1ª (Oración de arrepentimiento). Señor, en el volumen 2015 de mi
existencia hay renglones y páginas de las que me avergüenzo. Perdóname... 2ª (Oración de súplica). Tú sabes, Señor... Tú lo sabes todo. Sabes por eso, cuánto necesito eso que me falta. Pero no se haga mi voluntad sino... 3ª (Oración confiada). Padre: Al comenzar este año, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea te doy las gracias... 4ª (Oración de intercesión). En esta ocasión, Señor, no te pido nada para mí. Ahora te pido por él, por ella, por ellos. Tú los amas, Señor... 5ª (Oración dolorida). Estoy hastiado de la vida. La injusticia me rodea por doquier. ¿Hasta cuándo, Señor...? 6ª (Oración agradecida). Dios mío: He buscado y rebuscado en nuestros diccionarios. Al concluir este año, sólo sé decirte: ¡Gracias! 7ª (Oración de alabanza). «Alabado seas, mi Señor. Cantando, el universo celebra tu hermosura. Toda criatura es cántico de amor...». 8ª (Oración oblativa). Te ofrezco, Señor, mi vida..., mis cosas... Tú sabes, Dios mío, que es todo cuanto hay en mí… 9ª (Oración del corazón). ¡Jesús!... ¡Jesús!... ¡Jesús!... Me encantaría poder repetir tu nombre hasta 12.000 veces al día… 10ª (Oración silenciosa). ¿Aprenderé, por fin, en este 2016 que ahora comienza, que «el lenguaje que más oyes es el... callado amor? 11ª (Oración contemplativa). Enséñame, Señor, a mirar con amor. A ver las cosas... como Tú las ves... 12ª (Oración adoradora). Tú eres digno de alabanza y te alabo. Tú eres digno de reverencia y me postro ante Ti. Tú eres digno de adoración y te adoro. ¡Os deseamos, con todo nuestro corazón, una feliz navidad! El Consejo de Pastoral y los Sacerdotes Parroquia de Santa Matilde
¡Feliz Navidad 2015!
¡Feliz Navidad en esta noche santa y en este día, para todos vosotros! La luz de la Navidad nos llama también a nosotros, Jesús, hermano, hijo de María, Hijo de Dios.
Nos llama como llamó a los pastores desconcertados, y como llamó a
los magos para hacerles emprender aquel largo camino.
Porque en Belén, en tu carne tan débil, en tu rostro de niño que aún no
ha aprendido a mirar al mundo, nosotros vemos reflejado todo el amor de Dios.
En tu carne, está aquel amor, aquella ternura, aquella esperanza
confiada que sólo Dios es capaz de dar.
En tu carne, Dios se ha hecho uno de los nuestros, y eso es lo más
grande que nadie haya podido nunca llegar a soñar.
Contemplándote aquí, acostado en el pesebre, acompañado del amor
de María y José, queremos poner en tus manos nuestras ilusiones y nuestros temores, nuestro deseo de fidelidad y también nuestro mal.
Y queremos poner también al mundo entero: a los que más queremos
y a los que no conocemos, a los de cerca y a los de lejos; y sobre todo, a los que más sufren.
Jesús, hermano, hijo de María, Hijo de Dios, danos el calor de tu
amor, llena el mundo entero con el calor de tu amor. • Pondremos el belén (grande o pequeño, lo mismo da), en un lugar visible y relevante;
• Los adultos de la casa nos
reuniremos ante él (cada día, o algunos días) para rezar con sencillez ante el Dios hecho hombre;
• Si hay niños, cada noche antes
de ir a dormir nos acercaremos con ellos a dar un beso al niño Jesús y a decir una oración o cantar un villancico;
• Adornaremos también la casa, para acrecentar el ambiente festivo;
• Compartiremos la fiesta con los que viven situaciones de dolor:
visitando enfermos o personas solas, haciendo una buena aportación económica para los pobres, apuntándonos a algún proyecto solidario;
• Y, si hay niños, les enseñaremos a compartir los juguetes con los