El coronavirus ha desencadeno virus ideológicos, la cuarentena encontró un eco
en la presión ideológica para establecer fronteras claras y poner en cuarentena los
enemigos que presentan una amenaza para la sociedad. Pero tal vez se pueda expandir y afectar otro virus, como el de pensar en una sociedad alternativa, una forma de solidaridad y cooperación mundial. El coronavirus también nos obliga a reinventar el comunismo basado en la confianza en el pueblo y en la ciencia. Se ha hospitalizado miles de personas por problemas respiratorios, se necesita un numero de máquinas y para conseguirlas el estado debería intervenir directamente de la misma manera que interviene en condiciones de guerra cuando se necesita miles de armas y debería contar con la cooperación de los otros estados, esto debería seres compartido y organizado, eso es a lo que me refiero con “comunismo”. El imperio chino puede llevar a la caída por sus autoridades, se sientan, observan y pasan por los movimientos de cuarentena, pero cualquier cambio real en el orden social como confiar en el pueblo resultara en su caída, esta epidemia nos demuestra que el mundo no puede seguir como hasta ahora, necesitamos un cambio radical, lamentablemente necesitamos una catástrofe, daría lugar a la solidaridad mundial todos trabajaríamos en búsqueda de una solución, pero estamos en la vida real y es triste que necesitemos una catástrofe. La organización de la salud se le debería dar más poder ejecutivo, como le fue dado en los EE.UU. Iraj Harichi da una breve declaración admitiendo que ha contraído el virus añadiendo “este virus es democrático y no distingue entre pobres y ricos o entre una estadística y una comunidad común”. seguimos viviendo en una ilusión como dijo el presidente Donald T esperar el pico de esta epidemia y entonces la vida volverá a la normalidad, hay que aceptar que la amenaza está aquí incluso si retrocede aparecerá en nuevas formas, tal vez incluso más peligrosa. Uno de los símbolos de la epidemia son los pasajeros atrapados en la cuarentena en los aeropuertos, también están las personas que viaja en barco a diferentes islas o centros turístico. Se llaman liberales a las personas que se preocupan por nuestra libertad y comunistas a las personas que son consiente de que podemos liberar este país con cambios radicales, pero nos damos cuenta que nuestros valores liberales están amenazados y que solo un cambio puede salvarnos. El miedo a dar las verdaderas noticias supera los resultados reales y todos los que informaron sobre el virus fueron arrestados por alarmar a los ciudadanos. Los jefes de la OMS estable que se pude controlar con éxito el virus, pero el país no tiene un nivel de compromiso político que corresponda con el nivel de amenaza, “esto no es un simulacro”, los países tienen planeados ahora es el momento de actuar según esos planes. La epidemia nos muestra el centro de solidaridad y la cooperación mundial que debemos tener para el beneficio de la supervivencia de todos. Desde un punto de vista vitalista cínico se puede ver como beneficiosos que permiten a la humanizada deshacerse de la mala hierba, débil y enferma así se podría contribuir a la salud mundial.