laren dele press vero, whan ead dios
Nota ori Easton
sees nec, La mur dei de Si Thoma Mary esto 0
fa de cpu pre de yn de Arar pra qe el ete pu eer wa vio
empl ele sor.
“No era légico que dl el rey, el que habia devuelto el orden y la pros
a la terra de los bretones, caminara apurado siguiendo a aquel
de eabello y barba blanca. ;Céimo era posible que ese hombre
an égil como un cervo? :No dectan, en la core, que enfa ms de
entos aos?
‘Claro que, tatindose de Merlin, el mago, nada le asombraba,
cdragén nos espera en el lago antes de la noche, no debernos
esperar ~ plena noche,
Hecate cei yea tayo apa ag
Alicho, su fantasma, ioe eee
2 caballo esrocdicon nervioso, pero Arturo se bajo dl suso ysonas de pie. De pronto, vio que algunos encendieron antorchas y mar-
saron un cuadado luminoso, en mexio del cua, fs cableros iniciaron
tun torneo, Se daban golpes con sus lamas y aun los que eran derrora-
dos y cafan al suelo no aparentaban dolor, se efan y provocaban
Arcuro.
Eh, ti, que has venido de tan lejos a combatir con nosotros. :Por
«qué no fo haces ahora?
Insistievon canto que estuvo centado de abendonar la proteccién del
‘rbol; pero la palabras del aparecido, el padre de Flor, lo mantuvieron
= Cobardet £7 te cees ey? lo provocaban
Entonces ottos caballeros reemplazaron alos primeros, y el combate
se torn sangriento, Ahora se repartian golpes con mazas, y con ol hacha,
se producfan terrblesheridas bajo la luz de la luna y de las antorchas.
Los caidos se retorefan de dolor en la hicrba mojada y clamaban piedad.
—Sélo ti, Arturo, puedes detener esta matanza. Hay sangre en la
hierba, nuestra sangre. Nosotros defendemos a Flo y asu made. Situ
Excalibur vale algo, por qué no nos ayudas?~pricé uno de los heridos.
Peco Arturo records las palabras del fantasma: "De ningiin modo,
abandones la cercania del érbol'. Durante horas, sincé el grto desga-
trade de los heridos, sport las agonias el impulso de viola e limite