Y en este punto nos surgen las siguientes interrogantes ¿Nuestra apariencia

en verdad define lo que somos? ¿A qué se debe que la sociedad nos valore
según la clase social a la que pertenecemos? De hecho algunos autores
definen el término “Clase social” como las características económicas y
sociales que identifican a un grupo de personas, sin embargo en nuestro
entorno el rechazo hacia las personas indigentes o de escasos recursos está
a la orden del día, es decir se suele discriminar por aspectos que se pueden
visualizar sin un análisis profundo.

Cuando se habla de discriminación se refiere a la situación que se

manifiesta cuando un grupo de personas rechazan a otras, ya sea por su
manera de vestir, actuar o simplemente por su color de piel. Este tema en
cuestión es muy delicado, puesto que involucra a niños, adolescentes y
adultos, ahora bien, los más vulnerables ante esta situación son los infantes.
En distintas partes del mundo estos suelen ser abusados tanto sexual,
laboral como psicológicamente y vemos como las autoridades competentes
no realizan las acciones necesarias para evitar estos excesos.

La República Dominicana no es la excepción a esta realidad, en nuestras

calles y avenidas se puede evidenciar esta problemática. Es desgarrador
observar como las personas los evaden por el hecho de estar sucios. Este
rechazo trae consigo un sin número de consecuencias, entre ellas están;
desequilibrio emocional, baja autoestima, frustración e inseguridad, que en
algunos casos los incita al suicidio.
Ahora bien, la apariencia no define que seamos buenos o malos, un
ejemplo de esto se evidencia en los gobernantes de nuestro país, hombres
con trajes y corbatas nos han estafado de distintas formas, la más común es
sobrevaluando las obras del estado, lo que demuestra que la ropa solo son
adornos y que no se debe crear prejuicio de un ser humano solo por el
hecho de como se ve.

Tristemente nosotros éramos parte del montón, cuando alguien se nos

acercaba a pedir una moneda o comida, simplemente negábamos con la
cabeza o nos alejábamos. Luego de ver y analizar este audiovisual
“Discriminación por clase social” entendimos que un ser humano no debe
ser excluido o discriminado por su condición social. Esperamos que al
igual que nosotros los demás creen coincidencia ante esta circunstancia.

“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su

religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a
odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente
al corazón humano que su contrario.” [ CITATION Nel \l 3082 ].
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