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A l inicio del siglo XXI, la Co-

misión Episcopal de Misio-


nes y Cooperación entre las Igle-
tal quede sensiblemente recortado
por lo urgente”. Como resultado, “la
preocupación misionera es, a menu-
animación misionera “debería consi-
derarse como un ministerio eclesial
de carácter estable y permanente
sias publicó La misión “ad gentes” do, intermitente. Se concentra en las en cada una de las comunidades
y la Iglesia en España (24-6-2001). grandes campañas”. cristianas”. Por su “dimensión pro-
Su apartado III, 2, caracteriza la La solución es que haya “la de- fética”, “contribuye a que las comu-
animación misionera del siguiente bida proporción entre la atención nidades cristianas tengan una mira-
modo: “Un servicio cualificado pastoral a esta actividad y el puesto da más allá de sus fronteras y de
para conseguir que las comunida- central postulado para ella por el sus muros, y que la «salida» de la
des eclesiales incorporen a su ser y mandato evangelizador del Señor”. comunidad sea efectiva, experimen-
actividad pastoral lo que realmente Para eso, “la animación misionera table y compartida por todos”.
está en la entraña de su naturaleza: no debe ser un componente más de Cumple su objetivo a través de
la misión universal” (aduce RM 83). la actividad pastoral, sino una di- “tres funciones prioritarias”: “la
Y justifica su urgencia por dos ra- mensión de toda ella”. Implica “una información a la comunidad de la
zones: “la importancia de la mi- conversión pastoral desde la misión acción misionera de la Iglesia”, “la
sión ad gentes en la identidad de universal”, para que la animación formación misionera en cualquiera
la Iglesia” y “las transformaciones misionera no sea “un capítulo más, de los proyectos educativos cristia-
que se están experimentando ac- sino una clave, un eje vertebrador nos” y “promover explícitamente
tualmente en el mundo”. de todo proyecto pastoral diocesano en el pueblo cristiano vocaciones
“La actividad misionera constitu- y, por analogía, de toda programa- misioneras”. Ello solo se podrá lo-
ye un capítulo central en la acción ción pastoral elaborada por cual- grar con “la formación de los res-
pastoral de las diócesis de España”; quiera de los sectores o instancias ponsables de la animación misione-
a pesar de ello, “no suele aparecer de la vida eclesial”. ra, [...] dotados de las actitudes es-
en el núcleo de los programas y ta- Para ser un “elemento primor- pirituales y de los conocimientos
reas pastorales”, ya que “los apre- dial de la pastoral ordinaria de las teológicos y pastorales adecuados”,
mios de la pastoral diaria hacen que Iglesias locales” (conforme al deseo necesarios para lograr la “conver-
lo que realmente es importante y vi- de san Juan Pablo II en RM 83), la sión misionera” (EG 30).

Juan Martínez Sáez, fmvd, colaborador de OMP

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