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Sistema monetario internacional SMI: Conjunto de instituciones y acuerdos monetarios y de

tipos de cambio adoptados internacionalmente.

Objetivos del Sistema Monetario Internacional

Internos: Maximizar el crecimiento de la renta a largo plazo o Conseguir la estabilidad interna


(precios) y externa (balanza por c/c)

Internacionales:

Garantizar las libertades en el movimiento de bienes y servicios, capitales y factores.

Facilitar ajustes internos.

Impedir la propagación desequilibrios internacionales.

Los principales objetivos básicos que persigue el SMI son los siguientes:

Marco común: Proporcionar un sistema de reglas y normas ampliamente aceptado de modo


que los países puedan entenderse e intercambiar flujos comerciales y financieros libremente
Convertibilidad: Asegurar la convertibilidad de las divisas a través de un sistema de
intercambio internacional (en donde el tipo de cambio es el precio relativo de las monedas)
Liquidez: Proporcionar y asegurar suficiente liquidez para que los flujos entre países no se
vean restringidos artificialmente
Ajuste: Corregir, en la medida de lo posible, los desequilibrios en balanza de pagos de los
países. Lo anterior puede incluir otorgar facilidades de financiamiento
Medios de pago mundiales: Crear y desarrollar medios de pago internacionalmente
aceptados

HISTORIA DE LOS SISTEMAS MONETARIOS INTERNACIONALES 1.

La época del patrón oro (1870-1914)

2. El período d entreguerras (1918-1939)

3. El periodo tras la II Guerra Mundial durante el cual los TC se fijaron según el acuerdo de
Bretton Woods (1945-1973).

4. A partir de 1973: TC flotantes

Patrón oro (1870-1914)

Su origen está en el uso de las monedas de oro como medio de cambio, unidad de cuenta y
depósito de valor.
Según este sistema, los bancos centrales emiten moneda en función de sus reservas de oro a
un tipo de cambio fijo.

Periodo de entreguerras (1918-1939)

Los países abandonaron el patrón oro durante la primera Guerra Mundial y financiaron parte
de sus masivos gastos militares imprimiendo dinero.

A consecuencia de la guerra, la fuerza de trabajo y la capacidad productiva se redujeron


considerablemente, lo que hizo subir los precios. La utilización del gasto público para financiar
la reconstrucción desató procesos inflacionistas que se vieron agravados por aumentos de la
oferta monetaria.

La vuelta al patrón oro tras la guerra agravó la situación de recesión de la economía mundial.
Las características de este período son de inestabilidad financiera, desempleo y desintegración
económica internacional.

El Sistema de Bretton-Woods y el Fondo Monetario Internacional: 1944-1973

En 1944, 44 países se reúnen en Bretton-Woods (New Hampshire, EEUU) para firmar el


acuerdo de creación del FMI. Objetivo: diseñar un SMI que pudiera promover el pleno empleo
y la estabilidad de precios de los países (objetivos de equilibrio interior y exterior) sin
perjudicar el comercio exterior.

El sistema establecía TC fijos respecto al $ y el $ mantenía un precio respecto del ORO de 0, 35


$ la onza.

El DÓLAR era la principal moneda de reserva, los países tenían sus reservas en DÓLARES Y ORO
y tenían el derecho a vender sus $ a cambio de oro

Los gobiernos de los países miembros se comprometieron a mantener fijos sus TC frente al $ y
EEUU era responsable de mantener fijo el valor del $ frente al oro.

Indirectamente los países tenían fijado su precio en oro a través de su cambio en dólares.

Los dos pilares en los que se apoya el sistema de B-W son flexibilidad y disciplina

Flexibilidad del sistema: dos mecanismos permiten el ajuste externo

1.- Concesión de préstamos del FMI a los países miembros con problemas en sus balanzas por
c/c.

2.- Paridades ajustables. Los TC eran fijos, pero podían cambiarse (devaluarse o revaluarse)
ante situaciones consideradas de “desequilibrio fundamental”.
Disciplina: Obligación de los países miembros de mantener los TC fijos con respecto al $ y éste
con respecto al oro (se partía de la percepción de que los TC flotantes eran causa de
inestabilidad especulativa y que perjudicaban al comercio internacional).

El derrumbe del sistema de B-W

Problema de confianza: A medida que las necesidades de reservas internacionales de los países
crecieron, sus necesidades de $ crecieron hasta sobrepasar el stock de oro de EEUU. EE UU no
podía mantener su compromiso de cambiar $ por oro lo que provocó un problema de
confianza en el sistema.

Inflación en EEUU: Para mantener los TC frente al $, los bancos centrales tuvieron que comprar
$ lo que aumentaba sus reservas y su oferta monetaria: la inflación de EEUU se importaba al
resto de países. Finalmente, en 1971 se devalúa el $ (38 $ la onza de oro) y se permite a las
monedas una banda de fluctuación de sus TC de 2,25 frente al $ (TC estables pero ajustables).

En 1973 se quiebra el sistema y comienza un sistema de TC flotantes o flexibles.

Entre 1973 - 2002 tipos de cambio flexibles

A partir de 1973 el FMI sin funciones claras:

Flotación cambiaria (mercado fija TC)

El dólar es el activo de reserva

El FMI deja de ser el prestamista en última instancia para todos los países, sólo mantiene ese
papel para los PD

Los PI se reúnen (G 7) al margen del FMI

Desde 1870 hasta la actualidad, se han utilizado diversos esquemas organizativos del Sistema
Monetario Internacional. Los tipos de Sistema Monetario Internacional resultante han sido
básicamente tres, habiéndose reimplantado elementos de los tres para un segundo periodo: el
patrón oro entre 1880 y 1914 y entre 1925 y 1931; el régimen de flotación dirigida entre 1918
y 1925, y nuevamente desde 1973 hasta la actualidad; y el sistema de Bretton Woods,
articulado institucionalmente en torno al FMI y operativo desde 1946 hasta 1973, aunque sus
principales instituciones y algunas de sus normas perviven en la actualidad. Los principales
rasgos diferenciadores de cada modelo radican en la mayor o menor flexibilidad de los tipos de
cambio resultantes, así como en el mecanismo de ajuste asociado a cada uno y en el
funcionamiento de las instituciones de decisión y supervisión.

El patrón oro En los años del patrón oro (1870-1914 y 1925-1931), la clave del Sistema
Monetario Internacional radica en el uso de las monedas de oro como medio de cambio,
unidad de cuenta y depósito de valor. Los bancos centrales nacionales emitían moneda en
función de sus reservas de oro, a un tipo de cambio fijo, pues expresaban su moneda en una
cantidad fija de oro, aunque a su vez pudieran establecer cambios con la plata o algún otro
metal. Esto estimulaba el desequilibrio inicial entre países que tenían oro y los que no lo
tenían; aunque con el tiempo el sistema tendió a ajustarse. La cantidad de dinero en
circulación estaba limitada por la cantidad de oro existente. En un principio, el sistema
funcionaba: la masa monetaria era suficiente para pagar las transacciones internacionales,
pero a medida que el comercio y las economías nacionales se fueron desarrollando, se volvió
insuficiente para hacer frente a los cobros y pagos. Si las exportaciones de un país eran
superiores a sus importaciones, recibía oro (o divisas convertibles en oro) como pago, y sus
reservas aumentaban provocando a la vez la expansión de la base monetaria. El aumento de la
cantidad de dinero en circulación corregía automáticamente el desequilibrio haciendo crecer la
demanda de productos importados y provocando inflación, lo que encarecía los productos
nacionales reduciendo sus exportaciones. Si el comercio exterior del país era deficitario, el
Sistema Monetario Internacional de las reservas de oro provocaba contracción de la masa
monetaria, reduciendo la demanda interior de bienes importados y abaratando los productos
nacionales en el exterior. Pero el sistema tenía también serios inconvenientes. El país cuyo
déficit exterior provocaba contracción de la masa monetaria sufría una fuerte reducción de su
actividad económica, generalizándose el desempleo. Los países con superávit podían prolongar
su privilegiada situación "esterilizando el oro", impidiendo que el aumento en sus reservas
provocase crecimiento en la circulación monetaria e inflación. De ahí que los principales países
abandonaron el patrón oro durante la primera Guerra Mundial, para financiar parte de sus
gastos militares imprimiendo dinero. A consecuencia de la guerra, la fuerza de trabajo y la
capacidad productiva se redujeron considerablemente, lo que hizo subir los precios. El recurso
generalizado al gasto público para financiar la reconstrucción provocó procesos inflacionistas,
agravados por aumentos de la oferta monetaria. La vuelta al patrón oro tras la guerra agravó la
situación de recesión mundial, aunque en el periodo de entreguerras, por la aparición relativa
de la potencia estadounidense, tras 1922 se otorgó junto al oro un papel importante tanto a la
libra como al dólar, consagradas como instrumentos de reserva internacional, si bien las
devaluaciones de ambas y el retorno al proteccionismo impidieron que el patrón resistiera. Los
resultados se habían manifestado en inestabilidad financiera, desempleo y desintegración
económica internacional. Ya en 1931, como moneda convertible en oro a efectos de
transacciones entre los Bancos centrales, sólo quedó el dólar.

Factores que afectan al Tipo de Cambio

Factores determinantes en el tipo de cambio: Inflación

Tipo de cambio nominal es la tasa a la que se pueden intercambiar las divisas de dos países (es
decir, el número de unidades que necesito de una moneda X para conseguir una unidad de la
moneda Y).
Tipo de cambio real se define como la relación a la que una persona puede intercambiar los
bienes y servicios de un país por los de otro.

Teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA). Se encuentra entre las teorías más utilizadas
para explicar la evolución del tipo de cambio a largo plazo. Afirma que los tipos de cambio
entre las diversas monedas deben ser tales que permita que una moneda tenga el mismo
poder adquisitivo en cualquier parte del mundo:

Ejemplo: Si una TV cuesta 1000usd en EEUU, con esos 1000usd cambiados a euros, debería
poder comprar la misma TV en Europa

Si la paridad del poder adquisitivo no se cumple, esto permite a los arbitrajistas realizar sus
operaciones de compra-venta, y esta misma operatoria hace que el tipo de cambio se mueva
hasta que se vuelve a cumplir la ley de la paridad.

Supongamos que el precio de un teléfono son 100 eur en Alemania y en Japón, el mismo
teléfono cuesta 5000 yenes, según la PPA, el tipo de cambio yen-eur debería ser 5000/100 =
50.

Si el precio del teléfono sube hasta 110 en Alemania y en Japón hasta 6000 yenes, el arbitraje
sería posible hasta que el tipo de cambio se ajustase, en nuevo debería ser 6000/110 = 54,54

Factores determinantes en el tipo de cambio: Balanza de Pagos

La Balanza de Pagos. La teoría anterior por sí sola no sirve para explicar las fluctuaciones en el
tipo de cambio real, lo que nos obliga a incluir más factores. Uno de los más determinantes es
la Balanza de Pagos, que se compone de la Cuenta Corriente y la Cuenta de Capital. La Balanza
de Pagos, es un registro de todas las transacciones monetarias producidas entre un país y el
resto del mundo en un determinado periodo de tiempo. La Cuenta Corriente recoge las
transacciones netas de bienes y servicios, mientras que la Cuenta de Capital recoge las
entradas y salidas de capital, tanto a largo como a corto plazo, que se producen entre un país y
el exterior. Su saldo permite conocer la posición deudora o acreedora de un país con el resto
del mundo.

Balanza de pagos = superávit (déficit) cuenta corriente + superávit (déficit) cuenta capital = 0

La Balanza de Pagos tiene que sumar 0. Es decir, si la cuenta corriente está en superávit, la
cuenta de capital debe estar en déficit y viceversa.

Cuenta corriente. Un valor positivo (superávit en la cuenta corriente) indica que el flujo de
capital hacia el país supera el flujo de capital desde el país hacia fuera. Un valor negativo
(déficit en cuenta corriente) significa que hay una salid a neta de capital desde el país hacia
fuera. Si se da un déficit en la cuenta corriente de forma continua y persistente puede conducir
a una depreciación natural de la divisa del país, ya que tiene que salir una mayor cantidad de
divisa al exterior teniendo que ser cambiada a otra divisa para realizar los pagos comerciales.
Factores determinantes en el tipo de cambio: Tipos de interés

El tipo al que se intercambian las divisas y utilizamos en los mercados financieros, es el tipo de
cambio nominal. Este tipo es tremendamente volátil y para explicar estas fluctuaciones
tenemos que examinar los mercados financieros, flujos de capitales y la relación entre tipos de
cambio y tipos de interés.

Los tipos de cambio se determinan cada día en el mercado de divisas. Salvo algunos casos, no
hay un tipo de cambio fijo para ninguna divisa. El valor de una divisa es descrito siempre como
el valor relativo respecto a otra divisa, es decir, como el tipo de cambio con otra divisa. Los
efectos de los tipos de interés y otros aspectos de la política monetaria de los Bancos Centrales
de cada economía sobre los tipos de cambios son muy complejos, aunque en el fondo se
puede resumir todo a la oferta y demanda de cada divisa. Por ejemplo, los tipos de interés
afectan al rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Estos bonos sólo se pueden
comprar en USD. Si los tipos de interés en Estados Unidos suben, habrá más inversores
interesados en adquirir estos bonos y para su compra necesitan dólares estadounidenses. Por
tanto, la subida de los tipos de interés llevaría a una mayor demanda de la divisa y a un
aumento de su valor. Sin embargo, esta relación tiende a cumplirse en períodos económicos
normales. En periodos recesivos o de percepción del riesgo elevado, como el vivido en los
últimos años, los inversores buscan activos refugio para sus inversiones (aquellos percibidos
como más seguros, por ejemplo, el bono alemán o americano en los últimos años), que son a
su vez los que menor rendimiento al ser más seguros y tener menor riesgo de crédito

Características de un buen Sistema Monetaria Internacional (SMI):

1. Ajuste: Ante necesidades inevitables de ajuste del sector exterior de un país y la existencia
de costes de ajuste el SMI debe permitir a los países que mantengan o restauren su equilibrio
externo a través de políticas que, minimicen los costes económicos del ajuste (en términos de
desempleo o inflación, por ejemplo) y, distribuyan ese coste de forma equitativa entre todos
los países.

2. Liquidez: Que el SMI garantice un nivel y crecimiento adecuado de las reservas o medios de
pago internacional de que disponen los países para financiar sus operaciones internacionales y
paliar desequilibrios externos temporales (que exigen habitualmente financiación en lugar de
políticas de ajuste). También en el caso de desequilibrios externos permanentes la
disponibilidad de medios internacionales de pago (reservas) permite a las autoridades mayor
maniobrabilidad para escoger entre distintas políticas de ajuste.

3. Confianza: El SMI debe tener mecanismos contra la ocurrencia de crisis de confianza o


mecanismos de actuación satisfactoria ante dichas crisis. Se hace referencia a crisis de
confianza en determinadas monedas que pueden provocar una desestabilización importante
en los tipos de cambio entre monedas.
Influencia del sistema monetario internacional en los países en vías de desarrollo.

Los países en vías de desarrollo se ven perjudicados por el funcionamiento del Sistema
Monetario Internacional. De lo expuesto hasta ahora, claramente se deduce que los países en
vías de desarrollo se ven perjudicados por el funcionamiento del actual Sistema Monetario
Internacional. Primero, la falta de liquidez internacional da lugar a que el comercio y
producción mundial no se expansionen a mayor ritmo. Segundo, el proceso de ajuste, que ha
de ser realizado por los países con déficit de Balanza de Pagos, supone una contracción en la
expansión económica mundial. Ambos hechos repercuten en el crecimiento de los países en
vías de desarrollo.

Es Fundamental investigar este tema debido q que se debe tener un conocimiento más
desarrollado sobre la importancia del sistema monetario internacional, además el tema es de
gran relevancia y se considera sumamente importante en el entorno comercial a nivel nacional
e internacional que es donde se incursionara en el futuro.

Los acuerdos de Bretton Woods han sido reformados en dos ocasiones, después de años de
discusiones y un buen número de compromisos. Lo fueron de nuevo a finales de 1992, al
mismo tiempo que entraba en vigor el noveno aumento de las cuotas. En adelante es posible
suspender los derechos de voto a los países que no pagan sus obligaciones financieras y que
han acumulado sus retrasos. No se puede hablar esta vez de una reforma de envergadura ...
Los que la reclaman con insistencia no pararán esta vez. Se sabe muy bien que hay que revisar
ciertas reglas. La primera es la relativa a la estabilidad de los cambios, que un número
creciente de países se esfuerza en mantener a nivel regional en unos límites muy estrictos. No
será imposible restablecer una forma más general y flexible que ayude a todos. La segunda
regla se refiere a la carga de los ajustes, que conviene repartir de una forma equitativa entre
los países que registran déficits y los que registran superávits. Una solución realmente eficaz
obligaría a poner en su sitio al dólar como moneda de reserva. La tercera regla se refiere a la
convertibilidad, en la que el oro ha dejado de ser la reserva de última instancia. Pero la
comunidad internacional ha sido capaz de sustituir a la vez al oro y al dólar. Todos estos
cambios tienen la necesidad de una serie de exigencias: como la regulación de la liquidez
internacional, que debe ser la llave de un sistema digno de ese nombre. La historia de Bretton
Woods es la historia de una acumulación de liquidez internacional incontrolada. Estados
Unidos y el Reino Unido pretenden que la moneda dependa, también, de la oferta y la
demanda y se encuentre sometida a las leyes del mercado.

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