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LAS “DROGAS”, SU CONSUMO Y COMO ESTA SITUACION

NOS AFECTA A TODOS

CATALINA LUENGAS VARGAS

FUNDACION EDUCATIVA COLEGIO DIOCESANO


RICAURTE

10ª

FUSAGASUGA

AGOSTO 22 DE 2017
Según OMS (organización mundial de la salud), la palabra droga es un término de
uso variado que en medicina se refiere a toda sustancia con capacidad de prevenir
o curar algún padecimiento, aunque en el lenguaje coloquial la palabra hace
referencia a sustancias psicoactivas e ilegales usadas sin fines terapéuticos, auto
administradas que son potencialmente adictivas y pueden causar dependencia o
producen placer. Las drogas más consumidas en el mundo son el alcohol, la
nicotina y la cafeína que son legales en la mayoría de los países, además de otras
sustancias generalmente ilegales como derivados de los opiáceos y las
anfetaminas.

Las drogas se dividen según su farmacología en: A) depresoras, que son aquellas
que ralentizan o inhiben las funciones o la actividad de alguna región del cerebro
como doxilamina, haloperidol, ketamina, entre otras. B) estimulantes, que son
aquellas que producen mejoras temporales de la actividad neurológica o física
como la cafeína, nicotina, anfetaminas, ente otros. C) alucinógenas, que producen
cambios en la percepción, consciencia, emoción o ambos, esta se divide en tres
grupos que son: psicodélicos, disociativos, delirantes. y D) opioides que son las
drogas que se unen a receptores opioides situados principalmente en el sistema
nervioso central y en el tracto gastrointestinal como la morfina, codeína, heroína,
metadona, petidina, entre otros.

El consumo de drogas puede causar farmacodependencia o drogadicción,


padecimiento que consiste en consumir dosis repetidas de una sustancia,
acompañada de tolerancia, que hace referencia a la necesidad de aumentar las
dosis. Cuando un individuo intenta dejar de consumir drogas se puede producir el
“síndrome de abstinencia” que es un conjunto de reacciones físicas o psíquicas
como temblor, debilidad, cefalea, deshidratación, vómitos, escalofríos, tensión,
irritabilidad, inapetencia, delirio, entre otras, producidas en el cuerpo de la persona
por la necesidad y dependencia de la sustancia.

Creo que es importante crear conciencia e informase a cerca de los efectos del
consumo de drogas y de las drogas como tal, es primordial que, como personas,
tomemos una posición crítica y definida ante la situación, pues no es algo ajeno a
nosotros, es una circunstancia a la que todos somos vulnerables en cualquier
momento de nuestras vidas, hacerse “el de la vista gorda” ante este problema no
lo erradicara, solo nos hará más propensos a caer en el mundo de las drogas por
la ignorancia, así que solo queda quitarle el “tabú” a la situación y encararla de
una forma objetiva que nos facilite tomar decisiones para evitar futuras
complicaciones en nuestra vida, y saber en qué momento decir no.
Al preguntarle a algunas personas a cerca de esta situación te dirá que el
consumo es malo, que crea adicciones, daña tu cerebro y destruye tu vida, y esto
es muy cierto, en lo que a mi concierne las drogas no traen nada bueno a la vida,
pero no nos podemos olvidar del uso medicinal que tienen algunos psicoactivos y
fármacos depresivos el cual apruebo pues se administra por necesidad, como
última opción y bajo un régimen dirigido por una persona con toda su capacidad y
en dosis pequeñas y controladas para evitar la adicción, así que dejando de lado
el uso medicinal de las drogas nos centraremos más en la problemática social que
ha generado el consumo deliberado de narcóticos.

El mundo de las drogas es un mundo complejo donde al proveedor no le importa


lo que le suceda al consumidor, solo le importa la cantidad de dinero que recoja en
el día o quien le compra más, estas personas que suministran tienen la situación
totalmente bajo control, saben a quién venderle y a quien no, saben cómo
enganchar adolescentes de buenas familias con recursos para cubrir estas
“necesidades”, es ahí donde se empiezan a popularizar lugares donde se puede
consumir sin restricciones como el Bronx, lugares donde se realizan fiestas a las
que asisten adolescentes que desean consumir o “solo probar”, lugares donde
personas perfectamente sanas con toda una vida por delante se convierten en
consumidores constantes y crean adiciones.

Las razones por las que una persona decide drogarse son variadas, a veces solo
es curiosidad o en busca de aceptación en determinado grupo social, pero hay
factores que elevan el riesgo de consumo, los más comunes son: problemas
familiares, predisposición, depresión y trastornos psicológicos, cuando una
persona consume puede desarrollar dos tipos de adicciones: toxicas, que es
cuando se crea la dependencia a sustancias como la nicotina, el alcohol, el opio,
entre otros, y no toxicas, que es cuando la dependencia va más encaminada a un
sentimiento o emoción que se produce al realizar alguna acción, esta también
puede crearse por la dependencia hacia una persona, generalmente se toman
estos dos tipos de adicciones por caminos diferentes, pero yo creo que van
totalmente de la mano pues pongamos el caso hipotético en el que una persona
“P” consume una droga “X” pues tenía depresión y sus amigos le dijeron que al
consumir la sustancia se sentiría mejor, el individuo consume el fármaco y
efectivamente experimenta un sentimiento de euforia donde la depresión
desaparece, una vez que pasa el efecto de la sustancia el sujeto toma la decisión
de volver a consumir para suprimir el sentimiento negativo que tenía, ahí es
cuando se evidencia el comienzo de una adicción no toxica pues la persona busca
el sentimiento y no la sustancia pero al encontrar la sensación por medio del
fármaco también se podría decir que también desarrollo la dependencia al
narcótico por tanto también podría considerarse una adicción toxica.
En la actualidad se ha visto que el mayor porcentaje de consumidores frecuentes
entraron en el mundo de la droga durante su adolescencia consumiendo por
primera vez en una fiesta o con sus amigos, el problema es que al consumir algún
fármaco como la marihuana, el éxtasis, el Popper, heroína entre otros, se está
estimulando el sistema nerviosos central específicamente el sistema límbico que
es el encargado de las emociones, en el cual se activa el centro de recompensa
produciendo sensaciones de placer y euforia, y cuando el efecto ha pasado se
activa el centro de castigo produciendo emociones negativas como culpa, rabia e
irritabilidad, entonces el cerebro asocia el consumo de la droga como algo bueno
generando la adicción, y con cada dosis nueva que activa repetitivamente el
sistema límbico se generan cambios y deterioro en el como la inhibición de los
centros de recompensa lo cual lleva a la tolerancia y el aumento de las dosis
consumidas.

Cuando una persona se ve afectada por las drogas su vida cambia totalmente,
pues la adicción lo destruye, en casi todos los drogadictos se evidencia un
descuido total ante la vida, acompañado de actitudes de autosufiencia y negación,
pues aseguran que no tienen una adicción o que su adicción no los afecta y les
permite vivir como cualquier persona normal, pensante y capaz, esta problemática
no solo afecta a los consumidores sino también a sus familias y las personas que
lo rodean, victimas que pueden asumir dos posiciones, una es culpar a adicto y
ser apáticos ante la situación pues consideran que la persona tomo la decisión de
dañar si vida por lo tanto no merece compasión ni ayuda y empiezan a alejarlo del
vínculo familiar por todo el daño que ocasiona, o asumirlo como un problema
familiar al darse cuenta que la farmacodependencia de ese indiviso puede ser un
problema de carencia afectiva, que busca llenar a través de la droga y que el
proceso de rehabilitación no es fácil lo cual lleva a la colaboración en la
desintoxicación y recuperación de la persona.

Aunque para nadie es un secreto que hay personas que aunque son
consumidores habituales de ciertos psicoactivos han hecho su vida y se han
realizado como personas pues han tomado la droga como complemento y no
como suplemento, de estos individuos algunos también afirman que los narcóticos
contribuyeron con el desarrollo de su vida y que no desarrollaron una adicción sino
que escogen seguir con el consumo, pero ¿hasta que punto esto es cierto?, si
esta fue la elección que tomaron perfecto, pero siempre hay un trasfondo en todo
y probablemente la justificación que expresan no sea nada más que una excusa
para esconder el hecho de que usen los psicotrópicos para facilitarse las
relaciones con los demás pues son personas poco flexibles o porque buscan llenar
un espacio emocional que dejo alguna perdida o que siempre ha estado en la
persona.
Tener una posición ante las drogas y el consumo de estas para mi es bastante
fácil, como he expresado a lo largo del escrito, las sustancias adictivas tienen
efectos negativos tanto personales, bien sean físicos o psicológicos, como
generales, que pueden ser familiares, interpersonales o sociales, todos en facultad
de humanos somos vulnerables por el simple hecho de sentir, y hay etapas de la
vida como la adolescencia en donde esta vulnerabilidad se incrementa, pues
experimentamos innumerables cambios psicológicos, metales y metabólicos que
nos hacen darnos cuenta cada día de la complejidad de las circunstancias de la
vida, nos hacen ser más conscientes y responsables de nosotros y del mundo, nos
entran un sinfín de cuestionamientos filosóficos como: “¿Por qué existo?” o “¿para
que vine a este mundo?”, cuestionamientos que nos llevan a dudas existenciales y
al no poder encontrar respuesta inmediata generalmente entramos en estados de
vacío e inestabilidad emocional que buscamos llenar a toda costa, y si una
persona decide llenar estos espacios con drogas o fármacos después sería muy
complicado controlar la adicción, porque no sería solo toxica sino también
emocional, haciendo de este individuo un ser esclavo de su decisiones y de
sustancias ajenas a él, ¿Qué si me gustaría probar?, sí, soy humana y en mi
naturaleza esta la duda y al escuchar hablar de los efectos placenteros que se
experimentan con la droga me entra curiosidad de sentirlo por mí misma, pero en
mi naturaleza también está la racionalidad que me impide saciar esa incertidumbre
pues no me siento en facultad de controlar una conducta adictiva y no erradicaría
esa duda existente en mi hasta no tener una estabilidad emocional y personal que
me permita controlar impulsos involuntarios creados en mi cuerpo por un agente
externo, lo cual a mi parecer es complicado de lograr por eso mi posición ante esta
problemática es no, pues elijo ser libre, elijo pensar con calidad a diario y no
depender de nada externo, solo de mí.

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