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Cressida Cowell Como Entrenar A Tu Dragon 01 Como Entrenar A Tu Dragon PDF
Cressida Cowell Como Entrenar A Tu Dragon 01 Como Entrenar A Tu Dragon PDF
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¿Cómo Entrenar a tu Dragón? (Las Heroicas Desventuras de Hiccup Horrendous
Haddock III #1)
Índice
Índice .................................................................................................................................................. 2
Notas del autor. ................................................................................................................................ 3
1. Primero Atrapa a tu Dragón. ..................................................................................................... 4
2. Dentro del Vivero de Dragones. ............................................................................................. 10
3. Héroes o Exiliados. .................................................................................................................... 20
4. Cómo Entrenar a tu Dragón. .................................................................................................... 28
5. Una charla con Old Wrinkly ................................................................................................... 39
6. Mientras tanto, en lo profundo del océano… ......................................................................... 43
7. Toothless despierta .................................................................................................................... 44
8. Entrenar a tu dragón por el camino difícil.............................................................................. 52
9. Miedo, Vanidad, Venganza y Bromas Tontas. ....................................................................... 57
10. Jueves Día de Thor ................................................................................................................... 65
11. Thor está enojado ..................................................................................................................... 78
12. Green Death .............................................................................................................................. 87
13. Cuando gritar no funciona. ..................................................................................................... 94
14. El plan diabólicamente inteligente ......................................................................................... 99
15. La batalla en Death Head Headland. .................................................................................. 104
16. El plan diabólicamente inteligente sale mal. ...................................................................... 107
17. En la boca del dragón ............................................................................................................ 109
Cómo Entrenar a tu Dragón
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Notas del autor.
Había dragones cuando era niño.
Tendrás que tomar mi palabra sobre esto, los dragones están desapareciendo tan
rápido que pronto podrían llegar a extinguirse.
Nadie sabe lo que está pasando. Ellos se arrastran de nuevo al mar de donde vi-
nieron, no dejando un hueso, ni un colmillo, en la tierra para que el hombre del fu-
turo los recuerde.
Así, con el fin de que estas maravillosas criaturas no sean olvidadas, voy a contar
esta historia verdadera de mi infancia.
Yo no era el tipo de chico que podría entrenar a un dragón con un simple levan-
tamiento de cejas. No era de naturaleza heroica. Tuve que trabajar en ello. Esta es la
historia de cómo volverse un héroe por el camino más difícil.
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1. Primero Atrapa a tu Dragón.
Hace mucho tiempo, en la salvaje y ventosa Isla de Berk, un pequeño Vikingo con
un nombre bastante largo se puso de pie con la nieve hasta los tobillos.
—CUALQUIERA sería mejor que Hiccup —se burló Snotlout Snotface—. Incluso
Fishlegs sería mejor que Hiccup.
Fishlegs tenía un estrabismo que lo hizo tan ciego como una medusa, y era alér-
gico a los reptiles.
—¡SILENCIO! —Rugió Gobber el Rudo—. ¡El próximo niño en hablar tendrá la-
pas para el almuerzo para las próximas TRES SEMANAS!
—¡Hiccup estará a cargo y es una orden! —Gritó Gobber, quien no hacía ruidos
más silenciosos que gritar. Era un gigante de dos metros con un brillo clemente en
su único ojo bueno y una barba como fuegos artificiales explotando. A pesar del frío
glacial llevaba un pantalón corto peludo y un minúsculo chaleco de piel de venado
que dejaba ver su piel roja de langosta y sus abultados músculos. Con su puño gi-
gante sostenía una antorcha encendida.
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—Hiccup los dirigirá, a pesar de que es, sin duda, completamente inútil, porque
Hiccup es el hijo del JEFE, y esa es la manera en que van las cosas con nosotros los
Vikingos. ¿Dónde creen que están? ¿En la REPÚBLICA ROMANA? De todos mo-
dos, es el menor de sus problemas hoy. Están aquí para demostrar que son Héroes
Vikingos. Y es una antigua tradición de la Tribu Hooligan que ustedes deben… —
Gobber hizo una pausa dramática— ¡CAZAR PRIMERO A SU DRAGÓN!
—¡Nuestros dragones nos hacen diferentes! —Bramó Gobber—. Los humanos in-
feriores entrenan halcones para que cacen por ellos, caballos para llevarlos. Solo los
HÉROES VIKINGOS se atreven a domar a las criaturas más salvajes y más peligro-
sas de la Tierra.
—Hay tres partes en la Prueba de Iniciación del Dragón. La primera y más peli-
grosa de todas es una prueba de su coraje y habilidad en el robo. Si desean entrar en
la Tribu de los Hairy Hooligan, primero deben atrapar a su dragón. Y ES POR ESO
—continuó Gobber, a todo volumen— que los he traído a este lugar. Echen un vis-
tazo al Acantilado del Dragón Salvaje.
Los diez chicos inclinaron sus cabezas hacia atrás. El acantilado se alzaba vertigi-
nosamente por encima de ellos, negro y siniestro. En verano apenas se podía verse
ya que dragones de todas las formas y tamaños se abalanzaban sobre él, chas-
queando y mordiendo y enviando una cacofonía de ruido que se oía por todo Berk.
—Ahora —dijo Gobber—, ¿ven esas cuatro cuevas cerca de la mitad del camino
hasta el acantilado, agrupadas toscamente en forma de calavera? —Los chicos asin-
Cómo Entrenar a tu Dragón
tieron—. Dentro de la cueva que sería el ojo derecho de la calavera está el Vivero de
Dragones, donde hay, EN ESTE MOMENTO, tres mil dragones jóvenes teniendo sus
últimas semanas de sueño invernal.
Hiccup tragó saliva. Lo que pasaba es que él sabía mucho más sobre dragones
que cualquier otro de los que estaban allí. Desde que era un niño pequeño, había
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estado fascinado por aquellas criaturas. Había pasado largas horas viendo a los dra-
gones en secreto. (Se pensaba que los observadores de dragones eran frikis y nerds,
de ahí la necesidad de mantenerlo en secreto.) Y lo que Hiccup había aprendido so-
bre los dragones le dijo que caminar en una cueva con tres mil dragones dentro era
un acto de locura.
—En pocos minutos quiero que tomen una de estas cestas y empiecen a escalar el
acantilado —ordenó Gobber el Rudo—. Una vez que estén en la entrada de la cuerva,
estarán solos. Soy demasiado grande para pasar por los túneles que conducen al
Vivero de Dragones. Entrarán en la cueva en SILENCIO --y eso también va para ti,
Wartilog, a menos que quieras convertirte en la primera comida de primavera para
tres mil dragones hambrientos. ¡Ja Ja Ja Ja!
—En el improbable caso de que alguno despierta a los dragones --y tendrían que
ser unos idiotas REALMENTE estúpidos para hacerlo-- corran como un trueno hacia
la entrada de la cueva. A los dragones no les gusta el frío y la nieve probablemente
los detenga.
¿Probablemente?, pensó Hiccup. Oh, bueno, eso es reconfortante. Cómo Entrenar a tu Dragón
¿¿¿Quedarse???, pensó Hiccup. ¿En una cueva llena de tres mil DRAGONES dormi-
dos?
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—No necesito decirles —Gobber continuó alegremente— que si regresan a este
lugar sin un dragón, no vale la pena volver en absoluto. Cualquiera que NO supere
esta tarea será inmediatamente exiliado. En la Tribu de los Hairy Hooligan no hay
lugar para los FRACASOS. Solo los fuertes pueden pertenecer.
—BIEN —dijo Gobber energéticamente—. Cada niño tome una cesta para poner
a su dragón en ella y vamos a ponernos en marcha.
Los chicos se apresuraron a tomar sus cestas, charlando alegremente y con entu-
siasmo.
—Voy a conseguir uno de esos Monstruos Nightmare con garras enormes. Son
realmente aterradores —alardeó Snotlout.
—Oh, cállate, Snotlout, no puedes —dijo Speedy-ist—. Solo Hiccup puede tener
un Monstruos Nightmare, tienes que ser el hijo del jefe —.El padre de Hiccup era
Stoick el Vasto, el temible jefe de la Tribu de los Hairy Hooligan.
El marrón básico era el tipo más común de dragón, una bestia práctica pero si
mucho glamour.
Los chicos se apresuraron a sus lugares, cestas sobre sus espaldas, y prestaron
atención. Gobber caminaba por la línea, encendiendo la antorcha que cada niño tenía
en su mano. Cómo Entrenar a tu Dragón
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EL COMÚN O DE JARDÍN y el MARRÓN BÁSICO
El Común o de Jardín y el Marrón Básico son tan similares que puedan ser
estudiados juntos. Estas son las razas más conocidas - los que pensamos al
instante cuando decimos "dragones". Son cazadores pobres, pero son fáciles de
entrenar. Estos dragones son el mejor tipo de mascotas para la familia, aunque,
como con un león o un tigre, nunca deberían dejarse sin supervisión con los
niños muy pequeños.
ESTADÍSTICAS
RADAR: Ninguno 0
VENENO: Ninguno 0
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—… O DESAYUNARÁS CON WODEN EN EL VALHALLA CON DIENTES DE
DRAGÓN EN TU TRASERO! —Gritó Gobber con horrible entusiasmo.
Creo que este podría ser el peor momento de mi vida HASTA AHORA, pensó Hiccup
para sus adentros mientras esperaba el sonido del cuerno. Y si gritan mucho más
fuerte, vamos a despertar a esos dragones sin haber EMPEZADO.
—¡PARRRRRRRRRP!
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2. Dentro del Vivero de Dragones.
Probablemente has adivinado que Hiccup no era tu héroe vikingo natural.
Para empezar, NO se veía como un héroe. Alguien como Snotlout, por ejemplo,
era alto, musculoso, cubierto de tatuajes de esqueleto y ya tenía los comienzos de un
pequeño bigote. Este consistía en unos pocos pelos amarillos, desordenados, que se
aferraban a su labio superior y era profundamente desagradable a la vista, pero im-
presionante y varonil para un niño que aún no cumple los trece.
Hiccup era pequeño y tenía cara que era poco memorable casi en su totalidad.
TENÍA el pelo heroico que era de un color rojo brillante y siempre en punta por más
que trataba de domarlo humedeciéndolo con agua de mar. Pero nadie se daba cuenta
ya que estaba escondido debajo de su casco la mayor parte del tiempo.
NUNCA hubieras tomado a Hiccup de esos diez niños para ser el héroe de esta
historia. Snotlout era bueno en todo y un líder natural. Dogsbreath era tan alto como
su padre y podía hacer cosas divertidas como soltar pedos con la melodía del Himno
Nacional de Berk.
Hiccup era absolutamente normal, el tipo mediocre, flaco, el chico pecoso que era
fácil de pasar por alto en una multitud.
Así que, cuando Gobber sopló el cuerno y se trasladó fuera de su vista para en-
contrar una roca cómoda para sentarse y comer su sándwich de mejillones-y-tomate.
Snotlout empujó a Hiccup fuera del camino y se hizo cargo.
—Ugh —gruñó Dogsbreath, golpeando sus puños juntos en feliz emoción. Dogs-
breath era el compañero del jefe Snotlout y era tan grande como un gorila—. Gol-
Cómo Entrenar a tu Dragón
—¡Presten atención! —Silbó Snotlout. Los chicos apartaron los ojos de Dogsbreath
y Hiccup y prestaron atención—. Átense unos a otros. El mejor escalador debe ir
primero…
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—Bueno, ese eres TÚ, por supuesto, Snotlout —dijo Fishlegs—. Eres el mejor en
todo, ¿no es así?
—Así es Fishlegs —dijo Snotlout—. YO SOY —y, por si acaso se había estado
riendo de él—. ¡Golpéalo, Dogsbreath!
Hiccup y Fishlegs fueron los últimos en atarse, justo detrás de un Dogsbreath en-
rojecido y triunfante.
—Oh, brillante —murmuró Fishlegs—. Estoy a punto de entrar en una cueva llena
de reptiles come hombres atado a ocho completos maníacos.
—Si llegamos a la cueva… —dijo Hiccup con nerviosismo, mirando hacia el escar-
pado y negro acantilado.
Hiccup puso la antorcha encendida entre los dientes para dejar las manos libres,
y comenzó a escalar después de los otros.
Era una subida peligrosa. Las rocas estaban resbaladizas por la nieve y los otros
estaban sobreexitados, por lo que hacían el ascenso demasiado rápido. En un mo-
mento Clueless perdió el equilibrio y cayó, por suerte sobre Dogsbreath, quien lo
tomó de la parte de atrás de los pantalones y regresó a la roca antes de que los arras-
trara a todos hacia abajo.
Cuando por fin llegaron a la entrada de la cueva, Hiccup miró brevemente al mar
golpeando la base abajo, y tragó saliva con dificultad.
Cómo Entrenar a tu Dragón
A pesar de que no era el matón sin sentido, usual de un Hooligan, Hiccup no era
un cobarde tampoco. Estar asustado no es lo mismo que ser un cobarde. Tal vez era
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tan valiente como cualquiera de allí, porue fue a atrapar a un dragón a pesar de saber
cómo eran los dragones. Y después había subido peligrosamente hasta la boca de la
cuerva y había encontrado que dentro había túneles largos y sinuosos, él siguió ba-
jando, a pesar de no estar interesado en túneles largos y sinuosos con dragones al
final de éstos.
El túnel goteaba y estaba húmedo. A veces era lo suficientemente alto como para
que los niños caminaran erguidos. Luego se cerraba en agujeros claustrofóbicos tan
estrechos que los niños solo podían pasar a rastras, con las antorchas en la boca.
La caverna estaba llena de más dragones que Hiccup jamás podría haber imagi-
nado que existían.
Eran de todos los colores y tamaños posibles, y se incluían todas las especies que
Hiccup había escuchado, y unos cuantos que no conocía.
Si uno, solo uno de estas innumerables criaturas fuera a despertar, daría la alarma
a los demás y los chicos encontrarían una muerte horrible. Hiccup una vez vio a un
ciervo que había vagado demasiado cerca del Acantilado del Dragón Salvaje, quedó
Cómo Entrenar a tu Dragón
Hiccup cerró los ojos “NO voy a pensar en ello,” se dijo para sus adentros. “NO
LO HARÉ.”
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para que no entrara el repugnante olor, buscando al dragón más grande que pudiera
encontrar y que entrara en sus cestas.
Dejaron las antorchas en una pila en la entrada. La caverna estaba ya bien ilumi-
nada por los Glowwoems -animales enormes, lentos, salpicado aquí y allá que bri-
llaban con una fluorescencia constante pero tenue, como una bombilla de bajo vol-
taje. Y los Flamehuffers emitían pequeños estallidos adicionales de luz que parpa-
deaban mientras ellos respiraban.
Como era de esperar, la mayoría de los chicos se dirigieron hacia los bicharros
feos del mundo dragón.
El Gronckle miró al frente. Era difícil saber a partir de su expresión vacía si estaba
despierto o dormido. Hiccup se dio cuenta, en agonía de suspenso, que el tercer pár-
pado delgado como una gasa seguía abajo.
Cómo Entrenar a tu Dragón
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Hiccup soltó el aire. Tal vez estos estaban tan muertos para el mundo que nada
podría despertarlos.
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GRONCKLE
El Gronckle es el bicharraco más feo del mundo dragón. Pero lo que
le falta en apariencia, lo compensa en el campo de batalla. Pueden
ser lentos y, me atrevería a decir, estúpidos ~ y a veces se vuelven
tan gordos que no son capaces de volar. También son propensos al
acné de dragón.
ESTADÍSTICAS
RADAR: Ninguno 0
VENENO: Ninguno 0
Cómo Entrenar a tu Dragón
Es un hecho poco conocido que los dragones se ponen más frío cuanto más pro-
fundo duermen.
Incluso es posible que los dragones entre en un Coma del Sueño en el que están
helados, sin pulso aparente, o aliento, o latidos cardíacos. Pueden permanecer en ese
estado durante siglos, y solo un experto altamente calificado puede decir con solo
mirarlo si están vivos o muertos.
Pero un dragón que está despierto o en un sueño ligero está muy caliente, como
el pan que acaba de salir del horno.
Hiccup encontró uno que era del tamaño adecuado y bastante frío al tacto y lo
metió en su cesta de la forma más rápida y cuidadosa que pudo. Fue un Marrón
Básico, muy básico, pero en ese momento a Hiccup no podía importarle menos. A
pesar de que estaba en la mitad de su crecimiento, fue sorprendentemente pesado.
“¡LO HICE, LO HICE, LO HICE!”, cantaba alegremente a sí mismos. Por lo menos
él no iba a ser el único chico de la clase que no tuviera un dragón. Todos parecían
haber conseguido uno por ahora y todos fueron hacia la salida en silencio. Todo el
mundo a excepción de…
Fishlegs, que ya estaba cubierto de rojo, salpullido, y que en ese mismo momento
se acercaba de unas ruidosas puntillas a un montón de Nadders enredados.
Pero Fishlegs estaba harto de las burlas de Snotlout y de ser burlado y mofado.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Iba a conseguirse un dragón genial que todos los demás chicos respetarían.
Entrecerró los ojos con tanta fuerza que apenas podría ver el montón de drago-
nes, sus ojos llenos de lágrimas, y rascarse violentamente. Fishlegs alcanzó lenta-
mente al dragón al ras del suelo, tomó una pierna en su mano y suavemente… tiró.
Toda la pila se vino abajo en una furiosa maraña de extremidades y alas y orejas.
Cada niño en la caverna dio un jadeo horrirzado.
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La mayoría de los Nadder chocaron violentamente uno con otro antes de volver
a dormir.
Una bestia más grande que los demás abrió los ojos y parpadeó un par de veces.
Hiccup observó, con gran alivio, que el tercer párpado estaba todavía abajo.
El gran Nadder miró sin ver hacia adelante, congelado como una estatua de dra-
gón.
Y muy lentamente…
La cabeza del Nadder giró de repente para enfrentarse a Fishlegs, los ojos amari-
llos de gatos fijos en el niño. Desplegó sus alas a su máxima extensión y sigilosa-
mente avanzó, como una pantera a punto de saltar. Abrió la boca lo suficientemente
amplia como para mostrar su lengua bífida de dragón y…
No había tiempo para recoger las antorchas, por lo que estaban corriendo en total
oscuridad.
La cesta con el dragón Marrón Básico en ella chocaba con la espalda de Hiccup.
Tenían dos minutos de ventaja sobre los dragones porque tomó un tiempo que el
primer dragón despertara a todos los demás. Pero Hiccup oyó furioso rugido y ale-
teos cuando los dragones comenzaron a perseguir a los chicos por el túnel.
—Ese —dijo Hiccup, mientras se abría paso frenéticamente sobre los codos por
la parte más angosta— es el MENOR… ow… de nuestros problemas. ¡Nos están
ganando!
Él puso su cesta en los brazos de Fishlegs y agarró la vacía que estaba en la es-
palda de éste.
Y Hiccup dio la vuelta y regresó por el estrecho paso, aunque el estruendo fue
cada vez más fuerte y más cerca por cada segundo.
Hiccup regresó a través del agujero preciosos momentos más tarde. Fishlegs lo
agarró de un brazo para ayudarlo a pasar.
Podían oír un horrible resoplido que sonaba como si la nariz de un dragón hu-
biera entrado por el otro extremo del agujero. Hiccup tapó el agujero con una roca y
chilló indignado.
Doblaron una esquina y de repente vieron la luz del exterior al final del túnel. Cómo Entrenar a tu Dragón
Fishlegs iba primero, pero, al igual que Hiccup estaba arrodillado para seguir, un
dragón se abalanzó sobre él con un aletazo y un grito. Hiccup lo golpeó y cayó hacia
atrás lo suficientemente para que se arrastrara hacia la luz. Otro dragón --o tal vez
el mismo-- hundió sus colmillos en la pantorrilla de Hiccup. Estaba tan desesperado
por salir que arrastró al animal con él.
Tan pronto como la cabeza y los hombros de Hiccup pasaron hacia la luz, vio a
Gobber allí. Agarró a Hiccup por debajo de las axilas y lo arrastró hacia afuera, los
dragones detrás de él.
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—¡SALTA! —Gritó Gobber, al tiempo que aturdía a un dragón con un golpe de
su poderoso puño.
—¿Qué quieres decir con SALTA? —Hiccup vaciló mientras miraba hacia abajo
en la caída vertiginosa al mar.
—No hay tiempo para bajar —jadeó Gobber, golpeando un par de cabezas de
dragón juntas, y rebotando tres más con su gigantesca barriga—. ¡¡¡SALTA!!!
Como se lanzó al aire, el dragón que estaba aferrado a su pierna aflojó sus man-
díbulas con un chillido de alarma y salió volando.
Hiccup tiró su casco tan abajo como pudo. Era horrible el sonido que producían
las garras de los dragones rastrillando el metal. Otro aterrizó silbando, en el agua
justo enfrente de la cara de Hiccup. Despegó con un chillido cuando sintió lo frío
que estaba el mar. A los dragones no les gustaba volar a través de la nieve y, con
alivio, Hiccup observó mientras volaban de regreso a gritar terribles insultos drago-
nes en dragonés desde la calidez de la entrada de la cueva. Gobber empezó a tirar
de los chicos fuera del mar hacia unas rocas. Los muchachos vikingos son tan fuertes
nadadores, pero es difícil mantenerse a flote cuando se tiene una cesta llena de dra-
Cómo Entrenar a tu Dragón
Bueno, al menos no era la MUERTE, PENSÓ Hiccup cuando Gobber lo agarró por
el cuello para rescatarlo, casi ahogándolo de nuevo en el proceso --pero ciertamente
no era GLORIA, tampoco.
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3. Héroes o Exiliados.
Los chicos se apresuraron a través de los guijarros fangosos en el borde de la playa
y treparon por la Madman’s Gully, el desfiladero por el que habían subido un par
de horas antes. Esta era una grieta estrecha en los acantilados llena de grandes rocas.
Ellos trataron de avanzar lo más rápido que podían, pero esto era difícil cuando se
resbala sobre las enormes piedras cubiertas de hielo, y ellos avanzaban penosamente
lento.
Gobber se puso de pie, las piernas separadas, y giró su enorme hacha de doble
filo. Echó hacia atrás su gran cabeza peluda y gritó, un terrible grito primitivo que
resonó por los lados de la garganta e hizo que los pelos de la nuca de Hiccup se
pusieran hacia arriba como las espinas de un erizo de mar.
Esto hizo que el resto de los dragones pensaran un poco. Algunos de ellos se pe-
learon unos sobre otros en su prisa por irse volando, aullando como perros. Los otros
se detuvieron, se cernieron en la incertidumbre, gritando desafío pero manteniendo
su distancia.
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—Una pérdida de una buena hacha —gruñó Gobber—. ¡Sigan adelante, mucha-
chos, podrían volver!
Hiccup no necesitaba ningún estímulo para seguir adelante. Tan pronto como sa-
lió de la garganta y de la tierra pantanosa detrás de él, él echó a correr tropezando,
cayendo de vez en cuando de bruces en la nieve.
Algún tiempo después, cuando Gobber consideró que estaban a una distancia se-
gura del Acantilado del Dragón Salvaje, gritó a los muchachos para que se detuvie-
ran.
Con mucho cuidado contó las cabezas de nuevo, para comprobar que no había
perdido a nadie. Gobber había pasado un desagradables diez minutos de pie en la
boca de la cueva de los dragones preguntándose por qué había un terrible alboroto
y lo que iba a decirle a Stoick el Vasto si perdía su precioso hijo y heredero para
siempre.
Algo sensible y discreto, suponía, pero el tacto y la sensibilidad no eran los puntos
fuertes de Gobber, y tomando los primeros cinco minutos para llegar a un "Hiccup
la cargó. LO SIENTO," y luego pasó los siguientes cinco minutos jalándose la barba.
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—¡SILENCIO! —Gritó Gobber—¡ESTA ES SU INICIACIÓN, NO UN DÍA DE PA-
SEO POR EL PAÍS! ¡SILENCIO, O ALMORZARÁN GUSANOS MARINOS PARA
EL RESTO DE SUS VIDAS!
—Ahora —continuó Gobber, más calmado—. Aunque eso era un caos absoluto,
no fue un desastre total. Supongo que todos tienen a un dragón después de ese
fiasco. . .
Fishlegs echó una mirada de reojo a Hiccup, quien estaba mirando al frente.
—Por suerte para ustedes —dijo Gobber, ominosamente—. Así que todos ustedes
han pasado la primera parte de la Prueba del Dragón. Sin embargo, todavía hay dos
partes que hay que completar antes de poder convertirse en miembros plenos de la
Tribu. Su próxima tarea será la de entrenar a este dragón a ustedes mismos. Esta será
una prueba de la fuerza de su personalidad. Van a hacer valer su voluntad sobre
esta criatura salvaje y mostrarle quien es el Maestro. Se espera que su dragón
aprenda a obedecer órdenes sencillas como "ir" y "quedarse", y cazar peces para us-
ted de la manera en que los dragones han cazado por los Hijos de Thor desde que
cualquiera puede recordar. Si ustedes están preocupados por el proceso de entrena-
miento, deberán estudiar un libro llamado Cómo entrenar a tu dragón por el profesor
Yobbish, que se encuentra en la chimenea del Gran Salón.
—Robé ese libro de la Biblioteca Pública de los Meathead —dijo con modestia,
mirándose las uñas muy negras—. Delante de las narices del Bibliotecario Hairy
Scary… Nunca se dio cuenta de una cosa… Eso SÍ que es robo para ustedes…
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entrenado a su dragón a satisfacción mía y de otros ancianos de la Tribu, finalmente
pueden decir que son un Hooligan de Berk.
—Yo... odio… ser… un… Vikingo —jadeó Fishlegs a Hiccup, ya que se tambaleó
hacia atrás a través de los helechos de la aldea Hooligan.
Los chicos ya estaban calados hasta los huesos con el agua de mar, y ahora la
nieve se había convertido en lluvia de conducción horizontal, que soplaba en la cara
con la fuerza de uno de los vientos huracanados que siempre estaban chillando a
través de los páramos salados de Berk.
—Un estrecho escape de una horrible muerte a primera hora el Jueves por la ma-
ñana —se quejó Fishlegs—. Seguido de rechazo total por la mitad joven de la Tribu...
Nadie va a hablar conmigo durante años después de esto -a excepción de ti, por
Cómo Entrenar a tu Dragón
supuesto, Hiccup, pero entonces sólo serás un bicho raro como yo-.
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La medida real es de dos millas que equivale a 3.2187 kilómetros.
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intentó maniáticamente salir— y sólo una cena de horribles lapas nos espera para al
final del día.
—SÉ que es tuyo REALMENTE —suspiró con cansancio—. Creo que voy a ir di-
rectamente pasando el pueblo y seguir corriendo hasta que llegue a algún lugar ci-
vilizado. Roma quizás. Yo siempre he querido ir a Roma. Y yo no tengo esperanza
en el Valhalla de pasar la Iniciación de todos modos, por lo que…
—Fue extraño —dijo Hiccup—. En cierto modo lo sentí cuando estábamos co-
rriendo por el túnel. No podía ver nada, pero ya que estábamos pasando, yo sólo
sabía que había un dragón allí, y que estaba destinado a ser MI dragón. Yo iba a
ignorarlo, en realidad, porque teníamos un poco de prisa, pero luego me dijiste
acerca de no tener un dragón y volví, y... allí estaba, tendido en esta plataforma en
el túnel, justo como me había imaginado que sería.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Hiccup estaba magullado por todas partes, temblando por el shock, y tenía una
herida de dragón desagradable en la pantorrilla, que picaba como loco por el agua
salada. Estaba muy frío y había un irritante trozo de algas en una de sus sandalias.
Él estaba también un poco preocupado porque sabía que no debería haber arries-
gado su vida tratando de conseguir un dragón para Fishlegs. Eso no fue un acto de
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un Héroe Vikingo. Un Héroe Vikingo no habría intervenido entre Fishlegs y su Des-
tino.
Por otro lado, Hiccup había estado preocupando sobre el día de la caza-Dragón
durante más tiempo del que podía recordar. Él estaba seguro de que él sería el único
que volvería sin un dragón, y la vergüenza, el bochorno y el terrible exilio seguirían.
—Sabes, Hiccup —dijo Fishlegs un poco más tarde, cuando las fortificaciones de
madera de la aldea aparecieron en el horizonte—, eso sonó como el Destino, que
sintieras que el dragón estaba allí así. Esto podría significar algo. Podrías tener algún
tipo de maravilla-dragón allí. ¡Algo que hará a un Monstruos Nightmare ver como
una rana voladora! Eres el hijo y heredero del jefe Stoick, después de todo, y es mo-
mento de que el Destino entre con un letrero sobre tu destino —los muchachos se
detuvieron, jadeando de cansancio.
— Oh, estoy seguro de que es sólo un Común o de Jardín que vagó lejos del resto
—dijo Hiccup, tratando de parecer descuidado, pero incapaz de mantener la emo-
ción en su voz. ¡Podría tener algo maravilloso allí!
Tal vez Old Wrinkly tenía razón. Old Wrinkly era el abuelo de Hiccup por parte
de su madre. Había tomado la adivinación en su vejez y siguió diciendo a Hiccup
cómo había mirado hacia el futuro y que Hiccup estaba destinado para grandes co-
sas.
¡Este asombroso dragón podría ser el comienzo de su transformación del ordinario y viejo
Hiccup, que no era particularmente bueno en nada, en un Héroe del Futuro!
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Está muy quieto, ¿no? —Dijo Fishlegs, de repente menos seguro de la teoría del
Destino—. Quiero decir, que no se mueve en absoluto allí. ¿Estás seguro de que está
vivo?
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De repente tuvo una fuerte sensación de que los dioses estaban de su parte. SA-
BÍA que este dragón estaba vivo.
La mayoría de los dragones que los Vikingos utilizaban para la caza eran del ta-
maño de un perro Labrador. Los dragones adolescentes que los chicos recogían no
eran bastante grande, pero estaban casi completamente desarrollados. Este dragón
era más comparable a un West Highland Terrier.
Hiccup no podía pensar en cómo había pasado por alto esto cuando recogió el
dragón en el túnel. Supuso que, desgraciadamente, era más bien un momento de
presión, que tres mil dragones trataban de matarlo en el momento. Y los dragones
en profundo Coma del Sueño tienden a pesar más que cuando están despiertos.
—Bueno —dijo Hiccup por fin—, eso es una señal, si lo deseas. Tratas de alcanzar
a un Deadly Nadder y ¿qué obtienes? Un Marrón Básico. Agarro un dragón en la
oscuridad y ¿lo que puedo obtener? Un común o de jardín. La cosa es que los dioses
están diciéndonos que estamos entre gente común o de jardín, Fishlegs. Tú y yo, no
estamos destinados a estar Héroes.
Fishlegs puso el cesto de vuelta sobre la espalda de Hiccup y caminaron hacia las
puertas de la aldea juntos.
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Mientras que pudo haber sido cierto, no sólo era Hiccup quien no iba a ser la
futura estrella de la Formación del Dragón -- pero con este dragón en particular,
incluso se le iba a ser difícil para él tomar su lugar familiar desvaneciendo en el
fondo.
Era tan pequeño que Snotlout iba a tener algunas cosas muy desagradables que
decir al respecto.
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4. Cómo Entrenar a tu Dragón.
—¡JA JA JA JA!
Snotlout se reía tan fuerte que no había logrado decir nada en absoluto.
Los chicos estaban colgados sobre las puertas de la aldea, teniendo la oportunidad
de mostrar a los dragones que habían atrapado. Hiccup había tratado de caminar a
través sin que nadie lo notara, pero Snotlout lo había detenido.
—Vamos a ver qué patética criatura tiene Hiccup —dijo Snotlout, y quitó la
tapa—. Oh, esto es GENIAL --¡Mírenlo! —Dijo Snotlout, cuando por fin recuperó el
aliento de reírse—. ¿Qué ES, Hiccup? ¿Un conejito marrón con alas? ¿Un hada de las
flores? ¿Una esponjosa rana voladora? ¡Acérquense todo el mundo y ver al magní-
fico animal que Nuestro Futuro Líder ha atrapado por sí mismo!
—Oh, Hiccup, eres inútil —cantó Speedifist—. Eres el hijo de un JEFE, por el amor
de Thor —cantó Speedifist—. ¿Por qué no has tomado a uno de esos Monstruos
Nightmare con la envergadura de dos metros y las garras retractiles adicionales?
Snotlout se rio tan fuerte que Speedyfist tuvo que sujetarlo para mantenerlo de
pie.
28
Tribu lo primero que voy a hacer será mandar a cualquiera con una alergia tan pa-
tética como la tuya directo al exilio. ¡No estás en condición para ser un Hooligan!
Fishlegs se puso muy blanco de la cara, pero todavía se las arregló para decir con
voz entrecortada:
—Pero tú NO serás el Jefe de esta Tribu. HICCUP va a ser el Jefe de esta Tribu-
—Oh, es él, ¿él es? —Se burló Snotlout—. Así que, a mí no se me permite tener a
un Monstruos Nightmare ¿verdad? Nuestro Futuro Líder se mantiene muy quieto
sobre esto, ¿no es verdad? Vamos, Hiccup, te estoy robando tu herencia. ¿Qué vas a
hacer al respecto sobre esto, entonces, eh?
Los chicos miraban solemnemente. Snotlout realmente había roto una antigua re-
gla Vikinga.
—Hiccup debería retarte por el dragón —dijo Fishlegs despacio, y todo mundo
giró alrededor para mirar expectantes a Hiccup.
Pero él no podía ignorar los insultos por su estatus, ahora Fishlegs había apun-
tado amablemente eso, sin mirarse como un cobarde frente a los demás chicos. Y si
te vuelves conocido por ser un cobarde en la Tribu de los Hairy Hooligan, podrías
ir hasta el final y vestir un jerking de un rosa pálido, tocar el arpa, y cambiar tu
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Te reto, Snotlout Snotface, por el dragón, Fireworm, que es mío por derecho —
dijo Hiccup, tratando de ocultar su renuencia por hablar haciéndolo lo más alto y
formalmente que pudo.
—Acepto tu desafío —dijo Snotlout súper rápido, sonriendo con toda su horrible
y con aire satisfecho, de su cara—. ¿Hachas o puños?
—Puños —dijo Hiccup. Porque las hachas eran REALMENTE una mala idea.
29
—Voy a esperarme para mostrarte cómo un futuro Héroe Real lucha —dijo
Snotlout, y después recordó algo—. DESPUÉS de la Iniciación en el día Jueves de
Thor, aunque yo no quiero romperme mi dedo del pie o cualquier cosa mientras te
estoy pateando frente a todos por todo el pueblo.
—Mientras tanto —Snotlout continuó—, voy a vivir con el miedo de ser engo-
mado a muerte por la terrorífica tortuga acuática Toothless de Hiccup.
—Lo siento por el desafío —Fishlegs se disculpó, después de que habían dejado las
cestas con los dragones dentro debajo de las camas de sus casa.
—Oh, no te disculpes por eso —dijo Hiccup—. Alguien hubiera llegado a hacerlo.
Ya sabes cómo todos aman una pelea.
Fishlegs y Hiccup iban a la Gran Sala a buscar el libro que Gobber había recomen-
dado: Cómo Entrenar a tu Dragón, por el Profesor Yobbish.
30
Él abrió el libro.
(He incluido una réplica base de Cómo entrenar a tu dragón, por el profesor Yob-
bish, aquí --con el fin de que puedas compartir la experiencia con Hiccup de abrir el
libro por primera vez, lleno de esperanza y de interés y de expectativa. Tendrás que
imaginar que la cubierta es inusualmente gruesa, con grandes broches de oro, y que
algún escriba la ha cubierto de elaboradas letras doradas de fantasía. Se ve muy
atractivo de hecho.)
31
Cómo Entrenar a tu Dragón
32
Este libro está dedicado a mamá, con amor
de su más querido Yob.
34
SOBRE EL AUTOR
El Profesor Yobbish (BA, MA Hons, Cantab.
Etc) ha pasado muchos años en la naturaleza
observando dragones en su hábitat natural. Este
libro es la culminación de su investigación y es el
libro de texto definitivo sobre el tema de estas
fascinantes criaturas.
El Profesor Yobbish vive solo en una cueva en la
Isla de la Muerte. Él es el autor de El cuidado de
su orca y los tiburones y otros grandes animales
domésticos.
Actualmente está escribiendo un libro acerca de
las mariposas
35
CAPÍTULO PRIMERO (Y ÚLTIMO)
¡¡GRITARLE!!
(Mientras más alto sea, mejor)
Cómo Entrenar a tu Dragón
FIN
36
¿Cómo ENTRENARÍA a un dragón?
Mire en el interior todas las respuestas en el
enormemente entretenido, e informativo li-
bro del profesor Yobbish. Siga su simple con-
sejo y pronto estará en el camino a convertirse
en el héroe que siempre ha querido ser...
—Está bien, Fishlegs —dijo— a menos que seas mejor gritando que yo, estamos
por nuestra cuenta. Vamos a tener que trabajar en nuestro propio método de entre-
namiento dragón.
38
5. Una charla con Old Wrinkly
A la mañana siguiente, Hiccup comprobó al dragón debajo de su cama. Todavía es-
taba dormido.
Old Wrinkly exhaló anillos de humo contenido ociosamente mientras veía salir el
sol. Hiccup se estremeció y tiró piedras a los helechos. Ninguno de los dos habló
durante mucho tiempo.
—Te dije que lo harías, ¿no? —Replicó Old Wrinkly muy satisfecho de sí mismo.
Old Wrinkly había tomado la adivinación en su vejez, en su mayoría sin éxito. Mirar
hacia el futuro es un asunto complicado. Así que estaba especialmente satisfecho de
que él había conseguido la razón esa vez.
riamente PEQUEÑO que es. En que es súper-inusual. Estoy aún más cerca de un
hazmerreír que nunca.
—Oh, querido —dijo Old Wrinkly, riéndose de manera sibilante sobre su pipa.
39
—El tamaño es relativo, Hiccup —dijo Old Wrinkly—. TODOS estos dragones
son súper-pequeños en comparación con un verdadero Sea Dragon. UN VERDA-
DERO Sea Dragon es cincuenta veces más grande que estas pequeñas criaturas. Un
verdadero Sea Dragon desde el fondo del océano puede tragar diez enormes barcos
vikingos de un trago y ni siquiera tienes un aviso. Un verdadero Sea Dragon es cruel,
misterio descuidado como el poderoso océano, un momento tranquilo como una
vieira, al siguiente furioso como un pulpo.
—Bueno, aquí en Berk —dijo Hiccup—, donde no se han registrado los Sea Dra-
gons para comparar con nada, mi dragón sólo es considerablemente más pequeño
que todos los demás. Te estás saliendo del punto.
—El punto es, yo no veo cómo estoy cada vez más cerca para convertirsm en un
héroe —dijo Hiccup sombríamente—. Yo soy el niño de menos heroico en toda la
Tribu Hooligan.
—Oh, bah, esta ridícula Tribu —fumó Old Wrinkly—. Bueno, por lo que está no
eres lo que se llama un héroe nato. No eres grande y fuerte y carismático como
Snotlout. Pero sólo vas a tener que trabajar en ello. Vas a tener que aprender a ser
un héroe por el camino difícil.
—De todos modos —dijo Old Wrinkly—, podría ser justo lo que necesita esta
tribu, un cambio en el estilo de liderazgo. Porque la cosa es que los tiempos están
cambiando. No podemos deshacernos de ser más grande y más violento que todos
los demás tampoco. IMAGINACIÓN. Eso es lo que necesitan y lo que tienes. Un
héroe del futuro va a tener que ser inteligente y astuto, no sólo un gran bulto con
músculos súper-desarrollados. Él va a tener que dejar a todos peleando entre ellos y
conseguir que se enfrenten a los enemigos juntos.
—¿Cómo voy a convencer a nadie a hacer nada? —Preguntó Hiccup—. Han co-
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Tienes que ver el panorama completo, Hiccup —continuó Old Wrinkly, igno-
rándolo—. Te llaman por unos cuantos nombres. No tienes talento natural en
Bashyball. ¿A quién le importa? Estos son problemas muy pequeños en el gran es-
quema de las cosas.
40
—Es todo muy fácil para ti para que puedas decir que son pequeños problemas
—dijo Hiccup enfadado—, pero tengo un MONTÓN de pequeños problemas. Tengo
que entrenar a este súper pequeño dragón a tiempo para el Día Jueves de Thor o seré
expulsado de la tribu Hairy Hooligan para siempre.
—Oh, sí —dijo Old Wrinkly, pensativo—. Hay un libro sobre este tema, ¿no está
allí? Recuedame, ¿cómo cree el gran profesor de la Universidad de Meathead que se
debe entrenar a un dragón?
—Sí —dijo Old Wrinkly—, pero a lo mejor tendrás que entrenar a tu dragón por
el Camino Difícil. Sabes muy mucho de dragones, ¿verdad, Hiccup? ¿Toda esa ob-
servación de dragón que has estado haciendo en los últimos años?
—Es cierto —admitió Hiccup— pero por el amor de Thor no se lo digas a nadie,
no lo entenderían.
—Hablar con los dragones es una habilidad muy inusual —dijo Old Wrinkly—.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Tal vez —dijo— se puede entrenar a un dragón mejor al hablar con él que por gritos.
41
—Pero tiene sus limitaciones, ¿no? —Old Wrinkly puntualizó—. Yo diría que gri-
tar es muy eficaz en cualquier dragón más pequeño que un león marino. Y positiva-
mente suicida si se intenta en cualquier cosa más grande. ¿Por qué no vienes con
algunos planes de formación alternativos por ti mismo? Puedes ser capaz de añadir
algo a el libro del profesor Yobbish. A menudo he pensado que ese libro necesita un
algo extra… No puedo poner mi dedo en la llaga…
42
6. Mientras tanto, en lo profundo del océano…
Mientras tanto, en lo profundo del océano, pero no muy lejos de la isla de Berk, un
verdadero Sea Dragon como Old Wrinkly había estado describiendo estaba dur-
miendo en el fondo del mar. Era indescriptiblemente grande. Él había estado allí
tanto tiempo que casi parecía formar parte del fondo del mar en sí, una gran mon-
taña submarina, cubierto de conchas y percebes, algunos de sus miembros medio
enterrados en la arena.
Pero la semana anterior, una orca que había perseguido a algunas focas inespera-
damente más profundo se sorprendió al observar un leve movimiento en el párpado
superior del ojo derecho del dragón. Una memoria ancestral se agitó en el cerebro
de la ballena y nadó lejos de allí tan rápido como sus aletas se lo permitían. Y, una
semana más tarde, el mar alrededor de la Montaña del Dragón --que había sido pre-
viamente invadido de cangrejos y las langostas y los bajíos y bancos de peces-- fue
Cómo Entrenar a tu Dragón
43
7. Toothless despierta
Toothless despertó unas tres semanas más tarde. Fishlegs y Hiccup se encontraban
en la casa de Hiccup. Todo el mundo estaba fuera, así que Hiccup decidió tomar la
oportunidad para comprobar la cesta de Toothless. Lo sacó de debajo de la cama.
Una delgada columna de humo gris azulado iba a la deriva por debajo de la tapa.
Fishlegs silbó.
El humo se elevó hacia fuera e hizo que Hiccup y Fishlegs tosieran. Hiccup aba-
nicó para alejarlo. Una vez que sus ojos habían dejado de lagrimear pudo distinguir
a un pequeño, ordinario dragón mirándolo con ojos enormes, inocentes, de hierba
verde.
—Hola, Toothless2 —dijo Hiccup, en lo que esperaba fuera un buen acento en dra-
gonés.
2
Esto se debe, por supuesto, leer "Howiieeliooiieetiere, Toothless” pero he traducido al Inglés para el bene-
ficio de aquellos lectores cuyo dragonés se ha oxidado un poco. Por favor, lea el libro de Hiccup, Aprender a
Hablar Dragonés, para un curso intensivo de este fascinante idioma.
44
´
Aprender a hablar dragomes
´
Introducción
Con EL FIN de entrenar a tu dragón sin utilizar los métodos
tradicionales de gritarle, primero debes aprender a hablar dra-
gonés. Los dragones son las únicas criaturas que hablan otros
idiomas tan complicados y sofisticados como los humanos.
Doit a wummortime.
45
71 ruidos y sonidos más extraordinarios cuando es hablado por un ser humano.
—¿¿¿Sólo hablo con él??? —Jadeó Fishlegs, con asombro—. ¿Qué quieres decir, que
estás hablando con él? Si no puedes hablar con él, es un ANIMAL, ¡por el amor de
Thor!
Toothless sopló y resopló y dejó escapar algunos anillos de humo. Infló el cuello
para parecer más grande, que es algo que los dragones hacen cuando están asusta-
dos o enojados.
Finalmente se levantó el coraje para desplegar sus alas y aletear hasta el brazo de
Hiccup. Caminó su camino hacia el hombro de Hiccup y Hiccup volvió el rostro
hacia él.
Hiccup estaba pensando “Wow, esto es increíble --¡Realmente estoy haciendo contacto
aquí!” cuando Toothless se agachó y lo mordió en el brazo.
Toothless no tenía ningún diente, pero los dragones tienen poderosas mandíbulas
por lo que todavía era doloroso. Toothless le mordió en el otro brazo.
—P-P-Pez.
— Él quiere comer — respondió Hiccup, frotando con gravedad los dos brazos.
Intentó que su voz sonara firme pero agradable; dominar a la criatura por la pura
46
fuerza de su personalidad, como Gobber había dicho—. Pero NO TENEMOS
PESCADO.
—Está bien, entonces —dijo Toothless—. Como g-g-gato.
Él se abalanzó sobre Fiddlesticks, quien rayó hasta la pared más cercana con un
aullido de terror.
Hiccup sólo consiguió agarrar a Toothless por la cola, mientras volaba en perse-
cución. El dragón luchó salvajemente, gritando.
Durante un tiempo, él era feliz abalanzándose sobre ratones que chillaban deses-
peradamente, pero luego se aburrió y empezó a atacar el colchón.
mento.
Toothless se lanzó hacia la barba de Stoick el Vasto, que lo confundió con un pollo
47
Hiccup gritó tan fuerte como pudo.
—¡SALGANDEAQUÍANTESDEQUEMEHAGABOLSOSCONUSTEDESDOS! —
Gritó Stoick y Newtsbreath y Hookfang se escabulleron, murmurando obscenas
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Hijo —dijo Stoick, con la esperanza de que fuera alguna clase de error—, ¿este
es tu dragón?
48
—Es muy… bueno… es muy… PEQUEÑO, ¿no es así? —Dijo Stoick lentamente.
Stoick no era una persona observadora, pero incluso él no podía dejar de notar
que ese dragón era realmente muy pequeño.
—Esto se debe a que es una raza poco común —dijo Fishlegs—. Una única y…
er… violenta especie, llamados el Toothless Daydream, parientes lejanos del Mons-
truos Nightmare, pero mucho más despiadados y tan raros que están prácticamente
extintos.
—Ahhh, pero con todo respeto Jefe —dijo Fishlegs—, ahí es donde se EQUI-
VOCA. Para un simple aficionado y, de hecho, para su presa, se ve exactamente como
uno Común o de Jardín. Pero si se mira un poco más cerca se puede ver la marca
característica del Daydream —Fishlegs señaló una verruga en la punta de la nariz
de Toothless—, la marca lo saca de una especie más común.
—¡Si! —Dijo Fishlegs solemnemente—. Su hijo sólo ha ido y robado por sí mismo
a la cría del rey Daggerfangs, el gobernante reptil del Acantilado del Dragón Salvaje.
Los Daydreams Reales tienden a empezar como cosas pequeñas pero crecen en cria-
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Al igual que tú, eh, Hiccup —dijo Stoick, dando una gran carcajada y alboro-
tando el pelo de su hijo.
—Tiempo para una pequeña cena, creo. Limpiarán este lío, ¿verdad, muchachos?
49
Stoick se alejó, aliviado de haber restaurado su fe en su hijo.
—De ninguna manera —dijo Fishlegs—. Te debía una tras prepararte para esa
pelea con Snotlout.
—No necesariamente —dijo Fishlegs—. Mira toda la charla que estaba haciendo
con lo del Toothless Daydream aquí. Eso fue INCREÍBLE. INCREÍBLE. Nunca he
visto nada igual. Lo entrenarás en poco tiempo.
—Yo estaba hablando con él, de acuerdo —dijo Hiccup—, pero él no escuchó ni
una palabra de lo que dije.
Cuando iba a la cama esa noche, Hiccup no quería dejar a Toothless en frente del
fuego con Newtsbreath y Hookfang.
pero y agitado es bueno para un joven dragón. Hace que a aprenda a dar la cara por
sí mismo.
Hiccup simuló darle las buenas noches a Toothless por el fuego, pero él de con-
trabando lo llevó a su dormitorio debajo de la túnica.
50
—Debes estar absolutamente tranquilo —dijo a Toothless con severidad mientras
subían a la cama, y el dragón asintió con entusiasmo. De hecho, roncó en voz alta
toda la noche, pero a Hiccup no le importaba. Hiccup pasó todo el invierno de Berk
en varios estados de "muy frío", que van desde "bastante frío" a "totalmente helado.” Por
la noche, demasiadas capas se consideran afeminado, por lo general, Hiccup perma-
neció despierto durante un par de horas hasta que se hubiera estremecido a sí mismo
en un sueño ligero.
Ahora, sin embargo, como Hiccup estiró sus pies contra la espalda del Toothless,
sintió oleadas de calor que venían del pequeño dragón, arrastrándose poco a poco a
las piernas y calentar su congelado estómago y el frío corazón, incluso viajó hasta la
cabeza, que no había estado realmente cálida durante casi seis meses. Hasta sus oí-
dos se quemaron con satisfacción. Habría tomado el ronquido de seis dragones fuer-
tes para haber despertado Hiccup, tan profundamente dormido esa noche.
51
8. Entrenar a tu dragón por el camino difícil.
Hiccup estaba todavía bastante seguro, conociendo a los dragones como lo hacía,
gritar era el método más fácil para entrenarlos. Así, durante el próximo par de se-
manas, intentó gritarle a Toothless para ver si podía hacer que funcionara. Trató de
gritar en voz alta, con firmeza, estrictamente. Daba la impresión de cruzar como po-
día. Pero Toothless no lo tomaba en serio.
Hiccup finalmente renunció a los gritos cuando Toothless robó un arenque ahu-
mado de su plato una mañana en el desayuno. Hiccup expulsó su grito más feroz y
aterrador y Toothless sólo le dio una mirada malvada y golpeó todo lo demás en el
suelo con un golpe de su cola. Eso fue todo con los gritos, en lo que se refiere a
Hiccup.
Así que él era tan agradable con Toothless lo mejor posible que pudo. Dio a Tooth-
less el lado más cómodo de la cama y él quedó peligrosamente equilibrado al borde
del mismo. Él le dio de comer tanto arenque ahumado y langosta como él quería.
Sólo lo hizo una vez, sin embargo, como el pequeño dragón sólo fue comiendo hasta
ponerse a sí mismo completamente enfermo.
Jugó partidos con él durante horas y horas. Le contó chistes, le trajo a comer rato-
nes, rascó la parte que Toothless no podía alcanzar entre los radios en su espalda.
Él hizo que la vida de ese dragón tan cerca del Cielo Dragón como pudo.
mañana todavía estaba húmeda -- cálida y húmeda en lugar de fría y húmeda, pero
HÚMEDA no obstante.
Sin embargo, tal vez Fishlegs era mejor gritando que Hiccup, o tal vez Horrorcow
era perezosa y un personaje más complaciente que Toothless, pero Horrorcow era la
prueba fácil de entrenamiento por el método de gritos.
—Muy bien, Toothless, está listo —dijo Hiccup—. Consíguete un buen revolcón.
—Estoy en unión con él —dijo Hiccup—, por lo que querrá hacer lo que digo.
—Lo que pasa con nosotros los d-d-dragones —dijo Toothless, amablemente— es
que somos s-s-s-sobrevivientes. No somos como c-c-cursis gatos o perros i-i-idiotas, que
caen en a-a-amor con sus amos y todas esas cosas. La única razón por la que hacemos lo
Cómo Entrenar a tu Dragón
que los h-h-hombres quieren es porque son más g-g-grandes que nosotros y nos dan co-
mida.
—¿Qué dijo? —Preguntó Fishlegs.
53
—N-N-Nunca confíes en un dragón —dijo Toothless, alegremente saltando del
revolcadero y ayudándose a sí mismo con uno de los caracoles que Hiccup había
encontrado para él (Toothless era particularmente aficionado con los caracoles “ I-
I-Igual que recoger la nariz” decía—. Es lo que mi m-m-madre me enseñó en el nido, y
ella debía saberlo.
Hiccup suspiró. Era verdad. Toothless era lindo en mirar, y muy buena compañía
--sí, un poco exigente. Sin embargo, solo faltaba mirar sus grandes, inocentes, y gran-
des ojos con pestañas para darse cuenta de que estaba totalmente sin moral. Eran
ojos antiguos, los ojos de un asesino. También podrías pedirle a un cocodrilo o a un
tiburón ser tu amigo. Hiccup se quitó el barro de su cara.
Febrero se convirtió en Marzo y Hiccup todavía estaba pensando. Unas pocas flores
habían hecho el error de aparecer y fueron inmediatamente borradas de la existencia
por un par de heladas que se habían atrasado a sí mismos para este propósito.
Fishlegs ahora podía hacer que Horrorcow obedeciera las órdenes de “ir” y “qué-
date.” Hiccup todavía estaba luchando para enseñar a Toothless los conceptos bási-
cos del baño.
—Pero la popo se hace afuera. Eso lo SABES —dijo Hiccup, con el fin de su
paciencia.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Toothless sin demora hizo popo en las manos de Hiccup y la parte baja de su
túnica.
54
—Bien, bien, bien —se burló Snotlout—. Si es el INÚTIL, cubierto de caca de dra-
gón. En realidad te conviene bastante bien.
—Mira lo que Fireworm y Seaslug han atrapado en la playa. Y solo tomó un par
de horas…
Fireworm tosió, flexionó uno o dos brillantes músculos y miró sus garras con falsa
modestia.
atacar a un vegetal? Las zanahorias son un poco crujientes pero tal vez podías ma-
nera un extraño pepino aplastado… Se lo podías dar a través de una pajilla…
—HUR, HUR, HUR —Dogsbreath se rio tan fuerte que se le salió el moco por la
nariz.
55
Dogsbreath lo golpeó muy fuerte que ambos niños se tambalearon, Fireworm
lanzó una estocada a Toohless que casi le saca un ojo cuando se fue.
Tan pronto como se alejaron como para escucharlos, Toothless saltó de los brazos
de Hiccup y tosió llamas de manera amenazante.
56
9. Miedo, Vanidad, Venganza y Bromas Tontas.
Marzo se volvió Abril y Abril se volvió Mayo. Después de la observación de Fire-
worm sobre lo de ser un conejito patético, Toothless nunca hizo popo en la cocina
de nuevo. Pero Hiccup no había hecho ningún progreso adicional en su entrena-
miento.
Seguía lloviendo, pero era una lluvia cálida. El viento soplaba, pero era un viento
menos furioso. Era casi posible permanecer de pie.
Los huevos de gaviotas fueron incubados en las rocas y los padres gaviotas bom-
bardearon a Hiccup y a Fishlegs cuando llegaron a Long Beach para practicar.
Los chicos se movieron un poco a lo largo de la playa, fuera del alcance de las
gaviotas.
el brazo para lanzar al dragón en el aire. El dragón se suponía que debía volar con
gracia en vuelo cuando el brazo del entrenador alcanzaba su punto más alto.
Horrorcow bostezó, se rascó, y poco a poco batió las alas de manera apagada,
refunfuñando para sí misma.
57
Hiccup arrojó su brazo hacia arriba. Toothless colgando en él.
—¡¡¡Solo ve, VE, VE, VE, VE!!! —Gritó Hiccup, batiendo el brazo arriba y
abajo frenéticamente, con Toothless aferrándose a él para salvar su vida.
Toothless se quedó.
—Toothless —dijo Hiccup, tan razonablemente como pudo—, por favor ve. Si no
vas cuando yo te lo diga, los dos seremos arrojados al exilio.
—Yup —finalmente logró quitar las garras de Toothless, que se había relajado su
agarre por un segundo, y lo empujó fuera. Toothless aterrizó en la arena con un grito
de indignación, y de inmediato se unió a la pierna de Hiccup, consiguió un buen
agarre en las sandalias con sus garras, y envolviendo sus alas alrededor de la panto-
rrilla de Hiccup.
— No puede ser mucho peor que esto —dijo Hiccup— así que voy a intentar una
nueva táctica.
Sacó el cuaderno en el que había estado a anotando todo lo que sabía sobre los
dragones, con la esperanza de que algo podría ser útil.
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Esto tenía que ser lo primero —arrastró las palabras Fishlegs— pero estoy con
Gobber el Rudo en este caso. ¿Por qué no simplemente gritas un poco más fuerte?
58
Monstruos Nightmare
El Monstruos Nightmare es el más grande y el más terrorífico de los
dragones domésticos. Voladores deslumbrantes, magníficos cazadores y
guerreros temibles, pueden ser salvajes y difíciles de entrenar. Por la
Ley Vikinga Extraoficial, sólo un jefe o el hijo de un jefe puede tener
uno.
ESTADÍSTICAS
RADAR: Ninguno 0
VELOCIDAD: rápido 7
59
Hiccup lo ignoró.
—Muy bien, Toothless —dijo Hiccup para el pequeño dragón, que fingía estar
dormido mientras él se aferraba a la pierna de Hiccup—. Por cada, pescado me caces
te daré dos langostas más cuando llegue a casa.
Toothless abrió los ojos.
—¿Conoces al gran dragón rojo llamado Fireworm que fue tan grosero contigo? —
Dijo Hiccup.
—D-D-Dijo que yo era un tritón con alas. D-D-Dijo que era un conejito de incon-
tinencia. T-T-Toothless va a matarla. Toothless va a a-a-arañarla a muerte. T-T-Tooth-
less va a…
60
—Sí, sí —dijo Hiccup hastiado—. Ese dragón Fireworm y su amo que se parece a
un cerdo piensan que Fireworm va a pescar más que cualquier otra persona en las celebra-
ciones del Día Jueves de Thor. Piensa lo estúpidos que van a verse si TÚ ganas el pre-
mio al Dragón Más Prometedor en lugar de él.
Toothless se bajó de la pierna de Hiccup.
Cinco minutos más tarde, todavía estaba pensando. Dejó escapar una risa extraña
de vez en cuando, pero cada vez Hiccup decía: “Así que, ¿qué te parece, entonces?”
el solo replicaba “A-A-Aún lo estoy pensando. Vete.”
—Está bien —dijo Fishlegs, mirando por encima del hombro de Hiccup—. Has
intentado todo lo demás. ¿Qué hay de los CHISTES Y LAS ADIVINANZAS? Su-
pongo que estás desesperado.
—Toothless —dijo Hiccup —. Si me atrapas a una bonita y gran caballa serás el más
inteligente, el más rápido dragón en Berk Y harás que el dragón Fireworm parezca un
idiota y tú tendrá todas las langostas que puedas comer cuando lleguemos a casa Y te diré
una muy buena broma.
Toothless se dio la vuelta.
3
La medida original es en “pies”
61
—De ninguna manera. Después de que me traiga una caballa.
—Bien, entonces —dijo Toothless. Saltó del brazo de Hiccup al aire.
Un dragón cazando es un espectáculo muy impresionante, incluso si es un niño
escuálido como Toothless. Él voló a través de la playa en su habitual desorden, de
manera desequilibrada, chillando unos insultos en el camino a cualquier cormoranes
que se veían más pequeño que él. Pero tan pronto como llegó a la mar, Toothless
pareció crecer un poco. La sal marina despertó en él cierta memoria ancestral de los
grandes y monstruos cazadores de pedigrí que eran sus antepasados. Él extendió
sus alas como una cometa y voló con bastante rapidez sobre la superficie de las olas
agitadas, manteniendo su cuerpo y las alas constante mientras buscaba el movi-
miento de los peces. Vio algo, y se elevó hacia arriba en círculos hasta que era tan
alto que Hiccup, estirando el cuello hacia atrás en la playa, sólo podía verlo simple-
mente como un pequeño punto. La mancha estuvo inmóvil por un segundo, y luego
Toothless se zambulló, con las alas plegadas a los lados, cayendo como una piedra
desde el cielo.
Dejó caer la caballa a los pies de Hiccup, hizo tres saltos mortales seguidos, y
aterrizó en la cabeza de Hiccup. Dejó escapar el Llanto del Dragón triunfal, que es
como un gallo cantando, pero mucho más fuerte y satisfecho de sí mismo.
62
—Un pingüino quemado por el sol —respondió Hiccup.
Era una broma muy, muy vieja, pero al parecer no había llegado al Acantilado del
Dragón Salvaje. Toothless pensó que era histéricamente divertido.
Fue una tarde agradable. La lluvia se detuvo, el sol brillaba y Toothless no hizo
demasiado mal en absoluto con la caza. Dejó caer unos pocos peces y, en un mo-
mento dado, se alejó por completo a seguir conejos en los acantilados. Pero volvió
cuando Hiccup lo llamó, eventualmente, y para el final de un par de horas había
atrapado a seis caballas medianas y un cazón.
Lo que era más, cuando Toothless tiró la última caballa en el montón delante de
Hiccup, Fishlegs notó algo afilado y reluciente en la mandíbula inferior del dragón.
Ya que volvían a casa pasaron con Old Wrinkly, que había estado sentado en una
roca viéndolos durante el último par de horas.
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Contamos con que Hiccup realmente podría pasar la Prueba Final de Iniciación
en el Día Jueves de Thor —dijo Fishlegs con entusiasmo.
—Así que todavía está la preocupación sobre esa pequeña e insignificante Prueba,
¿verdad, Hiccup?—Preguntó Old Wrinkly—Hay preocupaciones más grandes, ya
63
sabes. Hay una enorme tormenta gestándose, por ejemplo. Nos debería llegar en
unos tres días.
—Oh, creo que es casi una certeza —dijo Old Wrinkly, mirando a Toothless, que
ahora estaba tratando de cruzar los ojos y fallando en el proceso.
Y los chicos se fueron a casa, con Toothless siguiéndolos detrás de ellos llori-
queando.
64
10. Jueves Día de Thor
La Celebración del Día Jueves de Thor era una ocasión verdaderamente especta-
cular. Los Feroces rivales de los Hairy Hooligans, los Meatheads, desde las cercanas
Islas Meathead, navegaron a través del Océano Interior a la isla de Berk para este
gran encuentro.
Los visitantes acamparon en Black Heart Bay, que se convirtió durante la noche
de un desierto vacío con el eco de gaviotas en un animado pueblo de tiendas de
campaña hechas de velas demasiado remendadas para ser utilizadas en el mar
nunca más.
Por la mañana siguiente, la Long Beach estaba llena de puestos de venta y mala-
baristas y adivinos. Hubo una confusión feliz de Vikingos al detectar viejos amigos,
y practicar sus juegos espadas y gritando a los niños para dejar de golpearse entre sí
en ESTE MOMENTO por el amor de Thor no LO DIGO ENSERIO esta vez
65
BIENVENIDOS A LA CELEBRACIÓN DEL
DÍA JUEVES DE THOR
Programa de eventos.
9:00 Lanzamiento de martillo sólo para los
mayores de 60 años.
Reúnete en Marooner’s Rock con su propio martillo o de otra persona (cascos esenciales para
los espectadores).
¿De quién dragón será el más obediente, y cuya cogerá la mayoría de los peces? La sangre,
dientes, fuerte gritando: este deporte tiene todo;
66
Impresionantemente y grandes mujeres vikingas acurrucadas en grupos ca-
careando como gaviotas y tragándose tazas enteras de té de un trago.
La Prueba Final de Iniciación para los Niños Héroes no comenzaría hasta 14:0 de
esa tarde, por lo que Hiccup pasó la mañana escuchando con ojos redondos a narra-
dores contando cuentos increíbles de Sucios Daneses y Princesas Piratas.
Estaba enfermo de los nervios, por lo que le resultaba difícil disfrutar de la oca-
sión tanto como lo había hecho en años anteriores.
Quizás Old Wrinkly tenía razón, pensó Hiccup mientras miraba hacia arriba, y Thor
Cómo Entrenar a tu Dragón
—¡PPPPARP! Todos los jóvenes con la esperanza de ser iniciado en las tribus de
este año por favor hagan un camino hacia el terreno a la izquierda de la playa.
Hiccup tragó saliva, dio un codazo a Toothless, y se puso de pie. Eso fue todo.
67
Hiccup fue uno de los últimos en llegar al terreno, que era una gran zona de arena
húmeda justo en el borde del mar. Los chicos de su propia tribu ya estaban reunidos,
sus dragones se cerniéndose unos sesenta centímetros4 por encima de ellos.
Hiccup presumió que era Thuggory, hijo de Mogadon Jefe de los Meathead, por-
que un Monstruos Nightmare gris-plata de al menos un metro5 de altura se alza so-
bre uno de sus hombros. Estaba mirando a Fireworm como un rottweiler pensando
maliciosamente.
después de la Prueba.
4
La medida original es de 2 pies y su equivalencia es a la de 0.60960m
5
La medida original es de 3 pies y su equivalencia es a la de 0.91440m, 1m para redondear.
68
—No —dijo Stoick felizmente—. Ese es el hijo de mi hermano de Baggybum. MI
HIJO es el flaco de allá con el Toothless Daydream —Mogadon el Meathead irrum-
pió en una gran sonrisa. Él golpeó a Stoick en la espalda y gritó:
—¡HECHO! —Gritó Stoick, y los dos grandes jefes se dieron la mano y chocaron
las barrigas por la apuesta.
Gobber el Rudo estaba a cargo de esta etapa final de la prueba de iniciación. Él to-
davía se veía un poco verde de su desagradable experiencia en la Competencia de
¿Cuántos huevos de Gaviotas te puedes comer en 1 minuto?
—¡MUY BIEN, HORRIBLE GRUPO! —Gritó Gobber—. Aquí es donde nos dare-
mos cuenta si son material de héroe. Vas a salir de esta arena como miembros de
pleno derecho de las nobles tribus Hairy Hooligans y Merciless Meatheads o irás
miserable al exilio para siempre de las islas interiores. Echemos ver qué va a ser, ¿de
acuerdo?
—El niño y el dragón que más impresione al juez, y que soy yo —Gobber enseñó
los dientes sombríamente—, recibirá la gloria adicional de ser llamado el Héroe de
Héroes y Dragón más prometedor. Los niños y los dragones que no pasen esta
prueba dirán adiós a sus familias para siempre y dejarán la tribu para ir donde no
nos importa —Gobber pausó.
—Poesía —murmuró Fishlegs, lo bastante alto para que Gobber escuchara. Gob-
ber lo fulminó con la mirada.
69
—¡HÉROES O EXILIADOS! —Gritó Gobber el Rudo.
Por favor, déjame ser un poco de un héroe, sólo por esta vez, Hiccup y Fishlegs pensaron
para sí mismos.
Nada demasiado espectacular o lo que sea, sólo lo suficiente para pasar esta
prueba.
—No, no, señor —murmuró Fishlegs tranquilizador—, sólo un poco lento. Cómo Entrenar a tu Dragón
6
La medida original es 4 pies, su equivalencia es de 1.2192m
70
que he tenido el disgusto de enseñar. Pero tú eres el futuro de esta tribu, Hiccup, y
si nosotros somos la vergüenza delante de los Meatheads, yo, personalmente, nunca
te lo perdonare. ¿Lo entiendes?
Hiccup asintió.
Luego cada niño dio un paso adelante y sostuvo a su dragón en alto para que los
espectadores para aplaudieran.
Hubo un gran aplauso para Snotface Snotlout y su dragón, Fireworm, sólo com-
parable a los poderosos vítores para Thuggory el Meathead y su dragón, Killer.
—Les presento, por último pero no menos importante —Gobber el Rudo estaba
tratando de poner un poco de entusiasmo en su grito— al temible... al terrible... el
único hijo de Stoick el Vasto... ¡HICCUP Y SU DRAGON TOOTHFULL!
Hiccup se adelantó y levantó a Toothless lo más alto que pudo para hacer que se
viera un poco más grande.
La gente había visto dragones pequeños antes, por supuesto, normalmente corre-
teando alrededor de ratones de campo en la naturaleza, pero no como los dragones
de caza nobles que compiten en la Iniciación.
—¡EL TAMAÑO NO LO ES TODO! —retumbó Stoick, tan fuerte que podría ha-
berse oído varias playas lejos, y golpeó sus grandes manos para iniciar el aplauso.
He cambiado de idea, pensó Hiccup, cerrando los ojos, ESTE es el peor momento de mi
vida, así de lejos.
—Está bien, Toothless —susurró en el oído del pequeño dragón—, esta es nuestra
gran oportunidad. Atrapa un montón de pescado aquí y te diré más chistes de los que
nunca has oído hablar en tu vida. Qué hará que ese gran dragón rojo Fireworm realmente
se enoje.
71
Toothless dio una mirada de reojo a Fireworm. Ella estaba afilando las uñas en el
casco de Snotlout con la suficiente certeza de un dragón que sabe que está a punto
de ganar el premio a la mejor promesa Dragón.
—¡P-PPAKP!
La prueba comenzó.
—No lo olvides, Toothless —dijo Hiccup con los dientes apretados—, trae PES-
CADO. Voy a decirte todos los chistes que he oído, ¿recuerdas?
Cómo Entrenar a tu Dragón
72
—¿Qué estás haciendo, Hiccup? No estarás hablando con ese tritón con alas, ¿ver-
dad? Hablar con dragones es contra las reglas y prohibido por orden de Stoick el
Vasto, tu padre cobarde...
—Esto es demasiado bueno para ser verdad —Hiccup se dijo a sí mismo diez mi-
nutos más tarde cuando Toothless regresaba de un segundo viaje, claramente dema-
siado aburrido para las palabras, pero dejó caer un par de arenques a los pies de
Hiccup—. En aproximadamente media hora, yo, Hiccup, me convertiré en un miem-
bro de pleno derecho de la tribu Hairy Hooligan.
Era demasiado bueno para ser verdad. Fireworm estaba volando de vuelta a
Snotlout con su vigésimo pez, sus ojos de gato verde romperse con el triunfo, cuando
Toothless gritó:
—S-S-Sentimental, Snob.
Cómo Entrenar a tu Dragón
73
—S-S-Sentimental. Snob —se burló Toothless—. ¿Es eso lo mejor que puedes
hacer? Es p-p-patético. Desesperado. I-I-I-nú-ti-ti-til. Tú N-N-Nightmare crees
que eres tan cruel pero eres d-d-descuidado como vieiras.
—TÚ —siseó Fireworm, sus oídos peligrosamente bajas mientras ella se desli-
zaba hacia adelante por el aire como un leopardo a punto de saltar— eres un pequeño
EMBUSTERO.
—Y T-T-TÚ —dijo Toothless con calma— eres un corazón de c-c-conejo, cerebro
s-s-sudado, SNOB come bígaros.
Fireworm fue hacia él.
Toothless salió volando, tan rápido como un relámpago, y las enormes mandíbu-
las de Fireworm rompieron junto con un crujido repugnante en nada más que el aire.
Sobrevino el caos.
Pronto los dragones estaban involucrados en una de gran escala, Dragonfight bu-
lliciosa, con los chicos corriendo alrededor gritando que se detuvieran y tratando de
separarlos sin que los mataran. Los dragones tomaron absolutamente ninguna noti-
ficación, por mucho que los chicos gritaban - y Thuggory y Snotlout tenían muy roja
la cara después de algunos bastante impresionante gritos.
Cómo Entrenar a tu Dragón
—¿PUEDEALGUIENDECIRMEQUEENNOMBREDETHORYWODENESTÁPA-
SANDO?
74
aquí y un arañazo a Brightclaw por allá, obviamente disfrutando de la lucha enor-
memente.
Incluso Horrorcow mostró una gran cantidad de espíritu para un dragón que su-
puestamente era vegetariano. Se las arregló para darle a Fireworm un mordisco real-
mente impresionante en el trasero cuando Fireworm y Killer rodaron a través del
aire mientras se mordían el uno al otro.
—¡¡¡¡¡AAALTOOO!!!!! —Gritó Gobber el Rudo con un grito que ponía los pelos
de punta, la piel estremeciéndose, colmillos cayéndose, reverberó en los acantilados,
rebotó en el mar, y cuyos ecos débiles pueden ser escuchados en el Contienete.
Los chicos dejaron sus gritos inútiles. Los dragones se detuvieron en el aire.
Esto nunca había ocurrido antes. Los veinte chicos habían demostrado ser com-
pletamente incapaces de mantener bajo control a sus dragones durante la prueba de
iniciación.
Técnicamente, esto significaba que todos ellos debían ser expulsados de sus tribus
al exilio. Y el exilio en este clima horrible podría significar la muerte. La comida era
escasa, el mar era peligroso, y habían ciertas Tribus salvajes en las islas que se rumo-
reaba, podrían ser caníbales…
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Voy a tener que hablar con los Ancianos de las Tribus, —fue todo lo que dijo.
Dejó caer a Fireworm al suelo. Ella había llegado a sus sentidos y ahora se escabullía
hacia Snotlout, el rabo entre las patas.
75
Los Ancianos de las tribus eran Mogadon y Stoick, el propio Gobber, y unos cuan-
tos más de los más temibles guerreros, como el Terrible Tuffnut, los Mellizos Vi-
cious, y el Bibliotecario Hairy Scary Biblioteca Pública Meathead. La multitud y los
chicos estaban absolutamente inmóviles mientras los ancianos consultados en el
Huddle Elder tradicional, que se parecía un poco a una avalancha de rugby.
Los Ancianos consultaron por un largo tiempo. Mogadon se enojó con un punto
y amenazó con el puño a Tuffnut. Los Gemelos se aferraron a cada uno de sus brazos
hasta que se calmó de nuevo. Finalmente Stoick salió del Huddle y se puso delante
de los chicos, que estaban con la cabeza baja de vergüenza, sus dragones a sus pies.
Si Hiccup hubiera sido capaz de mirar a su padre, habría visto que Stoick no era
el de siempre, feliz, violento. Se veía muy solemne de hecho.
—Los novatos de las Tribus —bramó con gravedad—, este es un día muy malo
para todos ustedes. Han FALLADO la Prueba Final del Programa de Iniciación por
la feroz Ley de las islas interiores esto significa que ustedes debe ser expulsado de
las tribus al exilio PARA SIEMPRE. Yo no quiero hacer esto, no sólo porque mi pro-
pio hijo está entre vosotros, sino también porque significará que toda una generación
de guerreros se pierde de las Tribus. Pero no podemos ignorar nuestra ley. Sólo los
fuertes pueden pertenecer, en caso de que se debilite la sangre de las Tribus. Sólo los
héroes pueden ser Hooligans y Meatheads.
—Por otra parte —él continuó—, el dios Thor está realmente muy enojado. Este
no es el momento para debilitar nuestras leyes.
Thor dejó escapar un gran estrépito de un trueno, como para subrayar este punto.
Cómo Entrenar a tu Dragón
76
El trueno se estrelló alrededor de los chicos que se encontraban, las cabezas incli-
nadas, bajo la lluvia.
—Ten piedad de mí, porque esto es lo más triste que he tenido que hacer, deste-
rrar a mi propio hijo —dijo Stoick tristemente.
—Un jefe no puede vivir como los demás —dijo Stoick, mirando casi suplicante a
Hiccup—. Él tiene decidir lo que es bueno para la tribu.
Hiccup no hizo caso. Levantó la vista hacia el cielo, fuera de sí como el viento
recogía el agua de mar a puñados y la arrojaba directamente a la cara.
—SOLO UNA VEZ —gritó Hiccup—. ¿Por qué no me dejas ser un héroe una vez?
Yo no quería nada increíble, sólo para pasar esta ESTÚPIDA PRUEBA para que pu-
Cómo Entrenar a tu Dragón
Pero no iba a haber relámpagos para Hiccup. Thor claramente no pensaba que era
lo suficientemente importante para una respuesta. La tormenta se movió sobre el
mar.
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11. Thor está enojado
La tormenta arrasó todo esa noche. Hiccup se sentía incapaz de dormir cuando el
viento se arrojó sobre las paredes como cincuenta dragones que intentaban entrar.
Déjanos entrar, déjanos entrar gritó el viento. Estamos muy, muy hambrientos.
Afuera, en la oscuridad y la salida al mar la tormenta era tan salvaje y las olas tan
gigantescas que perturbaron el sueño de un par de muy antiguos Sea Dragons en
efecto.
Él era ese monstruo que se mencionó anteriormente en esta historia, la gran bestia
que había estado durmiendo fuera en un día de campo Romano durante los últimos
seis siglos, más o menos, el que había pasado recientemente a un sueño más ligero.
La gran tormenta levantó a ambos dragones suavemente desde el fondo del mar
como un par de bebés dormidos, y los llevó en el oleaje en una indescriptiblemente
enorme ola en Long Beach, a las afueras del pueblo de Hiccup.
Imagina un animal cerca de veinte veces más grande que un Tyrannosaurus Rex.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Más como una montaña que un ser vivo - un gran, reluciente, malvada montaña.
Fue así que con incrustaciones de percebes que parecía que llevaba una especie de
armadura de joyas pero donde los pequeños crustáceos y el coral no podrían obtener
el control, en las juntas y grietas de él, se podía ver su verdadero color. Un glorioso
verde oscuro, que era el color del océano mismo.
78
como un palillo de dientes y el águila estaba resultando muy útil para desenredar
esos pequeños pedazos de carne irritantes que quedan atrapados entre sus dientes
posteriores de 6 metros7.
La primera persona en descubrir a los dragones fue Badbreath el Ronco, que esta-
blece muy temprano para el registro cómo sus redes habían ido en la tormenta.
Por la mañana Stoick había tomado la decisión impresionante que iba a invertir
la solemne pronunciamiento que había hecho en la playa, y un-desterrar Hiccup y
los otros muchachos. "Es DÉBIL de mí, DÉBIL" se dijo Stoick a sí mismo, con tristeza."
Squid-face el Terrible habría desterrado a su hijo en un abrir y cerrar de ojos. Loudmouth el
Gotoso habría disfrutado positivamente él. ¿Cuál es el problema conmigo? Debería deste-
rrarme a mí mismo, y no hay duda de que es lo que Mogadon el Meathead va a sugerir.”
Con todo, Stoick no estaba en un estado para hacer frente a más problemas.
Stoick fue pisoteando a la playa. Volvió otra vez con cara de preocupación.
7
Medida original es 20 pies, la conversión es de 6.0960 metros.
79
Los Hooligans y los Meatheads despertaron esa mañana con el terrible sonido de los
bombos convocar a un Consejo de Guerra, sólo se utilizaba en tiempos de crisis te-
rrible.
En el camino se encontró con Fishlegs. Parecía como si hubiera dormido tan mal
como Hiccup. Sus gafas estaban torcidas.
80
—Los bombos sólo se utilizan en situaciones de peligro mortal espantoso —dijo
Mogadon con asombro—. ¿Nos has convocado aquí a una hora horriblemente tem-
prana —Mogadon no había dormido bien, en el suelo de piedra del Gran Salón con
sólo su casco por almohada—, sólo por un DRAGON? Espero que no estés per-
diendo tu agarre, Stoick —se burló, con la esperanza de que fuera así.
—El Dragón —dijo Stoick—, por supuesto debe ser movido. Pero es un gran dra-
gón. ¿Qué debemos hacer, Old Wrinkly? Tú eres el pensador en la tribu.
—Me adulas, Stoick —dijo Old Wrinkly, que parecía más bien divertido por todo
el asunto. —Es un Sea Dragonus Giganticus Maximus, y particularmente grande, yo
diría. Muy cruel, muy inteligente, con un apetito voraz. Pero mi campo es la poesía
islandesa temprana, no grandes reptiles. El Profesor Yobbish es el Vikingo experto
en el tema de los dragones. Tal vez deberías consultar su libro sobre el tema.
—¡Por supuesto! —Dijo Stoick—. Cómo entrenar a tu dragón, ¿no? Creo que Gobber
robó ese mismo libro de la Biblioteca Pública Meathead… —Él le dio una mirada
traviesa a Mogadon el Meathead.
—Oh, cállate, Mogadon —dijo Stoick—. Con los bibliotecarios debiluchos como
el suyo, ¿qué puedes esperar?
Baggybum estiró uno de sus grandes brazos de pulpo y tomó el libro de la estan-
tería. Él lo lanzó al otro lado de las cabezas de la multitud y Stoick lo tomó, muchos
vítores. La moral estaba alta. Stoick cedió a las hordas y entregó el libro a Gobber.
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—GOB-BER, GOB-BER, GOB-VER —gritó la multitud. Era el momento de Gobber
de triunfo. Una crisis exige un héroe y él sabía que él era el hombre para el trabajo.
Su pecho se hinchó de auto-importancia.
—Oh, no era nada realmente... —Bramó con modestia—, un poco de Robo Básico
ya saben... Me mantiene en forma.
—¿No hay nada allí sobre el Sea Dragonus Giganticus Maximus en particular? —
Preguntó Stoick.
—Hmmm —dijo Stoick—. Es breve, ¿no? Nunca me he dado cuenta antes, pero
es breve... Breve, pero a punto —añadió rápidamente—, como nosotros los vikingos.
Gracias Thor por nuestros expertos. Ahora —dijo Stoick, en su mayor parte como
Jefe—, ya que es un gran dragón tal…
—Sí, gracias, Old Wrinkly —dijo Stoick—. Ya que es, de hecho, el más grande,
Cómo Entrenar a tu Dragón
vamos a necesitar un gran grito. Quiero que todos en el acantilado gritando al mismo
tiempo.
82
Las tribus Meathead y Hooligan se reunieron en la parte superior de los acantilados
de Long Beach y miró a la imposiblemente inmensa serpiente tendido en la arena,
golpeando sus labios mientras devoraba los últimos bocados de su último y desafor-
tunado compañero. Era tan grande que parecía improbable que pudiera estar vivo,
hasta que le vieron moverse como un terremoto o un truco de los ojos.
Hay momentos en que es realmente importante el tamaño, pensó Hiccup para sí mismo.
Y este es uno de ellos.
Los dragones son criaturas vanas, crueles, y amorales, como he dicho. Todo esto
está muy bien cuando son un mucho más pequeños que tú. Pero cuando el mal ca-
rácter de un dragón se multiplica en algo del tamaño de una ladera, ¿cómo lidiar
con él?
Gobber el Rudo dio un paso adelante para liderar los gritos, como la Gritador más
respetado entre todos ellos. Su pecho se hinchó de orgullo.
Cuatrocientas voces vikingas gritaron como una: "¡VETE!" y agregaron una buena
medida del Grito de Guerra Vikingo.
El Grito de Guerra Vikingo fue diseñado para congelar la sangre de los enemigos
Vikingos al comienzo de la batalla. Era un chillido electrizantemente horrible que
comienza imitando el grito furioso de un depredador en picada, que luego se con-
vierte en el grito de terror puro de la víctima, y termina con una imitación horrible-
mente realista de los gorgojos de la muerte como el que se ahoga en su propia sangre.
Era un ruido aterrador en el mejor de los casos, pero un grito hecho por cuatrocien-
tos bárbaros a las ocho de la mañana era suficiente para hacer que el poderoso Thor
mismo dejara caer su martillo y llorar como un bebé.
Había cuatrocientos jadeos cuando un par de ojos malvados, amarillos, tan gran-
des como seis hombres altos, se estrecharon hacia abajo como rendijas.
El dragón abrió la boca y dejó escapar un sonido tan fuerte y tan aterrador que
cuatro o cinco gaviotas que pasaban se dejaron caer muertas de miedo en el acto. Era
un ruido que hizo que el Grito de Guerra Vikingo pareciera como el débil grito de
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un bebé recién nacido en comparación. Era un ruido extraño, de otro mundo terrible,
que promete MUERTE, NO MISERICORDIA y TODO LO HORRIBLE.
El Dragón puso su gran pata, agrietada por la edad en los labios y sopló un beso
reptil a los vikingos. El beso surcó por el cielo y anotó un impacto directo tanto en
las naves de Stoick como de Mogadon, que habían sobrevivido a la tormenta y se
mecían en la seguridad del Hooligan Harbor. Todos, los cincuenta de ellos, irrum-
pieron simultáneamente en llamas.
Los vikingos escaparon de ese acantilado tan rápido como sus ochocientas pier-
nas podían llevarlos.
Gobber el Rudo tuvo la suerte de aterrizar en el techo de su propia casa. Las capas
profundas de la hierba empapada se rompieron por su caída al pasar a través de
ellos, y él terminó sentado en su silla frente al fuego, aturdido pero ileso.
—Está bien, entonces —dijo Stoick a los cuatrocientos Vikingos que de repente
parecían asustados pero tremendamente excitados—, por lo que los gritos no fun-
cionan.
—Y, como nuestra flota está fuera de acción, no tenemos ningún medio para es-
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Voy a ir... —se ofreció Gobber, quien se reunió con ellos en ese momento, toda-
vía decidido a ser el Héroe que se necesitaba. Él estaba tratando de sonar noble y
digno, pero es muy difícil ser verdaderamente digno con la hierba en el pelo y el uso
84
del Vestido de su prima Agatha -que era la única cosa Gobber pudo encontrar para
usar en la casa-.
—Bueno, no —Gobber admitió—. Aquí nadie habla dragonés. Está prohibido por
orden de Stoick el Vasto, escuchar su nombre y tiemblan, Uf, uf. Los dragones son
criaturas inferiores a las que les gritamos. Los dragones podrían ponerse por encima
de sí mismos si hablamos con ellos. Los dragones son traviesos y deben mantenerse
en su lugar.
—Hiccup puede hablar con los dragones —dijo en voz muy baja Fishlegs, desde
el medio de la multitud.
—Bueno, se puede —dijo Fishlegs con firmeza—. ¿No lo ves? Esta es tu oportu-
nidad de ser un héroe. Y todos vamos a morir de todos modos, así que también po-
drías tomarlo…
—¡Hiccup puede hablar con los dragones! —Gritó Fishlegs, muy fuerte por cierto.
—Sí, Hiccup —dijo Old Wrinkly—. El pequeño muchacho, pelo rojo, pecas, que
se iba a ir al exilio esta mañana —Old Wrinkly parecía severo—. Para que la sangre
de las tribus no sea debilitada, ¿recuerdas? Tu hijo, Hiccup.
—Sé quién es Hiccup, gracias, Old Wrinkly —dijo Stoick el Vasto, incómoda-
mente—. ¿Alguien sabe dónde está? ¡HICCUP! Preséntate,
—Parece que podría resultar útil después de todo… —Old Wrinkly murmuró
Cómo Entrenar a tu Dragón
para sí mismo.
—Hiccup —dijo Stoick—. ¿Es cierto que puedes hablar con los dragones?
Hiccup asintió.
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Stoick soltó una tos incómoda.
—Absolutamente —dijo.
86
12. Green Death
Una cosa es acercarse a una pesadilla primitiva cuando eres parte de un grupo de
cuatrocientos personas. Otra muy distinta es hacerlo por su cuenta. Hiccup tuvo que
obligarse a poner un pie delante del otro.
Stoick ofreció enviar a una guardia de sus mejores soldados, pero Hiccup prefirió
ir solo.
Aunque esta es la parte de la historia que los bardos tienden a centrarse en donde
Hiccup fue particularmente heroico, no estoy de acuerdo. Es mucho más fácil ser
valiente cuando sabes que no tienes alternativa. Hiccup sabía en su corazón de co-
razones que el Monstruo pretendía matarlos a todos de todos modos. Así que no
tenía mucho que perder.
No obstante, estaba sudando cuando se asomó por el borde del acantilado. Allí,
debajo de él, fue imposiblemente grande dragón, llenando la playa. Parecía estar
dormido.
Hiccup casi saltó clara de sus polainas cuando el dragón abrió sus dos ojos de
cocodrilo y habló directamente a él.
—¿Por qué tan extraño? —dijo el Dragón, que parecía divertirse—. Un dragón
con los ojos cerrados, no necesariamente está dormido, por lo que se deducir que un dragón
87
con la boca cerrada, no necesariamente está cantando. Todo no es lo que parece. Ese ruido
que se oye no soy yo en absoluto. ESO, mi héroe, es el sonido de un canto de sufrimiento.
—¿Una canto de sufrimiento? —se hizo eco de Hiccup, recordando rápidamente
que uno debe nunca, nunca, mirar en la ojos de un gran dragón, malévolo como ésta.
Esto fue un error, como Hiccup se dio cuenta de que el dragón estaba sosteniendo
una manada de ovejas cautivos bajo una garra enorme que balaba patéticamente.
Fingió para permitir que uno de ellos escapara, dejar que el pobre animal alcanzara
prácticamente la seguridad de las rocas, y luego lo cogió por su lana con un delicado
movimiento de pinza y la tiró muy, muy arriba en el aire.
Este era un truco que Hiccup a menudo había hecho a sí mismo, pero con moras.
Ahora el dragón arrojó atrás su gran cabeza y la mota de lana cayó en las terribles
mandíbulas, que cerraron detrás de él con un choque poderoso. Hubo un horrible
sonido de crujido mientras masticaba y tragaba a las desafortunadas ovejas.
—Algunas personas dicen que deberías deshuesar a una oveja antes de comerla —se
burló el Dragón confidencial—, pero creo que añade un agradable crujido de lo que sería
un poco de comida empapada… Cómo Entrenar a tu Dragón
El Dragón eructó. El eructo salió como un bucle perfecto de fuego que se elevó
por el aire como un anillo de humo y aterrizó en el brezo que rodeaba a Hiccup, y le
prendió fuego, por lo que por un momento estaba de pie justo en el medio de un
círculo de llamas de color verde brillante. El brezo estaba húmedo, sin embargo, y
el incendio estalló durante sólo unos instantes, luego se extinguió.
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Luego puso una garra gigantesca contra el borde del acantilado en el que Hiccup
estaba de pie.
—Los seres humanos, sin embargo —continuó el dragón, pensativo—, los seres hu-
manos realmente deben ser fileteados. La columna vertebral, en particular, puede ser
muy molesta a medida que avanza por la garganta…
Mientras hablaba, el dragón, extendió sus garras, las garras emergiendo lenta-
mente de los gruesos troncos de sus dedos y se levantaron hasta que se parecieron a
nada más que máquinas de afeitar gigantescas, dos metros8 de ancho y seis metros9
de largo, con puntos en la final como el bisturí de un cirujano.
Podía ver la página Motivación dragón que había escrito en el ojo de su mente.
GRATITUD: los dragones nunca son agradecidos. MIEDO: claramente desesperado.
AVARICIA: no es una buena idea hacer una llamada a este en particular en ese pre-
ciso momento. VANIDAD y REVANCHA: podrían ser útiles pero no podía pensar
muy bien cómo. Solo quedaba CHISTES Y ADIVINANZAS Este dragón parecía un
poco exaltado para bromas. Pero a partir de su forma de hablar se imaginó clara-
mente a sí mismo como un poco de un filósofo. Quizás Hiccup podría comprarse
algo de tiempo si se le dedica a una conversación que habla enigmáticamente… Cómo Entrenar a tu Dragón
—He oído que ese canto era para su sufrir —dijo Hiccup—, pero ¿qué es una cena
cantante?
8
Medida original 6 pies, equivalente a 1.8288m
9
Medida original 20 pies, equivalente a 6.0960m
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—Una buena pregunta —dijo el Dragón, con sorpresa—. Una pregunta EX-
CELENTE, de hecho —retrocedió sus garras y Hiccup suspiró con alivio—. Ha-
cía mucho tiempo desde que la cena ha mostrado tal inteligencia. Están generalmente de-
masiado ligados a sus pequeñas vidas que molestarse con Preguntas Verdaderamente
Grandes. Ahora déjame pensar —dijo el Dragón y, como él pensaba, bifurcó a una
oveja que protestaba con el extremo de una garra, luego masticó reflexivamente.
Hiccup lo sentía por las ovejas pero profundamente agradecido de que no era él
quien desaparecía por el gaznate del reptil hambriento.
Hizo un gesto hacia su estómago, desde donde la voz aún se oía el canto, aunque
cada vez más débilmente.
media hora.
—¿No es eso canibalismo? —Preguntó Hiccup.
90
—Eres muy maleducado para ser una persona tan pequeña. ¿Qué es lo que quieres,
pequeña cena?
—Yo he venido —dijo Hiccup—, para saber si vienes en son de PAZ o GUE-
RRA.
—Oh, la paz, yo creo —dijo el Dragón—. Voy a matarlos sin embargo —añadió.
—Tu primero —dijo el dragón amablemente—. Y luego a todos los demás cuando
haya tomado una pequeña siesta y consiguió mi apetito malo. Toma un poco de tiempo
para despertar completamente de un Coma del sueño.
—¡Pero es tan injusto! —Dijo Hiccup—. ¿Por qué se te da a comer a todo el mundo,
sólo porque eres grande que todos los demás?
—Es el camino del mundo —dijo el Dragón—. Además, podrás pensar y darle vuel-
tas a mi punto de vista una vez que estés dentro de mí. Eso es lo maravilloso de la diges-
tión… Pero, ¿dónde están mis modales? Me presento. Yo soy Green Death. ¿Cuál
es tu nombre, pequeña cena?
—Hiccup Horrendous Haddock el Tercero —dijo Hiccup.
Cuando Hiccup dijo su nombre Green Death tembló, como si un viento repentino
le hubiera hecho temblar.
—Hmmm... —Dijo Green Death—. Estoy seguro de que he oído ese nombre en al-
guna parte. Pero es más bien un bocado por lo que se acaba de llamarte Pequeña Cena.
Ahora, pequeña cena, antes de comer, me dices tú problema.
—¿Mi problema? —Preguntó Hiccup.
91
—Así es —dijo el Dragón—. Tú problema de “¿por qué-no puedo-ser-más- como-
mi-padre?” Tu problema de “Es-difícil-ser-un-héroe”. Tu problema de “Snotlout-se-
ría-un-mejor-jefe-que-yo”. He ayudado en los problemas de muchas cenas. Conocer a
un problema realmente Grande como Yo parece poner todo lo demás en proporción.
—Déjame ver si entiendo —dijo Hiccup—. Tú sabes todo sobre mi padre, y yo no soy
un Héroe y todo ~
—Puedo ver ese tipo de cosas —dijo Green Death modestamente.
—Y regresamos a donde iniciamos —suspiró Green Death—. Todos vamos a ser co-
mido ALGUNA VEZ. Puedes ganar un poco de tiempo extra, sin embargo, si
eres un bicho un poco inteligente. Algunos se salvan de la quema…
Green Death bostezó.
—De repente estoy bien cansado —dijo—. ERES un bicho un poco inteligente, me
has mantenido hablando durante AÑOS... —Y el dragón bostezó de nuevo—. Es-
toy demasiado cansado para comer ahora mismo, vas a tener que venir de regreso en un par
de horas... y te diré cómo enfrentarte con tu problema, entonces. Tengo la sensación de que
puede ayudarte a…
Y el terrible monstruo realmente se quedó dormido este tiempo, y roncaba más
fuerte. Sus grandes garras relajadas y cayeron abiertas y el resto del ganado ovino,
sus lados lanudos temblando de terror, se apresuró a las cimas de las terribles garras
y atornilló hasta el sendero del acantilado.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Todo el mundo aplaudió cuando entró por las puertas. Él fue levantado a la altura
del hombro y dejado frente a su padre.
92
—Dice que viene en paz —dijo Hiccup. Había enormes hurras y estampados pe-
sados de pies.
93
13. Cuando gritar no funciona.
El dragón seguía dormido cuando el Consejo de Guerra argumentó sobre qué ha-
cer a continuación.
—Voy a escribir una dura carta al profesor Yobbish —dijo Stoick el Vasto—. Este
libro necesita muchas más palabras para decirle lo que debe hacer si los gritos no
funcionan.
Eso demostraba qué tan enojada estaba Stoick, él nunca escribía una carta si podía
evitarlo.
Esto es lo que viene de no seguir la Ley, pensó para sí mismo. Si yo hubiera desterrado
a los chicos ayer por la noche que debería haber hecho, no estarían aquí para morir con el resto
de nosotros. Debería haber puesto mi confianza en Thor.
Tenía la sensación de que los adultos no iban a llegar a nada diabólicamente inte-
ligente.
Para sorpresa de Hiccup fue seguido no sólo por Fishlegs sino por todos los no-
vicios, tanto de la Tribu Hooligan como de la Meathead.
Cómo Entrenar a tu Dragón
—Así que, Hiccup —dijo Thuggory el Meathead—. ¿Qué vamos a hacer ahora,
entonces?
94
y comidos por caníbales todo por su culpa. ¡Él no puede incluso controlar a un dra-
gón del tamaño de una tijereta!
Snotlout calló.
—De todos modos —dijo Thuggory—. Mi padre estaba en ese estúpido consejo
de ancianos también. Estoy con Hiccup. ¿Qué clase de padre pone sus Leyes estúpi-
das antes de la vida de su hijo? ¿Y qué tipo de prueba estúpida fue, de todos modos?
Si ahorramos todos esos estúpidos de un dragón de VERDAD como éste, tal vez
ellos nos dejan entrar en su estúpida Tribu después de todo.
VALLA, VALLA, VALLA, pensó Hiccup. Este es un giro para los libros. Tal vez ese
Dragón sea una razón y él me va a ayudar con mi problema de “Es-duro-ser-un-Héroe”.
Antes de que me come, de por supuesto.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Una reunión en solitario con Green Death y aquí estaban diecinueve jóvenes bár-
baros, la mayoría de ellos mucho más grandes y más fuertes y más duros que Hic-
cup, Hiccup miró expectante antes de decirles lo que había que hacer.
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—¡DENLE AL NIÑO UN ESPACIO AQUÍ! —gritó Thuggory, empujando a todos
los demás atrás.
—Ten todo el tiempo que necesites para pensar, chaval —dijo Thuggory—. Esta
es una situación que necesita una gran cantidad de pensamiento y tengo la sensación
de que eres el único aquí que puede hacerlo. Cualquiera que pueda tener una con-
versación de veinte minutos con un tiburón alado del tamaño de un planeta y salir
de ello con vida es un mejor pensador que yo.
Hiccup pensó.
Y pensó.
—Lo que sea que estés pensando para deshacerse de ese monstruo será mejor que
funcione para los dos.
Thuggory asintió.
—Fui hasta el punto más alto y lo vi a él mientras estaba teniendo la charla con el
Big Green One.
—Está bien —dijo Hiccup—. Es una buena noticia, en realidad. Vamos a ver el
nuevo Horror. Cómo Entrenar a tu Dragón
El camino hasta el punto más alto estaba cubierto de conchas y huesos de delfines
arrojados por la gigantesca tormenta. En el camino que incluso pasaron por la ruina
de uno de los barcos favoritos de Stoick, el Pure Adventure, se perdió en el mar siete
años antes, y ahora estaba posado como loco sobre una roca a tres cuartas partes del
camino hasta la colina más alta de Berk.
Una vez que se estaba en la parte superior era posible ver la mayor parte de la
costa de Berk y el mar que rodeaba por todos los lados. Justo en el otro extremo de
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la isla, un dragón llenaba completamente Unlandable Cove y se derramaba sobre los
lados.
Era otro Seadragonus Giganticus Maximus, esta vez de un glorioso púrpura pro-
fundo en color y, en todo caso, un poco más grande que el de Long Beach.
—Purple Death, supongo —susurró Hiccup, con voz temblorosa—. Esto es justo
lo que necesitamos. ¿Estás seguro que no hay más?
—Creo que solo están estas dos máquinas de matar pesadillas. ¿Dos no son sufi-
cientes para ti?
—No somos lo suficientemente grande como para luchar contra estos dragones
—dijo Hiccup—, pero pueden luchar entre sí. Nosotros tenemos que conseguir que
realmente se enojen el UNO con el OTRO. Nosotros los Hooligans nos concentrare-
mos en Green Death y le Meatheads se ocuparán de Purple Death.
—Lo único que vamos a necesitar son a nuestros propios dragones, que parecen
haber desaparecido —dijo Hiccup—, por lo que será mejor que empecemos a lla-
marlos.
Comenzaron a llamar por sus dragones, tan fuerte como se atrevieron, y luego
más fuerte todavía ya que no había respuesta.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Los veinte dragones que pertenecieron a los novicios no estaban, de hecho, muy
muy lejos de todos. Lo habían realizado después de la lucha del dragón y ahora se
escondían en un pedazo de helechos pantanosos cerca de un kilómetro10 más o me-
nos de distancia de donde los chicos estaban de pie en el punto más alto. Estaban
acurrucados como gatos gigantes en los helechos, ojos malvados relucientes. Ahora
estaban tan exactamente a la sombra de una mata de helechos que parecía haberse
10
Medida original: 100 yardas, equivalencia: 91.440m
97
derretido por completo en la ciénaga. Si hubiera estado un conejo o un ciervo no se
habrían dado cuenta de ellos hasta que sintiera las garras en la espalda y el calor
fuego en el cuello. Ellos habían estado siguiendo a los chicos por un tiempo.
—S-S-Silencio —silbó Fireworm—. Estas islas son peligrosas —se burló—. Po-
dríamos volar de un peligro directamente a la boca de otro. Yo digo que obedezcamos,
hasta que estemos seguros de que han perdido. Cuando llegue ese momento voy a dar la
señal para que el desierten.
Y así, como de la nada, Fireworm y Seaslug, Horrorcow y Killer, Brightclaw y
Cómo Entrenar a tu Dragón
98
14. El plan diabólicamente inteligente
Los dragones protestaron un poco, pero los chicos les gritaron en línea.
—¿Lo ves? —Dijo Snotlout—. El Inútil ni siquiera puede conseguir que su propio
dragón participe para llevar a cabo su patético plan. ¿Y esta es la persona con la que
están apostando a sacarte de este lío?
—Está bien entonces, Toothless, te quedas aquí y te pierdes toda la diversión. Ahora,
quiero que todos desciendan al Gull’s Nesting Place y recojan la mayor cantidad de
plumas de pájaros como puedas para las bombas de pluma…
—¡Plumas de ave! —Burló Snotlout—. ¡Este cobarde cree que puede luchar contra
un animal así con plumas de pájaros! Arma blanca es la única lengua que una cria-
tura como esa va a entender.
—Los dragones tienen una tendencia al asma —explicó Hiccup—. Es todo por lo
que escupen fuego. El humo entra en sus pulmones.
—¿Así que crees que este monstruo se va a morir de asma en ese mismo momento
a causa de unas pocas BOMBAS DE PLUMA? ¿Por qué no darle de comer arenque
Cómo Entrenar a tu Dragón
frito y ver si él cae muerto de un ataque corazón en veinte años más o menos? —
Abucheó Snotlout.
—No —dijo Hiccup pacientemente—, las bombas de plumas son solo para po-
nerlo muy confundido para que no vaya a matar a nadie en el camino. Snotlout,
Thuggory, voy a tener que entrenar Fireworm y Killer en lo que tiene que decir ",
continuó Hiccup.
—No voy a poner mi dragón en riesgo en este plan loco —dijo Snotlout.
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—OH, SÍ, LO HARÁS —silbó Thuggory, con los dientes apretados, blandiendo
un puño enorme hacia Snotlout—. Este tipo es un DOLOR, Hiccup, no sé cómo se
pasas el día con él. Escucha, Snotfeatures, por algún milagro tienes a un dragón ra-
zonable.
Luego robaron cada artículo material que pudieron encontrar: pañales de Gog-
gletoad, pijamas de Gobber, carpa Mogadon el Meathead, sujetador de Valhalla-
rama - cualquier cosa que pudieran tener en sus manos. Los adultos estaban en con-
sultoría, demasiado ocupado entre ellos como para hacer caso.
Los muchachos envolvieron las plumas en el material, por lo que iban a volar
cuando la bomba fue abandonada.
Cada equipo de diez chicos estaba armado con un centenar de estas bombas de
plumas envueltas en una gran parcela hecha de una vieja vela.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Hiccup llevó a los Hooligans hacia el Long Beach, mientras Thuggory tomó las
Meatheads a Unland- Cove.
11
La medida original es de 2 pies y su equivalencia es a la de 0.60960m
100
estaban prácticamente sin miedo, habían sido criados para ser soldados, por lo que
incluso Hiccup y Fishlegs estaban teniendo una oleada de entusiasmo ante la idea
de la batalla que se avecinaba.
Pero tan pronto como el monstruo apareció ante la vista, los niños y los dragones
cayeron al instante boca abajo y se retorcieron hacia adelante, corazones latiendo con
fuerza.
Hiccup los llevó tan cerca a como se atrevió hasta el borde de los acantilados que
rodean el Long Beach.
Ellos despreciaban a la terrible criatura que roncaba en frente de ellos. Sus fosas
nasales solas eran tan grandes como seis puertas delanteras y el hedor apestoso que
salía hacía difícil que los niños respiraran.
Luego se pusieron de pie en el borde del acantilado, con sus dragones en sus bra-
zos extendidos.
Al igual que inhaló Green Death, Hiccup gritó "¡AHORA!" y los dragones soltaron
las bombas de plumas.
12
La medida original es de 1000 pies, la conversión es equivalente a 304.80 metros, 300 para redondear.
101
Green Death tomó una bocanada la mitad de aire y la mitad de plumas. Se des-
pertó con un gigantesco estornudo y, mientras se estremecía y tosía, Fireworm, que
estaba pisando el aire cerca de la oreja derecha, dio un discurso que fue algo como
esto, pero mucho más irritante:
Debió haber sentido como la picadura de una pulga, pero el monstruo se indignó.
A través de los ojos llorosos, Green Death dio un golpe a este irritante dragón-
pulga y perdió.
Los otros nueve dragones en ese momento volvieron a reunir más bombas de
plumas de los niños en los acantilados.
—¡AHORA! —Gritó Hiccup y, con una fracción de segundo, dejaron que sus
bombas volaran. Ellos llegaron a su destino de las fosas nasales de Green Death y se
desplomó a toser de nuevo.
Saltó ladeado después de Fireworm, tratando de batear lejos a esta pequeña mota
irritante de dragón con sus garras.
102
—¡Has fallado otra vez! —Burló Fireworm, divirtiéndose enormemente - y ella
aleteó justo fuera del alcance de las garras de Green Death. Green Death hizo otro
salto salvaje hacia ella como Fireworm voló de vuelta a la esquina de los acantilados,
guiando al monstruo hacia la dirección de Unlandable Cove.
Hiccup y los chicos corrieron tras ellos tan rápido como pudieron, pero no tenía
una esperanza de mantener el ritmo.
Correr a través del brezo no es diferente a correr a través de la melaza hasta las
rodillas, y que está desapareciendo hasta las rodillas en la ciénaga.
Eventualmente se estaba tomando mucho tiempo para volver a cargar que llegó
un momento en que no había más plumas que cosquillean la nariz de Green Death
y sus ojos se detuvieron en lagrimear y de repente pudo ver a Fireworm clara-
mente…
Green Death hizo un golpe reflejo veloz en el dragón rojo y la atrapó en una gi-
gantesca garra.
Fue una suerte para Fireworm que en ese mismo momento Purple Death se diera
la vuelta de la esquina y golpeara a Green Death fuertemente en el estómago. Su
agarre se aflojó de Fireworm por un segundo y ella salió volando, jadeando de alivio.
Green Death se dejó caer pesadamente en el mar y luchaba por respirar. Cómo Entrenar a tu Dragón
103
15. La batalla en Death Head Headland.
Mientras Hiccup y su equipo habían estado enfureciendo a Green Death,
Thuggory y su equipo habían estado enfureciendo a Purple Death.
Los dos monstruos corrieron de bruces uno contra el otro cuando se encontraron
en la esquina de Death Head Headland.
Una de las alas de Fireworm estaba rota en dos lugares por su experiencia en las
garras de Green Death, pero ella valientemente regresó e hizo su discurso final en
su oído mientras se sentaba sin aire en las aguas poco profundas.
—Aquí está —gritó Fireworm—. ¡Mi maestro, el Purple Horror, que te rasgará
miembro a miembro y escupirá sus uñas de tus pies!
Y Fireworm salió volando tan rápido como pudo, con un ala detrás de ella.
Sin embargo, Green Death había sido atacado y se burló de las criaturas minús-
culas que habían inflamado e indignado su vanidad. Esta criatura, que parecía pen-
sar que era más duro que el propio Green Death, le había golpeado fuertemente en
el pecho.
Saltó a Purple Death con sus garras extendidas, respirando grandes ráfagas de
fuego, que iluminaban el paisaje a su alrededor como un rayo.
Cómo Entrenar a tu Dragón
El pie de Green Death destruyó por completo Wrecker's Reef de un solo golpe.
Las alas de Purple Death causaron grandes deslizamientos de tierra que venían
cayendo desde los acantilados de Headland.
104
Ahora que se llevó a cabo su trabajo, los chicos vikingos estaban corriendo tan
rápido como podían, sus ojos apareciendo con terror, en caso de que uno de los dra-
gones sobreviviera a la lucha. De vez en cuando veían hacia atrás para ver cómo iba
la batalla.
El Sea Dragón es la criatura más bien defendida que nunca ha vivido en este pla-
neta. Su piel es de casi un metro13 de espesor en algunos lugares, y con incrustaciones
de conchas y percebes que casi tenían el efecto de una armadura.
También es la criatura más bien armada que ha vivido en este planeta y sus afila-
das garras y dientes pueden abrir de un rasguño su propia corteza de hierro como
si estuviera hecha de papel…
Ahora los dos dragones tenían terribles heridas, y su sangre verde estaba derra-
mándose fuera de ellos.
Green Death se apoderó de Purple Death alrededor del cuello con un apretón
Throatchoker mortal.
Purple Death abrazó a Green Death alrededor del pecho con un mortal
Breathquencher Hug.
Ninguno de los dos dejó ir… y las garras de un dragón era una cosa terrible. Re-
cordaron a Hiccup de una imagen en uno de los escudos de su padre: dos dragones
que forman un círculo perfecto mientras se comían unos a otros, cada uno con una
cola en la boca.
Hubo un silencio.
13
Medida original: 3 pies; conversión a metros: 0.91440
105
Los chicos dejaron de correr. Se quedaron sin aliento, viendo los animales inmó-
viles con temor. Los Dragones de los chicos, que volaban algunos muy por delante
de los chicos, también se volvieron, y se colgaron todavía en el aire.
Los chicos esperaron dos largos minutos, como olas lamían suavemente sobre los
grandes, cuerpos inmóviles.
Pero Hiccup miraba preocupado. Fue entrecerrando los ojos y esforzándose por
oír algo.
—No se oye nada, porque están MUERTOS —dijo Thuggory con alegría—. ¡Tres
hurras por Hiccup!
A mitad de los vítores de los chicos, Fireworm dejó escapar un ruido terrible.
106
16. El plan diabólicamente inteligente sale mal.
Hiccup había estado escuchando a Green Death Death Song, pero él no estaba
cantando todavía.
—¿Dónde está?
—Voy a cenarte antes de que me vaya, lo haré —dijo el Dragón —y él saltó hacia
adelante.
Pero no van a llegar a tiempo, pensó Hiccup, e incluso si lo hacen, ¿qué puede hacer?
Justo en ese momento, el dragón aterrizó con estrépito en la cima del acantilado
y de repente el sol se borró.
107
Fue Dogsbreath. Para el momento en que el Dragón le había dejado de lado, mur-
murando "Tú no," los otros chicos habían desaparecido entre los helechos.
—No estás a salvo allí, oh no, porque aunque no puedo verte para matarte, puedo usar
mi... ¡FUEGO!
El helecho se incendió con el primer aliento del dragón y los chicos corrieron fuera
de él tan rápido como podían.
Hiccup se quedó en un poco más porque sabía que el dragón lo estaba esperando.
Por último, el calor se hizo insoportable y él respiró hondo, cerró los ojos, y salió
corriendo hacia cielo abierto.
Había corrido casi cien metros14 antes de que dos de las garras del dragón se ce-
rraran a su alrededor y fuera levantado. Alto, muy alto, por lo que los otros chicos
parecían puntitos debajo de él.
—Los dos somos ahora Cena, pequeña Cena —dijo, y tiró a Hiccup alto, muy alto
en el aire.
Cuando Hiccup saltó mortalmente por segunda vez pensó para sí mismo, ahora
este, realmente es el peor momento de mi vida.
Entonces él caía.
Miró hacia abajo. Allí estaba la boca del dragón, abierta de par en par como un
gran, negro, túnel cavernoso.
14
Medida original: 100 yardas, equivalencia: 91.440m
108
17. En la boca del dragón
Hiccup cayó en la boca del dragón, y sus dientes se cerraron detrás de él como
puertas de la cárcel.
Por encima de él, Hiccup oía gran lengua del dragón chapoteando y abalanzán-
dose sobre su boca, tratando de encontrar a Hiccup para masticarlo hasta la
muerte… Él no tenía la intención de tragárselo entero.
Un río repugnante de sustancia verde goteaba por las entrañas rojas e hinchadas
de la garganta del dragón. Sólo a través de desde donde Hiccup estaba colgando,
vapor amarillo verdoso resoplaba de dos pequeños agujeros en la pared viscosa. De
vez en cuando una pequeña explosión enviaba pequeños destellos de fuego dispa-
rando fuera de los agujeros.
Qué interesante, pensó Hiccup, que estaba extrañamente tranquilo, porque no po-
día creer que le estuviera pasando. Deben ser donde el fuego viene.
Hacia debajo de donde estaba, Hiccup podía oír el estruendo lejano del canto de
la comida anterior del dragón. Un Seadragonus Giganticus obviamente tarda mucho
tiempo para digerir, pensó Hiccup.
Lo que era peor, los humos y el calor y el olor estaban empezando a confundir a
Hiccup por lo que ya realmente no le IMPORTABA. El terrible ruido de los latidos
del corazón del Dragón había entrado en el pecho de Hiccup y obligó a su propio
corazón a seguir el mismo ritmo.
"Tengo que vivir, tengo que vivir", se repetía, una y otra vez, tratando desesperada-
mente de bloquear los pensamientos del Dragón.
110
18. La extraordinaria valentía de Toothless
Y eso habría sido el final de Hiccup, si no hubiera sido por la extraordinaria valentía
de cierto Daydream Toothless.
—¿¿¿DÓNDE ESTÁ MI HIJO??? —Ladró Stoick con un imponente grito tan fuerte
que las orejas de Toothless temblaron.
Bajo el feroz ojo de Stoick, Toothless a regañadientes aleteó hacia Death Head
Headland, seguido de las dos tribus.
Llegaron justo a tiempo para ver al Terrible Monstruo tirar de Hiccup tan alto en
el aire y atraparlo en su boca como un bocadillo.
Fue un momento que cambió toda la visión del mundo de la Tribu Hooligan. Du-
rante siglos habían tenido la creencia de que era imposible que los dragones consi-
deraran un pensamiento desinteresado o una acción generosa. Pero lo que Toothless
hizo después fue imposible de explicar como uno de sus mejores intereses en el mo-
mento.
111
Todos sus compañeros dragones internos estaban ahora volando en algún lugar
sobre el Océano Interior. Tan pronto como oyeron el grito de Fireworm de "¡Deser-
tar!" los que se escondían en cuevas o entre las grietas o agazapado en los helechos
se levantaron en un gran enjambre y abandonaron a sus antiguos amos tan rápido
como sus alas los podían llevar.
Los dragones salvajes del Acantilado del Dragón Salvaje habían salido horas an-
tes.
Pero algo abstuvo a Toothless de volar detrás de ellos --tal vez fue el desgarrador
grito impotente de Stoick de "¡¡¡N-N-NOOOOO!!!" que le hizo detenerse. O tal vez
en algún lugar de ese egocéntrico corazón de dragón verde, él realmente le gustaba
Hiccup y agradecido por las horas que había estado cuidando de él, no gritándole,
diciéndole chistes y dándole las más grandes y más jugosas langostas.
Toothless voló hasta la fosa nasal izquierda del Monstruo y comenzó a volar por
todo el interior de su nariz, haciéndole cosquillas con sus alas.
El Sea Dragon se lanzó hacia arriba y abajo, arrugando la nariz como un loco y
bramando.
La criatura asomó una gran garra hacia la nariz de una forma repugnante y trató
de sacar a la pulga de las cosquillas que le estaba irritando
112
Mientras tanto Hiccup estaba siendo arrojado a un lado y otro en el interior de la
garganta del dragón, ya que movía la cabeza de lado a lado. Él estaba tratando de-
sesperadamente de aferrarse a la lanza, que estaba en peligro de romperse en cual-
quier momento.
—…Choooooooooooi.
Toothless recordó, como si le estuvieran disparando a través del aire, que los ni-
ños no pueden volar.
Dobló sus alas y se lanzó sobre Hiccup, que se dirigía rápidamente hacia el suelo.
Toothless agarró a Hiccup por el brazo y trató de llevar su peso. Las garras del
dragón eran extraordinariamente fuerte y él fue capaz de parar la caída de Hiccup,
no del todo, pero lo suficiente para que cuando Hiccup se estrellara en el brezo via-
jara bastante lento.
—Es hora de morir por todos nosotros —ronroneó Green Death—. No puede sal-
Cómo Entrenar a tu Dragón
var su vida ahora, lo sabes. Eres bastante, bastante impotente. MI FUEGO derretirá
ese escudo como la mantequilla…
Green Death abrió la boca. Aspiró lentamente en un soplo. Stoick trató de aga-
rrarse a trozos de brezo para que los retuvieran, pero Stoick, Hiccup y Toothless
estaban siendo arrastrados poco a poco hacia el gigantesco túnel negro que eran las
fauces abiertas del Monstruo.
113
Green Death se detuvo un momento antes de que soplara otra vez, disfrutando
de su terror.
El Monstruo hinchó los carrillos y Stoick y Toothless esperaron que llamas los
consumieran.
Green Death miró muy sorprendido. Hinchó los carrillos y sopló un poco más
fuerte.
Lo intentó una vez más, y ahora su cabeza parecía estar volviéndose de un extraño
color violáceo por el esfuerzo de soplar, y parecía estar hinchándose, más y más
grande, como si estuviera siendo bombeado con aire desde el interior.
Esto puede parecer como una especie de milagro, o una intervención por parte de
los dioses. Pero, de hecho hay una explicación lógica. Cuando Hiccup estaba col-
gando en la garganta del sea dragon, desesperadamente repitiéndose "tengo que vi-
vir, tengo que vivir" a sí mismo, se había quitado el casco y había con tapado la
cuernos tan fuerte como pudo en los fireholes.
Así, cuando el dragón trató de usar su fuego, el bloqueo provocó una acumula-
Cómo Entrenar a tu Dragón
ción de presión que eventualmente creció tan grande que Green Death simplemente
explotó.
Ahora bien, había trozos de dragón volando en todas direcciones. Stoick y Tooth-
less tenían una suerte increíble de no ser golpeado por cualquier cosa, de tan cerca
de la explosión como estaban.
114
Pero uno solo, un diente quemándose del dragón, de dos metros15 de largo (uno
de los más pequeños del Monstruo), explotó directamente hacia Hiccup. El niño ha-
bía sido sacado de debajo del protector escudo de Stoick por la consumación del
aliento del monstruo, y ahora estaba tirado en el suelo medio metro16 delante de
Stoick y Toothless, completamente expuesto.
Stoick captó el movimiento del diente por el rabillo del ojo y se arrojó y su pro-
tector escudo. Sólo un vikingo podría haber llegado a tiempo. Disparar con un arco
y flecha desarrolla reflejos muy rápidos.
Así que el escudo de Stoick salvó la vida de Hiccup después de todo. Si no hubiera
estado allí, el diente tendría Hiccup empalado como una langosta en un palo. Así las
cosas, se enterró profundamente, profundamente, profundamente en el bronce cen-
tro del escudo, y se estremeció allí, ardiendo con llamas filosas del dragón verde.
15
La medida original es de ocho pies, equivale a 2.4384
16
La medida original es de dos pies y su equivalencia es a la de 0.60960m
115
19. Hiccup el Útil
Los cuatrocientos Vikingos se habían reunido sobre un acantilado rompiendo en sal-
vajes ovaciones para Hiccup y Toothless.
Era una extraña visión bárbara, todos cubiertos de la asquerosa baba y moco
verde del dragón, pero sonriendo y gritando con deleite salvaje de los que se han
salvado de una muerte segura.
Sin embargo, por algún milagro extraordinario, casi todos los vikingos y sus dra-
gones habían sobrevivido a la terrible batalla.
Digo "casi todos" porque, cuando Toothless se deslizó hacia adelante para lamer
la cara de su Maestro con una vacilante, lengua bífida, Stoick notó una herida horri-
ble en el pecho del pequeño dragón, que fue vertiendo sangre de color verde bri-
llante. El talón de Green Death había atravesado el corazón del pequeño dragón su-
puestamente sin corazón.
Toothless siguió la mirada de Stoick y miró abajo por primera vez. Dejó escapar
un grito de terror y se desmayó.
Dos días más tarde, Hiccup se despertó, dolorido por todas partes, y muy, muy ham-
briento. Era de noche. Él estaba acostado en la propia gran cama de Stoick. La habi-
Cómo Entrenar a tu Dragón
116
dieron cuenta que los de Maestros de Berk eran Maestros una vez más. Siendo dra-
gones, sin dar explicación alguna de su desaparición, pero tenían la decencia de pa-
recer un poco avergonzados.)
—¡Está vivo! —Gritó Stoick en triunfo, y todo el mundo empezó a aplaudir. Val-
hallarama dio un puñetazo entusiasta a Hiccup en el hombro, que en una madre
Vikinga equivaldría a un muy fuerte abrazo.
—Lo siento, hijo —dijo Stoick—. Pero él no lo logró. Él murió hace apenas unas
horas. El resto de la Tribu le está dando el funeral de un héroe en este mismo mo-
mento. Es un gran honor —Stoick continuó apresuradamente—. Él será el primer
dragón al que se le da un entierro vikingo adecuado…
—Oh, las barbas de Thor —dijo Fishlegs—. Empezaron ese funeral hace media
hora…
Cómo Entrenar a tu Dragón
Hiccup saltó de la cama con sorprendente energía, dadas las circunstancias. Salió
corriendo de la habitación y de la casa, seguido de cerca por Fishlegs y Horrorcow.
117
Abajo en Hooligan Harbor, la impresionante ceremonia del Funeral Militar Vikingo
estaba casi llegando a su fin.
El cielo estaba repleto de estrellas. El mar estaba en plano como vidrio. La totali-
dad de las tribus de Hooligan y Meathead estaban reunidos inmóviles en las rocas,
y cada persona llevaba una antorcha encendida en una mano.
Incluso Snotlout estaba allí, tratando de parecer solemne, con su casco en su ca-
beza por respeto, y su pelo bien cepillado.
—Buen viaje tritón con alas —él estaba susurrando astutamente a Dogsbreath el
Descerebrado y Dogsbreath rio.
—Es adecuado por romper la Ley —se burló Fireworm a Seaslug, que estaba me-
tiendo su nariz en el hombro de Dogsbreath.
Una réplica de un barco vikingo se había botado al mar y se iba a la deriva rápi-
damente lejos de la isla de Berk en el camino de la reflexión de la luna, más allá de
las formas extrañas flotas quemadas de Stoick y de Mogadon.
Hiccup sólo podía ver el pequeño cuerpo de Toothless presente en el barco. Junto
a él estaba el escudo de Stoick, el Diente del Dragón seguía atascado en el como una
espada alienígena gigante. Gobber el Rudo sonaba una tocó una lúgubre señal en su
cuerno. Él estaba completamente recuperado después de su vuelo inesperado.
—¡P-P-PARPH!
—¡¡¡N-N-NOOOO!!! —Gritó Hiccup, con el mejor grito que jamás había dado.
Pero ya era demasiado tarde. Los dardos de fuego se dispararon con gracia a tra-
vés del aire. Aterrizaron en el barco y le prendieron fuego.
Algunos de la multitud en la orilla habían vuelto para mirar hacia arriba, pregun-
tándose quien se atrevió a perturbar este ritual más solemne.
Hiccup estaba viendo el barco en llamas, las lágrimas le corría por la cara.
Él subió alto, alto, alto en las estrellas, dejando un camino de fuego mientras vo-
laba. Se lanzó hacia abajo, abajo, hacia abajo, hacia el mar, y se precipitó en el último
minuto, ante los gritos de asombro de los espectadores.
Hiccup estaba ansioso de que podría estar sufriendo, hasta que Toothless pasó
zumbando lo suficientemente bajo sobre su cabeza para que Hiccup escuchara el
llanto de gallo de triunfo del pequeño dragón.
Sea cual sea las faltas que Toothless pudo haber tenido, hay que admirar su sen-
tido de la ocasión. Dragones Comunes o de Jardín no son normalmente conocidos
por sus habilidades de vuelo espectaculares, pero incluso un dragón Común o Jardín
ardiendo es un espectáculo en sí mismo.
Toothless quemó a través del cielo nocturno como un fuego artificial en directo,
realizando saltos mortales, llameantes gritos y rizos. La multitud, que un momento
antes estaban esperando llorar la muerte de ambos Toothless y posiblemente de Hic-
cup, estaba fuera de sí, histéricamente animando como Toothless sobre ellos era una
lluvia de chispas.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Por fin el fuego era demasiado caliente para él y Toothless se sumergió en el mar
para extinguir el mismo, sólo para salir de nuevo y volar en línea recta hasta el hom-
bro de Hiccup. Allí reconoció el aplauso salvaje con arcos solemnes de derecha e
izquierda, echando a perder un poco de su dignidad con el extraño "¡Cock-a-doodle-
doo!" de autocomplacencia petulante.
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Stoick hizo señas a la multitud para que se callara, pero sólo para que tuviera que
dar el siguiente discurso a todo volumen:
Y las palabras "Hiccup lo Útil" vinieron haciendo eco desde las colinas situadas
detrás y gritada de nuevo por la multitud que lo vitoreaba, y fueron detenidos y
llevados por la brisa de la noche, hasta que todo el mundo parecía estar diciendo a
Hiccup que tal vez iba a ser útil después de todo.
Y eso, mis amigos, que, es el cómo volverse un héroe por el camino más difícil.
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La isla de Berk
Edad Oscura
Estimado profesor Yobbish yo escribo
para quejarme fuertemente sobre su
libro “Cómo entrenar a tu dragón”
¿Alguna vez ha intentado gritar a
uno de esos monstruosos Sea Dragons
usted mismo?
Venga a Berk y yo le mostraré lo
que quiero decir.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Los diecinueve chicos que entraron Iniciación conmigo hace tantos años fueron
admitidos en las Tribus Hooligan y Meathead como resultado de sus acciones heroi-
cas en derrotar a dos Seadragonus Giganticus Maximus en un día. La batalla en
Death Head Headland ha pasado a ser leyenda de Vikingos y será cantado por los
bardos, mientras que todavía hay bardos que canten.
Por supuesto, hay muy pocos bardos restantes hoy en día. Lo que es más, nadie
ha visto un Seadragonus Giganticus Maximus desde entonces, y la gente ya está
empezando a creer que esa criatura no podría haber vivido. Artículos eruditos se
han escrito, sugiriendo que algo tan grande, simplemente no podría haber mante-
nido su propio peso. Los dragones que serían mis pruebas han metido de nuevo en
el mar donde los hombres no les pueden seguir y, con el heroísmo siendo tan fuera
de moda hoy en día, nadie se va a creer en la mera palabra de un héroe como yo.
Pero lo que pasa con los dragones -y yo soy una persona que sabe sobre los dra-
gones- es que bien podrían estar simplemente durmiendo allí abajo en las negras, ne-
gras profundidades. Podría haber innumerables de ellos, todos congelados en un
Coma del Sueño, con los peces nadando entre ellos sin saberlo dentro y fuera de sus
tentáculos y escondiéndose en sus garras y poniendo huevos en sus oídos.
Todavía puede llegar un momento en el que los héroes sean necesarios una vez
más.
Cuando llegue ese momento, los hombres tendrán que saber algo acerca de cómo
entrenarlos y cómo luchar con ellos, y espero que este libro sea más útil a los Héroes
del futuro de un determinado libro del mismo nombre fue para MÍ hace tantos años.
Cómo Entrenar a tu Dragón
Me olvido de mí mismo a veces, pero luego miro hacia arriba, como lo estoy ha-
ciendo ahora, y veo con los ojos de mi mente un escudo, extrañamente cambiado por
una rica incrustación de percebes que parecen joyas y corales de agua fría, un niño
con un diente de dos metros17 en la mano derecha, colocado en el centro de la misma.
17
La medida original es 8 pies, lo que equivale a 2.4384
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Extiendo la mano y el borde de ese diente todavía es tan mordazmente filoso aún
después de todos estos años que sólo un suave roce con los dedos podría enviar una
lluvia de sangre hacia abajo en estas páginas. E inclino mi cabeza, no demasiado
cerca, y estoy seguro de que puedo escuchar muy, muy débilmente:
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