejor. El problema es que el
micrófono registra el mismo sonido varias veces (una cuando tú hablas y otra cuando el sonido rebota en la
pared). ¿Cómo se evita esto? Llenando el espacio con objetos. Piensa por un momento en cómo suena un
apartamento totalmente desocupado. Cuando uno se va a trastear el eco es notable y muy intenso, pero ese
mismo apartamento deja de tener eco en el momento en que aparecen los muebles. Así que trae almohadas a
tu espacio de grabación, cuelga cobijas de las puertas, cierra la cortina para evitar el vidrio desnudo,
pon un mantel en el escritorio donde vas a grabar, elige el cuarto que tiene tapete. En últimas: entre más
superficies blandas tenga tu espacio, menos eco habrá en la grabación.

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Comodidad
Un truco bien conocido es grabar en el clóset. En términos de ruido, eso puede ser una buena idea porque
los armarios suelen estar aislados y, en cuanto a la reverberación, la ropa sirve para absorber las ondas.
El problema es que el clóset típicamente es un espacio apeñuscado y cuando uno graba incómodo, habla
pasito y tiene menos ánimo. La incomodidad se nota en la voz.

Nosotros llevamos los sillones de la sala hasta la oficina casera donde vamos a grabar, en parte porque
ayudan a eliminar la reverberación, pero también porque da gusto sentarse a tomar té y charlar con la cola
bien puesta.

Ejemplo de estudio casero


Cosas de Internet se graba en un estudio casero, pero no es que tengamos un espacio perfecto libre de
reverberación, sino que repetimos una secuencia de pasos que convierte un cuarto común en un estudio de
audio. En las paredes colgamos marcos de madera, cubiertos de tela y tapados con espumas. Traemos los
sillones, bajamos un blackout, colgamos una cobija del clóset y, con pinzas y trípodes, ponemos una manta
acústica al lado de las sillas. ¿Costo total de ese montaje? Ni idea, pero no es caro.

Capturar el sonido

Micrófonos
Hay cientos de micrófonos para grabar podcast y, si uno está comprando por primera vez, el rango
de precios y la lista de opciones son abrumadores. Sin embargo, en nuestra experiencia la mayoría de
aparatos logran su cometido (incluso hay celulares que graban bastante bien), lo importante es conocer
cómo usar tu micrófono para sacarle el mejor provecho.

Transom publicó una guía de micrófonos —en español— que es asombrosamente completa y, para los que
quieren investigar a fondo, les recomendamos que la lean. Pero no es obligatorio. Te vamos a explicar las
dos o tres cosas que nos parecen importantes.

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Tecnología

Hay micrófonos digitales y micrófonos analógicos. Los digitales producen ellos solitos un archivo de audio y
se conectan directamente al computador o al celular. Son más prácticos, más baratos y más fáciles de usar.
Los micrófonos analógicos, por su parte, necesitan algún aparato que reciba la señal análoga y la convierta en
digital. Esos aparatos se llaman interfaz.

El consenso es que los micrófonos analógicos son mejores y esta es la opción que recomendamos
(incluyendo la compra de una interfaz), pero, de nuevo, hay muchísimos micrófonos digitales que funcionan
de maravilla, entonces no está mal elegir la alternativa más cómoda.

A la izquierda, un
micrófono analógico.
A la derecha, uno
digital con su famoso
cable USB.

Dirección

Por otro lado, hay micrófonos omnidireccionales y micrófonos unidireccionales. Eso quiere decir que
algunos micrófonos están diseñados para captar todo lo que pasa a su alrededor y otros sólo funcionan
cuando uno les habla en la dirección adecuada.

Para entender el tema de la dirección existen imágenes que representan el espacio que abarca un
micrófono: se llaman diagramas polares. Al principio, estas imágenes no significaban nada para nosotros
y nos daban ganas de ignorarlas, pero aprendimos a apreciarlas cuando entendimos que en algunas
situaciones uno solo quiere grabar la voz del que habla y en otras uno quiere capturar todo lo que está
pasando alrededor. Si los miras con cuidado, estos diagramas son una guía para saber apuntar tu micrófono.

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Omnidireccional
Este tipo de micrófonos capturan todo el sonido a su alrededor. La lista
incluye a los micrófonos que vienen instalados en celulares, cámaras de
video, manos libres y los micrófonos de solapa (como el de la foto).

Galak76, CC BY-SA 3.0,


via Wikimedia Commons

Unidireccional - Cardioide
Los micrófonos con el diseño clásico, los que usa un cantante, son
unidireccionales. Están diseñados para que uno les hable en cierta
dirección y si te mueves hacia los lados, el sonido se pierde. El término
cardioide suena super técnico, pero en realidad quiere decir que el
diagrama dibuja la forma de un corazón.

Galak76, CC BY-SA 3.0,


via Wikimedia Commons

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Unidireccional - Lobar
Los micrófonos escopeta, los que tienen la forma de una varilla larga, son
para grabar únicamente el sonido que viene en línea recta. Son para hacer
entrevistas en campo o para instalar encima de la cámara de un youtuber.
Estos micrófonos llevan la idea de «unidireccionalidad» a su versión
extrema. Si no grabas con el ángulo correcto, el audio suena lejísimos.

Galak76, CC BY-SA 3.0,


via Wikimedia Commons

¿Nuestra recomendación? Usa un micrófono unidireccional cardioide: el clásico. Hasta donde sabemos, esa
es la opción más común entre podcasters profesionales, y la verdad es que eso tiene mucho sentido porque
estamos tratando de capturar la voz, no el espacio abierto ni tampoco un sonido escondido entre muchos. Un
buen micrófono unidireccional es casi sordo a los ruidos de la calle o la mesa en la que estás grabando.

¿Qué usamos nosotros?

Micrófonos Shure SM7B Interfaz Behringer U-Phoria UMC 404 HD

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Cables Audífonos Beyerdynamic DT-990 Pro
y Audífonos Sony MDR-7508

Preparar la grabación
Si ya tienes el espacio y los equipos, ¿estás listo para grabar? Más o menos. Ya puedes hacerlo, sí, pero uno
se gasta varias sesiones de ensayo y error en aprender a grabar bien. Y esto puede ser algo intencional:
vale la pena dedicar un par de tardes a experimentar sin tener encima la presión de producir un episodio.

Primero, juega con los equipos. Aprende a conectarlos y configurarlos. Un típico problema cuando uno
está empezando es que no sabe elegir el canal de entrada (input) y por eso el sonido que supuestamente
estamos grabando no aparece en ningún lado. Pasa lo mismo con el canal de salida (output): si no has
seleccionado la opción correcta, no vas a poder escuchar lo que estás grabando. En modo experimental, está
bien configurar y desconfigurar cosas como las entradas y las salidas para detectar problemas con tiempo.
Eso te va a ahorrar los dramas de tener que explorar soluciones el día de la verdadera grabación.

Distancia

Con el setup armado, tu primera misión es buscar la distancia correcta entre tu boca y el micrófono, en
esos centímetros se juega gran parte de la nitidez. Lo más común es grabar a unos 15 centímetros, pero
está bien hacer pruebas para descubrir qué suena mejor. Los golpes y los sonidos de la boca se vuelven
molestos si estás demasiado cerca y la reverberación es más notable si estás demasiado lejos.

Lo del ángulo es especialmente importante si estás usando un


celular. El típico error es hablarle directamente al micrófono y
que la grabación quede atrofiada por los golpes de aire; piensa
en todas las notas de voz mal grabadas que has recibido. Eso se
soluciona sosteniendo el celular como si fuera una llamada normal.
Y dicho sea de paso, también es un error hablarle directamente al
micrófono del manos libres.

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Intensidad

Cuando estés grabando, asegúrate de medir el volumen de entrada. La idea es que los picos de la onda
estén entre los -12 y los -23 decibeles. Si no puedes medir con precisión, entonces apunta a la mitad del
medidor, por lo general esa franja siempre está marcada con el color verde.

En Adobe Audition, así se ve la barra de volumen durante la grabación.

¿Y por qué? Si grabas muy pasito, aparece una capa de estática en la grabación. Si grabas muy duro, las
risas y los gritos distorsionan el audio.

Frecuencia de muestreo

Está bien grabar a 44100 Hz y 24 bits de profundidad. Si no sabes eso qué significa, no importa. Es algo
así como los «pixeles» que tiene un archivo de audio y los números que te estamos dando son un estándar
muy común.

Varias voces
Si vas a grabar con otras personas de forma remota, es importante que cada cual tenga su propio
micrófono y registre su lado de la conversación. Zoom, Zencastr, Mumble y otros servicios permiten que
uno grabe el audio de la llamada, pero esa solución es para otras cosas, no para hacer un buen episodio de
podcast. Si todos están en el mismo espacio, igual recomendamos que cada cual use su propio micrófono
para garantizar que todas las voces queden bien registradas.

La idea es siempre grabar con el mejor micrófono a tu alcance.


En una entrevista remota, puede que el mejor micrófono de tus
invitados sea el que tienen en su celular. Si esto pasa, enséñales a
usarlo bien y haz pruebas con ellos antes del día de la grabación.

Prepara tu cuerpo
Muchos de los chasquidos y las babas que se escuchan en las grabaciones ocurren porque los podcasters
no se preparan bien. Toma agua, ojalá desde una hora antes, esto evita que la voz suene pastosa y
disminuye el número de clics. También es importante calentar tu voz. Nosotros repetimos los ejercicios de
este video de canto porque es rápido y efectivo.

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Evaluar tu grabación

¿Cómo saber si tu grabación quedó bien? Pues, es probable que tu oído te lo diga, sobre todo si comparas
el audio que capturaste con algún podcast que te guste. Pero, más allá de la sensación general, hay errores
puntuales que puedes aprender a identificar.

Distorsión y estallidos
Cuando el volumen de la grabación supera la franja roja de la barra de niveles, el audio se distorsiona.
Bájale el volumen a la entrada de audio y vuelve a intentar.

Interferencia
Si escuchas emisoras de radio o pitidos raros, tienes un problema de interferencia. La situación es un poco
frustrante porque toca hacer varias pruebas para encontrar el culpable, que típicamente es un cable barato
o dañado. Pero también puede ser que estés cerca de una fuente de energía potente o que debas alejar tu
celular. Para investigar en dónde está el problema, usa cables diferentes, micrófonos diferentes y también
intenta grabar en otro lugar.

Estática
La estática de fondo ocurre si no grabaste con suficiente volumen o cuando el aparato que graba se está
quedando sin pilas. Si es un pitido de frecuencia baja, puede ser que tengas un cable dañado o algo mal
conectado.

Reverberación
De esto ya hablamos, pero no sobra repetirlo: si suena demasiado eco, tienes que acomodar mejor el
espacio para que el audio no rebote en superficies planas.

Pops
Si cada vez que alguien pronuncia la letra «P», el audio suena distorsionado, necesitas una espuma para
cubrir tu micrófono o un filtro anti-pops. Ambas cosas son una barrera de protección para que los golpes de
aire que salen de la boca no sean tan bruscos.

Golpes extraños
La idea es no tocar ni el cable ni el micrófono durante la grabación. De lo contrario, te vas a encontrar
explosiones repentinas y roces molestos. Los soportes para el micrófono existen por esta razón.

La voz suena lejana


Como ya dijimos, es importante encontrar el ángulo y la distancia adecuada para el micrófono. Algunos
micrófonos se pueden poner al revés sin que uno se dé cuenta e incluso los que apuntan directamente a la
boca fallan cuando la persona hablando insiste en mirar hacia otro lugar mientras tiene la palabra.

La voz de uno aparece en el micrófono del otro


Esto es normal si uno graba con varias personas en el mismo espacio. No es un problema grave y se puede
arreglar en edición. Con tal de que la voz principal suene nítida, no hay lío.

Babas y chasquidos
Calienta la voz, toma agua, no te hagas demasiado cerca del micrófono.

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En general, nuestra recomendación es grabar, escuchar y ajustar.
Una buena sesión de experimentos te puede llevar más lejos que
meses de publicar sin algo de espíritu científico.

B. Edición

La gracia de la edición es que permite construir una ritmo. Editar también sirve para mezclar grabaciones de
especie de realidad aumentada; un mundo paralelo en el distintos lugares y personas. Y, si estás locutando un guión,
que todos parecemos más inteligentes, las historias son puedes eliminar los errores y las tomas fallidas. Nosotros
más intrigantes y las conversaciones nunca pierden su creemos firmemente que lo que no se edita no sirve.

Software
Cualquier software está bien para entrar al mundo de los podcasts. Nosotros usamos Adobe Audition, no porque
hubiéramos estudiado todas las opciones del mercado, sino porque es el programa que Laura conocía cuando
empezamos. Los que tengan ánimo para investigar, pueden basar su decisión en esta guía de Transom. Es una lista
muy completa de programas de edición con sus respectivas reseñas.

Ahora bien, no vamos a llegar al extremo de decirte que uses tu celular. Varias apps promocionan la idea de «grabar
y publicar con un solo botón», pero eso realmente no es editar. La idea es tener un programa robusto que te permita
hacer cortes precisos, trabajar en distintos canales, agregar plugins y gastarle horas a un buen proceso.

Lo que va a mejorar la calidad de tu podcast no es usar el


programa más costoso. Lo importante es conocer bien la
herramienta que te ayudará a producir episodios. En ese sentido,
recomendamos que abras tu programa de edición y lo explores
mientras lees esta guía.

Volumen
Una responsabilidad central del editor es ajustar los volúmenes de cada grabación, de manera que la mezcla final
tenga una intensidad constante. Esto es más complejo de lo que parece porque lo que realmente importa no es el pico
más alto del audio, sino el volumen promedio.

La barra de volumen se muestra en decibeles (dB) y siempre tiene valores negativos. «-1» es el pico más alto y si te
pasas de «0», vas a estallar el audio. Pero, como lo que importa es el «volumen promedio», el número que estamos
buscando se mide en LUFS. Si la grabación está en, digamos, -15 LUFS, eso quiere decir que el promedio del volumen
de toda la pista es de -15 dB. Cuando estés ajustando el volumen, tu objetivo es que todo el archivo se mantenga en
-18 LUFS, ese es uno de los estándares internacionales más usados y funciona bien para podcasts.

La forma pro de lograr un volumen promedio es usando un meter (un medidor). Hay opciones pagas y gratuitas, pero
la idea siempre es la misma: monitorear con precisión. Nosotros usamos un plugin que se llama WLM Loudness Meter,
fabricado por la empresa Waves. Con este tipo de herramientas es muy fácil saber cuánto debes mover la perilla.

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¿Y por qué hablamos de volumen para comenzar? Porque es el primer paso del proceso.
Después de importar los archivos, ajustas el volumen de cada pista.

En Adobe Audition, el meter se complementa con el efecto «limitador forzado», que ayuda a
subir el volumen sin que ninguno de los picos supere la barrera de los 0 decibeles.

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Si quieres total finura, hay otro plugin que se llama WaveRider
V4 y con él puedes pulir aún más los picos de volumen. Si no te
animas a usarlo de entrada, entendemos, lo importante es que
sepas que al preocuparte siempre por el volumen haces más
agradable la experiencia de escuchar tu episodio.

Plan B. Si todavía no te animas a comprar plugins y aprender a usarlos, sube el volumen de todos los canales de voz
para que estén más o menos al mismo nivel (juzgando visualmente). Luego edita el episodio. Cuando termines, en
lugar de crear la mezcla final en el software de edición, exportas cada uno de los canales de audio individualmente y
los pasas por un servicio web que se llama Auphonic. Allí puedes elegir que el audio tenga un volumen de -18 LUFS.
Cuando Auphonic termina su proceso, no sobra revisar que la onda final se vea bien en términos de niveles.

Cortar y pegar
La herramienta más importante para el editor —de podcast, al menos— son las tijeras. Uno todo el tiempo está
eliminando cosas: muletillas, pausas extrañas, errores en la grabación, fragmentos aburridos, de todo. Como un
escultor con un cincel (perdón por el cliché), un editor elimina lo que no sirve para dar forma a algo nuevo.

Una de las primeras cosas que vas a hacer con las tijeras es borrar las voces duplicadas, o sea, cuando notas que la
voz de una persona también quedó registrada en el micrófono de otra. Si no corriges este problema tendrás una especie de
eco. Al principio parece demasiado dispendiosa la tarea de limpiar cada canal de audio, pero con métodos abreviados
de teclado (shortcuts) es fácil hacer el trabajo al mismo ritmo en que escuchas la grabación. Solo viendo el tamaño de
la onda ya se sabe cuál es la persona que está hablando y puedes borrar su voz del otro canal.

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Si grabas de forma remota no tendrás voces repetidas, pero al importar las grabaciones vas a notar una extraña falta
de sincronía entre las personas que hablan. Como las llamadas tienen un poco de latencia, es normal que las pausas
sean demasiado largas y que todos traten de hablar al mismo tiempo. Para eso existe la magia de la edición. Uno
puede mover cada voz hacia adelante o hacia atrás con total libertad. Si te parece rara una pausa, haz que sea más
corta. Si dos personas hablan al mismo tiempo, puedes poner una intervención primero y la otra después. El objetivo no
es publicar la conversación tal cual ocurrió, sino hacer que la interacción suene fluida.

Trucos del editor

Obviamente para editar bien audio se requiere mucha práctica y cada uno va reuniendo sus propios aprendizajes.
Aquí van algunas de las cosas que descubrimos y que nos cambiaron la vida.

1
Define un sistema para nombrar y organizar todos los archivos. Los proyectos de edición se van volviendo
complejos con el tiempo y es demasiado frecuente la escena del editor que se arrepiente por no haber
organizado cada cosa antes de empezar. Lo más básico es guardar todos los archivos en una carpeta, pero
incluso dentro de la sesión de edición hay cosas que uno puede hacer, como usar un canal diferente para
cada voz, otro para la música y otro para el material de archivo.

2
Para lidiar con las respiraciones, basta con bajarles el volumen. Nosotros tuvimos una época larga en la
que borramos todas las respiraciones que aparecían en la grabación y luego nos dimos cuenta de que
eso, incluso bien hecho, suena robótico. Ahora procuramos que todas las respiraciones estén al 20% o
30% de su volumen original. Siguen sonando, pero uno casi no se fija en ellas. Solo dejamos intactas las
respiraciones más expresivas, las que dan a entender las emociones de la persona que habla.

3
Lo correcto es que la grabación nunca tenga un silencio absoluto. Nunca. Para evitar que esto pase es
muy útil guardar una muestra del sonido ambiente. Es decir, unos segundos en los que el micrófono está
grabando y nadie habla. Nosotros siempre tenemos un archivo nombrado «sonido ambiente» listo para
ser insertado en cualquier hueco que quede después de haber hecho un corte. Además de eso, tenemos
pequeños archivos con respiraciones de cada uno. Eso también sirve para tapar huecos y conectar frases.
Eso sí, ten cuidado de no dejar dos respiraciones seguidas.

4
Usa shortcuts religiosamente. Para nosotros, los atajos más útiles (en Audition) son:

«Insertar silencio» (lo configuramos para que fuera Z), esto permite desplazar todas las pistas de
audio en todos los canales con una sola acción sin desincronizar la línea de tiempo.
«Eliminar la ondulación de la selección de tiempo en todos los clips seleccionados» (Ctrl + Shift +
Backspace, pero lo cambiamos para que fuera D). Así puedes borrar cosas en bloque sin que
quede un hueco en la línea de tiempo.
«Eliminar» originalmente está en la tecla Delete, pero nosotros pusimos este comando también
en la letra R porque lo usamos todo el tiempo.

5
Otro consejo ridículamente útil es que puedes esconder cortes en lugares insospechados. Normalmente,
uno solo puede cortar una frase cuando hay una pausa y la intención de la voz da a entender que la persona
dejó de hablar. Sin embargo, a veces puedes juntar frases separadas insertando una respiración. Y, con
frecuencia, puedes pegar fragmentos de audio completamente lejanos usando como «puente» los sonidos
bruscos, como el de la «T», la «K» y la «P». Tiene que ser la misma persona hablando en el mismo lugar y con
una intención parecida, pero el punto es que uno puede hacer magia ensamblado frases diferentes; la clave
está en hacer el corte justo cuando aparece uno de esos tres sonidos.

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6
En general, es buena idea que todos los clips empiecen y terminen con un pequeño fade, de esa forma la
transición después de cada corte es mucho más sutil. El crossfade, además, sirve para lograr que los cortes
se noten poco o nada.

7
Siempre que tengas la opción, vete por el camino «no destructivo». Resulta que, cuando uno está editando
audio, hay cortes y efectos que alteran el archivo original y otros que son parte de la sesión de trabajo. Los
que modifican el archivo son peligrosos porque, si cometes un error, no hay vuelta atrás. Y sí, existe el Ctrl
+ Z, pero eso tiene sus límites. Hay un punto en el que uno no puede arreglar un error sin perder horas de
trabajo. La solución son las acciones no destructivas. Por ejemplo, en lugar de subirle el volumen al archivo de
audio, le subes el volumen al clip o al canal. Cuando uno se vuelve consciente de esta diferencia, se da cuenta
de que casi todas las acciones se pueden hacer sin modificar el archivo original.

8 Escucha el episodio todas las veces que sea necesario. Un comportamiento algo arrogante entre podcasters
primerizos es que les da pereza escuchar su propio trabajo. Si no te tomas el tiempo de escuchar, vas a dejar
que pasen errores y vas a limitar tu aprendizaje.

c. Efectos

Además de cortar, pegar y subir el volumen, el


proceso de edición sirve para arreglar algunos
de los problemas que inevitablemente ocurren
en la grabación. En esta guía dejamos
instrucciones para grabar bien, pero la verdad es
que es imposible eliminar por completo los
problemas que señalamos en la sección de
«Grabación». Por suerte, en el mundo digital
existen plugins y efectos. Así como los estudios
físicos tienen varios aparatos con funciones
específicas, como ajustar la afinación de la voz,
los programas de edición se pueden
complementar con plugins, que son una versión
en código de esos mismos aparatos grandes. Es
más, los editores con experiencia siempre tienen
su colección de plugins preferidos, es casi una
cuestión de estilo.

Audition, por ejemplo, tiene una pestaña de


efectos con varias de las opciones que vamos a
recomendar. Y, además de eso, puedes comprar
plugins de compañías que se dedican Solo una advertencia: usar demasiados efectos
exclusivamente a producirlos, como iZotope, típicamente resulta en una pérdida de las frecuencias
Waves o Quiet Art. Nosotros usamos la altas («los brillos»). La voz suena como si el locutor
Suite RX 7 de iZotope. tuviera un tapabocas. Además, el computador se pone
cada vez más lento si te vas por ese camino. Para evitar
eso, nuestra recomendación es aplicar algunos efectos
esenciales en toda la pista, y reservar los efectos más
situacionales para arreglar fragmentos muy cortos de
audio. Si no tienes que usar un efecto, no lo uses.

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Efectos para toda la pista

Voice De-noise
Este efecto es asombrosamente bueno para eliminar el ruido de fondo. Uno lo activa y él solito distingue
la voz principal del zumbido del computador, la tubería del vecino y muchos de los sonidos constantes que
pueden entrometerse en una grabación.

De-reverb
Este efecto identifica el eco en una grabación y lo elimina. Ojo: si uno aplica el De-Reverb con la perilla al
máximo la voz puede sonar procesada y algo robótica, entonces no sirve para obrar milagros. Pero, como
complemento a un espacio que tenga un buen diseño acústico, este plugin puede mejorar muchísimo la
calidad de tu podcast.

Breath Control
Este plugin detecta automáticamente las respiraciones en la grabación y les baja el volumen. En lugar de
seleccionar manualmente cada respiración y ajustarlas una a una, puedes usar este efecto. Lamentablemente,
el Breath Control funciona bien en la mayoría de los casos, pero no en todos, y eso significa que algunas
sílabas pueden quedar borradas por error. ¿Solución? Lo configuramos como nos gusta y en los pocos casos en
los que una sílaba queda eliminada separamos ese fragmento en otro clip y desactivamos el plugin. (Entre
paréntesis, este es un buen ejemplo de por qué es mejor encontrar la forma «no destructiva» de editar. Si aplicas
este plugin sobre el archivo original, vas a encontrar errores que luego no podrás arreglar).

De-ess
Este efecto ayuda cuando alguna de las personas que está hablando emite un silbido intenso al pronunciar
la «S». Ten cuidado de no excederte porque este es un efecto sensible y es fácil atrofiar la voz. Pero, usado
en sus justas proporciones, el De-ess hace que las grabaciones sean más agradables.

Efectos para fragmentos específicos

De-crackle
De vez en cuando, uno escucha nítidamente las babas de la persona que habla. A veces da risa y a veces es
asqueroso. En esos momentos, basta con seleccionar el fragmento de audio donde suenan los chasquidos
de la boca y este efecto arregla el problema.

Mouth De-click
La «K» es difícil de pronunciar y, aunque no pasa muy seguido, a cualquiera se le puede salir un clic extraño
kuando habla. Si encuentras ese problema, usa este efecto justo donde está el sonido problemático y ¡listo!

De-plosive
Este efecto mitiga la explosión de la «P». Sigue siendo necesario usar un filtro anti-pops en la grabación,
pero esto funciona como un respaldo.

De-clip
Cuando alguien grita y los niveles del audio exceden los límites, la voz suena distorsionada. No todos, pero
algunos de esos momentos se pueden arreglar con este efecto.

Pág. 16
EXTRA
EXTRA
Sitios web para profundizar
Si llegaste hasta acá y sigues hambriento de información, hay tres lecturas adicionales que nos parecen
fabulosas. Todas tienen información precisa y están escritas con buena prosa.

Español Inglés & Español Inglés

¡Fin de la guía!
Las páginas que acabas de leer resumen
buena parte de lo que hemos aprendido en
cuatro años de publicar episodios. Pero no
hicimos esta guía solos. Tuvimos la asesoría
de Levi Sharpe, un productor veterano de
muchísimos podcasts. Y también contamos
con la financiación del fondo ECA Alumni
Engagement Grant 2020, del International
Center for Journalists (ICFJ).

Nos pondría muy felices saber que esta guía


te ayudó. Escríbenos a
sonidograndioso@cosasdeinternet.fm
y compártela con otros amigos.

Larga vida y sonido grandioso para tu podcast.

Pág. 17
Contenido:
Santiago Espinosa Uribe
y Laura Rojas Aponte

Revisión técnica:
Levi Sharpe

Diseño gráfico:

Con la financiación del fondo ECA Alumni


Engagement Grant 2020, del International
Center for Journalists (ICFJ).

Gracias a Lorenzo Elejalde, Sebastián Rojas,


Karen De la Hoz y Sebastián Payán por
su retroalimentación durante el proceso
de escritura.

2020

Esta guía circula bajo una Licencia Creative


Commons Atribución-NoComercial 4.0
Internacional, eso quiere decir que puedes
compartir y adaptar esta guía sin pedirnos
permiso, siempre y cuando no lo uses para
propósitos comerciales.

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