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PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN TOTAL

SEGÚN SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT


SEGUNDA PARTE: CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO

Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de


renuncia de nuestra propia voluntad, de
arrepentimiento por nuestros pecados, de
desprecio propio, realizado todo a los pies de
María, ya que por Ella esperamos la luz para
conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella,
podremos medir el abismo de nuestras miserias
sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras
acciones piadosas en pedir un conocimiento
propio y el arrepentimiento de nuestros pecados;
y debemos hacer esto con espíritu de piedad.
Durante este período, consideraremos tanto la
oposición que existe entre el espíritu de Jesús y
el nuestro, como el miserable y humillante estado
a que nos ha reducido el pecado. Además,
siendo la verdadera devoción una manera fácil,
corta, segura y perfecta para llegar a esa unión
con Nuestro Señor, que es la perfección a
imitación de Cristo. Entraremos decididamente
por este camino, firmemente convencidos de
nuestra miseria e incapacidad. Pero, ¿cómo
conseguir esto sin el conocimiento de sí mismo?
ORACIONES QUE SE REZARÁN DESDE
EL DÍA 13º AL 19º INCLUSIVE

Letanías Del Espíritu Santo

Señor, ten piedad de nosotros.


R. 1era Semana
Cristo, ten piedad de nosotros.
R. Oraciones
Señor, ten piedad de nosotros. para pedir el
R. Espíritu Santo, que procedes Conocimiento
del Padre y del Hijo. R. Ten de sí mismo:
piedad de nosotros.
Espíritu del Señor Dios de Israel, *Letanías del
R. E. Santo
Señor de los hombres, R. *Letanías de
Tú que llenas el orbe, R. la Virgen.
Tú que posees toda virtud, R. *Ave Maris
Autor de todo bien, que todo lo Stella
conoces. R.
Ornato del cielo, estable y
seguro, R.
Espíritu de verdad que todo lo suministras y
distribuyes, R.
Espíritu de sabiduría y entendimiento, R.
Espíritu de consejo, fortaleza, de ciencia, y de
piedad, R.
Espíritu de temor del Señor y de prudencia, R.
Espíritu, por cuya inspiración hablaron los santos
hombres de Dios, R.
Tú que anuncias lo que ha de suceder, R.
Don y promesa del Padre, R.
Espíritu santo Paráclito, que acusas al mundo, R.
Espíritu, por quien los demonios son expulsados,
R.
Espíritu, por quien renacemos, R.
Espíritu, por quien el amor de Dios se derrama
en nuestros corazones, R.
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, R.
Espíritu de gracia y de misericordia, R.
Espíritu que sostienes nuestra debilidad y
restauras en nuestro espíritu el testimonio para
que seamos hijos de Dios, R.
Espíritu suave y benigno, más dulce que la miel,
R.
Espíritu, prenda de nuestra herencia, que nos
conduces a la tierra prometida, R.
Espíritu principal, que nos confortas y das vida,
R.
Espíritu de salvación, juicio y gozo, R.
Espíritu de fe, de paz, y de amor, R.
Espíritu de humildad, de caridad, y de castidad,
R.
Espíritu de benignidad, de bondad,
magnanimidad, y mansedumbre, R.
Espíritu de dulzura, de verdad, de unidad y de
consolación, R.
Espíritu de arrepentimiento, de promesa, de
renovación, y de santificación, R.
Espíritu de vida, de paciencia, de continencia, y
de modestia, R.
Espíritu de todas las gracias, R.
Sednos propicio, R. Perdónanos santo Espíritu.
Sednos propicio, R. Escúchanos, santo Espíritu.
Del espíritu de error, R. Líbranos, Espíritu del
Dios vivo.
Del espíritu inmundo, R.
Del espíritu de blasfemia, R.
De toda obstinación y desesperación, R.
De toda presunción y contradicción de la verdad,
R.
De toda malicia, y hábito depravado, R.
Del desdén de la caridad fraterna, R.
De la impenitencia final, R.
Por tu eterna procedencia del Padre y del Hijo,
R.
Por tu unción invisible, R.
Por toda la plenitud de gracias, en que siempre
mantuviste a la Virgen María, R.
Por el abismo de santidad superabundante con el
que inundaste a la Madre de Dios al concebir al
Verbo, R.
Por tu santa aparición en el bautismo de Cristo,
R.
Por tu saludable advenimiento sobre los
apóstoles, R.
Por tu inefable bondad, con la que gobiernas a la
Iglesia, aconsejas a los que mandan, fortaleces a
los mártires, iluminas a los Doctores, y estableces
a los institutos religiosos, R.
Pecadores, R. Te rogamos, óyenos.
Para que andemos en el espíritu, y no saciemos
los deseos de la carne, R.
Para que nunca te contristemos, R.
Para que te dignes conservar a todas las órdenes
eclesiásticas en la santa religión y en el verdadero
espíritu, R.
Para que te dignes darle al pueblo cristiano
entero un solo corazón y una sola alma, R.
Para que te dignes darnos toda virtud, R.
Para que te dignes oírnos, R.
Espíritu de Dios, R.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, R. Derrama en nosotros el Espíritu
Santo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, R. Envíanos el Espíritu prometido del
Padre.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, R. Danos el buen espíritu.

V. El Espíritu del Señor llenó el orbe de la tierra.


R. Y Éste, que todo lo contiene, posee la ciencia
de la voz [del hombre].

Oremos.
Te pedimos, Señor, que esté con nosotros el
poder del Espíritu Santo, y que
misericordiosamente lave nuestros corazones, y
que nos proteja de toda adversidad. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
reina, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
R. Amen.

Letanías de Nuestra Señora

Señor, ten piedad de nosotros, R.


Cristo, ten piedad de nosotros, R.
Señor, ten piedad de nosotros, R.
Cristo, óyenos, R.
Cristo, Escúchanos, R.
Dios, Padre Celestial, R. Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del Mundo, R.
Dios, Espíritu Santo, R.
Trinidad Santa, un solo Dios, R.
Santa María, R. Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, R.
Santa Virgen de las Vírgenes, R.
Madre de Cristo, R.
Madre de la Iglesia, R.
Madre de la Divina Gracia, R.
Madre Purísima, R.
Madre Castísima, R.
Madre y Virgen, R.
Madre sin mancha, R.
Madre Inmaculada, R.
Madre amable, R.
Madre admirable, R.
Madre del buen consejo, R.
Madre del Creador, R.
Madre del Salvador, R.
Virgen prudentísima, R.
Virgen digna de veneración, R.
Virgen laudable, R.
Virgen poderosa, R.
Virgen clemente, R.
Virgen fiel, R.
Espejo de justicia, R.
Sede de sabiduría, R.
Causa de nuestra alegría, R.
Vaso espiritual, R.
Vaso honorable, R.
Vaso insigne de devoción, R.
Rosa Mística, R.
Torre de David, R.
Torre de Marfil, R.
Casa de oro, R.
Arca de la Alianza, R.
Puerta del Cielo, R.
Estrella de la mañana, R.
Salud de los enfermos, R.
Refugio de los pecadores, R.
Consuelo de los Afligidos, R.
Auxilio de los cristianos, R.
Reina de los Ángeles, R.
Reina de los Patriarcas, R.
Reina de los Profetas, R.
Reina de los Apóstoles, R.
Reina de los Mártires, R.
Reina de los Confesores, R.
Reina de las Vírgenes, R.
Reina de todos los santos, R.
Reina concebida sin pecado original, R.
Reina llevada si cielo, R.
Reina del Sacratísimo Rosario, R.
Reina de la familia, R.
Reina de la paz, R.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, R. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, R. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, R. Ten piedad de nosotros.

V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos

Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos,


gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y
por la intercession gloriosa de la Bienaventurada
siempre Virgen María, nos libres de las tristezas
de este mundo y gocemos de las
bienaventuranzas del Cielo. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R. Amén.

Ave Maris Stella

Salve, Estrella del mar,


Madre, que diste a luz a Dios,
quedando perpetuamente virgen,
feliz puerta del cielo.

Pues recibiste aquel Ave


de labios de Gabriel,
ciméntanos en la paz,
trocando el nombre de Eva.

Suelta las prisiones a los reos,


da lumbre a los ciegos,
ahuyenta nuestros males,
recábanos todos los bienes.

Muestra que eres Madre,


reciba por tu mediación nuestras plegarias
el que nacido por nosotros,
se dignó ser tuyo.

Virgen singular,
sobre todos suave,
haz que libres de culpas,
seamos suaves y castos.

Danos una vida pura,


prepara una senda segura,
para que, viendo a Jesús,
eternamente nos gocemos.

Gloria sea a Dios Padre,


loor a Cristo altísimo
y al Espíritu Santo:
a los tres un solo honor. Amén.

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