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¿qué es norma jurídica?

Las normas jurídicas son los mandatos, reglas o prescripciones emanadas de una autoridad legal o
judicial. Asignan deberes, confieren derechos o imponen sanciones a los individuos que viven en
una sociedad, otorgándoles un marco común por el cual juzgar sus acciones, o sea, por el cual
ejercer la justicia.

No deben confundirse con las leyes, que son sólo un tipo de norma jurídica. De hecho,
el ordenamiento jurídico de las sociedades no es más que la suma de las normas jurídicas
establecidas en cada sociedad, es decir, el modo de comprender la justicia y de regir
sus instituciones que cada una tiene. Allí se contemplan los distintos aspectos de la vida individual,
ciudadana e institucional, en la forma de un texto constitucional o una Carta Magna de algún tipo.

Relación entre ley y norma

La relación que tiene una ley con una norma en sentido legal es muy estrecha, ya que la ley
representa el sentido formal de una norma establecida. Mientras que una norma establece un
estándar de conducta general, una ley hace que esa facultad sea cumplida de manera estricta. Es
por ello, que su relación se hace muy estrecha, aunque ambas tienen un carácter de cumplimiento
diferente, la norma abarca lo amplio, lo general y la ley se encarga de hacer cumplir lo especifico. En
todo sentido legal una ley es una norma que debe ser aplicada de manera obligatoria. En el derecho
una ley es el estándar de comportamiento con el mayor

Características de las normas jurídicas

Las normas jurídicas poseen tres características esenciales que las distinguen de las demás, tales
como:

Son heterónomas. Es decir, son impuestas al individuo por la colectividad misma, o sea, por una
entidad ajena a sí mismo, desde “afuera”.

Son coercibles. El cumplimiento de estas normas se refuerza mediante educación y castigo, ya que


el Estado que vela por su cumplimiento posee el monopolio de la violencia.

son bilaterales. Involucran a dos partes: el individuo sujeto a la norma y la parte encargada de velar
por el cumplimiento de lo establecido en ella.

Existen distintas formas de clasificar las normas jurídicas. Dos de las más importantes tienen
que ver con:

En función de la voluntad del individuo. Es decir, dependiendo de lo que establezcan de cara a


las personas. Podemos hablar de:

Normas imperativas aquellas que obligan a un comportamiento determinado, sin importar la voluntad


del individuo. Como las leyes penales.

Normas dispositivas. Aquellas que obligan a un comportamiento determinado siempre y cuando no


haya una voluntad expresa contraria.

Normas interpretativas. Aquellas que determinan o interpretan eventos o textos jurídicos tomando


en consideración lo establecido por la Ley.
Existe una clasificación semejante, conocida como la clasificación Hartiana (propuesta por el filósofo
del derecho inglés Herbert Adolphus Hart, 1907-1992), que diferencia las normas jurídicas en función
del mismo criterio, pero de la siguiente manera:

Normas primarias. Que regulan la conducta humana, prohibiendo, permitiendo y obligando.

Normas secundarias. Que atribuyen poderes o facultades, atendiendo diferentes aspectos públicos


y privados.

Normas de cambio. Que establecen el modo en que las normas jurídicas pueden derogarse total o
parcialmente, cómo modificarlas o introducir nuevas.

En función de su interés colectivo o individual. Esto es, de si pueden o no ser modificadas por


los individuos. Podemos hablar de:

Normas de orden público. Nacidas del bien común y el interés colectivo, son generales y el


individuo debe someterse a ellas, quiéralo o no.

Normas de orden privado. Aquellas que pueden ser más o menos elaboradas por los individuos,
que rigen en silencio sus tratos y acuerdos, como los contratos.

Son ejemplos de normas jurídicas las leyes, que confieren poderes, obligaciones o prohíben


acciones determinadas. También los códigos legales, las normativas judiciales, los ordenamientos
legales y todas las normas que rigen la sociedad y que provienen de la autoridad jurídica. Los
decretos y las decisiones también son normas jurídicas, así como los fallos judiciales.

rango jerárquico.

Normalmente, las normas jurídicas se distinguen de las religiosas y de otras formas de normativa
social, aunque en sociedades teocráticas, como las que abundaban en el Medioevo europeo, o entre
las civilizaciones de la Antigüedad, el texto religioso es al mismo tiempo el texto jurídico, es decir, las
normas religiosas serían las mismas normas jurídicas.

Las normas religiosas son aquellas leyes consideradas obligatorias para que el hombre alcance la
santidad. Este tipo de normas plantean las exigencias que el hombre debe cumplir para agradar a
Dios y así ganarse un paso al paraíso.

Estas normas tienen su origen en Dios y es este quien las impone al hombre, son de carácter
heterónomo, en lo que se refiere a su origen, las normas religiosas tienen un carácter unilateral ya
que imponen deberes, pero no facultan a nadie para obligar su cumplimiento.

A diferencia de otras normas, las religiosas no se imponen ni existe castigo terrenal concreto si no se
les cumple, sólo dependen de la convicción y el amor hacia Dios que sienta cada individuo, aunque
existen excepciones en determinados países donde el credo religioso es impuesto en base a
castigos de diversos tipos. También existen normas que se enmarcan tanto en el segmento de
norma religiosa como en el de las normas jurídicas, como por ejemplo el caso no robaras o no
mataras. A pesar de lo anterior en algunos países, las normas religiosas influyen considerablemente
en la política del país, y aún en países de occidente muchas normas jurídicas se encuentran
limitadas por condicionamientos religiosos.
Las conductas permitidas, exigidas y prohibidas por las normas religiosas están escritas o señaladas
por Dios, o sea que son externas (heterónomas) y no autónomas, como las normas morales, que
las dicta la sociedad a partir de un análisis de conciencia individual. En esta característica coinciden
con las normas jurídicas, ya que, en ambos casos, las normas rigen independientemente de la
voluntad humana, pero en este caso es el hombre el que decide cuando ya es mayor, si desea
participar o no en cierta comunidad religiosa y sus reglas, mientras que las normas jurídicas no
pueden ser dejadas de lado por propia voluntad.

Características de las normas Religiosas:

Son Incoercibles. Nadie puede obligar a un individuo a cumplirlas.

Internas. La valoración de la conducta la realiza el mismo sujeto.

Unilaterales. Establecen solamente derechos, por lo tanto, una persona no puede exigir un


determinado comportamiento a otro.

Autónomas. Surgen del propio sujeto, su auto convencimiento y autorregulación.

Es posible confundir las normas religiosas con el Derecho Canónico, el cual se puede considerar
como ordenamiento jurídico además de religioso, y se encarga de estructurar la Iglesia Católica, con
tribunales que juzgan conductas, lo cual es distinto a las normas religiosas, cuyo acatamiento o
desobediencia solo serán juzgadas por una deidad suprema.

Los Diez Mandamientos, por ejemplo, constituyen un tipo de norma religiosa, así como lo son el
bautismo, la comunión, el Bar Mitzvá, el casamiento por Iglesia y la circuncisión, entre otras prácticas
que se desarrollan a partir de la fe que uno profesa.

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