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Un conflicto de gigantes:

Estados Unidos versus


China
Por Eduardo McBride el 10 de Agosto 2018 12:56 PM
Si pensamos que la confrontación comercial entre Estados Unidos y
China impactará en la economía peruana, estamos equivocados. Hay
que tener en cuenta que nuestra condición es de exportadores de
materias primas no procesadas. La repercusión que generarán los dos
poderosos es otra y aquí te la contamos.

A inicios de julio, Estados Unidos empezó una guerra comercial con China.
Aplicaron una serie de aranceles sobre los productos del país asiático, por un
valor superior a los 34 000 millones de dólares anuales. La respuesta fue
inmediata y de igual intensidad. Más allá del carácter nacionalista impulsado
por la gestión del presidente Trump, bajo el eslogan "Estados Unidos primero",
¿qué razones tendría para esta contienda con un país cuya tradición siempre
estuvo más identificada con el libre comercio? 

Una guerra donde todos pierden


Las guerras comerciales se generan cuando un país impone barreras
arancelarias, sanitarias, medioambientales u otras, para proteger sus industrias
locales o buscar un equilibrio con sus socios comerciales. En respuesta, estos
socios adoptan medidas arancelarias y acciones administrativas ante los entes
reguladores del comercio internacional. Una de ellas los conduce a adoptar
medidas similares a las que reciben, de acuerdo al impacto proyectado en su
desarrollo económico y social. 
Lo cierto es que en una guerra comercial no hay ganadores. Cuando el
proteccionista eleva los aranceles de un producto determinado, aumenta su
precio y los consumidores directos e indirectos son quienes pagan el costo de
esa guerra. El país exportador también es afectado por una reducción temporal
o definitiva de sus ventas, con el impacto económico y social que conlleva. Por
ello, en 1947 la mayoría de los países adoptó el libre comercio mediante el
Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT). 

Dónde está el conflicto


Desde hace muchos años, Estados Unidos mantiene un déficit comercial y
estructural con el mundo, cuyas divisas tienen que ser compensadas por la
emisión de dólares de su Reserva Federal. Solo entre el período 2013-2017, la
cifra ascendía a 42 012,193´158,000 de dólares (la cifra se refiere a 24 billones,
millón de millón y no miles de millones, al estilo estadounidense). A ello se
suma que, de ese monto acumulado, el déficit bilateral con China representa
entre el 45 % y 47 %.
La economía china pronto superará a la de Estados Unidos, gracias al
crecimiento exponencial de su clase media.
Las exportaciones chinas siguen creciendo y su principal mercado de destino
es Estados Unidos. Para este país, los envíos al gigante asiático son los
cuartos o quintos más importantes. Sin embargo, China es el principal tenedor
de bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Esta estrategia le permite
compensar, en algo, el gran mercado que representan nuestros vecinos al
norte del río Grande. 

Hay que cuidar a los aliados


Estados Unidos necesita aliados estratégicos para desarrollarse y sostenerse,
por lo que debe acercarse más a China y Europa. El plan quinquenal de China
establece claramente sus hitos de desarrollo, en los que Xi Jinping se erige
como una figura muy relevante a largo plazo. Además, la economía china
pronto superará a la de Estados Unidos, gracias al crecimiento exponencial de
su clase media. 
La tecnología china ha crecido en nivel y calidad. De juguetes y confecciones
baratas, han pasado a viajes espaciales, aviones comerciales, trenes de
levitación electromagnética, energía solar y eólica, robótica y otras. Por eso,
sería un grave error de Trump enfrentarse a todos sus socios comerciales.
Percibo que desistirá, ya que casi siempre las guerras comerciales se reducen
a amenazas difíciles de ejecutar y sostener. 
Repercusión en el Perú
La guerra comercial no tendrá un impacto mayor en el Perú. Al ser
exportadores de materias primas no procesadas, no competimos con los
productos estadounidenses, sino que nuestros bienes de exportación se
complementan. En cuanto a productos perecibles, estamos en estaciones
diferentes y no rivalizamos en su venta. Además, los bienes procesados son
insumos para ser transformados en el lugar de destino, como la harina de
pescado. 
Desde el punto de vista del tratado de libre comercio (TLC) con Estados
Unidos, no existe riesgo de ser cuestionado o mal visto. Tomemos en cuenta
nuestra escasa oferta exportable y nuestra política de libre mercado en una
economía abierta, donde los productos estadounidenses gozan de ingreso
privilegiado a nuestro territorio, como es el maíz amarillo duro, principal
alimento de la industria avícola nacional. ¿Consideras que habría
consecuencias directas para el Perú? Cuéntanos tu opinión.

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