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Introducción

En Honduras el proceso monitorio se introduce en el Código Procesal Civil (Decreto N. 11-2006),


que entró en vigencia en noviembre del 2010, está diseñado para poder cobrar de forma rápida y
efectiva, deudas dinerarias, líquidas, vencidas, exigibles y de cantidad determinada, cuando se
aporte un principio de prueba documental de la deuda.

En el capítulo V, Título V se encuentra regulado lo que es el proceso monitorio. Efectivamente, se


introduce el juicio monitorio en el ordenamiento jurídico hondureño, partiendo de la mejor
tradición europea, incorporando los avances de las reclamaciones de pequeña cuantía
anglosajonas y las recomendaciones de la Unión Europea para el cobro rápido de las deudas
comerciales. –

Sin lugar a equívocos, uno de los grandes aciertos de la nueva legislación procesal civil, ha sido el
proceso monitorio, que tiene como finalidad, la protección ágil, rápida y menos onerosa de la
tutela del crédito, salvaguardando con ello así, los derechos de los acreedores.

En cuanto a demanda no posee tanto formalismo como una demanda de un proceso declarativo
ordinario o como el proceso de ejecución propiamente dicho. La deuda puede constar mediante
cualquier medio, incluso de una servilleta si fuera el caso, con tal que la firma y la información de
la deuda y del deudor no posea cuestionamiento. Sin embargo, se tiene una limitación en cuanto
al monto reclamado, puesto que las deudas superiores a los L.200,000.00, tienen que constar en
títulos ejecutivos o su cobro tendría que hacerse por una vía declarativa ordinaria. El resultado de
esta acción será, que el juzgado nos dará un título de ejecución judicial, con el podremos hacer las
acciones pertinentes, como ser embargos, secuestros, prohibiciones, etc. Para asegurar el cobro
de nuestra deuda.

Conclusiones

I. El proceso monitorio es un proceso especial, por razones procesales, porque especial es su


estructura procedimental con respecto al proceso ordinario. Mientras en un proceso civil
ordinario se cumple el esquema procesal tradicional, tal como la demanda, contestación,
prueba, sentencia; en el proceso monitorio, en cambio, este es un procedimiento previsto
para un supuesto concreto de reclamaciones sobre deudas dinerarias, vencidas, exigibles,
mediante documento de los relacionados en la ley. –

II. De acuerdo a los criterios anteriores se puede concluir que el proceso monitorio es un
procedimiento ágil (en comparación al proceso ordinario), que tiene por finalidad declarar
la existencia de los créditos pecuniarios para su debida ejecución. Este proceso es
extremadamente expedito, donde cualquier acreedor que posea un crédito documentado
que la ley prescribe, solicita a la autoridad judicial que requiera de pago al deudor bajo el
apercibimiento de ejecución, sin oírle previamente y sin haber practicado la más mínima
actividad probatoria.

III. El procedimiento monitorio comenzará por demanda (se prevén formularios al efecto) del
acreedor en la que se expresarán la identidad del deudor, el domicilio o domicilios del
acreedor y del deudor o el lugar en que residieran o pudieran ser hallados y el origen y
cuantía de la deuda, acompañándose el documento o documentos antes reseñados.
Evidentemente, al tratarse de un proceso que pivota sobre la fuerza vinculante del
documento en cuestión, sin él la demanda es directamente inadmisible.

IV. La naturaleza jurídica del proceso monitorio en el sistema procesal hondureño, es


declarativa, aunque especial, porque se aparta del proceso ordinario, al invertir la
iniciativa del contradictorio con la finalidad de que el acreedor obtenga con rapidez un
título ejecutivo, en consecuencia, se trata de un proceso condenatorio, especial y
abreviado.

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