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ELEMENTOS PARA UNA ECOLOGÍA POLÍTICA ANTI-ESENCIALISTA

Al analizar el desencadenante de los problemas ambientales se concluye que estos surgen de la


incapacidad de establecer una relación equilibrada entre el hombre, su cultura y la naturaleza. A
lo largo de la vida humana, el hombre ha intentado, desde diferentes perspectivas entender y
explicar como se desarrolla la cultura en el entorno natural y a su vez, la naturaleza en el entorno
político-cultural y se ha llegado a una conclusión común donde la naturaleza se aborda desde tres
características básicas, es vista como elemento real, colectivo y discursivo; estos mas que
elementos esenciales de la naturaleza son constituyentes y partes de un engranaje que debe
funcionar coordinadamente.

A partir de los años 60 se hace una reexaminación de la relación humano-naturaleza y se


establecen dos teorías la constructivista y la realista, la primera ha de incorporar un análisis sobre
la base biofísica de la realidad y la segunda ha de examinar sus enfoques desde la perspectiva de
su constitución histórica; por lo mencionado previamente es que para el autor del texto se hace
necesario el planteamiento de una teoría anti-escencialista que reconozca tanto lo cultural como
lo biológico, para lo cual precisa que tanto lo social como lo biológico tomen roles centrales mas
no existenciales y se establezca entre ellas una multiplicidad de articulaciones a través de diversas
mediaciones culturales; esto con un objetivo, buscar relaciones sociales más justas y sostenibles
entre lo ecológico (entendido como lo biofísico), lo cultural y lo tecno-económico.

Para el entendimiento de las relaciones que se dan entre cultura y naturaleza, se aborda el tema
desde los regímenes de la naturaleza los cuales difieren y se asemejan entre si; por una parte está
el régimen de la naturaleza capitalista: producción y modernidad, ligada esta al materialismo
actual en el que nos encontramos actualmente, este punto ha de ser estudiado desde una
perspectiva histórica en la que se esboza inicialmente al ser humano como un observador por
fuera del cuadro de la naturaleza, esquema para el cual afirmaría que el hombre se condena a si
mismo impartiendo gobernabilidad y mercantilización a lo natural puesto que a esto únicamente
se le ve como el medio universal de producción a escala mundial sin pensar por ejemplo que
dicho medio como todos tiene unos límites que evidentemente se han venido sobrepasando y que
esto ha de acarrear consecuencias graves no solo para la especie humana, sino para todo el sistema
en general; otro de los regímenes es el de la naturaleza orgánica: cultura y conocimiento local en
mi opinión un régimen importante por cuanto rememora y afirma la idea de que la naturaleza no
es manipulable, en cuanto se basa en una idea de conocimiento local, la cultura y la vida orgánica
sin dejar de lado, claro, las relaciones sociales y de producción, cuyos modelos culturales no se
basan en una dualidad naturaleza – sociedad, tal como se establece por mencionar un ejemplo
quizás un poco más simple en la Carta enviada al presidente de los Estados Unidos por el jefe
Seattle en el que este afirma que todas las cosas están relacionadas en referencia a la tierra y el
hombre; el último régimen y no menos importante es el de tecno-naturaleza: artificialidad y
virtualidad que plantea un anti-esencialismo puro frente a la naturaleza en el sentido de que habla
por decirlo así de un diseño de la evolución que para mi y para el autor no sería naturaleza, este
régimen agrupa tanto el conocimiento local y la experiencia expresados en régimen de la
naturaleza orgánica, como también la producción basada en el trabajo de la naturaleza capitalista
y la tecnociencia de tal manera que los tres median entre la biología y la historia; además se
plantea una lógica virtual en la cual la diversidad cobra nuevos significados, según Guattari la
tecno-naturaleza se plantea la posibilidad de nuevas formas y modalidades de ser en pro de la
solución a las problemáticas ambientales o también la que al parecer está tomando más auge es la
de permitir los aspectos más retrógrados de la valoración capitalista, además aunque concuerdo
con el autor en que ‘se hace necesario proponer un nuevo tipo de práctica social mejor equipada
igualmente tanto para asuntos de naturaleza local como para los problemas locales de nuestro
tiempo ‘ difiero en el sentido de que este plantea un descentramiento de la economía como
principio organizativo de la vida social puesto que en modelo actual en el que nos encontramos
considero que esto es irrealizable; en el presente queramos o no estamos nos encontramos
inmersos en una sociedad capitalista, incluso países que se consideraban o que estuvieron por
fuera de la misma algún momento como Cuba ahora empiezan a abrir paso a este modelo
económico y social; en lo personal creo que una solución más aplicable sería por ejemplo la de
empezar a trabajar de la mano con los múltiples actores de la sociedad en la apropiación de la
naturaleza en un sentido más orgánico que a su vez incluya lo artificial, tal como se plantea al
finalizar el texto re centrando la biología en el organismo y re contextualizando la antropología
de las personas dentro de una biología de los organismos.

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