Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Guia Pancreatitis Sergio Quinterro
Guia Pancreatitis Sergio Quinterro
Guia Pancreatitis Sergio Quinterro
Programa:
Medicina
Docente:
Dr. María Alzamora
Estudiante:
Sergio Quintero
Resumen
La pancreatitis aguda (PA) se define como la reacción inflamatoria del páncreas,
que se sitúa sobre una glándula saná y provoca su auto digestión. La incidencia
oscila entre la 4ta y 6ta década de la vida, y su mortalidad varía entre un 30-50%.
Es una de las patologías gastrointestinales que más comúnmente requieren
hospitalización. Los nuevos conocimientos sobre la fisiopatología de esta
enfermedad indican que la gravedad de la PA viene por la afectación sistémica
que ocasiona (fallo orgánico), y por las complicaciones locales que se pueden
desarrollar (colecciones líquidas o necrosis), particularmente si se infectan.
Palabras claves: Pancreatitis, complicaciones, necrosis pancreática.
Introducción
La pancreatitis aguda es un proceso inflamatorio que afecta la glándula
pancreática. Su origen puede ser de diversas causas, tiene la característica que
es capaz de activar una serie de sistemas inflamatorios y antiinflamatorios de
efectos sistémicos que puede llevar al fallo orgánico y cuyos resultados pueden
ser mortales. La presentación clínica es muy variable y en algunos casos tiene
una morbimortalidad importante. Requiere un diagnostico precoz y un manejo
oportuno para evitar complicaciones y muertes.1
El 20% de los pacientes que cursan con pancreatitis aguda adoptan un curso
grave, con aparición de sepsis, síndrome de distrés respiratorio, insuficiencia renal
y fallo multiorganico, con una tasa de mortalidad del 25% 2. Esta evolución sólo
puede evitarse mediante la pronta instauración de monitorización y terapia
intensivas, por lo que es fundamental establecer el pronóstico de la pancreatitis
aguda de forma temprana. La pancreatitis se presenta con una incidencia
considerable en un hospital general, frecuencia que como cuadro abdominal
agudo puede ser la segunda causa después de la apendicitis aguda. Su
frecuencia relativa se cifra entre los 13 y 28 casos cada 100.000 habitantes, la
mayoría de las pancreatitis se producen en pacientes con edades comprendidas
entre la 4ta y 6ta década de vida.1
La pancreatitis aguda es una causa importante de hospitalización en nuestro
medio con un rango de severidad que oscila entre el 20 y 25%, con una tasa de
mortalidad de 30% en casos severos. El conocimiento de este tema es diverso, y
el trabajar desde el inicio con indicadores pronósticos de la enfermedad, nos
conducirá en gran medida a tener una valoración más integral y hacer predictores
de la evolución de estos pacientes, con ello se evitarán conductas médicas que
pudieran evolucionar a complicaciones, y a un desenlace fatal.
Clasificación de Atlanta: Desde 1992 se utiliza la clasificación de Atlanta, la que
permite el uso de una terminología común y clarifica conceptos:
Tomado de : Bradley EL: A clinically based classification system for acute pancreatitis.
Summary of the International Symposium on Acute Pancreatitis, Atlanta, GA, September 11-
13, 1992. Arch Surg 1993; 128: 586- 90.
Etiología y patogenia
La pancreatitis aguda tiene muchas causas, pero no se han dilucidado en detalle
los mecanismos por los cuales los cuadros en cuestión desencadenan la
inflamación del páncreas. Los cálculos vesiculares siguen siendo la causa
principal de pancreatitis aguda en casi todas las series (30 y 60%). El riesgo de
pancreatitis aguda en personas que tienen cuando menos un cálculo vesicular <5
mm de diámetro es cuatro veces mayor que el de pacientes con cálculos de mayor
tamaño. El alcohol es la segunda causa más común, propicia 15 y 30% de los
casos de esta enfermedad. La incidencia de pancreatitis en alcohólicos es
pequeña 5/100000, lo cual indica que además del volumen de alcohol digerido,
otros factores, como el tabaquismo, modifican la susceptibilidad de la persona a
presentar daño pancreático.3
La hipertrigliceridemia es la causa de pancreatitis aguda en 1,3 a 3,8% de los
casos; las concentraciones de triglicéridos en suero por lo común son >11,3
mmol/L. Muchos pacientes con hipertrigliceridemia, cuando son examinados más
adelante, muestran signos de una perturbación oculta y básica en el metabolismo
de lípidos. Cualquier factor como fármacos, drogas y alcohol que incremente en
forma repentina los niveles de triglicéridos séricos pueden desencadenar una
crisis de pancreatitis aguda. Sin embargo, las persona con deficiencia de
apolipoproteína CII muestran una mayor incidencia de pancreatitis, dicha
apolipoproteína activa la lipoproteína que es importante para eliminar los
quilomicrones desde la corriente sanguínea.3
Los enfermos de diabetes mellitus que han desarrollado cetoacidosis y las
pacientes que reciben algunos fármacos como los anticonceptivos ingeribles
también pueden presentar hipertrigliceridemia. En promedio 0,1 a 2% de casos de
pancreatitis aguda provienen de la intervención de fármacos; estos últimos causan
pancreatitis por una reacción de hipersensibilidad o por la generación de algún
metabolito tóxico, aunque en algunos casos no se sabe cuál de los mecanismos
en cuestión interviene.4
La pancreatitis aguda varía desde la intersticial (se observa la circulación
sanguínea del páncreas) que por lo común es autor remitente, hasta la necrosante
(se interrumpe el riego sanguíneo al páncreas), en la cual la magnitud de la
necrosis puede guardar relación con la intensidad del ataque y sus complicaciones
de orden general. En la actualidad la teoría patogénica aceptada es la
autodigestión, y con arreglo a ella, surge la pancreatitis cuando las enzimas
proteolíticas (tripsinógeno, quimotripsinógeno, proelastasa y enzimas lipolíticas
como la fosfolipasa A2) son activadas en la célula acinar del páncreas y no en el
interior del intestino. Se piensa que diversos factores como endotoxinas,
exotoxinas, infecciones virales, isquemia, estrés oxidativo, calcio lisosómico y
traumatismo directo facilitan la activación prematura de tripsina. Las enzimas
proteolíticas activadas, en particular la tripsina, además de digerir los tejidos
pancreáticos y peri pancreáticos, activan otras enzimas como la elastasa y la
fosfolipasa A2. También puede haber activación espontánea de la tripsina. 4
Tomado de: Longo DL, Kasper DL, Jameson JL, Fausi AS, Hauser SL,
Loscalzo J, editores. Harrison. Principios de medicina interna. [Internet]. 18ª
ed.
Presentación clinica
El dolor abdominal es casi universal en la pancreatitis aguda. Puede no ser
aparente en los raros casos de pancreatitis postquirúrgica o isquémica (por
ejemplo, pacientes que permanecen ingresados en UCI o reanimación con
sedación) o en pacientes trasplantados. En la mayor parte de los casos el
paciente describe un dolor de inicio súbito o rápido en epigastrio irradiado a ambos
hipocondrios y espalda “en cinturón”, continuo y de intensidad relevante. En otras
ocasiones el dolor es generalizado en el abdomen. Con el paso de las horas, el
dolor puede localizarse en zonas donde se están formando colecciones agudas
como la fosa renal. En tal caso, la presencia de líquido en la fascia pararrenal
anterior, puede asociarse a puño percusión renal positiva. A su vez, la
acumulación de líquido en la gotiera parietocólica puede ser causa de dolor en el
vacío y fosa ilíaca derecha. La presencia de náuseas y vómitos es muy frecuente
en las primeras 24 h de evolución.5
La exploración del abdomen muestra dolor e hipersensibilidad a la palpación
predominantemente en el hemiabdomen superior y mesogastrio. Algunos
pacientes presentan un marcado síndrome de respuesta inflamatoria sistémica ya
desde etapas precoces de la enfermedad, con fiebre, taquicardia y taquipnea. Un
subgrupo de estos pacientes puede tener fallo orgánico desde su primera
evaluación en urgencias (anuria, shock, insuficiencia respiratoria), asociándose a
una mortalidad elevada. En ocasiones, tras una mejoría inicial del síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica, éste se presenta de nuevo a partir de la 2.ª
semana de evolución de la enfermedad, lo que sugiere infección nosocomial o de
la necrosis pancreática. Es frecuente el íleo paralítico, que puede prolongarse
varios días. En tales casos, el abdomen aparece distendido y sin evidencia de
peristaltismo. En pancreatitis necrotizantes, en raras ocasiones el exudado
hemorrágico diseca planos anatómicos hasta alcanzar el tejido subcutáneo,
produciendo un tinte violáceo de la piel de flancos (signo de Grey-Turner), o en la
región periumbilical (signo de Cullen); estos signos se asocian a mal pronóstico.
Es típico pero muy infrecuente el desarrollo de paniculitis subcutánea por acción
de las enzimas pancreáticas.6
Diagnostico
Se realiza con 2 o más de los siguientes criterios: dolor abdominal superior
característico, niveles elevados de lipasa y amilasa sérica al menos 3 veces el
valor normal y/o hallazgos en imágenes de abdomen: USG, TCC o RM.
Exámenes de laboratorios
Deben ser específicos para realizar una valoración completa y sistemática del
paciente. Incluyen: hematología completa, panel metabólico, niveles de lipasa y
amilasa, lactato deshidrogenasa, calcio, magnesio, fósforo y uroanálisis. De
acuerdo al escenario clínico: PCR, gases arteriales. 7
Los niveles de lipasa son más sensibles y específicos que los de amilasa. Puede
existir hiperamilasemia en insuficiencia renal, parotiditis, isquemia y obstrucción
intestinal, macroamilasemia y por uso de múltiples medicamentos. La lipasa puede
elevarse espontáneamente en peritonitis bacteriana, isquemia intestinal y
esofagitis.7
Exámenes de imágenes
La TC tiene un papel fundamental en la confirmación de la gravedad de una PA ya
que es el patrón oro para el diagnóstico de complicaciones locales, especialmente
la necrosis. El procedimiento debe realizarse con contraste ya que la necrosis se
define radiológicamente como la ausencia de realce de la glándula pancreática en
la fase parenquimatosa 1. Además permite caracterizar la presencia de
colecciones líquidas, así como su posible evolución a seudoquistes. La TC
únicamente está indicada en aquellos pacientes con una PA potencialmente grave
estimada por los factores expuestos con anterioridad y no antes de las primeras
72 horas desde el inicio de los síntomas, ya que podría subestimar la gravedad de
la PA. La gradación de la gravedad de la PA por TAC se basa en las escalas de
Balthazar e índice TC.
Tomado de: Bradley EL: A clinically based classification system for acute pancreatitis. Summary
of the International Symposium on Acute Pancreatitis, Atlanta, GA, September 11-13, 1992. Arch
Surg 1993; 128: 586- 90.
Sistemas BISAP
Tomado de: Bradley EL: A clinically based classification system for acute pancreatitis. Summary
of the International Symposium on Acute Pancreatitis, Atlanta, GA, September 11-13, 1992. Arch
Surg 1993; 128: 586- 90.
Grados de severidad
Es importante definirla y estratificarla para: a) Identificar pacientes potencialmente
graves que requieren tratamiento agresivo al ingreso, b) Identificar pacientes que
ameriten referirse para atención especializada y c) Estratificar dichos pacientes en
subgrupos ante la presencia de FO persistente y complicaciones locales o
sistémicas.
La Clasificación de Atlanta los define así:
PA Leve: Ausencia de FO y complicaciones locales o sistémicas. Resuelve
durante la semana 1, por lo general no requieren exámenes de imágenes y la
mortalidad es muy rara.
PA Moderadamente Grave: Presencia de FO transitoria o complicaciones locales
o sistémicas. Puede resolver en las primeras 48 horas (FO transitoria o colección
líquida aguda) sin intervención o requerir atención especializada prolongada (PAN
estéril sin FO), resolviendo en la semana 2 o 3, con morbimortalidad <8%.
PA Grave: Presencia de FO persistente (única o múltiple) y una o más
complicaciones locales o sistémicas. Ocurre en fase temprana (mortalidad de 36-
50%) o tardía.8
Tratamiento
Es imprescindible realizar un diagnóstico preciso, triage apropiado, cuidados de
soporte de alta calidad, monitoreo y tratamiento de las complicaciones, y
prevención de recaídas.7
La PA leve puede tratarse ambulatoriamente con analgesia oral; sin embargo, la
mayoría requiere hospitalización. Las primeras 48-72 horas deben enfocarse en
detectar empeoramiento monitoreando la presión arterial, saturación de oxígeno y
gasto urinario cada 1-2 horas inicialmente. La presencia de hipotensión,
taquicardia, hipoxemia y oliguria >48 horas indica FO persistente, y si no responde
con fluidoterapia IV adecuada requiere manejo en UCI y probablemente radiología
intervencionista y abordaje endoscópico o quirúrgico. El examen físico debe
repetirse cada 4-8 horas, vigilando por alteración del estado mental y/o rigidez
abdominal que indica líquido en el tercer espacio o SCA. En las primeras 6-12
horas debe realizarse panel metabólico completo, hematológico, niveles séricos
de calcio, magnesio, glucosa y BUN, según el estado del paciente. La
hipocalcemia e hipomagnesemia deben corregirse vía intravenosa. La
hiperglicemia debe manejarse con insulina. La hemoconcentración y los niveles de
BUN elevados indican hidratación inadecuada o injuria renal, lo que obliga a
incrementar el aporte de líquidos IV. La TCC abdominal debe repetirse si hay
pobre respuesta a la terapia estándar para evaluar complicaciones o
empeoramiento del cuadro.9
Control del dolor
Los opioides son los analgésicos de elección. Tienen la ventaja de disminuir la
necesidad de analgesia suplementaria comparados con otras opciones, aunque
no existe diferencia en el riesgo de complicaciones o eventos adversos serios. Se
mencionan: bupremorfina, petidine, pentazocina, fentanyl y morfina. 10
Reanimación de fluidos
El Lactato de Ringer es superior a la solución salina normal pues reduce más los
marcadores inflamatorios (PCR) y la incidencia de SRIS. La manera práctica de
medir la adecuación de la fluidoterapia y del estado de hidratación es mediante
monitoreo cardiopulmonar clínico, medición horaria del gasto urinario, monitoreo
del hematocrito (de 35-44%) y corrección del BUN y creatinina, lo cual ha
demostrado que limita la necrosis. Un hematocrito al ingreso 44-47% asociado a
disminución en las primeras 24 horas es considerado riesgo mayor para
desarrollar necrosis.
Antibióticos
La PA es una inflamación estéril, solo un tercio de los casos desarrollan PAN
infectada con riesgo significativo de muerte >50%. El uso de antibióticos debe
reservarse ante sospecha o confirmación de infecciones locales o
extrapancreáticas como neumonías, infección del tracto urinario, colangitis, sepsis,
flebitis en sitio de venopunción; o como recomiendan las guías clínicas de la AGA
y ACG, restringiéndolos a pacientes con PAN con necrosis del páncreas >30% o
necrosis pancreática o extrapancreática infectada, que debe ser sospechada ante
deterioro clínico o pobre mejoría del paciente después de 7-10 días de tratamiento
hospitalario. También están indicados en sepsis por lo que debe policultivarse
simultáneamente (sangre, orina, otros fluidos corporales y de tráquea), cambiar
vías de acceso vascular y realizar métodos de imágenes para identificar etiología.
Su administración debe realizarse según sensibilidad, y la duración depende de la
respuesta clínica y negatividad de los cultivos. 15
El uso de antibióticos profilácticos no está indicado en PA leve, moderadamente
grave, grave o necrosis esteril pues incrementan la prevalencia de infecciones
micóticas y desarrollo de microorganismos multidrogo-resistentes. Varios meta-
análisis y revisiones en Cochrane concluyen que los carbapenémicos,
especialmente imipenem/cilastatin, son la monoterapia empírica más efectiva para
el tratamiento de la infección pancreática, también pueden ser efectivas las
quinolonas, metronidazol y cefalosporinas a altas dosis, pues los patógenos más
aislados son E. coli, Bacteroides, Enterobacter, Klebsiella, S. faecalis, S.
epidermidis y S. aureus.15
Tomado de: Evolución y tratamiento de PA. Traducido de: Acute pancreatitis, N
Engl J Med 375; 20 NEJM. November 17, 2016.
Tratamiento quirúrgico
CASO CLÍNICO
ANTECEDENTES PERSONALES
» HOSPITALIZACIONES: No refiere
EXAMEN FISICO
Signos vitales:
•FR: 28 resp
•SO2: 98%
•PESO: 76 Kilos
•IMC: 24.8
•T: 37,8°C
1. Dolor abdominal
Impresión Diagnostica
Pronostico
Diagnósticos diferenciales:
Paraclínicos
1. Hemograma
2. Perfil lipídico
3. Enzimas pancreáticas
4. Función renal y hepática
5. Lactato deshidrogenasa
6. Ionograma
7. PCR
8. Rx de torax
9. Ecografia abdominal
10. TAC de abdomen
Hemograma
Función hepática
PCR: 3,5
Rx de torax:
Ecografía abdominal
En la ecografía abdominal se observa un leve aumento de tamaño de la glándula
pancreática y disminución de su ecogenicidad.
TAC de abdomen
En relación a la Tomografía podemos hacer la clasificación de Balthazar y
su resultado sería: Balthazar C Score 2
Criterios de Glasgow
Según los criterios de Glasgow y los resultados obtenidos en nuestro paciente su
puntuación es de 2, su resultado es Pancreatitis leve
Tratamiento
OBSERVACION U HOSPITALIZACIÓN
Promoción y prevención
REFERENCIAS
1. Frossard JL, Steer ML, Pastor CM. Acute Pancreatitis. Lancet [Internet].
2008 [citado 16 Jun 2020]; 371: [aprox. 9 p.]. Disponible en: http://
www.scielo.br/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=000067&pid=S0004-
2730200800080002100007&lng=en
2. Vege SS, Gardner TB, Chari ST, Munukuti P, Pearson RK, Clain JE, et
al. Low
mortality and high morbidity in severe acute pancreatitis without organ
failure:
a case for revising the Atlanta classiication to include “moderately severe
acute
pancreatitis”. Am J Gastroenterol [Internet]. 2009 [citado 16 Jun 2020];
104: [aprox. 5 p.]. Disponible en: http://www.nature.com/ajg/journal/v104/
n3/full/ajg200877a.html
3. Longo DL, Kasper DL, Jameson JL, Fausi AS, Hauser SL, Loscalzo J,
editores. Harrison. Principios de medicina interna. [Internet]. 18ª ed.
Mexico: McGraw-Hill; 2012. [Consultado el 17 de junio de 2020].
Disponible en: https://harrisonmedicina.mhmedical.com/book.aspx?
bookid=865
4. Nieto, Julio Alberto, & Rodríguez, Samuel Jesús. (2010). Manejo de la
pancreatitis aguda: guía de práctica clínica basada en la mejor
información disponible. Revista Colombiana de Cirugía, 25(2), 76-96.
Retrieved June 17, 2020, from http://www.scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S2011-75822010000200003&lng=en&tlng=es.
5. Gardner TB, Vege SS, Pearson RK, Chari ST. Fluid resuscitation in
acute pancreatitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2008;6:1070-6.
6. De-Madaria E, Soler-Sala G, Sánchez-Payá J, López-Font I, Martínez J,
Gómez-Escolar L, Sempere L, Sánchez-Fortuna C, Pérez-Mateo M.
Influence of Fluid Therapy on the Prognosis of Acute Pancreatitis: a
Prospective Cohort Study. American Journal of Gastroenterology 2011;
en prensa.
7. Forsmark CE, Vege SS (375) Acute pancreatitis. N Engl J Med 375:
1972-1981.
8. Mikolasevic I, Milic S, Orlic L, Poropat G, Jakopcic I, et al. (2016)
Metabolic syndrome and acute pancreatitis. Eur J Intern Med 32: 79-83 .
9. Greenberg JA, Hsu J, Bawazeer M, Marshall J, Friedrich JO, et al.
(2016) Clinical practice guideline: Management of acute pancreatitis.
Can J Surg 59: 128-140.
10. Basurto Ona X, Rigau Comas D, Urrútia G (2013) Opioids for acute
pancreatitis pain (Review). Revisión Cochrane 26: 1-45.
11. Srinivasan G, Venkatakrishnan L, Sambandam S, Singh G, Kaur M, et
al. (2016) Current concepts in the management of acute pancreatitis. J
Family Med Care Prim 5: 752-758.
12. 7 Beduschi MG, Mello Parizi AL, Von-Mühlen B, Franzon O (2016) The
panc 3 score predicting severity of acute pancreatitis. Arq Bras Cir Dig
29: 5-8.
13. Aggarwal A, Manrai M, Kochhar R (2014) Fluid resuscitation in acute
pancreatitis. World J Gastroentero 20: 18092-18103.
14. Oláh A, Romics L (2014) Enteral nutrition in acute pancreatitis: A review
of the current evidence. World J Gastroenterol 20: 16123- 16131.
15. Greenberg JA, Hsu J, Bawazeer M, Marshall J, Friedrich JO, et al.
(2016) Clinical practice guideline: Management of acute pancreatitis.
Can J Surg 59: 128-140.
16. Working Group IAP/APA Acute Pancreatitis Guidelinesa (2013) IAP/APA
evidence-based guidelines for the management of acute pancreatitis.
Pancreatol 13: 1-15.