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EL CRISTIANO Y LAS REDES SOCIALES

“Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Corintios 15:33)
El internet y las redes sociales hoy en día han venido a revolucionar en nuestras de vidas tanto de manera positiva, como de manera
negativa, cada día son más y más usuarios del internet y las redes sociales sin distinción de edad, género, raza o posición económica
Muchos hermanos, especialmente los jovencitos, no dudan en pertenecer a una red social como Facebook, Hi5, Twitter, Bandoo, etc.
pero ¿es correcto para un cristiano estar ahí?
Empecemos diciendo que la Biblia no dice absolutamente nada al respecto porque en el tiempo en que esta fue escrita no existían ni
siquiera las computadoras, mucho menos internet. Aún así, podemos encontrar tres sabios principios que nos guiarán en la decisión
¿estar o no estar?
Como muchas otras cosas, el internet y su contenido puede ser usado para buenos y malos usos. Lo mismo diríamos de las redes
sociales. Es probable que consideres tu Facebook un pasatiempo muy divertido. Aún así no deberíamos olvidar que hay muchos
peligros para un cristiano en esos lugares. Veamos tres principios bíblicos que nos ayudarán a regular el uso que le demos a las redes
sociales.
“Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Corintios 15:33) —No debemos olvidar que el usamos de las redes
sociales es mantenernos en contacto con “amigos”, pero ¿qué clase de amigos? El comunicarnos con ellos de forma personal, por
teléfono o por internet es lo mismo, y ¿qué pensarían tus padres —si eres joven— de esa clase de amigos? “¡Pero no son malas
personas!” podrías pensar, y es seguro que no sean malas personas, al menos desde el punto de vista del mundo, pero ¿Qué hay del
punto de vista de Jehová? Es posible que los Epicúreos no fueran considerados malas compañías para los cristianos de Corinto, pues
los principios éticos de ellos eran la “justicia, honestidad y prudencia”. Ellos no creían en un alma que sobreviviera a la muerte, pero
tampoco creían en la resurrección, por eso decían “comamos y bebamos que mañana moriremos”. Aunque eran “buenas personas”
no eran cristianas y sus ideas posiblemente estaban afectando a los cristianos de Corinto. De ahí que el apóstol Pablo diera el
consejo —seguro refiriéndose a los Epicúreos— “No se extravíen, las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. Así que si
tus amigos no son cristianos es seguro que tampoco son buenas compañías para ti, es decir, no deberías tener amistad íntima con
ellos y por tanto deberías considerar a quiénes debes conservar como contacto de tu “Hi5”.
Aún así, es posible que pienses que si bien es cierto que lo tienes como contacto, no hablas mucho con él (o ella). Por supuesto, es
decisión tuya, pero todo dependerá del grado al que “cibernéticamente” te relaciones con esa persona y el grado de amor que
tengas por Jehová y sus consejos. Ahora surge otra cuestión, ¿qué hay de los contactos que no conozco?
“[No] entro con los que esconden lo que son” (Salmo26:4) — conocemos en realidad con quién estamos hablando cara a cara y qué
intenciones tiene? ahora piensa ¿son diferentes las cosas en las redes sociales? Obviamente no. Podrían ser mucho peores ya que a
diferencia de las salas de chat, en las redes sociales pones a disposición de las personas información importante como tu edad,
intereses, país y ¡tus fotos! Sabemos que en internet andan depredadores sexuales esperando a que aparezcan las víctimas.
Ahora, si tú piensas que no corres ningún peligro, sin duda eres la clase inexperta que ellos prefieren. Hace ALGUN TIEMPO EN
HONDURAS SE DIO EL CASO DE UNA MADRE DE FAMILIA QUE ESTABA BUSCANDO A SU HIJA CON MUCHA TRISTESA PORQUE ESTA
NO SABIA NADA DE ELLA, SOLO SABIA QUE TENIA UN NOVIO EN EL FACEBOOK, CUANDO LA ENCONTRO ELLA ESTABA CON EL, ESTA
CHIKA ERA MENOR DE EDAD. Las redes sociales hacen de fácil identificación a las personas debido a las fotografías exhibidas.
¿Deseas correr el riesgo? No olvides lo que dice la Biblia: “El prudente ve el peligro y lo evita” (Proverbios 22:3). No tienes por qué
sufrir una mala experiencia para que tomes precauciones, si eres prudente no correrás riesgos innecesarios ni pensarás que “nunca
te pasará a ti”.
Ahora veamos los asuntos tomando en cuenta la responsabilidad que tienes, no olvidando que “los que esconden lo que son”
pueden estar en las salas de chat y en las redes sociales.
“[Compren] el tiempo oportuno que queda” (Efesios 5:16) — El estar en una red social puede parecer muy divertido, pero ¿Cuánto
tiempo inviertes en ella? Seguro que ver las últimas fotos de tus amigos, comentarlas y hacerte los test son cosas interesantes, pero
debemos controlar cuánto tiempo nos absorben estas actividades. En sí no tienen nada de malo, pero hemos de tomar en serio el
consejo de Efesios 5:15, 16: “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios,
comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” Sabemos que “los días son inicuos” y que “el tiempo
que queda está reducido”, así que deberíamos ocupar nuestro tiempo en hacer la voluntad de Dios, a saber, que “hombres de toda
clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Corintios 7:29; 1 Timoteo 2:4). Si esa es la voluntad de Dios,
deberíamos dedicar tiempo a llevar el mensaje salvavidas a todas las personas que podamos y que estas alcancen un conocimiento
exacto de la verdad, pero es importante que nosotros mismos alcancemos ese conocimiento exacto.
Deberíamos dedicar suficiente tiempo diariamente a leer la palabra de Dios. Es importante que analicemos a conciencia si
dedicamos suficiente tiempo a la preparación para las reuniones. Si usas por bastante tiempo internet para chatear y ver “tu
Facebook” pero tu preparación para las reuniones es deficiente, ¿qué dice eso de ti? Recordemos que debemos vigilar “que nuestra
manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios”.
El pertenecer a una Red Social es asunto de cada cristiano. Aún así siempre debemos vigilar que las Redes Sociales no nos hagan caer
en la trampa de las malas compañías, el trato con personas que no conocemos o el mal uso del tiempo. En todo caso debemos
demostrar sabiduría y prudencia al usar los medios que este mundo nos ofrece.
A través de las redes sociales es más fácil que un cristiano caiga en tentación, al tener contactos con chicas o chicos que no conoces,
pues muchas personas exhiben fotografías de sí mismas semidesnudas y otros completamente desnudas, cuando entablas
conversación con personas que no conoces sobre todo si esa persona es del sexo opuesto, casi siempre esas conversaciones es
entablan con el propósito de conocer más a esa persona, pues se despierta la curiosidad de los usuarios. No es nada recomendable
que jovencitos utilicen su Facebook y tengan en sus contactos a personas que ni siquiera conocen, no es nada recomendable que
exhibas información personal o que informes paso a paso lo que tú estás haciendo. No incluyas información acerca de tus facilidades
económicas ni que lugares frecuentas, pues en las redes sociales también están conectados como lo dijimos antes muchos
depravados sexuales como también secuestradores y una persona inexperta y confiada puede caer muy fácilmente.
Que pasaría hermano si tu estas conectado en tu Facebook y de repente aparece en tu pantalla la fotografía de una persona del sexo
opuesto semi desnuda o totalmente desnuda?, no despertaría curiosidad en ti?, no quisieras seguir viendo?, no quisieras tener más
contacto con ella o con él? RECUERDA QUE ERES UNA PERSONA DE CARNE Y HUESO. A MENOS QUE REALMENTE ESTES BIEN
METIDO CON EL SEÑOR, SEGURAMENTE CAERIAS CON MUCHA FACILIDAD. Las redes sociales te roban el tiempo que deberías pasar
en el estudio de la biblia, en muchos casos te roban el tiempo que deberías pasar con tu pareja y sobre todo ahora tus cosas son
cosas públicas, a través de las redes sociales incluso se le puede medir la temperatura espiritual a muchas personas.
Lista de peligros que encontramos en las redes sociales
1. El acoso en línea
El cyberbullying o acoso a través de Internet es un fenómeno que alarma a padres y autoridades gubernamentales, ya que va en
aumento, con el crecimiento de las redes sociales y el tiempo, cada vez mayor, que dedican los niños y adolescentes en estos
espacios. Intimidación, exclusión y maltrato son caras de un mismo problema.
Personas que reciben mensajes hirientes, intimidatorios y humillantes se envían a diario generando miedo y dolor en las víctimas y la
diversión del acosador. Secretos descubiertos, rumores falsos, reputaciones arruinadas, un hostigamiento continuo que puede llevar
hasta el suicidio si no se previene.
Este es quizá uno de los principales peligros de las redes sociales que los padres temen para sus hijos. Un problema que puede
empezar en la escuela, como un juego entre sus amigos pero que también puede involucrar a gente adulta que aprovecha la
facilidad de crear perfiles falsos en estas plataformas. De igual forma se incita al homosexualismo en los usuarios.
2. Incitación al odio
Prejuicios, mensajes de odio, intolerancia y llamados a la violencia contra una persona o grupos de personas a causa de su raza,
religión, nacionalidad o ideas políticas, se multiplican y amplifican también en las redes sociales aprovechando su característica de
virilidad.
Los mensajes de odio no son exclusivos de los sitios de redes sociales, pero sí pueden ser usados y con mucha frecuencia para la
difusión de expresiones discriminatorias y discursos racistas hacia el otro, que es diferente. Los grupos sociales más atacados son los
judíos, católicos, musulmanes, hindúes, homosexuales, mujeres, inmigrantes y las minorías.
En mayo de 2010 Facebook se vio presionado a cerrar el grupo “Yo también odio a los judíos”, un espacio que promovía el aborrecer
a un colectivo humano e incitaba a la violencia en contra de esa comunidad. En YouTube a diario se suben videos de contenidos
agresivos y discriminatorios. Las redes también pueden ser entonces espacios en donde pareciera más fácil organizar y juntar estos
odios, haciéndolos más visibles.
3. Rechazos laborales
He aquí otro de los peligros de las redes sociales. Las oficinas de recursos humanos están cada vez más atentas a las redes sociales y
a lo que allí hacen o dicen sus futuros empleados. Mucha gente, sin embargo, no toma en cuenta cómo afectan las redes sociales a
su reputación online. Los perfiles pueden ayudar a los reclutadores a conocer mejor a sus aspirantes y restarles puntos.
4. El phishing
Este es uno de peligros de las redes sociales más conocidos. Se trata de una modalidad de fraude que se caracteriza porque el
usuario es llevado al engaño haciéndole revelar todos los datos de acceso de su cuenta mediante la invitación a una página falsa
idéntica a la de una red social. Al hacer clic, el usuario creerá por la apariencia tan parecida que se trata de un sitio de confianza e
iniciará sesión normalmente.
Una vez que los datos son obtenidos, la página re direccionará al sitio original y el usuario no se habrá dado cuenta hasta que su
cuenta sea manipulada para fines fraudulentos como enviar spam a sus contactos o convencerlos de instalar algún programa
malicioso, aprovechando su confianza. Su información privada también puede ser vendida junto a la de otra miles de cuentas en el
mercado negro.
5. Malware
Durante el 2010, Facebook y Twitter, las más populares redes sociales han sido precisamente las más afectadas por violaciones de
seguridad. El gusano Koobface fue una de las primeras grandes amenazas para Facebook en 2008. Mediante comentarios en los
perfiles de sus víctimas, los invitaba a ver un video mediante un enlace a una web que a su vez le pedía instalar un códec para ver
correctamente el sitio.
Desde esa fecha hasta hoy el abanico de aplicaciones falsas se han multiplicado, con la promesa de enterarse quién visitó su perfil o
ver las respuestas a preguntas que sus amigos han contestado sobre ellos, imágenes divertidas o noticias sorprendentes, los usuarios
son atraídos a caer en estas trampas que terminan con sus cuentas infectadas.
Otro de los peligros de las redes sociales se dio en Twitter con el uso de acortadores para los enlaces ha sido aprovechado para
campañas de spam y redireccionamiento a sitios de dudosa confiabilidad. Además, también existen aplicaciones que ofrecen
fascinantes características que tientan a su instalación, cuando en realidad utilizan los permisos concedidos para mandar más spam
o robar datos privados.
6. Problemas de privacidad
Para muchos, las redes sociales se han convertido en archivos diarios cargado con riquísima información sobre sus vidas. Desde
datos básicos y de contacto, hasta información acerca de sus amigos, sus trabajos, aficiones, rutinas y actividades contadas en fotos
y comentarios. Sin embargo, aunque nos han facilitado compartir parte de nuestra vida, también inspiran temor y suspicacias sobre
cómo son administrados esos datos sensibles.
Facebook desde su creación ha generado debates inacabables sobre sus límites de privacidad: el uso de esta información para la
publicidad y el fácil acceso para las aplicaciones de terceros, el indexado en sitios web externos y los derechos de propiedad y
reproducción.
7. Pérdida de productividad
Algunas personas no logran controlar el tiempo que pasan revisando sus redes sociales, llegando incluso a interferir con otras
actividades como el estudio y el trabajo. Es cierto que a veces puede parecer más fácil escoger pasar un tiempo divertido y relajado
que concentrase en actividades importantes, pero esto genera un problema porque se van postergando. Por eso, son más ahora las
empresas que prohíben y bloquean su uso en las oficinas y centros de enseñanza por considerar que distraen y bajan la
productividad de sus empleados.
Sin embargo no todo es malo!, pues las redes sociales pueden ser utilizadas por el pueblo de Dios para honrarlo y ganar almas para
Cristo.
La Biblia es muy clara en cuanto al hecho de que todo lo que un cristiano haga, aún sea comer o beber, debe hacerlo para la gloria
de Dios (1Cor. 10:31). En Col. 3:17 Pablo dice algo similar: “Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre
del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre”.
Es obvio que el uso del Facebook y las redes sociales en general no puede estar fuera de ese principio rector de la vida cristiana.
Todo lo que hacemos, de palabra o de hecho, debemos hacerlo en el nombre del Señor Jesús, es decir, dentro del marco de Su
autoridad soberana y con el propósito de honrarle a Él.
Pero ¿cómo podemos usar el Facebook de tal manera que ese propósito se cumpla?
Algunos principios…….
El primero tiene que ver con la buena mayordomía que debemos hacer del tiempo. Toda persona que tenga una cuenta de Facebook
sabe lo fácil que resulta perder horas y horas en esa maraña de amigos, posteando fotos (y viendo las que cuelgan los demás); y, por
supuesto, leyendo los comentarios.
Si hay alguien que debe valorar el tiempo es un cristiano. Tenemos muchas cosas importantes que hacer y no tenemos todo el
tiempo del mundo para hacerlas. Por eso la Biblia nos manda a redimir el tiempo:
“Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos. Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor” (Ef. 5:15-17).
Perder el tiempo es una necedad que una persona sabia debe evitar a toda costa. Y, definitivamente, el uso de las redes sociales
representa un enorme peligro en ese sentido si no estamos alertas.
Otro peligro del Facebook, más sutil pero igualmente dañino, es que promueve el narcisismo. El Diccionario de la Real Academia
define el narcisismo como: “Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras”. Otra acepción es:
“Hombre que cuida demasiado de su adorno y compostura, o se precia de galán y hermoso, como enamorado de sí mismo”.
No es que todo el que hace uso del Facebook es un narcisista, pero es indudable que se trata de un instrumento que puede
convertirse fácilmente en un vehículo de auto promoción.
Hasta hace relativamente poco tiempo, sólo las celebridades veían sus fotos en los medios masivos de comunicación o daban a
conocer lo que pensaban. Pero con la llegada de las redes sociales cibernéticas, cualquiera puede comportarse como una celebridad,
colgando cientos de fotos de todas sus actividades, convirtiéndose así en su propio paparazzi, o dando a conocer a medio mundo
cómo se siente hoy.
El Facebook es un medio para ponerse en contacto con amigos en lugares lejanos, y que el deseo de ver una foto actual de alguien
que uno aprecia es perfectamente legítimo. Pero también es muy fácil traspasar la línea de lo que es legítimo y apropiado.
Otro problema del Facebook es que, si bien nos ayuda a mantener el contacto con otros, también puede fácilmente remplazar las
relaciones personales por relaciones cibernéticas a distancia. Es más fácil postear un comentario debajo de una fotografía que dar de
nuestro tiempo para ayudar a alguien en necesidad, o discipular a un nuevo creyente, o simplemente estar allí cuando un amigo nos
necesita.
Por demás está decir que mucha de la información que se cuelga en Facebook es de carácter público y que tus fotos y comentarios
pueden revelar más de lo que deseas. Alguien dijo una vez: “Yo nunca me había dado cuenta de lo mucho que se divertían mis
amigos sin mí (¡y cuán a menudo lo hacen!), hasta la llegada del Facebook”. Antes de postear algo pregúntate el efecto que puede
tener en otros, para que no causes tropiezos innecesarios.
Bueno……
El Facebook como dijimos anteriormente puede servir perfectamente como instrumento para la siembra de la alabar de dios y la
cosecha de almas, muchos siervos abren una cuenta en ni red social con ese propósito y de hecho ha funcionado. Puedes unir a
muchas personas a tu cuenta del Facebook, incluso personas que ni conoces y que nunca has vista y luego día a día puedes publicar
textos bíblicos, reflexiones y dar consejo de la palabra de Dios a través de esa red social
A través de redes como el Facebook se pueden dar a conocer actividades de la iglesia e invitar a otros a venir a Cristo.
En conclusión las redes sociales son una poderosa herramienta que puede ser utilizada para el mal, pero también puede ser utilizada
para hacer el bien.
A través de las redes sociales un cristiano perfectamente podría perderse, pero de igual forma un alma podrá salvarse.

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