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Qué Hay en La Mente Del Violador
Qué Hay en La Mente Del Violador
El abuso sexual, igual que el acoso, no son problemas personales, son asuntos
sociales.
Por: Olga Yolanda Rojas-Torres | enero 29, 2018
El silencio de Claudia Morales es una denuncia importante. Me sumo a su
denuncia. Yo también quiero denunciar. Yo fui objeto de abuso sexual a mis
cinco años. Pero, no voy a contarles mi historia. Nadie me conoce. No sabían
ni mi nombre. ¿Por qué les interesaría lo que ha sido de mí, o el dolor que he
tenido que enfrentar? Pero les cuento, en mi proceso de sanación ha habido
muchas fases. Estoy desde hace un tiempo preguntándome ¿qué hay en la
mente del violador?
El abuso sexual, igual que el acoso, no son problemas personales. Por
supuesto no son asunto de la vida íntima, como insultantemente lo catalogan
algunos. El abuso sexual es un tema social. La sociedad para la que estamos
trabajando todos se soporta en el abuso. Así lo afirma la antropóloga argentina
Rita Segato, a quien les sugiero leer.
El esquema con que imaginamos la sociedad es una pirámide. En la punta de
la pirámide hay exclusivamente hombres, es excluyente la puntita esta. Los
hombres de la puntita no son colombianos, ningún mestizo cabe ahí. Son
europeos, blancos, católicos, ricos, educados en La Sorbonne… etc. En la
punta no hay mujeres. Para que nos entendamos traigan a su memoria la
pirámide que estudiamos en la escuela, y que encuentran en muchos libros de
ciencias sociales. Esta pirámide es primordialmente masculina, y se ordena
por un degradé de colores. Por eso, en la base están los negros, en la punta,
hacia el cielo, los blancos, un poco más abajo mestizos, más abajito indígenas.
¿Y las mujeres? Estamos en una subzona de la franja del color de piel que
tengamos.
Y para eso es el abuso sexual. Para mantenernos abajo. Para glorificar a los
varones. Por eso podemos afirmar, sin lugar a duda, que nuestra cultura:
religión católica, ejércitos, escuela… sistema de salud, organizaciones
deportivas, representatividad política… todo es misógino y patriarcal. Sí, el
odio a las mujeres está en todas partes. El odio a las mujeres engrandece a los
hombres que quieren demostrar a otros hombres que son muy hombres. Y para
eso violan para que sus congéneres los valoren, para ascender en la pirámide
de su raza, clase y género.
De modo que, los hombres que toman por la fuerza a una mujer, como lo
explica Rita Segato, no son impulsados por el deseo sexual. No es sexual. No
es íntimo el acto. Es social. Los hombres abusivos son hombres que se sienten
poco hombre, están emasculados. Es decir, los violadores están debajo de la
pirámide, disminuidos por hombres destacados en su franja social. Odian a las
mujeres para poder hinchar su ego. Las violan para demostrar una hombría
que no reconocen en sí mismos pero que buscan para ascender socialmente.
Por eso violan. Porque ser hombre es desear el poder. Si no tienen poder lo
buscan. ¿Cómo lo consiguen? Parándose encima del cuerpo destrozado de las
mujeres. Así funciona la pirámide. Así funciona nuestra sociedad. Es decir, la
violación de las mujeres soporta esta estructura social que se propone la
búsqueda del poder, la concentración de riquezas, etc.
En fin, es importante, si queremos detener esta actitud depredadora reconocer
que el anhelo de las mujeres por el respeto es simultáneamente un derecho de
los afros, quienes han sido tan demoledoramente subordinados; es un derecho
de los indígenas, también de quienes no tiene educación, de la naturaleza…
Las mujeres somos la base de la sociedad, no porque nos pinten y piensen
yacientes y destrozadas en la pirámide patriarcal sino porque somos el fuego
de la vida. Como bien dice Paola Ochoa “estamos frente a la mayor revolución
Por eso, los invito a desmotar la tradición del abuso.
https://www.las2orillas.co/vuelve-y-juega-la-doble-moral-condena-si-pero-
para-todos-los-violadores/