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MARYI CATALICA CARO QUIROZ

DERIVADAS

Del latín derivātus, derivada es un término que puede utilizarse como sustantivo o
como adjetivo. En el primer caso, se trata de una noción de la matemática que
nombra al valor límite del vínculo entre el aumento del valor de una función y el
aumento de la variable independiente.
Derivada
La derivada, por lo tanto, representa cómo se modifica una función a medida que
su entrada también registra alteraciones. En los casos de las funciones de valores
reales de una única variable, la derivada representa, en un cierto punto, el valor de
la pendiente de la recta tangente al gráfico de la función en dicho punto.
El nacimiento y uso de las derivadas en el ámbito matemático, aunque tienen su
origen en la Antigua Grecia, podemos establecer que hacen aparición como tal
gracias a dos figuras históricas muy importantes: el matemático inglés Isaac
Newton y el lógico alemán Gottfried Leibniz.
Y es que los mismos partieron de las teorías y conceptos establecidos por sus

Demostración de las reglas elementales de derivación


-Este trabajo no será una entrada sobre qué es derivar sino sobre cómo demostrar
la forma mediante la cual se derivan diversas funciones.

La definición de derivada:
Supongamos que tenemos una función f que depende del parámetro x y nos
interesa conocer cómo varía a medida que se modifica el valor de x en una
cantidad diminuta, digamos, h. Podríamos hacer la resta entre el valor de f(x+h) y
el valor de f(x) y eso nos daría dicha tasa de variación.
Si después dividimos la tasa de variación entre h, en una gráfica de f frente
a x estaríamos calculando la pendiente de la recta que une los dos puntos
calculados. Esto se denominaría tasa de variación media.
Y la derivada f’ es la tasa de variación media cuando, como impuse aquí al
principio, h es diminuto:

La derivada de una constante:

Si una función es igual a una constante a, su derivada es evidentemente nula


dado que su valor no depende en absoluto de x y, por tanto, el numerador en la
definición es nulo:

La derivada de una potencia:


Antes de analizar esta en detalle, primero recordemos cómo es la fórmula
generalizada de la suma de a y b elevada a n:

Aquí hay que comentar varias cosas. La primera que los signos de exclamación
son factoriales (el producto del número por todos los anteriores al mismo). La
segunda que en el último pasó encerramos en el último término todos los
sumandos que incluyan b elevado a 2 o potencias superiores. El factorial de 0,
recordemos, no es 0 sino 1:

Teniendo esta fórmula en mente, la derivada de la potencia n-ésima de x se


calcula del siguiente modo:

En el último paso nos cargamos todos los términos que involucren a h porque es
prácticamente nula en el límite considerado.
El resultado es correcto para cualquier valor de n, si bien la expresión con
factoriales requeriría mayor complejidad. Un poco más abajo la demostraremos de
nuevo para cualquier número.

Derivada de la suma:
Si h es la suma de las funciones f y g, dado que el límite de una suma es la suma
de límites con las derivadas sucede lo mismo:

Obviamente esto incluye las restas, dado que f y g pueden tener cualquier signo.

Derivada del producto:

Si, por el contrario, h es el producto de las funciones f y g, podemos obtener su


derivada aplicando en el límite que podemos sumar y restar f(x) g(x+h) y separar
la fracción en dos a conveniencia:
Regla de la cadena:
Supongamos ahora que h se puede expresar como una función f que depende de
otra g, y que esta segunda, a su vez, depende de x. Podemos hacer un truco
parecido al de la demostración anterior multiplicando y dividiendo por lo mismo
para concluir que:

En el último paso hemos tenido en cuenta que, dado que f depende de g y no


de h, su tasa de variación media requiere dividir por g(x+h)-g(x) en vez de por h.
La regla de la cadena nos dice, en esencia, que la derivada en este caso es la
derivada de f respecto a g por la derivada de g respecto a x. Multiplicar por la
segunda es “el precio a pagar” por no derivar respecto a x la función f.

Derivada de la función inversa:


Supongamos que f es la función inversa de g (no en el sentido que le suelen dar
los matemáticos, sino en el de que multiplicadas dan 1). Tras reescribirla
como g elevada a -1, podemos obtener su derivada mediante la regla de la cadena
derivando primero la potencia de g y después g:
Derivada del cociente:
Si h es el cociente entre f y g, teniendo en cuenta la derivada del producto y la de
una función inversa, podemos obtener de golpe la expresión de la derivada del
cociente considerando el producto entre f y g elevada a -1:

Definición del número e:


Si h es una función exponencial crecerá de forma proporcional a sí misma.
Sabiendo esto cabe preguntarse qué función cumple ser igual a su derivada, y la
respuesta es que cualquiera que sea proporcional mediante un factor
constante a a cierto número elevado a x. Dicho número es conocido como e, y
tiene un valor aproximado de 2,7. Por tanto tenemos, por definición, que si
cualquiera de las siguientes cosas son iguales, ambas lo son a la tercera:

Es decir, que tenemos el único tipo de funciones que derivadas no alteran su


forma. No demostraremos que e es el único número que permite hacer esto sino
que lo impondremos como axioma para definirlo.

Derivada de la exponencial:
Consideremos ahora que f es un número a cualquiera elevado a x, en vez de e.
Podemos obtener su derivada aplicando propiedades de logaritmos y la regla de la
cadena:
Nótese que si a es e, el logaritmo que aparece vale 1 y recuperamos el apartado
anterior.

Derivada del logaritmo:


Supongamos que f es el logaritmo de x. Usando sus propiedades podemos reducir
la cuestión a un problema de funciones exponenciales y derivar así:

Derivada de una función elevada a otra:


Si h es f elevada a g, podemos obtener su derivada usando consecutivamente las
propiedades de logaritmos y la regla de la cadena junto con la derivada del
producto para llegar a que:

Esta expresión final sirve para volver a demostrar la derivada de una potencia,
ahora sí, para cualquier valor de n:

Derivada de la base del logaritmo:


Esta no suele aparecer nunca, o al menos a mí nunca me ha salido en ningún
sitio, pero es interesante conocerla por si algún día nos entra la duda con ella o,
en su caso si aún sois estudiantes, un profesor decide retaros con ella.
Para derivar la base de un logaritmo simplemente hacemos un cambio de base y
seguimos con el protocolo habitual:

Derivadas del coseno, el seno y la tangente:


Usando la ecuación de Euler, podemos definir el seno y el coseno del siguiente
modo:

Ambas funciones, juntas, cumplen que:

La tangente, por su parte, cumple:

Derivadas del arcoseno, el arcocoseno y el arcotangente:


La derivada del arcoseno se obtiene considerando que el seno del arcoseno
de x es exactamente x y aplicando la regla de la cadena:
En el último paso hemos usado la relación entre seno y coseno para estimar
cuánto vale el coseno de un ángulo del que conocemos el seno.
Teniendo esta derivada, podemos obtener fácilmente la del arcocoseno y el
arcotangente usando las expresiones de ambas funciones en función del
arcoseno, como en la última cuenta:

Derivadas hiperbólicas:
Las funciones trigonométricas hiperbólicas se definen como:
Y cumplen:

Teniendo esto, la derivada de la tangente hiperbólica es:

Por último, con los arcos procedemos como en el caso anterior, reduciendo unos a
otros:
BIOGRAFIA
 https://definicion.de/derivada/
 https://estudiarfisica.com/2015/07/22/demostracion-de-las-reglas-
elementales-de-derivacion/

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