5 ejemplos de ética y moral en el ámbito profesional.
1. “Competencia” entre pares: Como profesionales, vamos a encontrarnos en empresas con una cultura empresarial muy competitiva, al punto en donde en muchos lugares, lejos de vernos como un equipo de trabajo, podemos llegar a ver a los demás como competencia para ascender. De cualquier modo, no es ético que dentro de mi desempeño o convivencia con los demás compañeros yo haga algo para afectar a algún otro colega a propósito, o exponerlo, o inclusive la realización de actos de sabotaje en contra de alguien. 2. El uso responsable de los recursos de la empresa es otra práctica ética, no es ético utilizar los equipos, o el presupuesto de la empresa, para uso personal, beneficio personal o familiar. 3. El trabajar en una empresa y tener una relación muy cercana (familiar, pareja, amigos cercanos) con alguien que trabaje en la competencia no es una falta ética, sin embargo, no es ético compartir secretos de la empresa o información privilegiada entre sí, y de hecho, existen empresas en las que las políticas piden a sus funcionarios que reporten esta relación cercana que tienen con alguien que trabaje en la competencia. 4. Si la empresa en la que trabajamos tiene prácticas ilegales o no-éticas, como la explotación laboral en cualquiera de sus grados, o el conseguir sus insumos de una manera no legal o dañando a otros (en caso de que sea una empresa de producción), o incluso el manejo de sus desechos, no es ético que nosotros, teniendo conocimiento de esto, seamos partícipes de estas actividades o no denunciemos o tratemos de cambiar la forma en la que hacemos las cosas. El que calla otorga y se hace cómplice. 5. No resulta ético que, entre compañeros de trabajo, seamos sesgados o no tratemos a ciertas personas por prejuicios o preconceptos que tengamos. De igual manera, no es ético ni profesional que dentro de una empresa, ciertos puestos sólo sean designados a personas de ciertas características específicas.