...Aquel día, cuando terminamos la sesión, el gordo me dio un sobre
cerrado que decía: “Para Demián”.
-¿Y esto?- pregunté.
-Es tuyo. Lo escribí para ti hace muchos meses. -¿Hace muchos meses? -Sí. A decir verdad, se me ocurrió pocas semanas después de que empezases a venir a terapia. Yo estaba leyendo un poema escrito por un americano, Leo Booth. El texto de Booth empezaba con el primer párrafo de lo que vas a leer ahora... Y mientras leía aparecía tu imagen en mi retina y tus palabras de las primeras sesiones resonaban en mis oídos... Así que me senté y te escribí esto. -¿Y por qué me lo das justo ahora? -Porque creo que antes no lo hubieras entendido. Leí....