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DERECHO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

Docente: María Alejandra Contreras Zambrano

JUSTIFICACIÓN
En el marco del ordenamiento jurídico vigente en Venezuela, desde la
promulgación en Diciembre del año 1999 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, la Jurisdicción Contencioso Administrativa y el
Proceso Contencioso Administrativo experimentan un importante y gradual
cambio en aras de adecuar sus presupuestos a los postulados de la norma
fundamental. En este contexto la inclusión de su estudio como parte del pensum
de la carrera de Derecho es fundamental, en razón, de la cantidad de actos
dictados por los órganos de la Administración Pública que afectan la esfera
jurídica de los particulares, aparejando la utilización por el órgano emisor de
tales actos de una serie de potestades que incidirán sobre los derechos de los
administrados y en consecuencia, requiere como contrapartida para evitar los
abusos, de la implementación de controles para mantener la adecuación del acto
con la legalidad. El control de la Legalidad así configurado, corresponde a la
Jurisdicción Contencioso Administrativa y cualquier futuro egresado deberá
utilizar los conocimientos adquiridos e implementar las destrezas que haya
desarrollado para solucionar los problemas planteados por la falta de
correspondencia entre el acto administrativo y la norma constitucional o legal
que le sirve de basamento, no sólo para satisfacción de una pretensión particular
en concreto, sino más allá dentro de los fines esenciales del Estado colaborar
como parte integrante del sistema de Justicia, en el correcto funcionamiento de
los órganos que detentan el Poder Público en general y de la Administración
Pública específicamente.
El Sub-proyecto Derecho Contencioso Administrativo culmina la secuencia
lógica iniciada con Derecho Administrativo I, y continuada en Derecho
Administrativo II, de los cuales recoge elementos conceptuales que son su punto
de partida, recibiendo influencias también de otras disciplinas en especial del
Derecho Procesal, del cual adopta algunas formalidades e instituciones básicas,
adaptadas al especial objeto de su estudio.
OBJETIVO GENERAL.
Impartir a los estudiantes el conocimiento de los principios jurídicos procesales
que rigen el Procedimiento Administrativo, que se está aplicando luego de la
entrada en vigencia de la Constitución y de la sanción de las nuevas leyes, por
las autoridades administrativas y que deben manejar quienes se dedican a la
asesoría, como son los funcionarios de la Administración Pública y aquellos que
ejercen el ejercicio profesional privado en el ámbito de los órganos del Poder
Público.

UNIDAD I
EL SISTEMA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO (Valor 20%)

SUMISION DE LA ADMINISTRACION AL DERECHO.

La sumisión de la Administración al derecho está referida a que se debe cumplir


la ley, es decir someterse a ella ya que la sumisión se fundamenta en el principio
de Estado de Derecho, vale decir colocar al Estado y los Particulares en una
misma condición; así mismo, disciplinar la vía del pueblo, de modo que cada
miembro, se encuentre sostenido en el ejercicio y el uso del ejercicio de la
libertad del ciudadano.
Según los anteriores planteamientos la administración pública se organiza y
actúa de conformidad con el principio de legalidad, que no es más que el
sometimiento pleno a la ley y al derecho; es por ello la sumisión de la misma.

PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
El principio de legalidad postula la primacía jurídica de la constitución y de la
ley en sentido material; es decir, la sumisión total de la acción administrativa a
lo que se ha denominado el bloque de la legalidad.
Por su parte, el artículo 137 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece este principio de la siguiente manera: “La Constitución y
la Ley definirán las atribuciones de los órganos que ejercen el poder público, a
las cuales deben sujetarse las actividades que realicen”
El principio de legalidad tiene doble vinculación:
1.- VINCULACION POSITIVA: La administración debe actuar bajo reserva
legal, es decir cumplir la ley ene l ejercicio de su competencia.
2.- VINCULACION NEGATIVA: Que la administración debe tener relación
de compatibilidad, es decir, que puede actuar en su dinamismo sin contradecir
la ley, debe actuar dentro de lo pautado en el ordenamiento jurídico.

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD.
Es la responsabilidad que resulta de una relación de causalidad entre el daño y
la administración pública como autos del mismo.
Este principio lo encontramos consagrado en el artículo 140 de la Constitución,
en el cual se expresa que la responsabilidad puede ser tanto contractual como
extracontractual, siempre que la lesión sea imputable.
Así el artículo 140 consagra que: “El Estado responderá patrimonialmente por
los daos que sufra los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea imputable al funcionamiento de la administración
pública”
Esta responsabilidad es distinta a la prevista en el Código Civil, esta es una
responsabilidad objetiva, porque el daño debe ser ocasionado por la actividad
de la administración pública.

PRINCIPIO DE LA SEPARACION DE FUNCIONES PÚBLICAS:


La separación de funciones públicas o poderes no solo es un principio de
división del trabajo, sino un criterio que trata de garantizar la inexistencia de
poderes absolutos. Al implicar competencias específicas para cada órgano
estatal y la canalización de las decisiones de todos ellos a través de
procedimientos previamente realizados y conocidos.
MEDIOS DE CONTROL DE LA ACTUACIÓN DE LOS PODERES
PÚBLICOS: SOCIALES, POLÍTICOS Y JURÍDICOS
En los estados de derechos y en Venezuela los actos de los órganos de las
distintas ramas del Poder Público, dictados en ejercicio de su respectivo poder
público, son susceptibles de ser controlados por distintos medios; medios que
podemos clasificar en : Sociales políticos y jurídicos. Estos medios de control
son: todo instrumento, camino, procedimiento, que nos permita detectar, frenar
o denunciar posibles desafueros de los funcionarios públicos.

Medios de control Sociales: Es la sociedad civil quien ejerce por intermedio de


sus organizaciones cívicas y de masas, la que debe ejercer, un control que
pudiéramos denominar primario, en razón que el control de la actividad del
estado, favorece, está establecida a favor de los particulares. Estos vienen
representados en los medios de comunicación social radiados, escritos o
televisivos y los barrios, las juntas de condominios.

Medios de control Políticos: están constituidos por la representación político


territorial concretada en los organismos legislativos parlamentos, asambleas o
concejos facultados por la ley para ejercer presiones sobre la marcha de la
administración y de su orientación política. (los sindicatos, los partidos
políticos, los colegios de profesionales, los gremios empresariales, la sociedad
civil organizada, la asamblea nacional)

Medios de control Jurídicos: son aquellos medios técnicos de impugnación o


queja contemplados por la ley para equilibrar el poder de la administración con
respecto al ciudadano y comprenden los recursos administrativos y los
contenciosos administrativos.

LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS Y LAS ACCIONES


CONTENCIOSOS ADMINISTRATIVOS.
Los recursos administrativos surgen como un remedio a la legal actuación de la
administración. Son medios legales que el ordenamiento jurídico pone a
disposición de los particulares para lograr, a través de la impugnación, que la
Administración rectifique su proceder. Son la garantía del particular para una
efectiva protección de su situación jurídica.
Son denominados recursos, porque se trabaja con un acto preexistente, es decir,
con una materia procedimental ya decidida, que en este caso, es un acto
administrativo de efectos particulares, nunca general (artículo 85).
En cuanto a la naturaleza de los recursos administrativos, la tesis predominante
considera los recursos administrativos como un derecho del interesado, que
forma parte de la garantía constitucional a la defensa. Este es el criterio acogido
por el Tribunal Supremo de Justicia, en sentencias de la Corte Federal del
05.08.55 y del 24.11.53. Otra tesis considera los recursos como medios
procedimentales de defensa de los derechos de los individuos ante las
autoridades públicas, criterio éste mayoritariamente aceptado, ya que el
procedimiento en sí no puede ser calificado como un derecho, sino como un
medio que permita al particular revelarse ante la conducta ilegítima de la
Administración.
El recurso administrativo es un acto por el que un sujeto legitimado para ello
pide a la Administración que revise, revoque o reforme una resolución
administrativa, o excepcionalmente un trámite, dentro de unos determinados
lazos y siguiendo unas formalidades establecidas y pertinentes al caso.
Es necesario distinguir el recurso de la petición. En el primero se parte de la
existencia previa de un acto o resolución administrativa, que es lo que se
pretende que se reforme o revoque, mientras que la petición tiene como
finalidad última la realización por parte de la Administración de un acto nuevo.
Los recursos administrativos se interponen y resuelven ante la misma
Administración, por lo que esta se convierte así en juez y parte de los mismos.
De ahí que la garantía que se pretende asegurar ofreciendo mediante la
interposición de recursos una posibilidad de reacción contra las resoluciones
administrativas se vea limitada por el hecho de ser la propia Administración la
que ha de resolver el litigio planteado y que deriva de un acto suyo. Y de ahí
que en muchas ocasiones, tras la resolución administrativa, haya que acudir a
otras instancias (la vía judicial) para la última consideración y sentencia sobre
el asunto en cuestión.
Se podrán interponer contra las disposiciones administrativas dos tipos de
recursos: el ordinario, que puede ser considerado como el sustituto del
antiguo recurso de alzada, y el extraordinario o de revisión. Sus características
las examinaremos más adelante.
Por el contrario, no cabrá la interposición de recurso contra las disposiciones
administrativas de carácter general. En este sentido la Ley a que hacemos
referencia ha introducido una modificación sustancial con la situación anterior,
no permitiendo proceder a la impugnación de forma directa de una disposición
de carácter general. No obstante, sí cabe la posibilidad de una
impugnación indirecta mediante la impugnación de un acto administrativo de
aplicación de una disposición general, pudiéndose interponer el recurso ante el
órgano administrativo del que emanó la disposición general de cuya aplicación
deriva el acto recurrido y no sólo ante el órgano del que emanó el acto.
Las leyes podrán sustituir el recurso ordinario por otros procedimientos de
impugnación o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y
arbitraje. Ello se hará en supuestos o ámbitos sectoriales determinados y cuando
la especificidad de la materia así lo justifique y ante órganos colegiados o
comisiones específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas. No obstante,
deberán sujetarse a los principios, garantías y plazos que la Ley sobre
Procedimiento Administrativo establece.
Fin de la vía administrativa
Para saber qué tipo de recurso procede interponer ante una resolución
administrativa habrá de tenerse conocimiento de cuándo se produce el fin de la
vía administrativa. En este sentido, ponen fin a la vía administrativa:
– Las resoluciones que recaigan en los Recursos Ordinarios interpuestos.
– Las resoluciones que recaigan en los procedimientos especiales que sustituyan
al recurso ordinario, que se han indicado anteriormente (procedimientos de
impugnación o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y
arbitraje).
– Las resoluciones que sean dictadas por órganos que carezcan de superior
jerárquico, salvo que se establezca lo contrario por Ley.
– Otras resoluciones administrativas que por ley o reglamentariamente se haya
establecido que ponen fin a la vía administrativa.
La disposición adicional novena de la Ley a que nos estamos refiriendo
establece las resoluciones que ponen fin a la vía administrativa en lo
concerniente a la Administración General del Estado, que son:
– Las del Consejo de Ministros y sus Comisiones Delegadas.
– Las de los Ministros dentro de sus competencias departamentales.
– Las de los Subsecretarios y Directores Generales en materia de personal.
Tipos de Recursos Administrativos
Como se dijera en el capítulo anterior, los recursos administrativos forman parte
de los procedimientos de segundo grado. Dentro de estos procedimientos
pueden destacarse, de acuerdo a la Ley que rige la materia, tres tipologías
distintas, a saber:
Recursos Ordinarios:
Son aquellos que revisten un carácter genérico, ya que pueden plantearse en
todos los casos, salvo en aquellos que exista disposición legal en contrario.
a) Objeto: El recurso ordinario es el que se interpone por las personas
interesadas contra las resoluciones que no pongan fin a la vía administrativa o
contra los actos de trámite que determinen la imposibilidad de continuar un
procedimiento o produzcan indefensión. Dicho recurso se interpone ante el
órgano superior jerárquico del que dictó las resoluciones o actos impugnados
en el. A estos efectos, los tribunales y órganos de selección del personal al
servicio de las Administraciones Públicas se considerarán dependientes de la
Autoridad que haya nombrado al presidente de los mismos.
b) Plazo: El plazo para la interposición del recurso ordinario será de un mes.
Transcurrido dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será
firme a todos los efectos, sin perjuicio, en su caso, de que proceda la
interposición de recurso extraordinario de revisión
c) Motivos: El recurso ordinario podrá fundarse en cualquiera de los motivos
de nulidad o anulabilidad de los actos de las Administraciones Públicas.
Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los
casos siguientes:
a) Los que lesionen el contenido esencial de los derechos y libertades
susceptibles de amparo constitucional.
b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de materia
o del territorio.
c) Los que tengan un contenido imposible.
d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia
de ésta.
e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento
legalmente establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para
la formación de la voluntad de los órganos colegiados.
f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los
que se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos
esenciales para su adquisición.
g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición legal.
También serán nulos de pleno derecho las disposiciones administrativas que
vulneren la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de
rango superior, las que regulen materias reservadas a la Ley, y las que
establezcan la retroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables o
restrictivas de derechos individuales.
Por otro lado, son anulables los actos de la Administración que incurran en
cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.
El defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de
los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la
indefensión de las personas interesadas. Por último, la realización de
actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo
implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del
término o plazo.
Los vicios y defectos que hagan anulable el acto no podrán ser alegados por los
causantes de los mismos.
Interposición: El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto
que se impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el recurso se
hubiera presentado ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá
remitirlo al competente en el plazo de diez días, con su informe y con una copia
completa ordenada de su expediente. En este sentido, la persona titular del
órgano que dictó el acto recurrido será responsable directa de cumplimentar lo
anteriormente indicado.
Resolución Presunta: Transcurridos tres meses desde la interposición del
recurso ordinario sin que recaiga resolución, se podrá entender desestimado y
quedará expedita a vía procedente.
Se exceptúa el caso de recursos interpuestos contra la desestimación presunta
de una solicitud por transcurso del plazo, en el que se entiende que queda
estimado si la Administración no resuelve en el plazo oportuno.
Dentro de los recursos ordinarios se distinguen a su vez: el recurso de
reconsideración y el recurso jerárquico.
El recurso de reconsideración se le suele calificar como un recurso horizontal,
en el sentido de que el mismo es ejercido en contra de la actuación emanada del
órgano que dictó el acto originario. El mismo debe ser decidido en un lapso de
15 días hábiles. Ahora bien, cuando quien debe decidir el recurso de
reconsideración es la máxima autoridad, éste cuenta con un lapso mayor, el cual
es de 90 días continuos.
Debe destacarse que en contra del acto que decide el recurso de reconsideración,
no es posible volver ha ejercer este tipo de recurso.
El recurso jerárquico es denominado, a diferencia del anterior, como un recurso
vertical, ya que el mismo se intenta ante la superior jerarquía dentro de la
organización. En el caso de los Municipios, ante el Alcalde o en los casos de la
Administración Pública Nacional, ante el Ministro respectivo.
El lapso para decidir el recurso es de 90 días continuos, contados a partir de la
interposición del mismo.
Es de hacer notar que las decisiones que resuelvan el recurso jerárquico, agotan
la vía administrativa, es decir, que al ser dictadas por la máxima autoridad del
ente administrativo de que se trate, dicha decisión, abre el camino al ejercicio
de los recursos jurisdiccionales judiciales.
Recursos Especiales:
Estos recursos sólo proceden en aquellos casos expresamente previstos en la
norma, la cual especifica el recurso admisible.
En nuestra legislación se considera como recurso especial, el denominado
recurso jerárquico impropio, el cual se ejerce ante las máximas autoridades de
los entes descentralizados de la Administración Pública. Por ejemplo, en caso
de una decisión emanada de un Instituto Autónomo Municipal, el recurso debe
plantearse ante el Directorio o Junta Directiva del mismo y luego de su decisión,
conocería eventualmente el máximo órgano del organismo de adscripción que
sería el Alcalde. Este recurso se funda en el principio de jerarquía
administrativa, según el cual, los entes que ejercen la tutela de los órganos que
componen la Administración Descentralizada, tienen competencia para revisar
no sólo la legitimidad, sino la oportunidad o conveniencia de sus actos.
Recursos Extraordinarios: A diferencia de los anteriores, los recursos
extraordinarios operan “aún cuando el acto ha quedado firme”, es decir, aún
fuera de los lapsos que la ley prevé para su impugnación.
Dentro de estos recursos encontramos el denominado recurso de revisión, el
cual, como se dijo anteriormente, supone un acto firme y, por lo tanto, la
decisión que eventualmente se dicte afectará la autoridad de cosa juzgada
administrativa. Este recurso procede frente a cualquier acto que haya quedado
firme, no necesariamente ante aquellos que causen estado.
El lapso para su ejercicio es de tres meses y varía según el motivo de
impugnación de que se trate. En efecto, cuando los motivos de la impugnación
sean documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial
definitivamente firme, que hubieren influido de manera decisiva en la
resolución del asunto, o cuando la decisión hubiere sido adoptada por cohecho,
fraude, violencia o soborno, y ello hubiere quedado establecido en sentencia
judicial definitivamente firme, el lapso de impugnación será dentro de los tres
(3) meses siguientes a la fecha de la sentencia. Ahora bien, si el motivo hubiere
sido la aparición de pruebas esenciales para la resolución del asunto, no
disponibles para la época de la tramitación del expediente, este lapso comenzará
a computarse a partir del momento en que se haya tenido noticia de la existencia
de las pruebas. Por lo que se refiere al lapso para decidir, éste es dentro de los
treinta días siguientes a la fecha de presentación del recurso. (Artículos 85 al 99
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos).
Es de hacer notar que, una vez interpuesto cualquiera de los antedichos recursos,
el interesado no podrá acudir ante la jurisdicción contencioso-administrativa
hasta tanto se produzca la decisión o se venza el plazo que tenga la
administración para decidir, ello con la finalidad de evitar decisiones
contradictorias.
a) Objeto: El recurso extraordinario de revisión es el que se interpone por las
personas interesadas contra los actos que agoten la vía administrativa o contra
los que no se haya interpuesto recurso administrativo en plazo.
b) Motivos: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse cuando
concurra alguna de las circunstancias siguientes:
1ª. Que al dictar los actos recurridos se hubiera incurrido en error de hecho, que
resulte de los propios documentos incorporados al expediente.
2ª. Que aparezcan o se aporten documentos de valor esencial para la resolución
del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución
recurrida.
3ª. Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios
declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella
resolución.
4ª. Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación,
cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya
declarado así en sentencia judicial firme.
c) Plazo: El recurso extraordinario de revisión se interpondrá cuando se trate
de la causa primera indicada en el apartado anterior, dentro del plazo de cuatro
años siguientes a la fecha de la notificación de la resolución impugnada. En los
demás casos, el plazo será de tres meses a contar desde el conocimiento de los
documentos o desde que la sentencia judicial quedó firme.
d) Interposición: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse ante
el órgano que dictó el acto que se impugna o ante el órgano competente para
resolverlo. Si el recurso se hubiera presentado ante el órgano que dictó el acto
impugnado, este deberá remitirlo al competente en el plazo de diez días, con su
informe y con una copia completa ordenada de su expediente. En este sentido,
la persona titular del órgano que dictó el acto recurrido será responsable directa
de cumplimentar lo anteriormente indicado.
El órgano al que corresponde conocer del recurso extraordinario de revisión
debe pronunciarse, no sólo sobre la procedencia del recurso, sino también sobre
el fondo de la cuestión resuelta por el acto recurrido.
e) Resolución Presunta: Transcurrido el plazo de tres meses desde la
interposición del recurso extraordinario de revisión sin que recaiga resolución,
se entenderá desestimado, quedando expedita la vía jurisdiccional contencioso-
administrativa.

En el proceso contencioso-administrativo venezolano, son diversos los tipos


de recursos y acciones que se pueden interponer ante los órganos que la ejercen,
se habla de un recurso contencioso-administrativo objetivo, referido a las
demandas de nulidad contra los actos administrativos, es decir, en el que el
recurrente persigue sólo la declaratoria de nulidad del acto administrativo que
resulte contrario a derecho. Por otra parte, su puede hablar de un recurso
contencioso-administrativo subjetivo, el cual persigue adicional a la pretensión
de nulidad del acto administrativo, la condena de la Administración, es decir,
se formulan otros pedimentos adicionales como puede ser la indemnización de
una suma de dinero por concepto de daños y perjuicios ocasionados por la
actividad administrativa o el restablecimiento de las situaciones jurídicas
subjetivas lesionadas por la actividad administrativa.
LA NOCIÓN DE CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO

Para Auby y Drago, citado por el profesor Eloy Lares Martínez (2002),
lato sensu, se entiende por Contencioso-Administrativo el conjunto de litigios
nacidos de los actos administrativos y de las operaciones materiales de la
Administración que resulten contrarios a derecho; estricto sensu, constituye el
conjunto de reglas jurídicas que rigen la solución por vía jurisdiccional de los
litigios administrativos. Se trata pues, de un contencioso o controversia con la
Administración, por un acto ilegal o ilegítimo o por una actuación
administrativa que lesiona los derechos subjetivos de un particular. Se
caracteriza por la presencia de un sujeto activo (el Administrado), un sujeto
pasivo (la Administración) o viceversa, y la resolución de un conflicto por un
órgano independiente y neutral, con potestades para restablecer el orden jurídico
(un Tribunal de lo Contencioso-Administrativo). Es un sistema integrado tanto
por los órganos judiciales como por la normativa aplicable que rige la materia,
tal como lo señaló la profesora y Magistrada Emerita de la extinta Corte
Suprema de Justicia, Josefina Calcaño de Temeltas (1997).

LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA EN
VENEZUELA

La Jurisdicción Contencioso Administrativa en Venezuela puede


definirse como un conjunto de órganos judiciales o jurisdiccionales
especializados, encargados de controlar la legalidad y legitimidad de los actos,
hechos u omisiones así como las relaciones jurídico-administrativas entre los
Administrados y la Administración Pública en todos sus niveles.
La norma fundamental que consagra esta especial jurisdicción en
Venezuela, se encuentra contenida en el artículo 259 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, aprobada por referéndum popular el 15 de
diciembre de 1999, (antes artículo 206 de la Constitución de 1961), cuyo texto
es el siguiente:
Artículo 259. “La jurisdicción contencioso administrativa
corresponde al Tribunal Supremo de Justicia y a los demás
tribunales que determine la ley. Los órganos de la jurisdicción
contencioso administrativa son competentes para anular los
actos administrativos generales o individuales contrarios a
derecho, incluso por desviación de poder; condenar al pago de
sumas de dinero y a la reparación de daños y perjuicios
originados en responsabilidad de la Administración; conocer de
reclamos por la prestación de servicios públicos; y disponer lo
necesario para el restablecimiento de las situaciones jurídicas
subjetivas lesionadas por la actividad administrativa.”.
Con base en esta disposición Constitucional fundamental, se construyó
en Venezuela la teoría del contencioso-administrativo, destacándose la
Constitucionalización del derecho administrativo, y con arreglo a esta teoría
elaborada por la jurisprudencia tanto de la extinta Corte Federal y de Casación
como de la extinta Corte Suprema de Justicia y desarrollada por la doctrina
nacional, se elaboró la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia de 1976,
hoy derogada por la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de 2004.
La clave del sistema contencioso-administrativo venezolano, cuyo núcleo se
encuentra en el artículo 259 Constitucional, es una traslación del modelo
español, tal como resulta configurada en la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa del 27 de diciembre de 1956, a decir de los catedráticos
españoles Eduardo García de Enterría y Tomás Ramón Fernández (2001), ha
sido memorable en el Derecho Público español, la cual fue robustecida
resueltamente y prestándole el rango de supremo propio de sus normas en la
Constitución española de 1977, la cual señala en su artículo 106.1 que:
“Los Tribunales (Contencioso-Administrativos) controlan la actividad la
potestad reglamentaria y la legalidad de la Administración, así como el
sometimiento de ésta a los fines que la justifican”
La citada disposición constitucional (art. 259); en primer lugar, establece la
jurisdicción contencioso administrativ En segundo lugar, en la referida
disposición constitucional (art. 259), se le atribuyó competencia expresa a los
órganos de la jurisdicción contencioso-administrativa, para:
a) Anular los actos administrativos generales o individuales contrarios a
derecho, incluso por desviación de poder;
b) Condenar a la Administración al pago de sumas de dinero y a la
reparación de daños y perjuicios originados en responsabilidad de la
Administración;
c) Conocer de los reclamos formulados por los Administrados por la
prestación de los servicios públicos; y
d) Disponer lo necesario para el restablecimiento de las situaciones jurídicas
subjetivas lesionadas por la actividad administrativa.
CARACTERÍSTICAS DE LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO-
ADMINISTRATIVA EN VENEZUELA

Con el desarrollo de la teoría del Contencioso Administrativo, se pueden


distinguir algunas características fundamentales de la misma, así tenemos:
1.) La Jurisdicción Contencioso-Administrativa constituye una jurisdicción
especial:
La Jurisdicción Contencioso-Administrativa no constituye una
“jurisdicción administrativa” propiamente dicha, en contraposición con la
“jurisdicción judicial”, que si lo es, sino que la misma se encuentra establecida
e integrada dentro de los órganos jurisdiccionales que ejercen el Poder Judicial;
es decir, que la misma es parte integrante del Poder Judicial del Estado, cuyo
ejercicio esta encomendado a diversos órganos jurisdiccionales especializados,
en razón de los sujetos sometidos a su control, o por razón del territorio, de la
materia y de la cuantía.
A los órganos de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa no le está
encomendada, la generalidad de los procesos ni esta sometida a ellos la
generalidad de las personas: solamente juzga determinados hechos y relaciones
jurídicas entre los Administrados y la Administración. Se trata de una
competencia especializada dentro de un único Poder Judicial.
En suma, se trata de una jurisdicción diferente a la que ejerce un Consejo
de Estado, como en Francia, Italia, Bélgica, los Países Bajos, Colombia, etc., o
por un tribunal especial como en Alemania, Austria y Suiza, en nuestro caso, la
ejercen los tribunales de orden judicial como en España, la jurisdicción especial
se encuentra integrada a la jurisdicción ordinaria.
2.) La Jurisdicción Contencioso-Administrativo ejerce el control de la
Administración:
La existencia de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa radica en la
necesidad de una jurisdicción especial para controlar a la Administración
Pública y a la actividad administrativa. Ahora bien, la noción de
“Administración” puede delimitarse, según los casos, conforme al artículo 259
Constitucional, de acuerdo a un criterio material y un criterio orgánico:
- De acuerdo al criterio material, cuando en el Texto Constitucional se
hace referencia a la “responsabilidad de la Administración”, en realidad se
refiere a las consecuencias de una actividad pública administrativa, poniendo
mayor énfasis en la actuación (Actividad administrativa) que en la persona
(Agente de la Administración).
- De acuerdo al criterio orgánico, ha de entenderse por
“Administración”, a los efectos de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa,
fundamentalmente a las personas jurídicas de derecho público o a las personas
jurídicas estatales, según los casos.
En este sentido, pueden distinguirse dos tipos de personas en el campo
del derecho administrativo: las de derecho público y las de derecho privado. En
cuanto a las personas de derecho público, son éstas las personas político
territoriales como lo son la República, los Estados Federados y las
Municipalidades, y a las personas de derecho público no territoriales o
establecimientos públicos, es decir, aquellas personas jurídicas creadas por esas
mismas personas Político-Territoriales, creadas mediante Ley, para
descentralizar determinadas actividades, y las cuales pueden ser de tres
categorías fundamentales: Los establecimientos públicos institucionales o
institutos autónomos, los establecimientos públicos corporativos, como las
Universidades Nacionales o los Colegios Profesionales, y los establecimientos
públicos asociativos también denominados por un sector de la doctrina, “entes
únicos”, como lo es el Banco Central de Venezuela. En cuanto a las personas
públicas de derecho privado, en algunos casos, quedan sometidas a la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa, particularmente aquellas creadas por
el Estado para la realización de actividades, fundamentalmente en el campo
económico, es decir, las empresas del Estado establecidas como sociedades
mercantiles, con capital público o mixto, según las reglas del Derecho Privado
Comercial, o las personas jurídico-privadas a las que la ley les ha asignado el
ejercicio de determinadas tareas públicas.
3.) La Jurisdicción Contencioso-Administrativa ejerce el control de la
actividad de los entes públicos:
Anteriormente, la legislación establecía el conocimiento de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa, sólo respecto a las “pretensiones
fundadas en preceptos de derecho administrativo”; posteriormente, con la
promulgación de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia del 30 de
julio de 1976, la Jurisdicción Contencioso-Administrativa se estableció como
un fuero general, respecto a la República y las otras personas jurídicas estatales
nacionales.
Por ello, hoy día, no solo corresponde a esta especial jurisdicción el
conocimiento de los juicios de nulidad contra los actos administrativos
emanados de los entes de derecho público, cualquiera sea la naturaleza de su
objeto (incluso los que se refieren a la administración del derecho privado), sino
también compete a sus órganos el conocimiento de las demandas que por
cualquier causa se intenten o que sean intentadas contra la República, los
Estados, los Municipios, o algún Instituto Autónomo, ente público o empresa,
en la cual los entes político territoriales ejerzan un control decisivo y
permanente, en cuanto a su dirección o administración se refiere. Este criterio
se mantuvo en la nueva Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de 2004,
tal como lo señala de manera reiterada, pacífica y constante la doctrina del
Máximo Tribunal en diferentes fallos, entre otras: las sentencias de la Sala
Político Administrativa Nº 1.209 del 2 de septiembre de 2004, caso:
Importadora Cordi, C.A. contra Venezolana de Televisión; la Nº 1.315 del 8 de
septiembre de 2004, caso: Alejandro Ortega Ortega contra el Banco Industrial
de Venezuela, C.A.; la Nº 1.900 del 27 de octubre de 2004, caso: Marlon
Rodríguez contra la Cámara Municipal del Municipio El Hatillo del estado
Miranda; la Nº 2.271 del 24 de noviembre de 2004, caso: Tecno Servicios
Yes’card, C.A. y la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos (CANATAME)
contra la Superintendencia para la Promoción y Protección de la Libre
Competencia (PROCOMPETENCIA); y, la sentencia de la Sala Constitucional
Nº 5.082 del 15 de diciembre de 2005, caso: Rafael José Flores Jiménez Evelise
Josefina Ynserny de Flores, y la sociedad mercantil Restaurant La Casona de
Los Altos, C.A., en la solicitud de revisión constitucional de la sentencia dictada
por la Sala de Casación Civil el 2 de mayo de 2005.
4.) Ejerce el control de la legalidad y de la legitimidad:
La jurisdicción contencioso-administrativa tiene por objeto el control de
la legalidad y de la legitimidad de la actuación administrativa. El control de la
legalidad se manifiesta por la competencia que tienen los órganos de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa para “anular los actos administrativos
contrarios a derecho, incluso por desviación de poder”. Es decir, esta
jurisdicción especial controla los actos administrativos en su sumisión al
principio de la legalidad administrativa. Entendiéndose por legalidad,
conformidad con el derecho. Ésta también tiene por objeto el control de la
legitimidad de la actuación administrativa, es decir, el control de la legitimidad
no sólo de los actos administrativos, sino también de los hechos, relaciones
jurídico-administrativas y demás actuaciones de los entes sometidos a su
control. En este contexto, entendemos por legitimidad la conformidad con el
orden jurídico, el cual no sólo está conformado por actos normativos, por lo que
una actividad es legítima, cuando está fundada en un título jurídico regular y
suficiente conforme al orden jurídico.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA
ARAUJO JUÁREZ, José. (2004) Principios Generales del Derecho Procesal
Administrativo. Editorial Hermanos Vadell.
BREWER CARIAS, Allan (2000). La Constitución de 1999. Editorial Arte. Caracas.
Venezuela. LEYES ESPECIALES
https://es.scribd.com/document/137196876/Modulo-II-Derecho-Contencioso-
Administrativo#:~:text=La%20sumisin%20de%20la%20Administracin,modo
%20que%20cada%20miembro%2C%20se
https://derechovenezolano.wordpress.com/2015/09/21/los-recursos-
administrativos/
https://www.monografias.com/trabajos98/contencioso-administrativo-
venezuela/contencioso-administrativo-venezuela2.shtml

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