El número de protones del núcleo atómico determina la identidad química de un átomo; se llama número atómico, y

es característico de cada elemento:

• La configuración electrónica es la manera en la que se distribuyen los electrones alrededor del núcleo
• Conocer la configuración electrónica de un átomo permite predecir las propiedades de los elementos.
• Para construir la configuración electrónica de un átomo nos basta con saber Z (número atómico)

n max = 2n2

diagrama de Möller, o regla de las diagonales: los

electrones se han de colocar desde arriba hacia abajo
siguiendo la dirección marcada por las flechas diagonales.

Cada subcapa está formada por un número concreto de

orbitales. En cada orbital solo caben 2 electrones con su
giro o espín opuesto; siempre que sea posible, los
electrones ocuparán orbitales distintos dentro del subnivel.
 • El sistema periódico actual tiene su origen en el propuesto por Dimitri Mendeleiev en 1870, quien colocó
los elementos en orden creciente de masa atómica, además de formar grupos de ellos con propiedades
comunes.
• Como el sistema presentaba algunas irregularidades, en 1914 Henry Moseley reordenó los elementos en
función del número atómico: ahora quedaba claro que sus propiedades químicas dependían de este y no de
la masa atómica.

En él se hallan presentes, hasta hoy, 118 elementos dispuestos en 18 grupos (columnas) y 7 períodos (filas)

• Los elementos pertenecientes a un mismo grupo poseen propiedades físico-químicas semejantes;

por ello, estos grupos reciben una denominación específica:

o alcalinos (grupo 1), o nitrogenoideos (grupo 15),

o alcalino-térreos (grupo 2), o anfígenos (grupo 16),
o metales de transición (grupos 3 al 12), o halógenos (grupo 17)
o térreos (grupo 13), o gases nobles (grupo 18).
o carbonoideos (grupo 14),
• A lo largo de un mismo período, las propiedades físico-químicas de los elementos varían de forma gradual.

• Los elementos pueden ser clasificados en cuatro categorías principales:

o metales (zona izquierda y central de la tabla),

o no metales (zona derecha), semimetales (entre los metales y los no metales) y
o gases nobles (última columna de la derecha, es decir, el grupo 18).
Esto explica que, en general, los elementos de un mismo grupo posean propiedades químicas análogas.

Así, dada la configuración electrónica de la última capa, o capa de valencia, de un elemento, es posible deducir el
grupo al que pertenece y sus propiedades químicas.
 Los átomos de los distintos elementos químicos tienen diferente tamaño. Aunque la nube de
electrones que rodea a un núcleo no tiene un contorno preciso, se establece un radio atómico para cuantificar el
tamaño de un átomo.

Algunas propiedades físicas, como la densidad, el punto de fusión y el punto de ebullición, están
relacionadas con el radio atómico.

• El radio atómico aumenta a medida que se desciende en el grupo y crece el número atómico. Ello se debe a
que los electrones de valencia se sitúan en niveles cada vez más alejados del núcleo, lo que hace aumentar el
tamaño del átomo, es decir, su radio.

• El radio atómico disminuye al avanzar a lo largo de un período y crecer el número atómico porque
aumenta la carga positiva del núcleo y, por tanto, la fuerza con que este atrae a los electrones de la capa más
externa, que es la misma en todos ellos, reduciéndose así el tamaño del átomo.