Sin lugar a dudas la fuente Histórica (crónicas) del siglo XVI y XVII constituye una gran fuente de información referente a los gobernantes incas, particularmente antes de Pachacuteq; pues a este último se le atribuyen muchas edificaciones y obras de gran envergadura, de esta manera la fuente cronística brinda datos de las posibles obras y acciones de estos gobernantes, cabe resaltar que dicha fuente de información no es completamente verídica; como caso particular Garcilaso de la Vega referente a Huricacha menciona que este sería el vencedor en la guerra chanca, este manifestación brindada por el Garcilaso entre en discrepancia con los entre en contradicción y discrepancia con los cronistas insulares; de este modo se demuestra la incongruencia de muchos manuscritos de aquella época; en la arqueología muchas de estas afirmaciones no han podido ser ratificadas, reflejando así su ineficacia almenos en términos de registro material, sus aplicaciones optimas seria en el aspecto toponímico y antropológico (costumbres), aun documentos emitidos a España (censos, información relacionada a la gobernabilidad) no están excelsos de los posibles sesgos y afines personales de quienes lo escribieron. Por lo tanto el dato histórico tiene que ser debidamente analizado cuando se aplique a las investigaciones arqueológicas, quiero poner en tela de juicio el postulado bélico que se tiene para la sociedad inca correspondiente al intermedio Tardio, según fuentes cronísticas se le atribuye a Huiracocha y a sus antecesores conquistas bélicas he incluso guerras (chanca), cabe señalar que hubo dos formas de anexar un territorio: mediante el recurso bélico y acciones pacifistas (alianzas, tratados), el primer mecanismo al ser contrastado con la evidencia material da como resultado la poca presencia de elementos que ratifiquen el uso de la violencia como mecanismo de conquista, pues de haberse empleado este recurso deberían de encontrarse numerosos cementerios con individuos que reflejen esta violencia interpersonal, evidencia que existe en sociedades preincaicas (Paracas, Nasca), esto y la poca presencia de atributos iconográficos que reflejen esta violencia, todo esto hace pensar que fueron una sociedad con estrategias más pacifistas que bélicas.