Está en la página 1de 1

Enmanuel Gelvez Duin B93251

La teoría estética marxista no se puede encontrar de una manera explicita del cuerpo
teórico del filósofo alemán, sin embargo por ello no se puede afirmar que en su teoría
económica y social que comprende gran parte importante de su pensamiento se
excluya la estética.

El arte según Marx se vuelve otra mercancía para el humano como símbolo de poder
económico, como sucede durante el Renacimiento, puesto que ahora no solo los
nobles tenían acceso a este bien, sino que cualquier persona con la capacidad
adquisitiva para poseerlo. Es así como se desapropia el sentido del arte como algo
bello y suplanta por un reflejo de poderío de clase. En este sentido el arte no es bello
sino que es “valioso”.

Con el auge del comercio con el oriente se dio origen a una nueva clase de ricos
gobernantes, la burguesía; entre las familias más destacadas se encontraban los
Médicis, quienes se convirtieron en patrocinadores (mecenas) que servían de apoyo
económico de los artistas que contrataban para que confeccionaran sus cuadros.

Los mecenas convirtieron al arte una arma y estrategia política, siendo ahora, una
representación de poder económico, estatus social y se asume un prestigio político,
social e ideológico; esto convirtió al arte en una mercancía demandada por la gente
poderosa (aquí ya había una mayor influencia del poder adquisitivo en los asuntos
sociales) para que estableció al arte como un símbolo de poder y prestigio, por lo cual
su belleza quedo relegada a su nuevo papel político.

Gracias a esto los artistas crearon un nuevo mercado y un nuevo sistema de trabajo de
encomiendas en el que se les encargan los trabajos y estos lo realizan en sus talleres en
los cuales se les debe de respetar su individualidad.

El ​Retrato de Juliano de Médici ​no es excepción a esta regla en el sentido de que,


ademas de representar a un miembro de una de las familias más importantes de esa
época, es el retrato de un personaje de influencia económica y social que tiene ese
privilegio de contratar a un artista para que inmortalice su imagen. En ese sentido la
obra demuestra, por que como ya se dijo, el arte es una simbolización del poder
económico-social, que no cualquiera tenía acceso a al arte sino solo una elite que
podía permitirse tal lujo por su capacidad adquisitiva.

También podría gustarte