12 actualidad información general
el mundo llora al mas grande
Desconsuelo y lágrimas en el
mítico templo que latió por él
e Centenares de hinchas de
Boca se congregaron a las
puertas de la Bombonera,
escenario de destacadas
actuaciones del Diez, en sus
dos etapas en el club.
Erigieron un santuario para
ofrendarle sus homenajes.
L
a Bombonera, el mítico esta-
dio que vibró en innumera-
bles ocasiones con su juga-
dor emblema, Diego Armando
Maradona, en la cancha -en el
amanecer de los ‘80 y en su re-
greso entre 1995 y 1997- fue testi-
go silencioso de los simpatizantes
que se acercaron a llorar por su
deceso.
Apenas conocida la muerte de
Maradona, poco después de las
13, muchos hinchas se acercaron
a las puertas del estadio para sen-
tir en ese escenario el dolor por
la muerte del ídolo. Todo en si-
lencio. A medida que avanzaba la
tarde se fue acercando más gen-
te, con la mirada triste y la incre-
dulidad ante la muerte impactan-
te.
Por eso quedan sólo imáge-
nes: velas, flores y rosarios en
una especie de santuario monta-
do en la Puerta 3 de acceso al es-
Diario Popular | Buenos Aires, jueves 26 de noviembre de 2020
FOTO AP
m La última vez que Diego pisó
el césped de la Bombonera fue el
7 de marzo, en su rol de director
técnico de Gimnasia.
tadio y algunos mensajes en car-
tulina, como el que rezaba “Buen
viaje D10S, gracias eternamente,
siempre en nuestra vida, te amo
Diego”. O ese otro que decía
“Eternamente gracias Diego, vivís
en nuestros corazones”.
Una mujer lloraba desconso-
ladamente mientras abrazaba a
su pequeño hijo, que no vio jugar
al “Diego” pero que sabe quién
fue, es y será. Un hombre entra-
do en años también dejaba caer
sus lágrimas, en soledad, junto a
la puerta del Museo Boquense.
Maradona había estado en La
Bombonera el 7 de marzo último,
con Gimnasia, club al que apren-
dió a querer en tan poco tiempo y
al que adoptó como propio, en la
consagración de Boca en la Su-
perliga, en aquella tarde-noche
en la que el astro fue ovacionado
desde los cuatro costados.
Esta vez no hubo gritos, no
hubo canciones, ni bombos, ni
trompetas. En un momento, por
Brandsen 805 pasó un interno de
la línea 25. Y un pasajero gritó
desde su interior: “¡Diego está
dLágrimas y plegarias en la despedida a Maradona, que supo -y cómo- hacer vibrar a los hinchas xeneizes. vivo!”.i
dLa Copa de México 86 y el santuario en uno de los ingresos al estadio.