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FACTORES QUE CONTRIBUYEN A UNA MEJOR

CALIDAD DE VIDA (parte 2)

1. SALUD

La salud es un factor importantísimo para gozar de una buena calidad de vida. Todos
los seres humanos tienen derecho a ella y aunque este es un derecho constitucional
muchas personas y familias no pueden ejercerlo a plenitud.
Se ha considerado la salud como uno de los principales dominios responsable de la
Calidad de Vida. Esta creencia proviene, en gran parte, de la propia definición de
salud como un «estado de completo bienestar físico, mental y social» (World Health
Organization, 1947).

1.1. SALUD, DETERMINANTES SOCIALES Y CALIDAD DE VIDA


Se encuentra vinculada a la capacidad funcional, estado físico, funcionamiento social,
vida familiar, funcionamiento ocupacional, control sobre la propia salud, satisfacción
con el tratamiento, bienestar emocional, comunicación, espiritualidad, sexualidad,
estigmas, autoestima, o imagen corporal (Sirgy, 2001).
No obstante, desde el campo médico raramente se ha estado interesado en el
sentido amplio de Calidad de Vida, sino en evaluar la accesibilidad y utilización de
servicios sanitarios, los cuidados de salud, y las consecuencias de enfermedades o
tratamientos, a veces incluyendo efectos indirectos sobre aspectos como el
desempleo o las dificultades financieras (Fayers y Machin, 2010).

El aparecimiento de enfermedades también es una variable que ha sufrido cambios


en el transcurso del desarrollo de la especie humana y mas aún en el avance
industrial, donde ya se vinculan enfermedades inherentes a riesgos laborales y se
estudian desigualdades del desarrollo humano en países industrializados y no
industrializados.

Según, Commission on Social Determinants of Health, Closing the gap in a


generation (2010), la relación entre las condiciones de vida de las personas y su
estado de salud se estableció desde las primeras décadas del siglo XIX, cuando se
evidenció que las enfermedades estaban asociadas con las inadecuadas condiciones
económicas, ambientales y de alimentación de los pobres que trabajaban en las
grandes fábricas urbanas europeas. En este periodo surgieron la salud pública y la
epidemiología, impulsadas por la necesidad de controlar las enfermedades infecciosas
causantes de altas tasas de mortalidad entre la clase obrera.
El aparecimiento de enfermedades también es una variable que ha sufrido cambios
en el transcurso del desarrollo de la especie humana y mas aún en el avance
industrial, donde ya se vinculan enfermedades inherentes a riesgos laborales y se
estudian desigualdades del desarrollo humano en países industrializados y no
industrializados.

Según, Commission on Social Determinants of Health, Closing the gap in a


generation (2010), la relación entre las condiciones de vida de las personas y su
estado de salud se estableció desde las primeras décadas del siglo XIX, cuando se
evidenció que las enfermedades estaban asociadas con las inadecuadas condiciones
económicas, ambientales y de alimentación de los pobres que trabajaban en las
grandes fábricas urbanas europeas. En este periodo surgieron la salud pública y la
epidemiología, impulsadas por la necesidad de controlar las enfermedades infecciosas
causantes de altas tasas de mortalidad entre la clase obrera.

En el siglo XX, la hegemonía neoliberal relegó a un segundo lugar las directrices de la


OMS fijadas en la declaración de Alma Ata, en relación con la necesidad de aplicar
estrategias de salud intersectoriales con fuerte componente de participación
ciudadana, basadas en la mejora de la calidad de vida, especialmente de los más
pobres (…) Bajo la corriente del neoliberalismo, la evidencia científica demostró la
influencia crucial que el mejoramiento de la alimentación, la provisión de agua
potable, el manejo adecuado de sistemas de eliminación de excretas y el uso de
mejores materiales en la fabricación de las viviendas tuvieron sobre el aumento en la
esperanza de vida y en la disminución de la mortalidad infantil y la mortalidad
materna en los países europeos.

La OMS, en su asamblea de 2004, lanzó la directriz de trabajar sobre los


determinantes sociales y económicos de la salud, donde los determinantes sociales
de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan
y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la
distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que
depende a su vez de las políticas adoptadas. Los determinantes sociales de la salud
explican la mayor parte de las inequidades sanitarias, esto es, de las diferencias
injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación
sanitaria (OMS 2010).
Dejando claro que los determinantes sociales y económicos de la salud están
amenazados por las desigualdades entre las sociedades de los diferentes países, por
lo que la calidad de vida de los ciudadanos en sus diferentes estratos es fluctuante.

El estudio de la disminución de las desigualdades sociales, políticas, económicas de


una sociedad, es de suma importancia en la búsqueda de soluciones concretas y
asequibles en reconocimiento que el desarrollo industrial tiene como una de sus
finalidades más importantes, el bienestar de quienes lo ejecutan y lo hacen posible,
en proporción a su aporte en dicho desarrollo.

1.2. SALUD, DESIGUALDADES SOCIALES Y CALIDAD DE VIDA


La equidad en salud es un valor ligado al concepto de derechos humanos y justicia
social, que destaca la importancia de la salud para el desarrollo de una vida
productiva y autónoma, la salud es una categoría de «bien especial», porque es un
prerrequisito al funcionamiento pleno de un individuo y su desarrollo; de manera que
desigualdades en el nivel de salud constituyen desigualdades en la capacidad de
funcionar, por lo que una persona enferma no posee igualdad de oportunidades en su
desarrollo (Wagstaff 2010).

La equidad en salud es un valor ligado al concepto de derechos humanos y justicia


social, que destaca la importancia de la salud para el desarrollo de una vida
productiva y autónoma, la salud es una categoría de «bien especial», porque es un
prerrequisito al funcionamiento pleno de un individuo y su desarrollo; de manera que
desigualdades en el nivel de salud constituyen desigualdades en la capacidad de
funcionar, por lo que una persona enferma no posee igualdad de oportunidades en su
desarrollo (Wagstaff 2010).

Otro de los factores que media es el sistema de salud de cualquier país, en


dependencia de sus principios y diseño se condiciona el acceso a los servicios y
programas de salud en sus funciones como: la prevención de las enfermedades o la
curación y rehabilitación en casos en que la enfermedad se presenta. Este papel hace
que cualquier sistema de salud sea un determinante mas en la salud de sus
pobladores.

Otros investigadores sostienen que la producción desigual de la enfermedad se debe


a la manera en que distribuyen los hábitos de vida que atentan contra la salud, y que
éstos son más prevalentes a medida que decrece en el estatus socioeconómico
(Graham, 2018).
Para asegurar equidad en salud se necesita una acción social amplia que esté
respaldada a través de políticas de equidad que deben preocuparse del mejoramiento
de las condiciones de vida y trabajo, deber dirigirse a facilitar estilos de vida más
saludables.
Asegurar la equidad requiere un compromiso real con la descentralización del poder y
la toma de decisiones que se fundamente en el principio de asegurar acceso para
todos a servicios de calidad y que deben basarse en investigación adecuada,
monitoreo y evaluación.
Las intervenciones necesarias para reducir diferencias en los niveles de salud
deberán ir más allá del fortalecimiento de los servicios de atención de salud, hasta
abarcar los determinantes sociales de la salud.

2. EL TRABAJO
El trabajo es un derecho constitucional y es un factor
contribuyente a una mejor calidad de vida, dado que
si las personas poseen ingresos pueden tener mejores
posibilidades de alimentación, vivienda, educación,
recreación, etc. y por ende una mejor calidad de vida.

Se aborda la salud del trabajador en tres dimensiones: la familia, el entorno laboral y


el medio ambiente. Asimismo, se tratan los factores subjetivos que influyen en la
calidad de vida del trabajador. Mejorar la calidad de vida de los trabajadores, a partir
de la modificación de sus conductas extra laborales negativas y de la contribución a
un proceso de crecimiento personal y de consolidación de los valores familiares es el
medio para lograr una alianza estratégica familia-organización-medio ambiente.
Desde esta perspectiva, es posible aspirar a una equidad en salud -salud para todos-,
sumar vida a los años -mejorar la calidad de vida, sumar años a la vida -reducir la
mortalidad- y sumar salud a la vida -reducir las enfermedades causadas por el
trabajo (Guerrero, 2015).
El modo de producción constituye la forma de obtener los medios de subsistencia del
hombre -alimento, vestido, vivienda, instrumentos de producción, etc.- y constituye
un determinante en el modo de vida. El modo de vida establece la inclusión activa de
los individuos en el modo de producción, este último está determinado por la
estructura económico-social y las influencias del desarrollo científico técnico que le
imprimen una dinámica, siempre cambiante, al proceso histórico natural del
desarrollo de la calidad de vida del hombre (Alvarado y cols., 2014).

2.1. SATISFACCIÓN LABORAL


Podría definirse como la actitud del trabajador frente a su propio trabajo, dicha
actitud se basa en las creencias y valores que el trabajador desarrolla de su propio
trabajo, son las percepciones que tiene el trabajador de lo que “deberían ser”.
Generalmente son: las necesidades, los valores y los rasgos personales.
Además, pueden establecerse dos tipos o niveles de análisis en materia de
satisfacción:
a. Satisfacción general, indicador promedio que puede sentir el trabajador
frente a las distintas facetas de su trabajo.
b. Satisfacción por facetas, grado mayor o menor de satisfacción frente a
aspectos específicos de su trabajo: reconocimiento, beneficios, condiciones del
trabajo, supervisión recibida, compañeros del trabajo, políticas de la empresa
(Bello, 2009).

Los principales factores que determinan la satisfacción laboral son:


• El reto del trabajo.
• Los sistemas de recompensa justas.
• Las condiciones favorables de trabajo.
• Los colegas que brinden apoyo.
• La compatibilidad entre personalidad-puesto de trabajo.
• La naturaleza del puesto (Gómez, 2010).

El trabajo no puede verse sólo como un medio para producir o prestar un servicio,
como un medio de vida, es mucho más: es un medio de transformación del hombre,
de realización, de creación de valores y, a la vez, un elemento intrínsecamente
relevante dentro de la calidad de vida.

No existe calidad de vida sin trabajo: las necesidades materiales y gran parte de las
espirituales sólo pueden satisfacerse con el trabajo.
La calidad de vida laboral se expresa por el grado de satisfacción espiritual del
hombre con el trabajo que realiza y alcanza su cima cuando el trabajo se convierte
en su primera necesidad vital, estado en el cual la motivación del ser humano es el
puro placer en y por la obra que realiza, es intrínsecamente gratificante y donde su
conciencia se funde con sus actos y se pierde la noción del tiempo y del espacio
(Pardo, 2015).

2.2. TRABAJO Y EDUCACIÓN


Hace ya tiempo que los investigadores rebasaron el enfoque de analizar la educación
como una variable o factor benévolo causal, capaz de determinar o por lo menos
delimitar, a la escala individual, el mejor desempeño del trabajo mismo, de los
ingresos percibidos, de las posiciones laborales alcanzadas y, a la escala de lo social,
el desarrollo económico de regiones y países. Sin embargo, a gran escala se
sostienen los resultados empíricos que siguen demostrando una correlación positiva
entre las desigualdades tanto escolares como en las posiciones y condiciones
laborales o de ingresos, al grado de que sería posible proponer que en la medida en
que exista una desigualdad escolar, se correlacionará con alguna desigualdad laboral
(de Ferranti, 2015).

La educación y el trabajo son hoy dos elementos conformadores de toda sociedad


democrática, que están estrechamente vinculados. La igualdad de oportunidades de
acceso a la educación facilita el ejercicio efectivo del derecho del trabajo. Podemos
decir también que aquellos pueblos que soportan un mayor nivel de injusticia social
se suelen caracterizar por las carencias educativas de gran parte de los ciudadanos y,
en consecuencia, por un alto índice de desempleo.

La necesidad de vincular educación y actividad económica se ha reforzado mucho en


los últimos años. El factor humano ha pasado a ocupar el primer plano entre todos
los medios de producción. La creciente competitividad a nivel internacional, basada
en la calidad de los productos y en la rapidez de prestación de los servicios, hace que
la cualificación de la mano de obra se convierta en el principal elemento para
garantizar el futuro de las empresas. La acumulación de capital económico y la
adquisición de tecnologías sofisticadas no bastan por sí solas; es el capital humano el
que únicamente puede garantizar su rentabilidad y correcta articulación(4). Las
nuevas tecnologías, en contraposición a las antiguas, son altas en información y
bajas en energía. Dicha información necesita del elemento humano que la rentabilice
(Núñez, 2017).
La primera prioridad política en materia de educación y formación debe consistir en
garantizar que todos los niños y jóvenes alcancen una escolaridad obligatoria y
gratuita que dure hasta el umbral de la edad legal de trabajar. Paralelamente y con
la misma urgencia, es preciso hacer enormes esfuerzos para reducir el analfabetismo
de la población adulta, sobre todo la que está en edad de actividad laboral, ya que
cualquier formación ocupacional se hace imposible si se carece de los instrumentos
culturales básicos que permitan asimilar los conocimientos necesarios.

Las experiencias europeas de transición de los jóvenes a la vida adulta y profesional,


en el marco de los programas PETRA, han demostrado que aquellas competencias
que son fundamentales para el pleno desarrollo de la personalidad humana, lo son
también para la inserción en la sociedad y en la vida profesional. Muchas de las
profesiones actuales exigen, en efecto, conocimiento y confianza en uno mismo,
capacidad de iniciativa, capacidad de razonamiento lógico en la toma de decisiones o
en la solución de problemas, capacidad de asumir las propias emociones, desarrollo
de unas aptitudes físicas y capacidad de comunicarse o de colaborar con los demás
(Palermo, 2017).

Los autores Geana W., Leane B., y Bonnie J. (2010), señalan que las competencias
blandas describen los atributos personales como habilidades de trabajo en equipo,
habilidades de comunicación, la ética, habilidades de gestión del tiempo, y el aprecio
por la diversidad. En el siglo XXI, las habilidades blandas son importantes en todos
los sectores. El Diccionario Collins (2014) define el término habilidades blandas como
"cualidades deseables para ciertas formas de empleo que no dependen de los
conocimientos adquiridos: incluyen el sentido común, la capacidad de tratar con la
gente, y una actitud positiva y flexible"
3. EDUCACIÓN
La educación es otro factor importante en la vida de los seres
humanos, además de ser un derecho, con el acceso a la
educación los seres humanos adquieren mejores
oportunidades de vida, de trabajo, de vivienda, aumentan sus
oportunidades de evolución.

3.1. EDUCACIÓN Y SALUD


La prevención tiene como objetivo evitar la enfermedad de modo de detectar,
controlar y reducir los factores de riesgo y etiológicos de las enfermedades. Para la
OMS (1998), la prevención de la enfermedad abarca las medidas destinadas no
solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de los
factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias
una vez establecida. La prevención de las enfermedades es la acción que
normalmente emana del sector sanitario, y que considera a los individuos y las
poblaciones como expuestos a factores de riesgo identificables que suelen estar, a
menudo, asociados a diferentes comportamientos de riesgo. Parte de dichas acciones
recae sobre el ciudadano donde este debe tener un rol en disminuir los riesgos de las
enfermedades mediante acciones concretas.

La salud, como se sabe, no es solamente ausencia de enfermedades, los individuos


pueden progresar hacia mejores condiciones de bienestar, mayor capacidad funcional
y de desarrollo personal y colectivo.

Con estrategias diversas y complementarias trabaja desde una red de asuntos de


salud de manera intersectorial para toda la población. En este sentido, la salud es un
ámbito de responsabilidades múltiples. Su modelo de intervención es participativo,
con un abordaje facilitador y de capacitación y empoderamiento de los involucrados.
Su objetivo es el cambio en la situación y ambiente de los sujetos (Buss, 2016).
3.2. EDUCACIÓN, CALIDAD DE VIDA Y FORTALECIMIENTO
COMUNITARIO

La UNESCO (2002) rescata la educación como instrumento que derriba los obstáculos
sociales y económicos que existen en la sociedad y su importancia para alcanzar las
libertades humanas. Como indicador de logro, menciona que el proceso de
alfabetización influye favorablemente en el mejoramiento de la calidad de vida de las
personas. “El vínculo entre la alfabetización y la esperanza de vida es muy sólido. Los
padres con más años de estudios tienen hijos con mejor salud y que viven más
tiempo”.

El derecho a la educación está previsto en el artículo 26 de la Declaración de los


Derechos Humanos (1948) y es por lo tanto responsabilidad del Estado definir
políticas públicas que garanticen el acceso a la educación gratuita para todos los
ciudadanos. Un sujeto educado accede a reconocer e invocar sus derechos legales,
fortalece sus habilidades sociales que le permiten tomar decisiones responsables ante
los diferentes factores que pueden poner en riesgo su vida.

En este sentido, la educación es una condición necesaria para promover la salud de


los individuos y las comunidades. La educación debe favorecer el acceso a la
información, el desarrollo de las habilidades para la vida, la identificación de
posibilidades de elección saludables y el empoderamiento de los individuos y la
comunidad para actuar en defensa de su salud. La promoción de la salud, desde la
intervención educativa, se relaciona con el fortalecimiento de aquellos factores que
mejoren la calidad de vida: los valores sociales (responsabilidad, solidaridad,
cooperación, compromiso, entre otros), la participación de los individuos en
actividades comunitarias y su integración en actividades grupales positivas (deportes,
lecturas, arte, entre otras); la integración de la familia a la actividad escolar y el
desarrollo personal de los individuos (autoestima, relaciones interpersonales,
proyectos de vida, superación de obstáculos, derechos y deberes, entre otros)
(Pereira, 2010).

La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD, 2012)


dependiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), menciona las
siguientes como prácticas que se fomentan en la educación y que tienen impacto en
el desarrollo de las comunidades:
• La cooperación y la solidaridad.
• La promoción de la autonomía personal.
• El fomento de la autoestima y la confianza en las propias capacidades.
• La promoción de la comunicación asertiva.
• El establecimiento de relaciones de igualdad.
• La comunicación fluida y bidireccional.
• La promoción de un clima social empático.
• El fomento del trabajo cooperativo.
• El establecimiento de vínculos positivos con la familia y la comunidad.

4. FACTORES QUE PONEN EN RIESGO LA CALIDAD DE VIDA


HUMANA

4.1. VIOLENCIA

La Organización Mundial (1996) de la Salud define la violencia como:

El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya


sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que
cause o tenga muchas probabilidades de causar
lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos
del desarrollo o privaciones.

Las formas de violencia han variado; pero la


intensión de esta no.

El siglo XX se recordará como un siglo marcado por la violencia. Nos lastra con su
legado de destrucción masiva, de violencia infligida a una escala nunca vista y nunca
antes posible en la historia de la Humanidad. Pero este legado, fruto de las nuevas
tecnologías al servicio de ideologías de odio, no es el único que soportamos ni que
hemos de arrastrar.
Menos visible, pero aún más difundido, es el legado del sufrimiento individual y
cotidiano: el dolor de los niños maltratados por las personas que deberían
protegerlos, de las mujeres heridas o humilladas por parejas violentas, de los
ancianos maltratados por sus cuidadores, de los jóvenes intimidados por otros
jóvenes y de personas de todas las edades que actúan violentamente contra sí
mismas. Este sufrimiento, del que podría dar muchos más ejemplos, es un legado
que se reproduce a sí mismo a medida que las nuevas generaciones aprenden de la
violencia de las anteriores, las víctimas aprenden de sus agresores y se permite que
perduren las condiciones sociales que favorecen la violencia. Ningún país, ninguna
ciudad, ninguna comunidad es inmune, pero tampoco estamos inermes ante ella.

La violencia medra cuando no existe democracia, respeto por los derechos humanos
ni una buena gobernanza. Hablamos a menudo de cómo puede una «cultura de
violencia» enraizarse. Es muy cierto. Como sudafricano que ha vivido en el apartheid
y vive ahora el periodo posterior, lo he visto y lo he experimentado. Es también
cierto que los comportamientos violentos están más difundidos y generalizados en las
sociedades en las que las autoridades respaldan el uso de la violencia con sus propias
actuaciones. En muchas sociedades, la violencia prevalece en tal medida que
desbarata las esperanzas de desarrollo económico y social. No podemos permitir que
esta situación se mantenga (Mandela, 2002).

4.2. CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

La Contaminación es otro factor que pone en riesgo


la calidad de vida de los seres humanos, por
ejemplo la contaminación del agua, del aire y otros
predisponen al ser humano a enfermedades,
muchas de ellas graves, también hay que tomar en
cuenta que la contaminación ambiental también
afecta la cadena de suministros alimentarios.

En la actualidad es cada vez más frecuente que temas relacionados con el ambiente
urbano tales como la contaminación atmosférica, ocupación del espacio, escasez de
áreas verdes, hacinamiento, insalubridad, inseguridad, entre otros, sean
considerados como problemas de interés público.
La concentración poblacional, el consumismo, el incremento de los vehículos
particulares, los procesos industriales, la deficiencia de los servicios públicos, los
sistemas de transporte y otras manifestaciones de la vida urbana, han contribuido a
la degradación ambiental y a la calidad de vida en las ciudades. La situación de un
ambiente en peligro, ha pasado a formar parte de la conciencia colectiva y se refleja
tanto en la ciudadanía como en los encargados de la toma de decisiones (Benavides,
2011).

Se calcula que el 24% de la carga de morbilidad mundial, entendida como la


proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado, y el 23% de
todos los fallecimientos pueden atribuirse a factores medio ambientales. Por ello la
mejora del medio ambiente se presenta como uno de los mayores retos de la
sociedad actual en aras de conseguir una mayor calidad de vida para todos los
habitantes del planeta (Castillo, 2012).

4.3. DESASTRES NATURALES

Todos los desastres naturales deterioran el entorno ambiental del hombre porque
degradan la calidad de vida de sus habitantes, la calidad de los recursos naturales
renovables existentes y producen un desequilibrio ecológico substancial, y el hecho
hace de que dichas áreas se hagan vulnerables a la actividad de los diversos
desastres naturales, también el propio hombre deteriora su seguridad; así por
ejemplo el abandono de andenería en ciertas zonas, el sobrepastoreo con ganado
caprino y por consiguiente la desaparición de pastos, arbustos y suelos pueden
acelerar los procesos de avenidas de huaycos u otros flujos torrenciales.

Del mismo modo, luego de la ocurrencia de un desastre cualquiera, sismo, huayco,


inundación, etc., hay un deterioro ambiental en el entorno del hombre, ya que hay
destrucción de viviendas, aparición de insectos, plagas, enfermedades y muchos
hechos colaterales que afectan directamente el hábitat del hombre (Carrillo, 2011).

• 21.700 desastres naturales ocurrieron entre 1980 y 2018, 19.200 de ellos


(89 por ciento) se relacionan con clima extremo; el 11 por ciento restante
corresponde a fenómenos geofísicos como terremotos, tsunamis, actividad
volcánica
• 1.7 millones de personas han fallecido en desastres naturales desde 1980 a
2018.
• Ocho de los diez desastres más mortíferos desde 1980 sucedieron en los
últimos 13 años
• Ocho de los diez desastres naturales más costosos desde 1980 sucedieron
en los últimos 12 años
• La frecuencia de los desastres naturales sigue creciendo:
• 1980: 400 por año
• 1990: 630 por año
• 2000: 730 por año
• 2007, 2010: 960 desastres anuales
• 2014: 980 desastres naturales
• 59.5 millones de personas fueron desplazadas por conflictos, persecuciones
o desastres naturales al final de 2018. Si estas personas desplazadas fueran
una nación, esta sería la 24ª más grande en el mundo (Wolfe 2019).

4.4. SOBREPOBLACIÓN
La sobrepoblación es otro factor que pone en riesgo la calidad de vida de los seres
humanos, ya que habiendo más personas son menos las oportunidades y los recursos
a las que pueden tener acceso. Por ejemplo en trabajo, educación, vivienda y
alimentos.
4.4.1. UNA MAYOR POBLACIÓN DEMANDARÁ MAYORES
RECURSOS:
En el caso de las plantas y animales, estos recursos están referidos principalmente a
los alimentos que necesitan para asegurar su existencia. En cambio, los recursos que
demandan los seres humanos no se limitan a satisfacer sus necesidades vitales sino
que están en función de los que les dicte su complejo mundo interno. Así por
ejemplo, la moda y la acumulación de riqueza son producto de la particular
representación del mundo de cada persona, que tiene la capacidad de crearse
necesidades en función de los incontables deseos que le puedan surgir.

Esta llamada “sociedad de consumo” alienta la posesión de artefactos nuevos y su


renovación continua, lo que empuja la obtención de materias primas que la mayoría
de las veces son recursos naturales no renovables, acelerando de esta forma su
extracción que tarde o temprano llevará de manera ineluctable a su agotamiento .
Por ello, resulta fundamental un cambio de valores y educación adecuada en las
sociedades modernas, que alienten la autonomía en las decisiones de los
consumidores para elegir los productos que deseen adquirir en base a sus
necesidades reales, que estimulen el uso prolongado de los bienes y que promuevan
el reciclaje, y también es necesaria la emisión de legislación apropiada que obligue a
las industrias a generar productos de larga vida útil, evitando así la presión
desmesurada sobre los recursos naturales (Espinoza, 2015).
4.4.2. UNA MAYOR POBLACIÓN GENERARÁ MAYORES DESECHOS:
Todo individuo o sistema biológico funcional, al efectuar un metabolismo de los
alimentos, realiza los procesos de ingestión o consumo, la asimilación, la
desasimilación o catabolismo y la excreción. Por medio de ésta última el individuo u
organismo elimina los desechos al medio ambiente. La cantidad y frecuencia de
eliminación de desechos dependerán principalmente de la cantidad y calidad de la
ingesta de alimentos y del sistema de procesamiento de los mismos. En este punto
encontramos una primera diferencia entre las plantas y los animales, y los seres
humanos, ya que éstos a diferencia de los primeros ingieren alimentos artificiales, los
cuales una vez procesados y desechados son más difíciles de asimilar por el medio
ambiente. A esta situación se agrega, que en la actualidad existe una gran población
humana y por lo tanto, gran cantidad de desechos que cada vez son más difíciles de
disponer sin contaminar el medio ambiente.

Por otro lado, los desechos que eliminan los seres humanos en el medio ambiente no
se limitan a aquellos procedentes de su metabolismo, sino que existen una gran
cantidad de objetos (materia), sustancias y gases, que los seres humanos han creado
a través de procesos científicos de transformación física, química y biológica de los
recursos naturales, que diariamente se disponen en el medio ambiente. En la
actualidad muchas de las consecuencias de la disposición de estos desechos
artificiales son impredecibles ya que nuestro conocimiento científico es limitado. Lo
que sí sabemos es que la mayoría genera una alteración mucho más drástica en los
ecosistemas de la que producen los desechos provenientes del metabolismo de los
seres vivos, como por ejemplo serían las pilas, plásticos, ácidos, solventes y
reactivos usados (Nahle, 2014).

4.4.3. POBLACIÓN MUNDIAL Y ALIMENTOS


Se prevé que para el año 2030 habrá más de ocho mil millones de personas en el
mundo. ¿Es posible producir suficientes alimentos para satisfacer la demanda de
todos? La respuesta es afirmativa, según un nuevo informe de la Dependencia de
Estudios de Perspectivas Mundiales de la FAO. El informe, titulado "Agricultura: Hacia
el 2015/30", anticipa las tendencias mundiales en materia de alimentos, nutrición y
agricultura (…) Con todo, persistirá una elevada cifra absoluta de personas que pasan
hambre. "En 2019 todavía podría haber alrededor de 580 millones de personas que
padezcan subnutrición crónica", dice la FAO.
Los cereales seguirán siendo, con mucho, el alimento más importante desde el punto
de vista de las calorías que proporcionan. Se proyecta un aumento de la demanda y
la producción mundiales de granos de los 1,84 millones de toneladas actuales a 2,8
millones para el año 2030. Se anticipa que el sector de forrajes para el ganado
abarque el 44 por ciento de la demanda y sea "el elemento más dinámico del sector
mundial de los cereales", dice el informe (…) La FAO prevé una desaceleración del
índice de crecimiento de la economía mundial de la carne conforme comienza a
estabilizarse la demanda de este producto en el mundo en desarrollo, y el consumo
de carne disminuye en los países industriales.

En los países en desarrollo aumentarán tanto las importaciones como la producción


agrícola. Según el informe, se prevé una producción agrícola 70 por ciento más
elevada en 2030 que hoy en día. Cuatro quintas partes de este crecimiento se
lograrán mediante la intensificación de la producción con cosechas más voluminosas,
cultivos múltiples y periodos más breves de barbecho. El resto responderá a la
ampliación de la superficie agrícola, sobre todo en América del Sur y el África
subsahariana (…) Los objetivos de la gestión forestal se seguirán desplazando cada
vez más de la producción de madera a la conservación de las funciones ambientales
de los bosques, dice el informe. Se espera un vigoroso aumento de la función de las
plantaciones forestales industriales para proporcionar madera.

El consumo mundial medio de pescado por persona podría crecer a 19-20 kilogramos
para 2030, con un aumento total de consumo alimentario de pescado a 150-160
millones de toneladas. "El grueso del incremento del suministro, por lo tanto, tendrá
que darse en la acuicultura", dice el informe.

Se prevé la disminución del índice de deforestación, lo que refleja la expansión de la


superficie agrícola. El aumento de la utilización de fertilizantes, plaguicidas y otros
insumos agrícolas también se desacelerará. Con todo, la producción ganadera
intensificada podría producir efectos negativos en el medio ambiente, por un
incremento de la contaminación de las tierras, el agua y el medio ambiente (FAO,
2012).

La aparición en el mercado de semillas transgénicas originó grandes expectativas, a


causa de las ventajas que se atribuían a los nuevos cultivos desde el punto de vista
del rendimiento, el ahorro de trabajo y otros insumos, y el favorable impacto
ambiental. En poco menos de 10 años, la superficie mundial sembrada con
variedades transgénicas, principalmente soja, maíz, algodón y colza, llegó a 52
millones de hectáreas, concentradas en su mayor parte en Argentina, Canadá y los
Estados Unidos; Argentina es, por lo demás, el Segundo productor mundial de soja
genéticamente modificada.
Ello ha dado origen a un nuevo paradigma agrícola, caracterizado por el uso de
semillas transgénicas, herbicidas y pesticidas especiales y métodos novedosos de
manejo, conocidos como siembra directa o labranza cero. No obstante, la utilización
de las nuevas variedades no ha dejado de suscitar controversia, pues diversos
círculos han hecho ver las desventajas que ofrecen en dos aspectos fundamentales:

En primer lugar, según se sostiene, las variedades transgénicas pueden entrañar


graves peligros para la salud humana y animal y el medio ambiente.

En Segundo lugar, a diferencia de lo que ocurría con la revolución verde, las nuevas
tecnologías están mayoritariamente en manos de unos pocos consorcios
transnacionales, los cuales podrían ejercer un control casi total sobre la producción
agrícola de todo el mundo, con graves consecuencias para los países en desarrollo y
los agricultores más pobres.

El temor por las posibles repercusiones negativas de los transgénicos sobre la salud
en general ya ha tenido manifestaciones prácticas, pues en Asia y la Unión Europea
se han impuesto severas limitaciones a su cultivo y consumo. En los países de
América Latina y el Caribe, entre tanto, no se ha alcanzado una posición uniforme al
respecto (CEPAL, 2014).

5. MEDICIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA:

Los instrumentos diseñados para medir calidad de vida, pude clasificarse en 2 tipos:
Genéricos y específicos (Valverde y Figueroa 2002). Los instrumentos genéricos son
útiles para comparar diferentes poblaciones como son el WHOQOL-100, el SF 36
versión corta (Duran-Arenas y col., 2004), y el de adultos mayores (Pedraza-Avilés y
Vázquez-Navarrete, 2010) y los instrumentos específicos se basan en características
especiales de un determinado padecimiento, para evaluar cambios y efectos del
tratamiento para: insuficiencia renal cónica (Acosta y col., 2008), cáncer de mama
(Fernández-Suárez y col., 2010), diabetes mellitus (Salazar-Estrada y col., 2012),
entre otros.

Se han efectuado estudios para evaluar calidad de vida a través del WHOQOL-100,
que pondera los resultados obtenidos en forma porcentual que van del 0 al 100%,
con un gradiente de interpretación que va del peor al mejor nivel de calidad de vida.
(Romero-Márquez y Romero-Zepeda, 2011).
Existen validadas al español las dos versiones del WHOQOL: el WHOQOL – 100 y el
WHOQOL- BREF. El WHOQOL-100 está compuesto por 100 preguntas o ítems que
evalúan la calidad de vida global y la salud general. Consta de seis áreas: salud
física, psicológica, niveles de independencia, relaciones sociales, ambiente y
espiritualidad, religión, creencias personales; y de 24 facetas. Cada faceta está
representada por 4 preguntas.

El WHOQOL- BREF contiene un total de 26 preguntas, una pregunta de cada una de


las 24 facetas contenidas en el WHOQOL-100 y dos preguntas globales: calidad de
vida global y salud general. Cada ítem tiene 5 opciones de respuesta ordinales tipo
Likert y todos ellos producen un perfil de cuatro áreas: salud física, psicológica,
relaciones sociales y ambiente.

El cuestionario WHOQOL-100 incluye seis áreas o dominios de calidad de vida, cada


una profundiza en los siguientes aspectos:
• Salud física: energía y fatiga, dolor, malestar, sueño y descanso.
• Salud psicológica: imagen corporal y apariencia, sentimientos negativos y
sentimientos positivos, autoestima, pensamientos, aprendizaje, memoria y
concentración.
• Nivel de independencia: movilidad, actividades de la vida diaria, dependencia
de sustancias médicas y asistencia médica, capacidad de trabajo.
• Relaciones sociales: relaciones sociales, soporte social, actividad sexual.
• Medio ambiente: recursos financieros, seguridad, ambiente físico
(contaminación, clima, etc.), transporte recreación tiempo libre, participación
social.
• Creencias personales: espiritualidad/religión.

Cada año la prestigiosa revista MERCER publica su evaluación de calidad de vida,


para esto en el año 2019 evaluaron 450 ciudades en todo el mundo. La calidad de
vida se analiza según 39 factores, agrupados en 10 categorías:

1. Entorno político y social (estabilidad política, delincuencia, cumplimiento de la ley,


etc.)
2. Entorno económico (regulaciones del tipo de cambio, servicios bancarios,
capacidad de ahorro)
3. Entorno sociocultural (disponibilidad de los medios de comunicación y censura,
restricciones a las libertades individuales, manifestación ciudadana)
4. Consideraciones médicas y de salud (suministros y servicios médicos,
enfermedades infecciosas, aguas cloacales, eliminación de deshechos,
contaminación atmosférica, basura, etc.)
5. Escuelas y educación (nivel y disponibilidad de escuelas internacionales)
6. Servicios públicos y transporte (electricidad, agua, transporte público, congestión
vehicular, etc.)
7. Entretenimiento (restaurantes, teatros, cines, deportes y esparcimiento al aire
libre, etc.)
8. Bienes de consumo (disponibilidad de alimentos/artículos de consumo diario,
automóviles, etc.)
9. Vivienda (alquiler de vivienda, electrodomésticos, muebles, servicios de
mantenimiento)
10.Medio ambiente (clima, historial de catástrofes naturales)

En marzo 2019 lanzaron su nuevo resultado de calidad de vida

Revista MERCER, marzo 2019.


Según Longsdate (2019), la diferencia entre los mejores rankeados y los peores, no
es su antigüedad, por ejemplo Bagdad (fundad hace 1259 años DC) y Damasco
(fundada hace 2500 años AC) son unas de las ciudades más antiguas y no han
logrado un buen punteo en su calidad de vida, ambas posicionándose en el numero
231. En contraste, Auckland con 650 años de su fundación en Nueva Zelanda y
Melbourne con 185 años de su fundación en Australia, están posicionadas en el
número 5 y 17 respectivamente.

Auckland, Nueva Zelanda. Melbourne, Australia.


Se puede llegar a la observación que la calidad de vida de los ciudadanos que se
desarrollan en dichos países, presentan ciertas características comunes como práctica de
su vida cotidiana y por ende forman parte del entendimiento de su actuar social, esto sin
evaluar las características político-sociales de las ciudades o países.
• La ética como principio básico
• El orden y la limpieza
• Honestidad
• Puntualidad
• Responsabilidad
• Valor de la educación y deseo de continuidad en área académica
• Respeto a las leyes
• Esfuerzo emprendedor
 https://www.scielo.br/pdf/rlae/v19n3/es_04.pdf
 http://latlibre.org/wp-content/uploads/2019/01/144Desarrollo.pdf
 http://habitat.aq.upm.es/gi/mve/daee/tmzapiain.pdf

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