Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Anexo 2 Fichas Caracteristicas Geomorofologicas de Los Mec Falla PDF
Anexo 2 Fichas Caracteristicas Geomorofologicas de Los Mec Falla PDF
1.1.1 Definición..................................................................................................................................... 3
1.2.1 Definición..................................................................................................................................... 7
1.3.1 Definición................................................................................................................................... 14
1.4.1 Definición................................................................................................................................... 21
Anexo 2-1
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1.5.1 Definición................................................................................................................................... 36
1.6 FLUJO................................................................................................................................................. 43
1.6.1 Definición................................................................................................................................... 43
1.7.1 Definición................................................................................................................................... 57
2 BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................... 67
Anexo 2-2
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Una masa de suelo o roca de cualquier tamaño se separa de un talud con pendiente pronunciada o de un
acantilado, a lo largo de una superficie sobre la cual lleva a cabo poco o ningún desplazamiento por corte se,
y desciende en su mayoría a través del aire por caída libre, saltando, rebotando o rodando. Los movimientos
son muy rápidos a extremadamente rápidos (Varnes, 1978). Definición en la que coinciden
García Yagüe, (1966), Hutchinson, (1988) y Nemčok et al., (1972). Dependiendo del material desprendido se
habla de una caída de roca, o una caída de suelo. El movimiento es muy rápido a extremadamente rápido, es
decir con velocidades mayores a 5 × 10¹ mm/s (Cruden & Varnes, 1996). El estudio de casos históricos ha
mostrado que las velocidades alcanzadas por las caídas de rocas pueden exceder los 100 m/s. Una
característica importante de las caídas es que el movimiento no es masivo ni del tipo flujo. Existe interacción
mecánica entre fragmentos individuales y su trayectoria, pero no entre los fragmentos en movimiento
(Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007)
Los acantilados de roca son usualmente la fuente de caídas de roca, sin embargo también puede presentarse
el desprendimiento de bloques de laderas en suelo de pendiente alta. (Proyecto Multinacional Andino:
Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007). En la Figura 1 se muestra un esquema típico de caída.
Záruba & Mencl (1969), definen el término "caída de rocas" para designar los movimientos bruscos de los
bloques sueltos o estratos de rocas sólidas, desprendidos de las paredes de la roca o de los techos de las
cuevas. La caída de rocas se diferencia de un deslizamiento, en que la caída libre es el modo principal del
movimiento y no hay una superficie de deslizamiento marcada. Este grupo incluye los movimientos de ladera
que van desde la ruptura y la caída de piedras aisladas, hasta las caídas complejas de roca enormes.
Anexo 2-3
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
De acuerdo con Hutchinson (1988) y Dikau (1996) el mecanismo se puede presentar como una caída primaria
(Figura 2a), en la cual el movimiento es continuo en todas partes. Cualquier interrupción del movimiento hace
que la caída sea secundaria (Figura 2b). Estas interrupciones pueden ser de muy larga duración. Una caída
que está totalmente libre de principio a fin, es menos frecuente que las caídas sucesivas o secundarias, ya
que la roca salta de un talud o ladera que no es estrictamente vertical. La dirección, la duración y la forma de
las trayectorias, debido a rebotes están sujetas a diversos factores que hacen que sean muy complejas. Las
caídas son gobernadas por la orientación y el ángulo de la ladera afectada, el tamaño y la forma del bloque, el
ángulo en el que golpea el talud, el estado y la deformación de la roca o el suelo, y la absorción del choque
por la vegetación que cubre el talud o el suelo.
(a) (b)
Figura 2 (a) Mecanismo de falla Caída primaria y Mecanismo de falla Caída Secundaria. Propuesto por
Hutchinson, (1988)
Fuente: Hutchinson (1988)
Las caídas ocurren cuando las pendientes naturales exceden el equilibrio límite de los materiales que la
componen. La caída puede tener varias causas directas:
El crecimiento o ampliación de las fisuras debido a procesos de gelifracción y termo clásticos, además del
crecimiento de raíces. Los factores climáticos juegan una parte vital en la actividad de fallas y fisuras, en
particular el congelamiento y descongelamiento del agua infiltrada, particularmente activa en zonas de
alta montaña o altas latitudes (Záruba & Mencl, 1969 y Dikau et al., 1996).
El diaclasamiento y fracturamiento tectónica de la roca (Záruba & Mencl, 1969). Así como la pérdida de
las piezas que conectan la roca por ruptura mecánica o deterioro químico (Dikau et al,. 1996)
Por presencia de secuencias de estratos horizontales de rocas competentes y no competentes (Figura 3).
(Wyllie & Mah, 2004).
Anexo 2-4
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Figura 3 Desarrollo de caídas en laderas conformadas por secuencias de estratos horizontales de areniscas y
lutitas, donde la lutita se meteoriza mucho más rápido que la arenisca, formando una serie de voladizos que
pueden fallar de repente a lo largo de las discontinuidades verticales para aliviar el esfuerzo.
Fuente: Wyllie & Mah (2004)
El incremento de los voladizos por la socavación inferior de las ladera empinadas rocosas (tanto
naturales o excavadas), por terremotos, y excepcionalmente por desconfiamiento (Záruba & Mencl, 1969;
Cruden & Varnes, 1996 y Dikau et al., 1996). Sharpe, (1938) indica que por socavación de bancos de
material no consolido o detrítico (Figura 4).
CAIDA DE ROCA
Figura 4 Los desprendimientos de rocas son comunes en las zonas empinados donde se producen efectos de
socavación y corte debido al oleaje en ríos, glaciares y costas.
Fuente: Sharpe (1938)
El incremento de la fricción de uno o más bloques en equilibrio limite debido a sismos, explosiones,
hidratación de arcillas en juntas o incrementos de presión hidrostática (Dikau et al., 1996).
Un incremento en el gradiente de la ladera en baja deformación, como en los flancos de los volcanes
activos (Dikau et al., 1996).
Pérdida de la capa matriz alrededor de los bloques o rocas en una morrena o una formación aluvial por
meteorización y erosión, lo que las deja sueltas para caer libremente (Dikau et al., 1996).
Anexo 2-5
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Roca: Macizos de roca fracturada, meteorizadas (Záruba & Mencl, 1969; Varnes, 1978), en taludes con la
presencia de secuencia de estratos horizontales de rocas competentes y no competentes como areniscas
y lutitas (Wyllie & Mah, 2004).
Detritos: Se incluyen dentro de las caídas el desmoronamiento de capas delgadas de depósitos
coluviales (Varnes, 1978). De acuerdo con Sharpe (1938) estos movimientos suelen ser de pequeña
magnitud ya que los materiales son mal consolidadas. Según Dikau et al. (1996) estas caídas se
presentan en rocas detríticas no consolidadas o poco consolidadas, así como en taludes erosionados y
meteorizados.
Suelos: En acantilados conformados con depósitos de loess (Varnes, 1978), o en taludes de tierra
agrietada y en suelos finos y de superficie erosionada (Dikau, 1996). En taludes de materiales
ligeramente cementados y erosionados en la pata como cenizas.
De acuerdo con Dikau et al. (1996), en formaciones rocosas después del desprendimiento, los bloques se
detienen en la pata del talud a distancias cortas que son fácilmente medibles, las rocas caídas están
generalmente sueltas. Si la fuente de caída del material es de detritos, el material se puede identificar porque
se presentan cantos rodados en una matriz redistribuida. Cuando se presentan caídas repetidas en el mismo
talud y se presenta un trayecto de salida definida, del material caído se pueden formar conos con aspecto de
abanico con formas relativamente organizadas en forma de pilas en la base del talud, conocidos como talus.
Las caídas ocurren en distintos lugares como: acantilados costeros, orillas escarpadas de un río, en montañas
escarpadas o en taludes artificiales (cortes viales y canteras).
De acuerdo con García Yagüe (1966),en los taludes rocosos se presentan grietas en la superficie del terreno
y bloques fragmentados en la base. Cuando el material involucrado es detritos se forman depósitos
irregulares en la pata del talud (Sharpe, 1938).
Anexo 2-6
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1.1.5 Fotografías.
Fotografía 1 Caída de bloques de arenisca cerca al sector el Cune en el municipio de Villeta - Cundinamarca.
Fuente: Propia
1.2 VOLCAMIENTO.
1.2.1 Definición
Este tipo de movimiento consiste en la rotación hacia adelante de una unidad o unidades de bloques (Figura
5) desde un punto de giro o pivote, por debajo o bajo la unidad (Varnes, 1978; Cruden & Varnes, 1996; Dikau
et al., 1996; Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007). La parte
movida cae con un movimiento de giro, al menos inicial, apoyado en su base externa. Se asemeja a la caída
de un libro puesto de canto. Si una vez iniciado el movimiento, al apoyar la hoja o zona movida en una arista
inferior, ésta se deshace, se combina con un movimiento vertical, del tipo de derrumbamiento y consiste en el
fallo por la base de una estructura del terreno, al igual que se derrumbaría una edificación si fallasen los
muros portantes o soportes de su primera planta (García Yagüe, 1966). De acuerdo con Hutchinson (1988) el
volcamiento se produce cuando el vector resultante de las fuerzas aplicadas cae por fuera de un punto de giro
en la base del bloque afectado. La caída puede culminar en una caída abrupta o un deslizamiento, pero la
forma de movimiento es la inclinación sin colapso. El material en cuestión (roca, detritos o suelo) por lo
general se inclina hacia adelante en grandes cantidades, pero cuando falla, en la base, rápidamente se gira
ladera abajo y se rompe, rebota, o se desliza hacia adelante (Dikau et al., 1996), Los volcamientos son
movimientos que van desde muy lentos a muy rápidos (Cruden & Varnes, 1996).
Anexo 2-7
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Los volcamientos se pueden clasificar como volcamiento en bloque y volcamiento flexural basadas en las
descripciones de Goodman y Bray (1976); Cruden & Varnes (1996); Dikau (1996) y Wyllie & Mah (2004). Los
volcamientos se presentan además como modos secundarios de falla inducidos por fallos primarios (Wyllie &
Mah, 2004).
Volcamiento en bloque (Figura 6a). Este tipo de volcamiento se produce cuando, en rocas fuertes las
columnas individuales están formadas por un conjunto de discontinuidades de bastante inclinación, y un
segundo conjunto de discontinuidades muy espaciados de forma ortogonal que definen la altura de las
columnas. Las columnas cortas que forman la pata del talud son empujadas hacia delante por las cargas
que provocan las columnas ya volcadas atrás. Este tipo de volcamiento se desarrolla desde la punta
hasta partes aún más altas del talud (Wyllie & Mah, 2004).
Volcamiento Flexural (Figura 6b).Se presenta en forma de columnas de rocas continuas, separadas por
discontinuidades bien desarrolladas y fuertemente inclinadas, rompiendo por flexión ya que se inclinan
hacia adelante. En general, el plano basal de un volcamiento flexional no está tan bien definido como en
un volcamiento en bloque. Los deslizamientos, excavaciones y los procesos de erosión en la punta de la
ladera permiten que los procesos por volcamiento retrocedan y continúen de nuevo en el macizo rocoso
con la formación de grietas de tensión profundas que se vuelven más estrechas con la profundidad
(Wyllie & Mah, 2004).
Volcamiento en Bloque (Figura 6c). Se caracteriza por la flexión pseudo continua a lo largo de largas
columnas que están divididas por numerosas discontinuidades transversales. En lugar de existir falla por
flexión de las columnas, como sucede en el volcamiento flexural, en este caso el volcamiento de las
columnas resulta por la acumulación de los desplazamientos en las discontinuidades transversales.
Debido a la gran cantidad de pequeños movimientos en este tipo de volcamiento, hay menos grietas de
tracción que en volcamiento flexural, y menos contactos de borde y cara, así como de vacíos comparado
con en el volcamiento en bloque (Wyllie & Mah, 2004).
Anexo 2-8
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Figura 6 Diferentes tipos de Volcamientos. (a) Volcamiento en Bloque (b) Volcamiento flexural. (c) Volcamiento
en Bloque Flexural.
Fuente: Wyllie & Mah (2004)
Modos Secundarios de Volcamiento. La Figura 7 muestra una serie de posibles mecanismos secundarios
de volcamiento sugeridos por Goodman y Bray (1976). En general, estos fallos son iniciados por
meteorización en la pata del talud, ya sea por agentes naturales o por actividades humanas. En todos los
casos, el fallo principal consiste en descomposición física de la roca o por un deslizamiento y el
volcamiento se induce en la parte superior del talud como consecuencia de este fallo primario.
Figura 7 Modos secundarios de Volcamiento. (a) y (b) Volcamientos inducidos por fallos primarios. (c)
Volcamiento inducido por meteorización de estratos menos componentes que subyacen a otro más competente.
Fuente: Wyllie & Mah (2004)
Otro tipo de clasificación de los volcamientos se deriva de la limitación por discontinuidades preexistentes en
el macizo y debido a la liberación de esfuerzos en materiales intactos (Hutchinson, 1988). Los volcamientos
limitados por discontinuidades preexistentes (Figura 8). Se subdividen en:
Volcamiento Simple (Figura 8a). La caída parece ser provocada por la incompetencia del material de
fundación del bloque.
Volcamientos múltiples (Figura 8b), en donde varios bloques volcados interactúan unos con otros, estos
son los más comunes.
Anexo 2-9
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
El volcamiento es un modo de falla que involucra el volcamiento de columnas o bloques interactuando. Tales
bloques están formados por planos irregulares de estratificación, de división, diaclasas o grietas de tracción
cuyo rumbo es aproximadamente paralelo a la pendiente de la cima, o que buzan por fuera de la masa
rocosa. La separación puede ser sencilla o en múltiples superficies y utilizar discontinuidades estructurales
preexistentes o superficies de falla por tensión. El desconfinamiento por erosión de la ladera es usualmente
un prerrequisito. Estos procesos involucran movimientos de material que varían entre 1 m 3 y 109 m3 (Dikau,
Anexo 2-10
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1996). Los mecanismos pueden presentarse en roca, detritos o suelo. Hay muchos procesos que llevan a la
falla por volcamiento:
Por la acción de fuerzas ejercidas por otros bloques adyacentes (Varnes, 1978; Hutchinson, 1988).
Por grietas, fracturas, diaclasas o planos de estratificación con orientaciones que favorecen el
volcamiento y que son afectados por el empuje hidrostático del agua que pueda infiltrarse y por acción
del hielo (García Yagüe, 1966; Cruden & Varnes, 1996; Varnes, 1978).
Expansión y contracción de material rico en arcillas por los cambios de humedad, que pueden resultar en
volcamientos progresivos (Dikau et al., 1996).
La Figura 6Figura 7(c) muestra una falla por volcamiento común, la cual consiste en el fallo de estratos
horizontales de piedra arenisca horizontal sobre lutitas. La lutita suele ser significativamente más débil y
más susceptible a la erosión que de la arenisca, mientras que la arenisca contiene a menudo
discontinuidades verticales por alivios de tracción. A medida que se deteriora la lutita, esta se socava en
el apoyo de la piedra arenisca. La arenisca falla entonces por las discontinuidades verticales al
encontrarse esta en voladizo. En algunos lugares los voladizos pueden ser de alrededor de 5 metros
(Wyllie & Mah, 2004).
El volcamiento y los deslizamientos traslacionales son causados por el intemperismo o deformación plástica
del material subyacente. Los deslizamientos ocurren cuando los bloques poseen una gran relación ancho –
alto o descansan en material dúctil. La distinción entre volcamiento y deslizamiento se basa en la relación
entre el ancho (b) del bloque y su altura (h). Bloques anchos y bajos se deslizan pero bloques altos y
estrechos se vuelcan (Dikau et al., 1996).
La primera fuerza motriz para la falla por volcamiento es el desprendimiento de columnas ya que la carga es
transferida a la base. La altura de la ladera es entonces un importante parámetro de control como el nicho de
la base de soporte. La amenaza es mucho más alta en taludes altos que en taludes bajos (Dikau et al.,
1996).
Los volcamientos de roca normalmente desplazan más material que los volcamientos de detritos y suelos. La
relación entre el clima y los volcamientos es muy raramente descrita en la literatura. Sin embargo se
considera este como un impacto a corto plazo que favorece el volcamiento por el cambio de humedad en el
suelo. El impacto a largo plazo que favorece el volcamiento corresponde al debilitamiento de la roca por
acción del intemperismo, intensificando la profundización de grietas y la socavación de taludes por erosión y
denudación. La presión del agua en los planos de discontinuidades también contribuye a la falla de columnas
por la base (Dikau et al., 1996).
Anexo 2-11
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Roca: en Acantilados rocosos con discontinuidades muy inclinadas, con diaclasas, fisuras, grietas o
estratificaciones con orientaciones que favorecen el mecanismo (García Yagüe, 1966; Hutchinson, 1988),
en roca relativamente intacta que es propensa a la socavación en la pata de la ladera (Hutchinson, 1988).
El volcamiento flexural se presenta en estratos delgados de pizarras, filitas y esquistos en las que
discontinuidades ortogonales no están bien desarrolladas. El volcamiento en bloque puede producirse en
formaciones de arenisca, basalto y dolerita donde los estratos se presentan en forma de columna y las
discontinuidades están bien desarrolladas y en forma ortogonal (Cruden & Varnes, 1996; Wyllie & Mah,
2004).
Los modos Secundarios de volcamiento se presentan en estratos horizontales de piedra arenisca sobre
lutitas (Wyllie & Mah, 2004). En areniscas eólicas (Fotografía 2), con secuencias de brechas,
conglomerados y areniscas donde la inestabilidad se relaciona con el volcamiento de bloques inferiores a
por la erosión marina en la parte inferior (Canuti et al., 2003). En rocas volcánicas (Fotografía 3) con
estratos discontinuos y verticales (Yoshimatsu, 1990).
Suelos: en columnas de arcilla con discontinuidades y fisuras por cambios de humedad (Hutchinson,
1988; Dikau et al., 1996). En terrenos cohesivos con arenas, gravas arenosas, limos con arcillas y
materiales areno arcillosos (García Yagüe, 1966).
De acuerdo con (Dikau et al., (1996), en acantilados hay presencia de grietas de tracción residuales,
columnas de roca parcialmente sueltas y otras características de descompresión en lo alto. La profundidad del
suelo afectado puede medirse con velocidades sísmicas. Las caras de las rocas muestran grietas verticales
que pueden estar rellenas en forma desordenada por material que las cubre.
En la base de los acantilados se presentan estratos modificados o abultamientos del material. Donde se ha
presentado el fallo por columnas, el desgaste en la cara de la roca es menos desarrollado y se presentan
muchas cicatrices recientes, y posiblemente lisas.
En la parte baja de los taludes se encontraran enormes rocas o columnas parcialmente rotas quedarán
dispersas. Habrá restos de detritos dispersos en forma desordenada. El material será de textura gruesa y
abierta con amplios vacíos.
De acuerdo con los tipos de volcamiento descritos por Wyllie & Mah (2004) se pueden encontrar en los
taludes:
Volcamiento en bloque. La base de la falla por lo general consta de una superficie escalonada. Sin
embargo se pueden presentar en forma de bloques individuales intactos como los mostrados en la
Fotografía 1 y de forma desintegrada como el mostrado en la Fotografía 3 debido a la altura de caída de
alrededor de 100 metros (Yoshimatsu, 1990).
Volcamiento Flexural. La pata del talud está cubierta de bloques caídos y desordenados, a veces es difícil
reconocer una falla por volcamiento en la parte inferior de la ladera. Un examen detallado de las laderas
donde se desarrolla este proceso, muestra que el movimiento hacia afuera de cada columna en voladizo
Anexo 2-12
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
produce un deslizamiento entre capas y una porción de la superficie superior de cada plano que se
expone en una serie de escarpes como los mostrados en la Figura 6(b).
Volcamiento en Bloque Flexural. Debido a la gran cantidad de pequeños movimientos en este tipo de
volcamiento, hay menos grietas de tracción que en volcamiento flexural, y menos contactos de borde y
cara, así como de vacíos comparados con el volcamiento en bloque.
1.2.5 Fotografías.
Anexo 2-13
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Los deslizamientos rotacionales se producen sobre una superficie de ruptura que está curvada de forma
cóncava hacia arriba, el movimiento de se lleva a cabo sólo a lo largo de superficies de deslizamiento
internos. Las grietas expuestas son concéntricas en planta y cóncavas hacia la dirección del movimiento (ver
Figura 1). En muchos procesos la superficie subyacente de ruptura, junto con las escarpas expuestas, están
en forma de cuchara. El movimiento es más o menos de rotación alrededor de un eje que es paralelo a la
pendiente (Sharpe, 1938; García Yagüe, 1966; Záruba & Mencl, 1969; Nemčok et al., 1972; Varnes, 1978;
Cruden & Varnes, 1996; Dikau et al., 1996; Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las
Comunidades Andinas, 2007). La superficie de deslizamiento no tiene que ser perfectamente circular (Dikau
et al., 1996). Generalmente el desplazamiento es pequeño en relación al tamaño del bloque. El movimiento no
se limita a movimientos a pequeña escala, sin embargo, puede involucrar masas mucho más grandes de roca
o detritos (Sharpe, 1938), sin embargo los deslizamientos rotacionales pueden ocurrir lenta a rápidamente,
con velocidades menores a 1 m/s (Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades
Andinas, 2007).
Anexo 2-14
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Estos procesos comúnmente se subdividen en (Figura 11) rotacionales simples, múltiples y sucesivos
(Hutchinson, 1988; Dikau et al., 1996), con muchas características en común; también se pueden diferenciar
por su ocurrencia en roca, detritos o suelo, donde difieren en el grado de desintegración de la masa deslizada
y en las características de depositación. En la Figura 12 se muestra como los deslizamientos rotacionales
sucesivos y los múltiples pueden formar en el terreno terracetas (Sharpe, 1938).
Anexo 2-15
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Figura 12 Origen de las terracetas. (A) condiciones especialmente favorables para la formación de terracetas, en
Valles de material no consolidado, los lados empinadas son socavados en la punta de los taludes de forma
activa por la corriente. (B) terracetas formadas por la rotación de bloques superficiales. (C) terracetas formadas
por el deslizamiento de bloques en planos de deslizamiento mayores. (D) terracetas formadas por los
movimientos de caídas típicas, formando superficies del deslizamiento curvas.
Fuente: Sharpe (1938).
Los deslizamientos rotacionales simples se caracterizan por la presencia de una sola superficie falla, la
masa se desliza hacia arriba sobre la superficie cóncava, y se mueve como una unidad esencialmente
coherente (Hutchinson, 1988). Se pueden subdividir de acuerdo con la posición de la superficie de corte
como: falla en el talud, falla en la pata o falla en la base (Figura 11). Una característica adicional en un
deslizamiento rotacional es el bajo grado de deformación interna en el material desplazado, lo que lo
distingue de los movimientos del tipo flujo, sin embargo, algunas veces el material de tipo suelo sufre
licuación y se transforma en un flujo (Dikau et al., 1996)
Los rotacionales múltiples corresponden a la formación de dos o más bloques de deslizamientos, cada
uno con superficie curva que se desliza hacia arriba, las superficies cóncavas son tangenciales y por lo
general son profundos, y de superficie antideslizante (Hutchinson, 1988; Dikau et al., 1996). Con el
aumento del número de deslizamientos, se vuelve más traslacional por la forma escalonada, aunque, en
su defecto, cada bloque deslizado en sí gira hacia atrás se desarrollan con dos o más unidades y cada
una se desliza sobre su propia superficie que intercepta con una gran superficie basal de deslizamiento
(Hutchinson, 1988).
Anexo 2-16
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
La gravedad.
Por la acción de fuerzas externas que pueden causar el debilitamiento del talud, tanto naturales (como
terremotos) y artificiales (explosiones), sobrecarga debido a construcciones, etc. que causan el
debilitamiento del talud (Záruba & Mencl, 1969; Dikau et al., 1996)
Las variaciones súbitas del nivel freático seguidas de periodos lluviosos o de derretimiento de nieve.
Muchos deslizamientos rotacionales varían en el tiempo con las frecuentes fluctuaciones de la cabeza
piezométrica reaccionando a la alternancia de lluvias, secado o derretimiento de nieve (Dikau et al.,
1996).
Las condiciones geológicas favorables para los deslizamientos rotacionales son taludes con delgados
regolitos o depósitos de morrenas (suelos y detritos), taludes sin recubrimiento vegetal, taludes
conformados en roca altamente fracturada y diaclasada, unidades de lodolitas y margas; alternancias de
rocas y sedimentos con permeabilidad y resistencia variable, y lechos rocosos con planos horizontales de
estratificación (Dikau et al., 1996).
Socavación por corrientes de agua, excavaciones y otras actividades de construcción (Dikau et al.,
1996).
Mecanismos detonantes comunes son los sismos, explosiones y los súbitos incrementos de los niveles
de agua, seguidos de periodos de intensas lluvias o nevadas (Dikau et al., 1996).
La Figura 13 muestra algunas de las variedades más comunes de falla en varios tipos de materiales de
acuerdo con (Varnes, 1978). Implica la falla en taludes de material homogéneo, taludes con material no
homogéneo y rellenos.
Anexo 2-17
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Los deslizamientos rotacionales ocurren con mayor frecuencia en los materiales bastante homogéneos, tiene
incidencia entre muros de contención y rellenos, sin embargo los deslizamientos naturales tienden a ser
Anexo 2-18
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
complejos, por lo menos de manera significativa en el modo del movimiento por falta de homogeneidad
interna y por las discontinuidades (Varnes, 1978; Cruden & Varnes, 1996).Es común que se presente en
riberas y costas donde los ríos u olas socavan los bancos de materiales no consolidados, o donde el material
de la parte inferior del talud se separa por flujo de tierra (Sharpe, 1938).
Roca: se presenta en terrenos rocosos estratificados, en el interior de una distribución más o menos
homogénea de planos de estratificación y litoclasas (García Yagüe, 1966). En rocas peliticas (rocas
sedimentarias de origen detrítico y grano fino, constituida esencialmente por minerales del grupo de la
arcillas metamorfizadas), margas, arcillolitas, esquistos pelíticos no consolidadas o consolidadas y
esquistos arcillosos (Záruba & Mencl, 1969). En roca homogénea sin ningún tipo de anisotropía interna
(Nemčok et al., 1972).También se producen en las laderas de rocas muy alteradas y degradadas
(Hutchinson, 1988). En rocas con intercalaciones de capas fuertes y débiles (piedra caliza o areniscas)
(Dikau et al., 1996). En rocas poco competentes (Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las
Comunidades Andinas, 2007). En rocas sedimentarias como la formación flysch (Ertek, 2000)
Detritos:Debido a que los materiales que participan en el movimiento cambian de estado fácilmente, el
movimiento se puede transformar en deslizamiento traslacional de detritos o en flujo de detritos (Dikau
et al., 1996). En sedimentos gruesos del pleistoceno no estratificados y conformados de arcillas
expansivas y cantos rodados (Hyndman & Brown, 2000)
Suelos: se presenta en terrenos arcillosos y terrenos cohesivos (García Yagüe, 1966), en arcillas no
consolidadas o parcialmente (Záruba & Mencl, 1969; Hutchinson, 1988; Dikau et al., 1996). En suelos
delgados producto de la meteorización de lodolitas duras (Yamagish et al., 2005)
La escarpa en la cabeza puede ser casi vertical. Si la masa principal del deslizamiento se mueve hacia abajo
y muy lejos, el escarpe empinado se queda sin apoyo y el escenario está listo para que se presenten nuevos
fallos (similar al deslizamiento original) en la corona del deslizamiento (Varnes, 1978). La forma en planta de
la cabeza del deslizamiento es normalmente de forma abovedada (Yamagish et al., 2005)
En ocasiones, los escarpes a lo largo de los márgenes laterales de la parte superior del deslizamiento
también pueden ser altos y empinados. Las grietas expuestas (Figura 10) son concéntricas en planta y
cóncavas hacia la dirección del movimiento (Varnes, 1978; Cruden & Varnes, 1996; Proyecto Multinacional
Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007). Es posible que se desintegre en varios bloques
discretos a través del desarrollo de grietas transversales. El deslizamiento a lo largo de los flancos causa de
los esfuerzos de corte longitudinal y diagonal, presentando escalones y grietas en el cuerpo principal. En el
área de la cabeza, los bloques presentan inclinación hacia atrás. La parte más baja del deslizamiento se
mueve sobre la superficie de ruptura, presentándose un abultamiento (Figura 10) donde se producen grietas
transversales de tensión (Dikau et al., 1996).
La superficie de deslizamiento es típicamente profunda y larga, toma una superficie de falla en forma de
cuchara, cóncava hacia el bloque del deslizamiento tanto en sección vertical y horizontal (Sharpe, 1938;
Záruba & Mencl, 1969). Una vez producido el movimiento, los bloques desplazados tienden a una posición
final de equilibrio, moviéndose lentamente. Como el cabeceo ha impuesto contrapendiente y zonas sin
desagües, se forman charcos, cuyas aguas se infiltran en el terreno, favoreciendo el movimiento (García
Yagüe, 1966). El agua que encuentra su curso en la cabeza de un deslizamiento rotacional puede formar una
laguna o encharcamientos (Fotografía 6) en el hundimiento inclinado hacia atrás de la masa desplazada.
Esta alteración en el drenaje puede mantener la humedad del material desplazado y perpetuar los
movimientos de ladera (Cruden & Varnes, 1996).
Anexo 2-19
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
En el área del pie se presenta acumulación de suelo y detritos, con desplazamiento lateral que puede ocurrir
debido a la falta de apoyo horizontal, produciendo lóbulos y patrones radiales de grietas de tracción (El efecto
de los procesos en el pie y la punta seguidos de erosión con el tiempo produce formas más redondeadas,
pero se sigue presentado una topografía irregular y montículos. El escarpe debajo de la corona de un
deslizamiento rotacional puede ser casi vertical y sin apoyo. Por esto se puede presentar posteriormente la
caída en la corona. En ocasiones, las márgenes laterales de la superficie de ruptura pueden ser lo
suficientemente altas y empinadas.
En deslizamientos antiguos los patrones morfológicos son confusos, sin embargo se pueden reconocer las
partes del deslizamiento de acuerdo a los patrones de vegetación presentados. Se pueden reconocer
especies de crecimiento rápido, de poca profundidad de enraizamiento, y especies tolerantes a la sequía en
los escarpes y la superficie de falla, y especies de raíces profundas, tolerantes a la humedad en la pata y en
áreas de la cabeza. También se presentan arboles inclinados (generalmente inclinados hacia atrás en el área
de la cabeza, y hacia adelante en las áreas de la pata (Dikau et al., 1996). Un ejemplo de esto se muestra en
la Fotografía 4 y la Fotografía 5, donde los arboles de la cabeza del deslizamiento se encuentra hacia atrás.
Crozier (1973 y Hutchinson (1988) indican que en los deslizamientos rotacionales la relación D/L (D es la
profundidad del deslizamiento y L la longitud total) varía entre 0,15 y 0,33.
1.3.4 Fotografías.
Fotografía 4 Inclinación de los arboles hacia la cabeza del escarpe en la terraza del deslizamiento de
BlackfootRiver, Montana, U.S.A
Fuente: Hyndman & Brown (2000)
Anexo 2-20
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Fotografía 6 Deslizamiento de Alban. Obsérvese la inclinación de los arboles hacia adelante y formación de
charcos o lagos por el deslizamiento en la masa desplazada.
Fuente: Ing. Carlos E. Rodríguez
En el deslizamiento traslacional la masa avanza hacia fuera, hacia abajo y a lo largo de una superficie más o
menos plana o suavemente ondulada y tiene poco movimiento de rotación hacia atrás o características de
inclinación de caída (Figura 14). La masa en movimiento comúnmente se desliza sobre la superficie original
del terreno (Nemčok et al., 1972; Varnes, 1978; Hutchinson, 1988; Dikau et al., 1996; Cruden & Varnes, 1996;
Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007). El deslizamiento puede
Anexo 2-21
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Los deslizamientos de traslación a menudo forman un canal en sección transversal, por lo general corre
aproximadamente paralelo a la pendiente general del terreno. Su relación D/L suelen ser de 0.1 o menos
(Hutchinson, 1988).
Un deslizamiento traslacional en bloque (Figura 15) es aquel en el que la masa en movimiento se compone de
una sola unidad que no está muy deformada o unas pocas unidades estrechamente relacionadas (Varnes,
1978), descripción similar dada por García Yagüe (1966) al movimiento en bloque como de tipo
“Resbalamiento”(Figura 16) con características como: superficie plana, formada por planos de estratificación,
fracturas o litoclasas, sobre la que resbalan los bloques, que alcanzan el pie de la ladera sin apenas
trocearse.
Anexo 2-22
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Para Dikau et al., (1996) los deslizamientos de bloques (Figura 17) hacen parte frecuentemente de extensos
deslizamientos compuestos. Estos involucran deslizamientos rotacionales en la pata o en la corona de los
procesos y ocasionalmente rotación con flujo de tierras (mudslides) en los bordes del movimiento. Están
caracterizados por marcadas superficies de deslizamiento no circulares, formando una combinación de
formas empinadas, curvas o planas y bloques inclinados hacia atrás. La posición del plano es frecuentemente
controlada por el lecho. Debido a la geometría de la superficie de deslizamiento la masa puede moverse a
partir del desarrollo de cortes internos y desplazamientos.
Anexo 2-23
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Hutchinson (1988), describe los deslizamientos de traslación como movimientos donde participan masas
relativamente monolíticas de roca. Las superficies de deslizamiento son aproximadamente planas y están
formadas generalmente por discontinuidades persistentes, tales como los planos de estratificación,
articulaciones, divisiones o foliaciones que con frecuencia, pero no siempre, ocupadas por rellenos
arcillosos. Pueden subdividirse (Figura 20) en (a) deslizamiento planar de rocas o deslizamientos en
bloque. Estos son deslizamientos de rocas en la superficie de deslizamiento esencialmente plana. (b)
eslizamientos escalonados. Característico de formaciones donde las discontinuidades forman peldaños.
Anexo 2-24
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Y (c) Fallos de cuña, presentes en las masas de roca en la que se dirige el deslizamiento a lo largo de la
línea de intersección de dos discontinuidades planas (Hoek y Bray, 1977).
Figura 19 Deslizamiento traslacional de roca, se puede producir desprendimientos de rocas en la roca madre,
por planos, diaclasas, fallas, estratificaciones, foliaciones, o cualquier otro plano de debilidad.
Adaptado de: Sharpe (1938).
Anexo 2-25
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Figura 21 Deslizamiento traslacional de detritos. Los deslizamientos de detritos puede ser de cualquier tamaño,
pueden o no puede exponer lechos de roca en su curso, y con frecuencia produce depósitos que se asemejan
en la topografía a morrenas.
Adaptado de: Sharpe (1938).
DESLIZAMIENTO TRASLACIONAL DE SUELOS: Son fallas de traslación (ver Figura 12) que se
presentan en taludes compuesto por suelos finos y no litificados o detritos con material fino. Son suelos
meteorizados, especialmente derivados de las arcillas y lodolitas. El material meteorizado se mueve
normalmente en una zona de corte cerca de una superficie de roca meteorizada o ligeramente
meteorizada, o en una superficie estructural. Este proceso es dominado por estructuras geológicas y
frecuentemente falla a lo largo de discontinuidades. El ángulo en el que el material falla está relacionado
Anexo 2-26
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
con el grado de meteorización del talud por lo tanto, con la profundidad de regolito y la solidez de los
materiales que forman talud (Dikau et al., 1996).
Záruba & Mencl (1969), se refieren a este movimiento como deslizamiento laminar, término que se
utiliza para referirse a laderas poco profunda de detritos, limos y materiales meteorizados en la
superficie de la roca madre. Las capas superficiales que muestran este tipo de movimientos de
ladera son por lo general en la mayoría de los dos o tres metros de espesor, pero puede cubrir
grandes extensiones en algunas regiones. Hutchinson (1988), también denomina este proceso como
deslizamiento laminar.
Anexo 2-27
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
De acuerdo con Dikau et al., (1996), en general los desplazamientos y las velocidades de los
deslizamientos traslacionales son mayores que los rotacionales, porque el movimiento sobre una
superficie de falla planar, no brinda una nueva condición de equilibrio a la masa hasta alcanzar la parte
baja de la ladera. En taludes altos y empinados las rocas pueden permanecer durante largos periodos de
tiempo bajo un tipo de deformación viscosa antes del colapso (estado de creep de flujo de rocas).
Cuando esta deformación ha progresado más allá del valor crítico, el creep se transforma en
deslizamiento de rocas, flujo de detritos o avalancha de rocas, que pueden ser de carácter catastróficos
por el volumen involucrado y por la pendiente de la ladera. La transición de un deslizamiento de rocas a
otro mecanismo secundario ocurre durante el movimiento. Cuando la masa no disipa o pierde energía por
fricción se acelera rápidamente, el proceso puede involucrar fluidificación, flujos de material granular,
lubricación de aire, generación de calor, producción de vapor, fusión de la roca y efectos de corte. Bajo
estas circunstancias el movimiento de la masa puede alcanzar velocidades superiores a 1000 m/s y el
recorrido de la masa desplazada puede ser más largo que el esperado. En algunos casos raros la masa
se mueve como un solo bloque, por lo que se pueden alcanzar altas velocidades.
Anexo 2-28
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
en valles glaciares en los que los sedimentos de las morrenas permanecen en las partes altas de los
cursos de ríos, algunas veces a 400 o 600 metros sobre el fondo del valle (Dikau et al., 1996).
B. Estratigráfica - La presencia de uno o más estratos masivas que subyacen a estratos más débiles;
presencia de uno o más lechos permeables; alternancia de capas competentes e incompetentes,
especialmente si algunos son arcillosos.
C. Estructurales
2. Rocas severamente fracturadas, diaclasadas, o aplastante de los planos de falla, pliegues, fallas,
fuerzas sísmicas, enfriamiento (estructura columnar, etc), o desecación
3. Tensiones internas que aún no se han aliviado como deformaciones en la superficie, causada la
rápida erosión, excavación en la superficie o excavaciones subterráneas
2. Fallamiento en bloques
Anexo 2-29
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
E. Orgánica-Falta de suelo de retención de vegetación como consecuencia del clima seco o calor, la
deforestación, el sobrepastoreo, el cultivo, pastos o incendios del bosque.
1. Agentes naturales.
1. Agentes naturales
a. Caída de rocas u otro tipo de deslizamiento o flujo; avalancha de nieve o hielo que cae
sobre la parte superior de la masa rocosa o laderas de detritos
b. Saturación por agua de la lluvia, nieve, granizo, arroyos, manantiales, etc
2. Agentes humanos.
1. Agentes naturales
(1) El agua de lluvia, nieve, granizo, arroyos, manantiales, las emanaciones volcánicas, etc, que
entran en terreno en un volumen inusual como resultado de:
Anexo 2-30
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
(a) En cantidades inusuales como resultado de un bloqueo de las salidas por parte
deslizamientos, talus, etc
2. Agentes humanos.
1. desecación
1. Agentes naturales
(1) Esfuerzos internos – fallas. (2) Actividad volcánica (3) Deslizamientos (4) El colapso de
cavernas de piedra caliza
Anexo 2-31
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1. Agentes naturales
2. Agentes Humanos.
2. Pliegues - natural
3. La colocación de material de relleno o residuos en un ángulo más pronunciado que el ángulo normal
de reposo - Agentes humanos
ROCAS. Este tipo de deslizamiento se presenta en lodolitas, limolitas, lutitas, rocas fuertes con
intercalaciones de arcillas y rocas meteorizadas y fracturadas como esquistos y pizarras. El Ángulo del
talud es paralelo o cercano al ángulo de buzamiento de la roca, movimiento dominado por una estructura
geológica y frecuentemente falla a lo largo de las discontinuidades. Vistos en planta son típicamente
rectangulares o triangulares (Dikau et al., 1996). En estratos de roca caliza que están sobre formaciones
de areniscas y lutitas (Sharpe, 1938). En estratos areniscas de cuarzo-feldespato, areniscas finas con
limolitas carbonosas, limolitas con lodolitas, y lodolitas (Wang et al., 2004).
DETRITOS. El material involucrado en este tipo de proceso es consolidado y/o de baja cohesión.
Principalmente de origen coluvial y porciones de roca meteorizada y densamente fracturada, por ejemplo:
lutitas y pizarras (Dikau et al., 1996). En bancos socavados o en una ladera de talus u otras pendientes
pronunciadas detríticas donde puede ser por la alteración de un solo bloque que se propaga hacia abajo
y puede producir un deslizamiento mayor (Sharpe, 1938).
Anexo 2-32
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
materiales como limos, detritos y arcillas y meteorizados como margas y areniscas meteorizadas (Záruba
& Mencl, 1969). Ocurre a menudo en estratos en forma horizontal de sedimentos arcillosos y margosos o
calcáreos (Nemčok et al., 1972). En laderas erosionadas de arcilla, generalmente con pendientes entre
8° y 10° (Hutchinson, 1988). Presentados en laderas empinadas con suelos delgados producto de
meteorización y suelos de ingeniería. Y por lo general en laderas de lodolitas duras (Yamagishi et al.,
2005; Yamagishi & Iwahashi, 2007)
El deslizamiento traslacional alcanza grandes distancias de viaje después de desintegrarse. Una falla se
puede activar tan solo por acción de la erosión en la pata de un gran bloque, estos grandes movimientos
pueden generar hundimientos de bloques (graben) en la cabeza de los deslizamientos (Figura 17). Son
comunes profundos asentamientos en la cabeza de estos deslizamientos, mientras que las márgenes son
totalmente destruidas durante el movimiento. El área de la pata frecuentemente experimenta levantamiento de
detritos previo al movimiento. Donde la superficie de deslizamiento es irregular, la expresión en superficie del
deslizamiento traslacional es una serie de grabens y bloques rotados que se asemejan a la propagación de
suelo. Son comunes los depósitos de talus provenientes de las caídas y de los volcamientos (Dikau et al.,
1996).
Anexo 2-33
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
superior era muy plana, y sub-paralela a estratos de arenisca (Fotografía 11). Todos estos fenómenos
muestran que la masa deslizante se movilizó a lo largo de una superficie plana. El ángulo de inclinación
de la superficie de deslizamiento, que es también un plano de estratificación, tenía 32° en la parte
superior.
1.4.5 Fotografías.
Fotografía 7 Vista lateral del deslizamiento de Qianjiangping tomada aguas arriba del rio Quinggan (China)
Fuente: (F. Wang et al., 2004)
Anexo 2-34
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Fotografía 10 Vista de árboles sin rotar en la masa deslizante en medio del deslizamiento Qianjiangping
Fuente: (F. Wang et al., 2004)
Anexo 2-35
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Fotografía 11 Superficie expuesta del plano del deslizamiento, que es también un plano de estratificación de
arenisca.
Fuente: (F. Wang et al., 2004)
Fotografía 12 Deslizamiento de tipo planar en la playa de Washimaen la región de Niigata, Japón, inducidos por
lluvias.
Fuente: (Yamagishi et al., 2005)
La propagación se define como una propagación de un suelo cohesivo o masa de roca combinado con un
hundimiento general de la masa de material fracturado sobre un material subyacente cohesivo más blando
(Nemčok et al., 1972; Varnes, 1978; Cruden & Varnes, 1996). El término también abarca una serie de tipos de
movimiento de masas, con escalas y tasas considerables, en masas de roca homogénea y en masas de suelo
débil (Dikau et al., 1996). Las propagaciones laterales pueden considerarse como la etapa final en una serie
de movimientos donde la deformación interna predomina decididamente sobre otros mecanismos de
Anexo 2-36
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
desplazamiento como los que imperan en el deslizamiento o el flujo (Proyecto Multinacional Andino:
Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007).
2. Movimientos que pueden implicar la fractura y la extensión de material coherente, ya sea roca (Figura 25)
o suelo (Figura 26). Las unidades coherentes superiores se puede hundir, trasladar, rotar, desintegrar o
se pueden licuar y fluir. Donde la roca o suelo es relativamente homogéneo, la masa en movimiento se
divide en sucesivas unidades dispuestas en forma horsts y grabens (Dikau, 1996).
Anexo 2-37
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
En suelos, también se define como el colapso de una capa de suelo sensible a una determinada profundidad,
seguido de asentamientos de las capas de suelo superiores más resistentes, o el fallo progresivo a lo largo de
toda la masa deslizada. Una característica interesante es la rapidez con la que ocurre, la duración es por lo
general de unos pocos minutos. A menudo el bloque de suelo asentado sufre fracturamientos, caídas,
hundimientos o flujo y un considerable movimiento lateral a lo largo de la zona basal, como levantamiento del
terreno en la parte baja de la ladera. Las deformaciones del terreno que acompañan la propagación causan
pérdidas de vidas y severos daños a carreteras, edificaciones, terraplenes y similares (Dikau et al., 1996).
Estos procesos se presenta en arcillas estratificadas y se caracterizan por las suaves laderas que involucran,
el frente amplio y la rapidez de los movimientos y a sucesión de graben y las estructuras de horst que se
producen por la extensión de la masa del deslizamiento (Hutchinson, 1988).También puede producirse por el
lavado de material aluvial o la licuefacción de la arena que subyace a otros estratos ya que puede licuarse
bajo ciertas condiciones (Záruba & Mencl, 1969)
Cuando el mecanismo de falla involucra una placa de roca fracturada que se encuentran sobre esquistos
blandos o sobre materiales dúctiles se presentan varias etapas del mecanismo de falla (Figura 27). En la
primera etapa la placa de roca se comporta como una placa flotante sobre un medio compresible;
entonces un marcado hundimiento de bloques se presenta en la parte central de la placa (Figura 27-A).
En la segunda etapa el asentamiento diferencial produce una primera subdivisión en bloques verticales
de roca a lo largo de discontinuidades existentes o nuevas. Se presenta pandeo en los esquistos que
afloran en los límites de la placa, donde no hay confinamiento lateral (Figura 27-B). En la tercera etapa
ocurren las deformaciones profundas que inducen hundimientos y propagación lateral de bloques de
roca; la propagación lateral que es más marcada en los límites de la placa, causa la apertura de grietas,
trincheras y cárcavas, que son posteriormente llenadas con material meteorizado de arriba y de abajo,
proveniente del flujo de material del fondo (Figura 27-C). En la cuarta etapa o fase, el proceso puede ser
acelerado por el agua que se filtra a través de las fisuras y el posterior ablandamiento del material (Figura
27-D). En los cortes bajos de los valles se pueden inducir deslizamiento rotacionales, caídas de roca y
Anexo 2-38
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
volcamientos. La quinta y sexta fase (Figura 27E y F) se caracteriza por la inclinación y rotación de
bloques que permiten la ocurrencia de procesos como el deslizamiento de bloques. En el fondo del valle
pueden presentarse abultamientos. El proceso puede continuar y causar la propagación progresiva y la
separación de la placa. No se necesita una inclinación precisa de la ladera para que se presente este tipo
de proceso (Dikau et al., 1996).
Figura 27 Mecanismo de Falla de una roca competente sobre una roca débil.
Adaptado de: Dikau et al., (1996)
Anexo 2-39
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Los cambios diferenciales no se unen para formar una superficie de deslizamiento uniforme, lo que le da
al movimiento el carácter de la deformación plástica: el deslizamiento es lento y la masa en movimiento
no esta discretamente delimitado. La inestabilidad de la pendiente es perceptible sólo durante un largo
intervalo de tiempo, después de las deformaciones minutos continuos han llegado a valores medibles, se
puede presentar caída de bloques por aumento de las lluvias (Záruba & Mencl, 1969).
El deslizamiento de arcillas sensibles comienza en la parte baja de las laderas y se extiende hacia arriba
por retrogresión. En la primera etapa, un deslizamiento de tipo rotacional es el más frecuente, siendo la
superficie de deslizamiento la capa de arcilla sensitiva existente. Debido a la perdida de soporte
horizontal la retrogresión procede rápidamente, ladera arriba y hacia los flancos, causando la superficie
de falla final frecuentemente con forma de pera en una vista en planta. Debido al remoldeo, la arcilla
sujeta al movimiento pierde su resistencia interna y desciende por la ladera como una lechada viscosa y
puede viajar por muchos kilómetros (Dikau et al., 1996).
ROCAS. En macizos de roca homogénea los movimientos distribuidos se dan en rocas, específicamente
en las crestas de las cordilleras (Varnes, 1978; Dikau et al., 1996).
En formaciones heterogéneas en taludes con estratos rocosos gruesos que sobreyacen a materiales
blandos (Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007), también se
presenta en rocas competentes obre rocas blandas como lutitas y pizarras (Varnes, 1978). En bloques
fuertes de caliza y diabasa que fallan por la compresión de estratos débiles de margas y arcillas (Záruba
& Mencl, 1969). Se presentan donde la parte superior de la pendiente se compone de rocas sólidas y la
parte inferior de arcillas plásticas (Nemčok et al., 1972). En rocas cohesivas sobre materialesdúctiles, el
proceso es controlado generalmente por estructuras geológicas, es frecuente en rocas meteorizadas y
fracturadas (shales, calcarenita y esquistos) y en argilitas (Dikau et al., 1996).
Un ejemplo de este mecanismo se presenta en el Castillo de Spis (Eslovaquia oriental), este se construyó
sobre un montículo de rocas de travertino que esta sobre rocas blandas del Paleógeno (arcillolitas y
areniscas de tipo flysch). El travertino alcanza unos 52 m de espesor (Figura 5), y es de color blanco y
Anexo 2-40
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Figura 28 Castillo de Spis.Secciones transversal del montículo. 1 arcillolitas con areniscas (Paleógeno), 2
travertinos (Mio-Plioceno-Cuaternario), 3 detritos (Cuaternario), 4 zonas de creep, 5 líneas de falla; 6 grietas,
diaclasas, 7 planos de estratificación, 8 pozos de exploración
Fuente: (Vlcko, 2004)
SUELOS Y DETRITOS. En taludes de suelo de grano fino poco profundos, especialmente de limo y
arcilla sensible (Varnes, 1978). En depósitos conformados por estratos arenosos (Záruba & Mencl, 1969).
En arcillas estratificadas, también en otros depósitos cuaternarios, y en particular en asociación con las
arcillas rápidas o con subhorizontal de capas de arena suelta, saturada o limo. Propensos a la
licuefacción por terremotos, donde falla totalidad o parte de los suelos de fundación (Hutchinson, 1988).
En depósitos o lentes de arena, limos o intercalaciones de los anteriores; susceptibles a licuación y en
suelos conformados por arcillas sensibles; Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las
Comunidades Andinas, 2007).
ROCAS. En macizos de roca homogénea (Figura 24) se presenta la formación de elevaciones (horst) y
hundimientos (grabens) (Dikau et al., 1996).
Anexo 2-41
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Los rasgos más característicos de los deslizamientos con licuación de arenas y arcillas sensibles son
siguientes:
Una sucesión de horsts y grabens en el área sujeta a asentamientos; los horst son agudas crestas
(Hutchinson, 1988).
Un patrón convexo de grietas (vista en planta) que apunta hacia arriba de la ladera en las zonas
bajas de la propagación, debido al movimiento de flujo a profundidad.
En un deslizamiento por licuación de arena las fracturas por tensión se desarrollarán en la cabeza del
movimiento, en dirección de la masa deslizante. La pared colgante del bloque deslizante se colapsa para
formar un graben, especialmente cuando la zona móvil es gruesa. La nueva cara expuesta provoca
retrogresión, y los patrones de fractura se extienden fuera del propio deslizamiento. Los bloques
deslizados se exponen de forma inclinada, con fracturamiento interno, subsidencia, e intenso
cabalgamiento, produciendo una topografía con montículos, pero puede también permanecer intacta. La
compresión del boque movilizado causa la aparición de fuertes crestas afiladas a una distancia
considerable del sitio del derrumbe. Mientras tanto la capa de material licuado escapa a través de las
grietas de tensión y puede causar ebulliciones de arena(Dikau et al., 1996).
En el terremoto de Adana-Ceyhan en 1998 una parte de una plantación de árboles de limón, situado en
la orilla del río cerca del pueblo Abdioglu, se deslizó hacia el río y un pequeño estanque detrás de la
masa no era todavía visible, incluso dos semanas después del terremoto (Fig. 11a). Las grietas que se
muestra en la fig. 11a iban 10 m de largo, a través del cual los granos de arena muy finas de los
Anexo 2-42
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1.5.4 Fotografías.
Fotografía 13a y 13b Vistas de fallas típicas en el terreno: a-propagación lateral en una plantación de árboles de
limón en la orilla del río Ceyhan y b-propagaciónlateral hacia el río Ceyhan cerca del pueblo de Mercimekli (al
norte de Ceyhan, Turquia).
Fuente: Ulusay et al. (2000)
1.6 FLUJO.
1.6.1 Definición.
De acuerdo Dikau et al., (1996) un flujo es un deslizamiento de material en la que las partículas individuales
viajan por separado dentro de un movimiento en masa. Esto implica que cualquier material que esté
disponible puede formar parte del flujo y por lo tanto puede ser roca muy fracturada, de los detritos formados
a partir de materiales clastosoportados o matriz soportados. El flujo en su sentido físico se define como la
Anexo 2-43
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
deformación permanente e irreversible de un material que se produce en respuesta a los esfuerzos aplicados.
Se caracterizan por movimientos diferenciales internos que se distribuyen a través de una masa. En el caso
del flujo de rocas puede ser descrito como un creep gravitacional.
Los movimientos lentos se clasifican como creep, tanto de la roca como suelo. El creep se considera que es
una deformación continúa bajo esfuerzo constante. El movimiento en general es imperceptible. (Sharpe, 1938;
Nemčok et al., 1972; Varnes, 1978). Los desplazamientos resultantes tienden a ser difusos en lugar de
concentrarse en superficies de deslizamiento discernibles (Hutchinson, 1988). Para García Yagüe (1966) es
un proceso que sólo afecta a la zona superficial y alterada de las laderas de terrenos arcillosos por procesos
de desecación y retracción de la arcilla.
Según Varnes (1978), hay muchos ejemplos de este tipo de mecanismo; en materiales no consolidados, éstos
suelen adoptar la forma de flujos que son bastante obvios, ya sean rápidos o lentos, húmedos o secos.
Algunos movimientos son más difíciles de clasificar porque incluyen movimientos que son extremadamente
lentos y se distribuyen en grandes espacios.
FLUJOS EN ROCA (CREEP DE ROCAS). Para Varnes (1978) los movimientos de flujo en rocas son
deformaciones que se distribuyen entre varias fracturas, bien sean grandes o pequeñas, o incluso de
microfracturas. Los movimientos son por lo general muy lentos y al parecer son más o menos estables en
el tiempo. Los movimientos de flujo pueden dar lugar a manifestaciones de plegamientos, doblamientos,
abultamientos, u otro tipo de comportamiento plástico. Dikau et al. (1996), define el flujo de rocas como
un creep gravitacional profundo de montañas que producen “sagging o pandeo” (Figura 29) o
asentamientos de las laderas o taludes. No se debe confundir con el volcamiento o las caídas de roca.
Como se mencionó anteriormente los flujos de roca son del tipo creep, con deformaciones profundas que
afectan las masas de roca estratificada o bastante diaclasadas que se pueden considerar homogéneas.
Los flujos de roca se caracterizan por:
El volumen de material rocoso es de un orden de magnitud de varios miles de metros cúbicos con un
espesor de varias decenas de metros.
La masa deformada no está necesariamente conformada por una superficie de fluencia continua.
Los factores de escala que pueden influenciar en las propiedades mecánicas de la masa rocosa, y
consecuentemente, los mecanismos de deformación.
Para Sharpe (1938), el Creep en roca se presenta como el traslado progresivo de las masas de roca, se
puede evidenciar en el movimiento de bloques de la roca madre o flexión de la ladera debajo de los
estratos (Figura 2).
CREEP EN SUELOS Y DETRITOS. Para Záruba & Mencl (1969), este es un proceso lento, es un
movimiento imperceptible y se debe principalmente a los cambios de temperatura (expansión por el
calentamiento y contracción durante el enfriamiento). Las capas superficiales de suelos arcillosos se
mueven lentamente hacia abajo por la acción de la deformación plástica a largo plazo. Estos
movimientos, catalogados como creep, no suelen desarrollar una superficie discreta de
deslizamiento pero si una zona destrozada, dentro de la cual se pueden llevar a cabo muchos
movimientos. Estos se limitan a la capa superficial, sin llegar por debajo de profundidades donde
afectan la temperatura y la humedad. Las deformaciones no exceden de unos pocos milímetros por
año. Para Hutchinson (1988), el creep es progresivo y es una forma de aceleración que presagia la
Anexo 2-44
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
falla general por corte. Se observa como los desplazamientos de la superficie, en materiales como
arcillas duras y agrietadas, regolitos de grano fino y en materiales más gruesos de laderas
pedregosas.
Figura 29 Los principales tipos de flujo en rocas descritos por Hutchinson (1988).
Adaptado de: Dikau et al., (1996)
Anexo 2-45
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Figura 30. Evidencias de creep. (A) desplazamiento de conjuntos bloques; (B) Troncos de árboles curvos y
cóncavos pendiente arriba; (C) Curvado y arrastre pendienta debajo de estratos de roca, erosion, etc., también
presentan bajo el suelo en otras partes la ladera, (d) Desplazamiento de postes, cercados y monumentos; (E)
Rompimiento o desplazamiento de muros de contención y fundaciones; (F) Las carreteras y ferrocarriles se
trasladan fuera de su alineación; (G) rocas rodadas pendienta abajo; (H) líneas de rocas arrastradas en la base.
A y C representan creep de roca-creep; todas las demás características mostradas son debido al creep del
suelo. Efectos bastante similares se pueden producir en algunos tipos de deslizamientos.
Fuente: Sharpe (1938).
FLUJOS EN DETRITOS. Para Varnes (1978), es un movimiento muy rápido debido a la menor cohesión
o mayor contenido de agua en el material y laderas más pronunciadas en general. En las avalanchas de
detritos, la falla progresiva es más rápida, y toda la masa, ya sea porque es muy húmeda o porque está
en una pendiente pronunciada, se licúa, al menos en parte, los flujos se movilizan hacia abajo,
normalmente a lo largo de un canal de flujo, y puede avanzar mucho más allá de la pata del talud. Los
flujos de detritos se distinguen de los flujos de lodo en el tamaño de las partículas. Los flujos de detritos
contienen un porcentaje relativamente alto de fragmentos gruesos, mientras que el flujo de lodo consta
de material que está húmedo y que fluye rápidamente y que contiene al menos 50 por ciento de
partículas del tamaño de arena, limo, o de arcilla.
Para Dikau et al., (1996), consiste en una mezcla de material fino (arena, limo y arcilla), con material
grueso (grava y cantos rodados), con una cantidad variable de agua, que forma una suspensión turbia
que se desplaza ladera abajo, normalmente con aumentos inducidos por la gravedad y el repentino
colapso de material en banco. Dentro de la masa en movimiento se producen grandes desplazamientos y
se distinguen tres elementos distintivos (Figura 31) en un flujo de detritos: el área de origen, la vía o canal
principal, y la punta de sedimentación. Los flujos comúnmente siguen formas de drenaje pre-existentes, y
las vías tienen una forma de V o de sección transversal rectangular. Algunos flujos son excepcionalmente
grandes y viajan grandes distancias más allá de la zona de origen.
Los flujos de detritos desarrollan pulsos usualmente con acumulación de bloques en el frente de onda.
Como resultado del desarrollo de pulsos, los caudales pico de los flujos de detritos pueden exceder en
varios niveles de magnitud a los caudales pico de inundaciones grandes, característica que hace que los
flujos de detritos tengan un alto potencial destructivo. La mayoría de los flujos de detritos alcanzan
velocidades en el rango de movimiento extremadamente rápido y por naturaleza son capaces de producir
Anexo 2-46
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
la muerte de personas. Las velocidades de los flujos se determinan generalmente en el campo por
observación de las súper elevaciones del flujo en las curvas del canal las cuales se reflejan en marcas de
lodos o de vegetación afectada. Asimismo, dichas velocidades se pueden determinar con base en la
diferencia en elevación de diques o albardones longitudinales formados al desbordarse el flujo en las
márgenes de curvas del canal. Hay un tipo de flujo de detritos de gran magnitud que ocurre en los
volcanes, ya sea durante las erupciones o en el periodo entre éstas; por lo general movilizan depósitos
de material volcánico no consolidado (Dikau et al., 1996). Estos son denominados usualmente como
lahares (Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007).
Figura 31 Esquema de un flujo de detritos donde se muestran las características morfológicas: A. escarpe, B y
F. superficie de ruptura; C, canal de erosión; D. diques, E. depósito
Fuente: Dikau et al., (1996)
Según Záruba & Mencl (1969), los flujos de detritos se originan en rocas sueltas en las que el agua puede
filtrarse con facilidad. Los flujos de escombros de montaña a veces se llaman por el nombre de "Muren".
Como regla general, se originan por encima de la vegetación arbórea, en quebradas llenas de fragmentos de
roca. Durante las lluvias torrenciales, los detritos y las piedras más grandes se llevan en forma de un flujo de
detritos en los cauces fluviales antiguos. El material está sin clasificar, compuesta de grandes piedras,
toscamente desgastado y residuos de arena fina. La proporción de partículas sólidas y agua es de 1:1. Los
flujos de detritos son procesos muy temidos en regiones áridas y semiáridas, donde los materiales rocosos
transportados por las inundaciones intermitentes pueden llenar el valle con una capa continua de detritos,
arcilla y barro. En este grupo de movimientos ladera también se incluyen los flujos de lodo volcánico que
manifiestan un carácter similar. Las explosiones volcánicas suelen ir acompañados de lluvias torrenciales que
lavan la ceniza suelta y el material es expulsado en minutos como una masa blanda hacia la pata del volcán.
Hutchinson (1988) y Cruden&Varnes (1996), hacen distinción de los tipos de flujo como canalizados y no
canalizados (Figura 32), con la diferencia en que los canalizados usan los canales pre existentes y los no
canalizados forman su propio camino de desplazamiento.
Anexo 2-47
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
FLUJOS EN SUELOS. Según Varnes (1978) los flujos también se producen en suelos de grano fino
como limos, arcillas y arenas. Estos flujos implican fallas por propagacion lateral, pero implican no sólo la
licuefacción del material subyacente, sino también la falla regresiva y la licuefacción de la masa
deslizada. Por lo general, tienen lugar en materiales sensibles.
Para Dikau et al. (1996), los flujos en suelos pueden ocurrir de tres formas: flujo de lodo húmedo, flujo de
arena mojada y el flujo de arena seca. Estas son categorías especiales de flujo de detritos, donde el
material es de un tamaño de grano fino y clastos gruesos son escasos. Debido a que estos
deslizamientos se componen de materiales finos que son muy móviles y pueden fluir (visiblemente)
ladera abajo muy rápidamente. Por lo general son de pequeña escala y tienden a seguir cárcavas o
depresiones poco profundas y luego depositarse en forma de un abanico plano, con bulbo o incluso en
forma de una hoja delgada cuando llegan a terreno bajo.
Figura 33 Esquema que muestra las características típicas de un flujo de lodo pequeño: (a) zona de iniciación,
(b) zona de la erosión, (c) zona de acumulación.
Adaptado de: Dikau et al., (1996)
Anexo 2-48
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Según Záruba & Mencl (1969), este tipo de deslizamientos se producen en las mismas áreas que los
deslizamientos traslacionales de tipo laminares, pero bajo determinadas condiciones topográficas. La
forma de un flujo de tierra se adapta al relieve de la superficie del terreno, su posición está determinada
por la erosión en forma de cárcavas o corrientes. Los flujos de tierra inician en general en la cabeza en
una gran cuenca, en la parte superior de la ladera donde se acumulan detritos y material meteorizado.
Según Sharpe (1938), el proceso de creep lo acelera la erosión debido a la deforestación, al uso irracional de
la tierra, la escorrentía natural y la eliminación de la cobertura vegetal. La tasa de creep en una ladera,
también depende de las condiciones climáticas, el angula de la ladera, el tipo de suelo, la roca madre etc. El
Creep en suelo se presenta en laderas de suelo cubierto sometido a congelación y descongelación, lluvias,
inclusive en suelos secos. El Creep en talus en climas estacionales las condiciones de hielo y deshielo
aumenta el proceso. En climas tropicales el proceso es más lento y se da por simples cambios en la
temperatura del día. El Creep en roca se da por acción de las heladas, el apalancamiento de las raíces de los
árboles, y la presencia de lentes de arcilla que hacen fluir los bloques. .
De acuerdo con Sharpe (1938), las condiciones favorecen y causan el proceso de creep son:
Anexo 2-49
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
FLUJOS EN DETRITOS. Para Varnes (1978), los detritos fluyen comúnmente como resultado de
precipitaciones fuertes o por el deshielo de la nieve o del suelo congelado. Se ve favorecido por la
presencia de suelo en laderas de montañas escarpadas de la cual se ha eliminado la cobertura vegetal
por el fuego u otros medios, pero la ausencia de vegetación no es un requisito previo. También las
vibraciones de los terremotos o los trenes, o incluso el golpeteo de las olas (Sharpe, 1938). En zonas
áridas y semiáridas debido a las condiciones climáticas, la superficie del suelo no está lo suficientemente
protegida por la vegetación, siendo fácilmente lavada por las lluvias fuertes (Záruba & Mencl, 1969).
Para Dikau et al. (1996) los flujos de detritos son frecuentes en topografías cóncavas u hondonadas, ya
que estas geometrías favorecen la acumulación de coluviales y la convergencia de agua subterránea
necesaria para el inicio del fallo. En resumen los factores que influyen y desencadenan los fallos se
muestran en la Tabla 1.
Tabla 1 Factores que influyen y desencadenan los flujos de detritos.
Tipo Elemento Factor Preparatorio (P) / Factor Desencadenante (D)
Geomorfológico y Forma del terreno, composición Exposición del talud (P), pendientes pronunciadas (P),
Geológico y estructura disponibilidad de material suelto (P), líneas de drenaje
existente (P), fallos (como grietas, deslizamientos)
Medioambiente Clima e hidrológicos, Lluvias intensas (P) (D), deshielo rápido y extremo (P) (D),
vegetación y catástrofes inestabilidad de capas activas (P) (D) aguas subterráneas
(P), ausencia de vegetación (P), terremotos (D),
erupciones volcánicas (D), inundaciones (P) (D)
Uso del suelo Actividad humana Vibraciones (P) (D), irrigaciones y fluctuaciones de
reservorios (destruyendo la estabilidad del terreno) (P) (D)
Adaptado de: Dikau et al., (1996)
FLUJOS EN SUELOS. Para Dikau et al. (1996) y Sharpe (1938), las causas de los flujos del suelo son la
disponibilidad de material adecuado, pendientes empinadas, un exceso de agua o las condiciones para la
generación de los impulsos. Se pueden observar en muchos países y en diferentes condiciones
climáticas, pero las condiciones que favorecen el desarrollo de los flujos de suelos abundante son agua,
material no consolidado y la insuficiente protección de la tierra (es decir, falta de vegetación).
Anexo 2-50
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
CREEP EN SUELO y DETRITOS: Se presenta en suelos como loess. También se presenta en suelos
arcillosos húmedos (Sharpe, 1938; García Yagüe, 1966). En materiales más gruesos de laderas
pedregosas (talus) (Hutchinson, 1988).
FLUJOS EN DETRITOS: Roca alteradas y troceadas (García Yagüe, 1966), Son comunes en zonas de
topografía cóncavas donde se presenta gran densidad de drenaje con amplias zonas de recarga o de
producción de detritos El material de las fuentes lo conforman depósitos de morrenas poco o no
consolidadas; depósitos coluviales, depósitos de talus y rocas meteorizadas (Dikau et al., 1996).
FLUJOS EN SUELOS. Para Varnes (1978) y Hutchinson (1988), se producen en suelos de grano fino
como limos, arcillas y arenas. También se dan flujos en material granular seco. Lechos de arcilla limosa.
También en rellenos artificiales (Sharpe, 1938). En depósitos de loees (Cruden & Varnes, 1996).
CREEP EN ROCA: Es un fenómeno de superficie que se manifiesta a unos pocos metros de profundidad,
esta capa superficial se lleva consigo la vegetación que la recubre y a veces las estructuras hechas por el
hombre. Se presentan grietas en forma de media luna y escarpes. Los estratos en los afloramientos de
las laderas suelen caerse o incluso mostrar una reversión de la caída real (Figura 30) (Sharpe, 1938).En
los afloramientos rocosos, en especial en estratos con discontinuidades fuertemente inclinadas, el creep
superficial se observa como una curvatura hacia debajo de los afloramientos. En algunos casos, a
pequeña escala se ve implicado un múltiple volcamiento (Hutchinson, 1988).Los movimientos de flujo
pueden dar lugar a manifestaciones de plegamientos, doblamientos, abultamientos, u otro tipo de
comportamiento plástico (Varnes, 1978).
CREEP SUELOS Y DETRITOS: En suelos se manifiesta en las laderas como la inclinación de árboles y
postes y monumentos, desplazamiento rompimiento de muros de contención y fundaciones. Se trasladan
las líneas de carreteras y vías férreas (Sharpe, 1938).
FLUJOS EN DETRITOS: Los flujos de detritos pueden avanzar mucho más allá de la pata del talud y son
generalmente largas y estrechas y a menudo dejan una cicatriz serrada o en forma de V, que disminuye
hacia arriba disminuyendo en la cabeza, flujos comúnmente siguen vías de drenaje preexistentes, y son a
menudo de alta densidad, quizás de 60 a 70 por ciento de sólidos en peso. Forman canales en forma de
V. Parte del material más grueso se amontona a un lado para formar un dique natural, mientras que la
parte más fluida se mueve hacia abajo del canal. Los flujos pueden extenderse varios kilómetros, hasta
que llegan a un valle de menor gradiente o en la base de un frente de montaña(Varnes, 1978). Para
Dikau et al. (1996), se pueden distinguir tres elementos distintivos en un flujo de detritos: el área de
origen, el canal o vía principal y la punta de sedimentación. Comúnmente siguen formas de drenaje pre-
existentes, y los canales o vías tienen una forma de V o de sección transversal rectangular. Algunos de
Anexo 2-51
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
los escombros gruesos se amontonados en el lado del canal para formar rebordes laterales. Los
depósitos de un flujo de detritos se quedan donde la pendiente del canal disminuye o en la punta de los
frentes de montaña. Oleadas sucesivas se acumulan en un abanico de detritos. En Tabla 2 se indican las
características (Figura 31) que se reconocen en cada una de las partes del flujo de detritos:
Tabla 2 Características de reconocimiento de flujos de detritos.
Partes del deslizamiento Características de reconocimiento
Corona Puede tener algunas grietas
Escarpe principal Por lo general tiene dentado o en forma de embudo la parte superior, es larga y
estrecha, desnudo, y normalmente estriados
Flancos Empinado e irregular en la parte superior, puede tener diques en las partes media y
baja
Cabeza Puede no tener ninguna
Cuerpo Tiene líneas de flujo, sigue las vías de drenaje, es sinuoso, y es muy largo si se
compara con la anchura
Pata Por lo general no tiene
Punta Se extiende lateralmente en lóbulos, si es seco, puede tener frente pronunciada,
cerca de un metro de alto
Adaptado de: Dikau et al., (1996)
Zonas potenciales y activas de origen de flujo de detritos pueden ser identificadas en fotografías aéreas o
de campo, se distinguen los tonos de luz en las fotografías relacionadas con la falta de vegetación las
zonas frescas de erosión o deslizamientos en el origen, y sedimentación reciente del abanico de detritos.
La densidad de drenaje es generalmente alta en las áreas de origen y se observan también en las zonas
relictas, aunque enmascaradas por la cubierta vegetal (tonos oscuros) (Dikau et al., 1996).
Los flujos de detritos desarrollan pulsos usualmente con acumulación de bloques en el frente de onda
(Figura 34) ((Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas, 2007).
Figura 34 Corte esquemático típico de un flujo de detritos. Frente con bloques de un pulso del flujo de detritos.
Fuente: Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas (2007)
Según Dikau et al. (1996)los depósitos de un flujo de detritos se caracterizan por que se componen de
clastos grandes embebidos en una matriz de material fino. Los clastos están distribuidos al azar y los
estratos individuales están mal ordenados, aunque se pueden distinguir lentes estratificados de limos,
guijarros o arenas que se forman como resultado de la deposición en delgados pulsos del material del
Anexo 2-52
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
flujo de detritos. En algunos depósitos los cantos rodados son compatibles con la matriz, y en otros casos
los detritos pueden ser clasto soportados si la matriz se ha lavado. Cuando se producen fuerzas de
flotación y presiones dispersivas pueden concentrarse clastos en la parte superior del depósito. Los
abanicos de un flujo de detritos pueden tener pendientes de 0.05 a 0.2%.
Cuando el material movilizado es arena (Figura 35), su forma es de una semigota de agua invertida. Por
si parte inferior, más estrecha, se proyecta parte del terreno afectado por el movimiento a modo de chorro
de arena a este proceso García Yagüe (1966) lo denomina “golpe de arena”
En arcillas García Yagüe (1966), caracteriza el “flujo en arcilla” (Figura 36), como un deslizamiento
superficiales y poco profundos, donde la masa movida se desorganiza totalmente y se acumula al pie. Es
frecuente en las trincheras excavadas y afecta zonas alterada poco profundas. También los caracteriza
como “flujo en manto” (Figura 37) y se diferencia del “flujo en arcilla” en su mayor extensión y menor
profundidad relativa. A veces, rebosan los muros de sostenimiento de pie de la ladera.
Anexo 2-53
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
En la Fotografía 18 se muestra un flujo de suelos don de la superficie de falla del deslizamiento presenta
una falla en forma de cuchara. Presentados en laderas empinadas con suelos delgados producto de
meteorización, por lo general en laderas de lodolitas duras y activadas por sismo
(Yamagishi et al., 2005).
Anexo 2-54
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1.6.5 Fotografías.
Fotografía 14 Flujo de detritos que se movilizó a partir de un deslizamiento en el flanco sur de quebrada
Xishanpo en el terremoto de Wenchuan, China. En el canal de flujo se presentó acordonamiento de material en
las orillas.
Fuente: Tang et al. (2009)
Anexo 2-55
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Anexo 2-56
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Fotografía 18 Deslizamiento con superficie de falla en forma de cuchara. Presentados en laderas empinadas con
suelos delgados producto de meteorización, por lo general en laderas de lodolitas duras y activadas por sismo.
Fuente: Yamagishi et al., (2005)
De acuerdo a Varnes (1978) son movimientos de ladera que incluyen una combinación de uno o varios de los
principales tipos de movimiento (caída, volcamiento, deslizamiento, propagación lateral y flujo) , ya sea dentro
de las diferentes partes de la masa en movimiento o en las diferentes etapas del desarrollo del movimiento.
Para García Yagüe (1966) muchos movimientos son complejos, aunque un tipo generalmente domina sobre
los otros en ciertas zonas o en un momento particular en la evolución del mismo.
Por ejemplo hay deslizamientos a lo largo de una superficie combinada de deslizamiento. La Figura 38
muestra una combinación de superficies cilíndricas y planas. Ocurre a menudo en forma horizontal en
Anexo 2-57
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
estratos sedimentos arcillosos y margosos o calcáreos porque él en primer deslizamiento que es rotacional la
masa no es autoestabilizante (Nemčok et al., 1972).
Dikau et al., (1996) define los movimientos complejos como una forma de falla que se convierte en una
segunda forma de movimiento, es decir, cambia el comportamiento ladera abajo para el mismo material.
Muestra los siguientes ejemplos de deslizamientos complejos:
Avalancha de roca: Una avalancha de rocas (Figura 39), es un gran volumen de restos de rocas,
derivados de la caída de material de un talud, el material se mueve a una alta velocidad y larga distancia,
incluso en pendientes suaves. Su velocidad puede ser del orden de decenas de metros por segundo, la
distancia de recorrido del orden de kilómetros. En el área de acumulación, su volumen puede exceder de
1 x106 m3, con una superficie total de más de 0,1 km2. Debido a su velocidad y dimensiones, este tipo
de deslizamientos puede resultar muy costoso en términos de vidas humanas.
Flujo deslizante: .se caracterizado por el colapso repentino y extremadamente de una masa de material
granular o escombros después de algún tipo de alteración (Figura 40). Una característica esencial es que
el "material en cuestión tiene una estructura metaestable, y porosidad alta. Como resultado de la
alteración, esta estructura se derrumba total o parcialmente como un flujo (Hutchinson, 1988).
Anexo 2-58
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Dado que los procesos son complejos, los factores que inducen a la falla del talud corresponden a la suma de
los mecanismos que inducen al primer movimiento, junto con los factores que afectan la maza ya deslizada
del primer movimiento.
Dikau et al., (1996) presenta para los ejemplos propuestos de procesos complejos lo siguiente:
Avalancha de roca: La avalancha de rocas se puede desarrollar de dos maneras: en primer lugar, por la
caída o deslizamiento de un cuerpo de roca que durante el movimiento pierde progresivamente su
cohesión al convertirse en residuos y por lo tanto continúa su avance como una avalancha de detritos, en
segundo lugar, por la movilización repentina de restos de depósitos detritos ya sea debido a la caída de
una masa de roca o debido a una evento sísmico. La velocidad que caracteriza a estos fenómenos está
relacionada con la relativamente baja resistencia interna al esfuerzo cortante. Por lo tanto, las
características principales del movimiento de una avalancha de rocas son las siguientes:
La altura de caída y/o la distancia de deslizamiento junto con la pendiente, le dan al material en
movimiento la posibilidad de alcanzar una alta velocidad.
Una vez que la masa de detritos empieza a moverse y la velocidad es lo suficientemente alta, se
produce en los detritos dilatación y reducción de la fricción interna, por lo tanto la masa de detritos
puede fluir y extenderse hasta una distancia considerable, incluso en pendientes suaves.
Anexo 2-59
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Flujo deslizante. En el flujo deslizante el colapso de la estructura del material se presenta como una
fluidificación momentánea y generalmente se conoce como un evento de gran magnitud, tanto en
términos de velocidad y destrucción. La velocidad y la magnitud de un flujo deslizante dependen del tipo
de suelo y del esfuerzo. Un flujo deslizante por lo general ocurre en un periodo de unos pocos minutos,
pero puede continuar causando disturbios en todo la punta durante varios días mientras se produce
sedimentación. La tremenda energía que se puede asociar con el flujo de deslizante es capaz de causar
una devastación increíble. Las causas principales para que se de este tipo de movimiento son las
vibraciones o golpes, las fuertes lluvias, la eliminación del apoyo lateral y una carga rápida.
A continuación se presentan una seria de artículos en los que se documentan procesos complejos:
Guadagno & Perriello (2000) describen la activación de mecanismos que afectaron a Sarno, Quindici,
Siano, y Bracigliano al sur de Italia en 1998 como deslizamientos complejos donde se produjeron primero
deslizamientos y posteriormente flujos. Los principales factores que dieron inicio al mecanismo de falla
fueron:
Niveles efectivos esfuerzo muy bajos debido a la sobrecarga de capas delgadas y a los pesos
específicos bajos del material.
Precipitaciones altas.
Fiorillo & Guadagno (2000) describen un deslizamiento antiguo de tipo rotacional y traslacional (Figura 41
y Figura 42) en Molise (Italia). El deslizamiento está influenciado de los planos de estratificación y estos
han sido reconocidos como en el mecanismo de disparo. El deslizamiento se reactiva con las
precipitaciones en épocas de lluvia y en épocas secas se presentan agrietamientos profundos en el
terreno que facilitan la infiltración de agua en los periodos lluviosos.
Anexo 2-60
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Un deslizamiento complejo documentado por Hervás et al., (2003) y Wilson et al., (2000) en la región de
Tesina (Italia), del tipo rotacional con un posterior flujo de detritos se disparó primero en octubre de 1960
Anexo 2-61
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Tokuhiro (1988) y Coupé et al., (2007) documentan el deslizamiento de Villatina en Medellin (Colombia)
donde alto fracturamiento de la roca, las altas pendientes del Cerro Pan de Azúcar, con sus escalones,
cavernas y grietas, las elevadas precipitaciones del mes de septiembre, el octavo más lluvioso desde
1987, según los registros de las Empresas Públicas de Medellín 4 , y el taponamiento de una acequia,
construida por orden de la Corporación de Vivienda y Desarrollo del Municipio de Medellín, CORVIDE, sin
control técnico, ni impermeabilización, para captar las aguas de la quebrada La Castro y suministrar riego
a algunas parcelas productivas, propuestas para controlar la invasión de las laderas.
Los mecanismos descritos por Guadagno & Perriello (2000) Depósitos piroclasticos de la actividad
volcánica del Vesubio, con edades menores a 22000 años. Estos depósitos consisten en alternadas
series de capas delgadas de cenizas y piedra pómez alteradas. La distribución de tamaño de grano
promedio de las cenizas es la de sedimentos de arena y arcilla, mientras que en la piedra pómez se
Anexo 2-62
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
caracteriza como una grava arenosa. De acuerdo con Cruden y Vames (1996), el material implicado
fue detritos.
El proceso descrito por Fiorillo & Guadagno (2000) se presento en colinas están constituidas por
depósitos regresivos marinos del Pleistoceno. A lo largo de laderas margosas y secuencias de
afloramientos limo arcillosos, mientras que en la parte superior predominan arenas y areniscas.
El deslizamiento complejo documentado por Hervás et al., (2003) y Wilson et al., (2000) en la región
de Tesina (Italia), afecta principalmente a la formación Flysch (Eoceno) (Figura 44). Constituida
principalmente por margas y areniscas intercaladas con un espesor de alrededor de 1.000-1.200 m.
Esta formación constituye la base impermeable de toda la zona del deslizamiento y aflora en la parte
inferior del monte Teverone, que se compone principalmente de piedra caliza Fadalto (Cretácico). La
formación Flysch aparece fuertemente plegada y fracturada como consecuencia de la intensa
actividad tectónica de la zona, que se caracteriza por la aparición de importantes discontinuidades
estructurales. Esto ha producido una alta permeabilidad secundaria en la formación, contribuyendo
así a la aparición de numerosas fuentes, especialmente en el área del origen del deslizamiento,
algunos de ellos con flujo perenne. Depósitos cuaternarios superficiales como coluvial y glaciar,
también se han movilizado por el deslizamiento.
Figura 44 Esquema geomorfológico del área de estudio a partir de 2000. Leyenda: (1) Escarpe Antiguo del
deslizamiento, (2) Escarpes secundarios, (3) Flujos activos, (4) Flujos de inactivos, (5) Zona del deslizamiento
rotacional; (6) Zona de fractura reciente; (7) Glaciar rocoso, (8) Talus y conos de talus; (9) Depósitos eluviales y
coluviales; (10) Glacis, (11) Depósitos morrénicos del glaciar Piave; (12) Depósitos morrénicos de los glaciares
locales, (13) molasas (Mioceno), (14) Formación flysch (Eoceno), (15) Piedra caliza Faldato (Cretácico).
Fuente: (Hervás et al., 2003)
Anexo 2-63
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
El deslizamiento de Villatina documentado por Tokuhiro (1988) y Coupé et al., (2007), corresponde a un
suelo laterítico y la roca base es roca metamórfica del Terciario. El suelo meteorizado cubre la roca de
base. La inclinación media de la ladera es de unos 30 grados.
Para la avalancha de rocas Dikau et al., (1996) explican que uno de los rasgos distintivos de las avalanchas
de rocas está relacionada con el tipo de depósito que normalmente lo componen materiales detríticos con un
volumen más alto que la roca original. El volumen del depósito puede ser mayor, no sólo por la ruptura
causada por la caída, sino también por la incorporación de materiales sueltos encontrados a lo largo del curso
del movimiento. Desde un punto de vista de la textura, estos depósitos se caracterizan por una textura
uniforme y una delimitación de aéreas marcadas. También por el relieve en forma de una pequeña colina que
se forma durante la depositación de la masa de detritos
Los mecanismos descritos por Guadagno & Perriello (2000) presentan en todos los deslizamientos se
observa la formación de coronas.
El proceso descrito por Fiorillo & Guadagno (2000) presenta un escarpe principal que está retrocediendo
a causa de la reactivación. En la parte de la pata, la zona de traslación se esta moviendo decenas de
centímetros afectando la carretera y la vía férrea. A lo largo de la línea costera, se presentar
considerables deformaciones y aumento de los depósitos arcillosos en el fondo del mar. El deslizamiento
es aproximadamente 2 km de longitud, aunque la posición de al pata del deslizamiento no se define
fácilmente, ya que se encuentra por debajo del nivel del mar. Su anchura máxima es de
aproximadamente 1 km. Las características morfológicas y geométricas del material desplazado sugieren
que la superficie de falla es de al menos 50 metros de profundidad.
El deslizamiento complejo documentado por Hervás et al., (2003) y Wilson et al., (2000) en la región de
Tesina (Italia), desde un punto de vista geomorfológico, el deslizamiento Tessina tiene una gran zona de
origen con deslizamientos rotacionales y flujos que depositan el material sobre una amplia área plana que
constituye la zona de acumulación superior (Fotografía 20). A partir de aquí, a través de un canal
estrecho y empinado, el material alimenta un caudal aguas abajo, que ya ha llenado hasta el valle y se
acerca a los pueblos de Funes y Lamosano. El deslizamiento se desarrolló en el valle Tessina entre las
altitudes de 1.220 y 625 m snm, con una extensión longitudinal total de casi 3 km y una anchura máxima
de unos 500 m.
El deslizamiento de Villatina documentado por Tokuhiro (1988) y Coupé et al., (2007), presento varias
grietas por encima de la parte superior del deslizamiento. Estas grietas se estaban ampliando
gradualmente cada día. Además, existien agujeros provocadas por la infiltración de agua en los
alrededores.
Anexo 2-64
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
1.7.5 Fotografías.
Fotografía 19 Esquema típico de falla inicial de los procesos descritos por Guadagno & Perriello (2000)
Fuente: (Guadagno & Perriello, 2000)
Fotografía 20 Vista aérea del deslizamiento Tessina y el pueblo amenazado de Funes en 1995.
Fuente: (Hervás et al., 2003)
Anexo 2-65
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Anexo 2-66
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
2 BIBLIOGRAFÍA
Canuti, P., Casagli, N., & Fanti, R. (2003). Landslide Hazard for Archaeological Heritage : the Case of Tharros
Coupé, F., Arboleda, E., & Garcia, C. (2007). Villatina: algunas reflexiones 20 años después de la tragedia.
Crozier, M. J. (1973). Techniques for the morphometric analysis of landslips. Zeitschrift für Geomorphologie,
17(1), 78–101.
Cruden, D. M., & Varnes, D. J. (1996). Landslide types and processes. Landslides: investigation and
mitigation. Edited by, A. K. Turner and R. L. Schuster. Transportation Research Board, Special
Dikau, R., Brunsden, D., Schrott, L., & Ibsen, M. L. (1996). Landslide recognition: identification, movement,
Ertek, T. A. (2000). An Anthropogenic Triggering of a Landslide: Ariklar. Landslide (NW Turkey). Landslides in
Fiorillo, F., & Guadagno, F. M. (2000). Analysis of Rainfall Patterns Triggering Reactivations of a Large
Landslide in Pleistocene Clay in Molise (Italy). Landslides in research, theory and practice, Thomas
Fourniadis, I., Liu, J., & Mason, P. (2007). Regional assessment of landslide impact in the Three Gorges area,
García Yagüe, A. (1966). Contribución para la clasificación de los movimientos del terreno. Revista de Obras
Públicas, 1, 995–1003.
Guadagno, F. ., & Perriello, S. (2000). Triggering Mechanisms of the Landslides that Inundated Sarno,
Quindici, Siano, and Bracigliano (S. Italy). Landslides in research, theory and practice, Thomas
Anexo 2-67
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Hervás, J., Barredo, J. I., Rosin, P., Pasuto, A., Mantovani, F., & Silvano, S. (2003). Monitoring landslides from
optical remotely sensed imagery: the case history of Tessina landslide, Italy. Geomorphology, 54(1–
2), 63–75.
Hutchinson, J. N. (1988). General Report: Morphological and geotechnical parameters of landslides in relation
Hyndman, D. W., & Brown, J. J. (2000). An Attempt at Slump Block and Debris Slide on the Blackfoot River,
Nemčok, A., Pašek, J., & Rybář, J. (1972). Classification of landslides and other mass movements. Rock
Proyecto Multinacional Andino: Geociencias para las Comunidades Andinas. (2007). Movimientos en masa en
la región andina: una guía para la evaluación de amenazas. Publicación Geológica Multinacional No.
4 (Vol. 1).
Sharpe, C. (1938). Landslides and related phenomena. New York, Columbia University Press.(Columbia
Tang, C., Zhu, J., Li, W. L., & Liang, J. T. (2009). Rainfall-triggered debris flows following the Wenchuan
Tokuhiro, H. (1988). Landslide in Villa Tina, Medellin City, Colombia. Landslide News (Jpn. Landslide Soc.), 2,
12–13.
Ulusay, R., Aydan, O., Kumsar, H., & Sonmez, H. (2000). Engineering geological characteristics of the 1998
Adana-Ceyhan earthquake, with particular emphasis on liquefaction phenomena and the role of soil
Varnes, D. J. (1978). Slope movement types and processes. Transportation Research Board Special Report,
(176).
Vlcko, J. (2004). Extremely slow slope movements influencing the stability of Spis Castle, UNESCO site.
Anexo 2-68
Manual de reconocimiento de deslizamientos a partir de características geomorfológicas
Wang, F., Zhang, Y., Huo, Z., Matsumoto, T., & Huang, B. (2004). The July 14, 2003 Qianjiangping landslide,
Wang, G., Sassa, K., & Fukuoka, H. (2005). Seismic Behavior of Saturated Sandy Soils: Case Study for the
Wyllie, D. C., & Mah, C. W. (2004). Rock Slope Engineering: Civil and Mining. Taylor & Francis.
Yamagishi, H., Ayalew, L., & Kato, K. (2005). Characteristics of the Recent Landslides in the Mid Niigata
Region - Comparison between the Landslides by the Heavy Rainfall on 13 July 2004, and by the
Yamagishi, H., & Iwahashi, J. (2007). Comparison between the two triggered landslides in Mid-Niigata, Japan
by July 13 heavy rainfall and October 23 intensive earthquakes in 2004. Landslides, 4(4), 389–397.
Yoshimatsu, H. (1990). A large rock fall along a coastal highway in Japan. Landslide News (Jpn. Landslide
Soc.), 4, 4–5.
Záruba, Q., & Mencl, V. (1969). Landslides and their control. American Elsevier Publishing Company, Inc. New
York.
Anexo 2-69