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¿Qué es la Física Nuclear?

La Física Nuclear estudia la estructura de los núcleos atómicos, que contienen parcticamente la


totalidad de la masa de la materia y es donde se producen reacciones tales como las que hacen
brillar las estrellas o producen energía. Los protones y neutrones que forman el núcleo del átomo
se encuentran unidos por la interacción nuclear, de corto alcance. El balance entre la repulsión
entre protones y la atracción nuclear de protones y neutrones da lugar a todos los núcleos
conocidos.

Para saber cómo aparecieron los distintos elementos es necesario conocer cómo se crearon todos
los núcleos a partir del hidrógeno primordial. Según las teorías evolutivas, en el origen del
Universo solo se crearon hidrógeno y algunos núcleos ligeros como el helio. Los núcleos más
grandes se crearon en el interior de las estrellas o en fenómenos violentos como las explosiones
de supernovas. La creación de núcleos más pesados que el hierro es más compleja, ya que estos
núcleos no pueden crearse por la mera fusión del combustible nuclear de las estrellas.

Para estudiar estos procesos y determinar por qué unos elementos son más abundantes que otros
se recrean en el laboratorio condiciones de temperatura y presión extremas que reproducir las
reacciones de creación de núcleos pesados. Estos experimentos se llevan a cabo en instalaciones
como ISOLDE en el CERN, o FAIR, que se construye en el laboratorio GSI en Alemania.

Pero la fisica Nuclear no sólo nos permite responder preguntas sobre cómo está formada la
materia o cómo ha evolucionado el Universo. También ha permitido el desarrollo de aplicaciones
que van desde las terapias y diagnóstico médicos mediante técnicas como la tomografía por
emisión de positrones (PET) o la hadronterapia, hasta la generación de energía o el análisis de
obras de arte. Como dato curioso la actualidad, más de la mitad de los aceleradores de partículas
repartidos por el mundo están en hospitales para usarse en Medicina.

HISTORIA

En 1896, Henri Beiqueler estudió la radiación emitida por materiales


fosforescentes. Estaba intrigado por el reciente descubrimiento de rayos X en
1895 y buscó rayos X en las sales de uranio. Pero sucedió lo inesperado, como ha
sucedido en numerosas otras ocasiones en física: Becquerel descubrió que estas
sales emiten una nueva forma de radiación, diferente tanto de la luz fosforescente
como de los rayos X, a la que llamó rayos uranicos. Esto marcó el comienzo del
campo de la física nuclear.

Mientras Becquerel continuaba investigando en física atómica,  Marie Curie estaba


interesada en su descubrimiento de los rayos uranicos y comenzó a investigarlos
sistemáticamente. Poco después, su esposo, Pierre Curie, se unió a ella en esta
investigación. Sus estudios los llevaron a proponer que la radiación se emitía a partir de
átomos individuales. Estas ideas, basadas en la teoría aún no completamente confirmada
de la estructura atómica de los elementos, los llevaron al descubrimiento de nuevos
elementos polonio y radio. Demostraron que otros elementos además del uranio emitían
tales rayos, y acuñaron el término Radiactividad por el cual se conoce desde entonces el
fenómeno de este tipo de radiación emitida espontáneamente.  

Unos años más tarde, Ernest Rutherford y Frederick Soddy descubrieron que
sustancias como el uranio y el torio se transmutan radiactivamente de forma
natural en otros elementos. En el momento del descubrimiento de Becquerel,
todavía había 15 espacios en la tabla periódica. La mayoría de ellos se
completaron, principalmente mediante el descubrimiento de sustancias
radiactivas naturales y también gases raros. Para 1920, solo faltaban seis
elementos en la tabla periódica, que en ese momento terminaba con uranio (Z =
92). 

También se demostró que hay tres tipos de radiaciones, rayos alfa, rayos


beta (ambos descubiertos por Rutherford) y rayos gamma. Estos rayos de
radiactividad tienen poderes de penetración muy diferentes: los rayos alfa pueden
detenerse con una hoja gruesa de papel, los rayos beta pueden atravesar una hoja
de metal, mientras que los rayos gamma son aún más penetrantes. Pasarían varias
décadas antes de que los físicos comprendan completamente la naturaleza
detallada de la radiactividad-

Rutherford descubrió que una cierta fracción de una sustancia radiactiva se


desintegra en un intervalo de tiempo determinado. Esto significa que la cantidad
original decae exponencialmente con el tiempo; el tiempo que tarda la mitad del
material en descomponerse se conoce como vida media. Para cada desintegración
radiactiva, hay una vida media característica, la cual se demostró que era bastante
independiente de las propiedades químicas y térmicas de la sustancia radiactiva. 

Una observación de retrodispersiones de ángulos inesperadamente grandes


cuando las partículas alfa chocan con una lámina de oro llevó a Rutherford en
1911 a la imagen teórica de un átomo. El átomo de Rutherford estaba formado
por un núcleo de cargas Z positivas y también pares AZ de cargas positivas y
negativas rodeados por una esfera de electrones Z distribuidos uniformemente ,
que se conocía desde 1898. Este descubrimiento del núcleo atómico tendría un
impacto de gran alcance no solo en física, sino también en guerra y política.

El modelo nuclear de Rutherford señaló el camino hacia el nuevo mundo de la


física moderna, pero fue Niels Bohr quien abrió su puerta. En 1913, construyó un
modelo dinámico del átomo de hidrógeno con un electrón que circula por un
núcleo de hidrógeno (que más tarde adquirió el nombre de protón) en órbitas
estables llamadas estados estacionarios.  Bohr pudo explicar las energías
conocidas de la luz emitida por átomos de hidrógeno excitados, al permitir que el
electrón emitiera luz solo cuando salta entre estos estados estacionarios. El
modelo de Bohr pronto fue desarrollado por otros en una formulación
matemática llamada Mecánica Cuántica. Esta teoría y las Teorías de la
relatividad de Albert Einstein proporcionan la base conceptual para la
descripción teórica de todos los fenómenos físicos que conocemos hoy.

La historia de la física nuclear temprana tuvo varias sorpresas cuya resolución


estimuló rápidos avances. Por otro lado, hasta 1932 se pudo avanzar poco en la
comprensión de la estructura interna de los núcleos atómicos. Se dio por sentado
que estos núcleos están compuestos de protones y electrones, las únicas
partículas conocidas en ese momento. Solo cuando se encontró el neutrón (en
1932) los físicos pudieron comenzar a comprender la estructura nuclear .

En el estudio de los rayos beta, se desarrolló una paradoja importante: se


encontró que los electrones emitidos, a diferencia de los rayos alfa o los rayos
gamma, no tienen una energía definida, sino una extensión o espectro continuo
de energías. Se demostró que la liberación de energía promedio era, de hecho,
igual a la energía media de los rayos beta.  La energía beta máxima correspondió
a la diferencia de energía entre el núcleo inicial y el final, pero ¿qué pasó con el
resto de la energía?

Wolfgang Pauli propuso por primera vez en 1931 que el déficit entre las energías
máxima y real del electrón emitido se lleva a cabo mediante una nueva partícula
llamada neutrino. Este postulado fue aceptado fácilmente cuando Fermi logró
explicar el espectro beta continuo con su ayuda. Sin embargo, Frederick Reines y
Clyde Cowan no obtuvieron pruebas experimentales de neutrinos hasta 1956.

http://www.physics.ucla.edu/~moszkowski/histnucl/earlynp/earlynp.htm

EL NÚCLEO ATÓMICO
¿Qué sabemos del núcleo atómico?
 En el núcleo existen dos tipos de partículas llamadas nucleones: protones y neutrones.

 El protón tiene la misma carga que el electrón, pero positiva y una masa 1836 veces mayor
que la masa del electrón.

 El neutrón no tiene carga eléctrica y su masa es 1839 veces mayor que la del electrón,
apenas mayor que la del protón.

Hay dos conceptos que caracterizan a los núcleos atómicos:

 El número atómico (Z): indica el número de protones que hay en el núcleo del átomo.
Coincide con el número de electrones si el átomo es neutro. Los átomos de un mismo
elemento poseen el mismo número atómico.
 El número másico (A): indica el número de protones y neutrones que hay en el núcleo del
átomo, es decir, el número total de nucleones.

El número total de neutrones viene dado por N= A−Z


Se denominan isótopos los átomos de un mismo elemento que presentan distinto número de
neutrones. El volumen del núcleo representa una fracción muy pequeña del volumen total del
átomo, pero en él se encuentra casi toda la masa del átomo por lo que su densidad es muy
elevada.

ESTABILIDAD DE LOS NÚCLEOS. ENERGÍA DE ENLACE.

En los núcleos atómicos las distancias entre nucleones son del orden de 1 fermi (10 m). A esta
-15

distancia la fuerza eléctrica de repulsión entre protones es mucho mayor que la fuerza gravitatoria
atractiva entre los mismos. Debe, por tanto, existir una fuerza muy intensa, de corto alcance y
atractiva que mantenga unido al núcleo, es la interacción nuclear fuerte que presenta las
siguientes características:

 Es una fuerza atractiva muy intensa.


 Actúa entre dos nucleones con independencia de su carga eléctrica.
 Es una fuerza de corto alcance. Sólo se pone de manifiesto a distancias del orden del
fermi, a distancias mucho menores es repulsiva.
La masa del núcleo es inferior a la suma de las masas de los nucleones que lo
forman. Esta diferencia se denomina “defecto de masa” y se calcula mediante la
expresión:

Δm=Z∙m +(A-Z)m -M
p n

Siendo m  la masa del protón, m  la masa del neutrón y M la masa del núcleo.
p n

La energía equivalente a este defecto de masa, según la fórmula de Einstein, es:

E=Δm∙c 2

Esta energía se denomina “energía de enlace” del núcleo y es la energía que se libera al
formarse el núcleo a partir de sus nucleones constituyentes; coincide con la energía que
hay que proporcionar al núcleo para separar los nucleones que lo forman.
Dividiendo la energía de enlace entre el número de nucleones que contiene se obtiene la
energía de enlace por nucleón. Cuanto mayor sea la energía de enlace por nucleón más
estable será el núcleo.

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