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El Dr.

Walton mencionó que la fenomenología no es una corriente sino una


posibilidad de corresponder a la interpelación de lo que se ha de pensar. Se trata de una
posibilidad que puede ser captada de nuevo y más originalmente, por lo tanto, implica un
dejar las teorías previas, los prejuicios y los conocimientos adquiridos para seguir el camino
de las cosas mismas.

Para Husserl el noema (objeto) será un hilo conductor para el sujeto, le corresponde
un carácter de sorpresa y está sustraído de sentido, esto quiere decir, que su sentido es dar
sentido. Existe una correlación entre el mundo y los objetos, cuando estos últimos son
constituidos por las acciones de los sujetos surgen los objetos trascendentales.

En el parágrafo 9 de meditaciones cartesianas, Husserl menciona que el enunciado


“yo dudo” presupone “yo existo”, donde Descartes postula un “yo” dueño de sí mismo ya
que es indubitable, mientras que la experiencia del mundo es inválida por la posibilidad de
duda. El “yo” de Descartes es accesible a sí mismo si se experimenta en una realidad
adecuada aunque este “yo” se extiende a un indefinido horizonte universal de realidad no
experimentada pero ya aceptada, es decir, un horizonte de posibilidades.

Este horizonte contiene el pasado del yo y la cualidad trascendental del yo, el yo


trascendental es una formación constituida que se debe reducir a un yo primigenio, un
proto-yo, ya que el yo trascendental puede engañarse a sí mismo y esto genera que los
contenidos no sean completamente indudables.

A continuación se clasificará la diferencia del presente en el sentido del tiempo y el


presente primigenio.

Presente
Lugares temporales
Multiplicidad de fases Fluyente: modos de darse el tiempo
Viviente inmanente en las vivencias

Presente primigenio
No modalidad temporal
Único
Walton establece que el protoacaecer de la subjetividad trascendental como un
protoacaecer temporalizante-temporal que impulsa y es la condición de posibilidad de
esa pluriforme estructura que condiciona al acaecer de lo vivido de la conciencia.

La esencia fundamental de la subjetividad entre ser y poder ser se refiere al


átomo rígido y la mónada1 viviente donde el primero recién ha sido y la mónada ha de
ser, esta última nos sirve como base de presentación para la protoimpresión que es
extraña a la conciencia, no puede separarse de su pasado o futuro y será el concepto
límite ya que es un elemento estable.

Análisis del tiempo

Husserl pone de manifiesto cómo el tiempo del mundo trascendente y el tiempo


inmanente de las vivencias se origina en una temporización original, en un proto-
temporización y subraya, “de un lado tenemos el flujo natural de la conciencia, y
relacionado con esta temporalidad del yo trascendental de los actos, de las capacidades,
de las habilidades adquiridas, que ha constituido y siempre constituye un mundo
espacio-temporal”

El tiempo inmanente es un tiempo no fluyente sino la forma del fluir. El tiempo


fluyente es la forma temporal, el único tiempo objetivo. El presente viviente se
diferencia del pre-presente permanente por la operación por el “yo” en los actos. La
rememoración es el acto activo de cuando haces al pasado un objeto para que el “yo”
pueda volver. Sólo se puede reflexionar el yo con el que ha sido el momento.

El yo que reflexiona es un protoyo o un pre-temporal, es permanente y fluyente,


y da lugar a la momentaneidad mientras que el yo reflexionado es un yo temporizado,
por lo tanto, perdurable, está sustraído de habitualidades (a través de estas
intencionamos al mundo)

Husserl traza dos distinciones convergentes respecto del presente y del futuro, el
pre-presente, que es el constante centro de presentación, no tiene nada del tiempo
comúnmente asociado a secuencia de números; y los presentes que pasan y se hunden
en el pasado, le falta algo, el tiempo aún no es.

El tiempo no es, se da el tiempo, el darse del tiempo reposa en poner al alcance


el tiempo, el tiempo en sí mismo es un dar como poner al alcance las dimensiones del
ser. Existe una co-pertenencia en el ello del tiempo y en el ello del ser, el dasein debe
ser pensado de tal manera que no puede ser fijado nunca como ser ni como tiempo, ser y
tiempo también se mantienen en él. No hay tiempo sin mundo ni mundo sin tiempo.

Armonía de la experiencia del mundo

1
Unidad numerable de una pluralidad del individuo
La experiencia del mundo implica una constante génesis, esto es, una creación
de apercepciones siempre nuevas, el mundo como idea 2 que mantiene futuras
experiencias

2
Polo infinito e inalcanzable. Continúo mor en el grado de perfección que no puede ser dado
intuitivamente. Mor teleológico en la experiencia del mundo (implícito como totalidad, fundamento para
nuevos actos y espacios de juego)

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