Para trabajar el tema del AMOR y la ANGUSTIA, entre GOCE y
DESEO, Lacan hablará de la posición masoquista, la posición sádica, o sea perversa y también de la posición de la mujer y la del macho. Masoquismo y Sadismo no son reversibles, o sea uno no es el negativo del otro. Lo que constituye la meta del SADICO, es la búsqueda del objeto “a”, busca el GOCE del OTRO, haciéndose él su instrumento, el “fetiche negro”. Lo que oculta el sádico es la ANGUSTIA, o sea la castración. Es pura VOLUNTAD DE GOCE. Lo que constituye la meta del MASOQUISTA es la ANGUSTIA del OTRO, ocupando ese lugar de caída del sujeto en su miseria, ese objeto abyecto en tanto que degradado. 2. De la MUJER, dice Lacan: Es superior en el dominio del GOCE, porque va más allá del goce fálico, tiene un GOCE OTRO, otro que el fálico. (No confundir con el Goce del Otro). La vasija femenina, ¿está vacía o está llena?. A la MUJER, como a lo REAL, no le falta nada. El objeto en ella, se da por añadidura. A la mujer, es el DESEO del OTRO lo que le interesa, porque el deseo del Otro es el medio para que su goce tenga un objeto. Sin embargo, su ANGUSTIA no es sino ante el deseo del Otro. La MUJER es más VERDADERA y más REAL, dice Lacan Es más real, porque a ella no le falta nada y más verdadera que el hombre, porque sabe lo que vale la “vara” para medir aquello con lo que se enfrenta en el deseo Lo que muestra, es lo que hay, y, aunque no hay gran cosa, muestra lo verdadero, aún en su MASCARADA. El HOMBRE, en cambio, cuando deja ver su DESEO, deja ver lo que NO HAY (“de verdad”), de lo cual hace IMPOSTURA.