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Consecuencias del agujero de ozono

La consecuencia fundamental de la destrucción de la capa de ozono es el


aumento de la radiación ultravioleta que logra penetrar hacia la Tierra. Esto a
su vez trae una serie de consecuencias negativas para el equilibrio ecológico y
la vida sobre el planeta.

– Radiación biológicamente dañina

La radiación ultravioleta es parte del espectro electromagnético emitido por


el Sol y posee una alta energía. Esa energía tan alta deteriora las membranas
celulares y también afecta al ADN generando mutaciones.

 El nivel de daño que causa depende de la intensidad con que llegue a la


superficie terrestre y de la tolerancia de cada organismo vivo. Dicho daño va
desde la destrucción de tejido foliar en plantas, hasta cáncer de piel en
humanos.
 Problemas respiratorios: como el asma, a consecuencia del aumento
del O3 en las capas bajas de la atmósfera, el cuál es perjudicial a bajas
alturas.
En seres humanos produce también envejecimiento prematuro, cataratas,
quemaduras solares y deprime el sistema inmunológico. Esto hace que se sea
más susceptible a las enfermedades, ya que este es el sistema que destruye los
virus, bacterias y otros agentes perniciosos.

– Calentamiento global

Al destruirse la capa de ozono se incrementa la entrada de radiación


ultravioleta, de alto valor energético. Esto provoca un mayor calentamiento
planetario, lo cual unido a la reducción del escape del calor terrestre por el
efecto invernadero, incrementa la temperatura promedio.
En 43 por ciento de los días de la última estación seca, desde diciembre hasta
abril, hubo filtraciones de rayos ultravioletas excesivamente altas, según datos
de un estudio sistemático que se viene realizando desde febrero de 1998 por
profesores de la Universidad Nacional de Panamá seis científicos de la
Facultad de Ciencias Exactas de la universidad y un meteorólogo de la
Comisión Administradora del Canal.
El grupo de expertos efectúa mediciones sistemáticas del ozono estratosférico,
la temperatura, la humedad relativa, la presión y otros parámetros.
Para medir el nivel de filtración de rayos ultravioletas sobre Panamá se
empleó un índice internacional cuyos valores desde cero a cuatro se
consideran "bajos", desde cuatro a siete "moderados", desde siete a diez
"altos", y por encima de diez "excesivamente altos"

Alfonso Pino, el vocero de los investigadores, dijo que a pesar de los


esfuerzos actuales para evitar la emisión de gases peligrosos para la
conservación de la capa de ozono, hay días en que la penetración de los rayos
ultravioletas "alcanza un nivel alarmante", con valores de 14 puntos del índice
empleado.

Los estudios fueron realizados sólo en la capital, pero Pino afirmó que es
posible que los registros sean similares en todo el país.
El experto explicó que cuando el índice de radiación utravioleta alcanza
valores superiores a diez, como ocurre muchas veces en Panamá, las personas
expuestas al sol pueden sufrir quemaduras en la piel en sólo diez minutos.

– Deterioro de la ecología marina

La radiación ultravioleta alcanza capas profundas del agua oceánica dañando


al plancton que es la base principal de las redes alimenticias marinas. Por otra
parte, el plancton es la principal fuente de oxígeno, por lo que se altera el ciclo
del oxígeno.
Esto genera una retroalimentación negativa, ya que la reducción del oxígeno
afecta la formación de la capa de ozono.

– Reducción de la provisión de alimentos

La mayor incidencia de radiación ultravioleta producto de la destrucción de la


capa de ozono afecta negativamente la producción agrícola y pecuaria así
como la productividad de los ecosistemas acuáticos. Por tanto incide de forma
determinante en la cantidad de alimentos disponible, contribuyendo al hambre
en el mundo.

Los CFC se sustituyeron por HCFC, es decir, se le añadió hidrógeno para


formar Hidrofluorocarbonos, que tienen la virtud de no atacar a la capa de
ozono, por lo que este problema se evita pero, sin embargo, provocan un
incremento en el efecto invernadero y, por tanto, favorecen el cambio
climático.

Soluciones

Existen varias soluciones para aumentar los niveles de ozono:

– Restricción a la producción y uso de gases destructores de la capa de


ozono

Lo primero es atacar la causa inmediata del deterioro de la capa de ozono, es


decir eliminar el uso de gases que degradan el ozono. Hacia esto apunta el
Protocolo de Montreal que fue diseñado para reducir la producción y
consumo de sustancias que agotan la capa de ozono reduciendo su
abundancia en la atmosfera protegiendo así la frágil capa de ozono de
nuestro planeta. El Protocolo de Montreal original se concertó el 16 de
septiembre de 1987 y entró en vigor el 1 de enero de 1989 “se ha
convertido en un modelo que demuestra cómo las naciones pueden cooperar
en la búsqueda del bien común resolviendo problemas ambientales globales
y mejorando la calidad de vida de la población a nivel mundial”. , sin
embargo se requiere su ampliación.


Esto debido a que nuevos gases de alto impacto no están incluidos en dicho
protocolo, como por ejemplo los óxidos nitrosos.

– Degradación de gases potencialmente destructores de la capa de ozono

Se ha experimentado con el uso de fuentes de plasma de microondas para


degradar los gases que afectan a la capa de ozono. Aplicando esta técnica se
ha logrado descomponer el gas Freón HFC-134a en un 84%, convirtiéndose en
negro humo, hidrógeno y flúor.

– Recuperación y reciclaje

Otra solución es implementar sistemas que permitan recuperar y reciclar


aquellos gases que afectan la capa de ozono.
– Inyección de ozono estratosférico

Aunque algunos califican esta propuesta como utópica, se plantea producir e


inyectar masivamente ozono fresco a la estratósfera a fin de compensar sus
pérdidas.

– Tecnologías alternativas

Una vía para enfrentar el problema es el desarrollo de variantes tecnológicas


que no requieran de gases potencialmente destructores de la capa de ozono.
Esto amerita la búsqueda de nuevas tecnologías en áreas como la
refrigeración, el transporte, extintores, el control de plagas agrícolas y
diversidad de procesos industriales.

– Protección de los ecosistemas

Especialmente relevante es la reducción de la contaminación marina y la


pérdida de bosques, por el efecto negativo en el ciclo del oxígeno.

– Cambio de modelo de desarrollo

Es fundamental implementar un modelo de desarrollo sostenible, que reduzca


la dependencia de combustibles fósiles y la generación de desechos.

En el 2018 Especialistas de la Unidad de Ozono (UNO) del Ministerio de


Salud (MINSA) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) anunciaron el lanzamiento de la segunda fase del Plan Nacional
para la Eliminación de los Hidroclorofluorocarbonos (HCFC), cuya meta es
alcanzar la reducción del 35% de la línea base del consumo de este tipo de
compuestos para el año 2020.

“Estamos seguros de que esta segunda fase contribuirá a que Panamá siga
construyendo el futuro que queremos: un país más equitativo, con
desarrollo sostenible, verde e inclusivo, donde la consigna de que nadie
quede atrás cobre plena realidad”
Esta nueva etapa del Plan Nacional contribuirá a fortalecer las líneas de
trabajo de la primera fase mediante un plan para la eliminación del
consumo de HCFC en el sector productor de espumas, y un plan para hacer
lo propio en el sector de servicios de refrigeración y aire acondicionado.

Por su parte, el Coordinador Regional PNUD del Protocolo de


Montreal, Kasper Koefoed, recordó que es la única convención que tiene
una ratificación universal, y que su contribución ha sido “enorme” para para
la consecución de los objetivos de cambio climático. La nueva meta
internacional es la eliminación gradual de los hidrofluorocarbonos (HFC),
comúnmente utilizados como alternativa a ciertas sustancias agotadoras de
ozono.

“Los HFC tienen un alto potencial para el calentamiento global, pero no son
en sí agotadores de ozono. En su reunión número 29, llevada a cabo en
Ruanda en 2016, las partes acordaron enmendar el Protocolo a través de la
Enmienda de Kigali”, explicó Koefoed, quien agregó que dicha enmienda
va a jugar un papel importante en el futuro para cumplir con las metas del
Acuerdo de París y con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Información adicional

Con 197 países firmantes, el Protocolo de Montreal se ha convertido en uno


de los tratados más ampliamente ratificados en la historia de la Naciones
Unidas y es responsable a la fecha de más del 97% de reducción en el
consumo de las sustancias agotadoras del ozono. Panamá es signataria de
todos los tratados y enmiendas internacionales para la protección de la capa
de ozono.

Panamá cumplió con la eliminación total de los CFC en el año 2009, un año
antes de la fecha establecida por el Protocolo de Montreal. El esfuerzo
continuó más recientemente con la primera fase del Plan Nacional para la
Eliminación de los HCFC, aprobado en 2011, para hacer frente a esta
sustancia que, si bien es menos dañina que los CFC, también afecta la copa
de ozono y contribuye al calentamiento global.

MARCO LEGAL Y SITUACION DE LOS CFC EN LA REPUBLICA


DE PANAMA
Antecedentes:
 En Diciembre 1993 se aprueba el Programa de País para la
Implementación del Protocolo de Montreal en Panamá.
 Desde entonces, la Unidad Nacional de Ozono (UNO) creada por el
Ministerio de Salud, ha administrado y ejecutado su implementación
con el apoyo del Proyecto de Fortalecimiento Institucional.
 Su exitosa implementación ha permitido cumplir con la congelación
obligatoria de CFC de 1995 y con la reducción progresiva hasta el año
2008.
Logros:
 Elaboración e implementación del marco legal para el Agotadoras del
Ozono.
 Implementación de los siguientes proyectos de inversión:
o Recuperación y reciclaje de CFC en refrigeración doméstica,
comercial y aire acondicionado móvil (MAC)
o Eliminación de CFC-11 en la elaboración de espumas de
poliuretano rígido y flexible.
o Eliminación de CFC-12 en la fabricación de espumas de
poliestireno.
 Implementación de los siguientes proyectos de no inversión:
o Taller sobre alternativas del bromuro de metilo
o Programa de capacitación a técnicos de refrigeración y aire
acondicionado
o Programa de formación de Oficiales de Aduanas
 Desarrollo y ejecución de un programa de concienciación y divulgación
de la información.
 Implementación del proyecto Plan de Manejo de Refrigerantes (PMR)
o Formación de oficiales de aduana
o Capacitación y certificación de técnicos de refrigeración y aire
acondicionado.
o Evaluación y monitoreo del PMR

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