LA NOCHE
JUSTO ANTES DE LOS BOSQUESip a7
~ ))oblabas la esquina cuando te vi, llueve, a uno no lo favo-
‘yore que le Ilueva sobre el pelo y la ropa, pero igualmente
jw atrevi, y ahora que estamos aqui, que no quiero mirarme,
j\irin falta que me seque, volver alla abajo para arreglarme
vl pelo al menos para no enfermarme-, ahora bien bajé
jjace un rato, para ver si era posible arreglarse, pero ahi
abajo estan esos boludos, apostados: mientras te secas el
pelo, no se mueyen, permanecen. todos juntos, acechan por
detris, y volvi a subir —justo para mear— con la ropa empa-
pada, me quedaré asi, hasta que esté en una habitacion: en
cuanto nos instalemos en algin sitio, me quitaré todo, es
para eso que busco una habitacion, pues en casa imposible,
no puedo volver —pero no para toda la noche-, por eso tu,
cuando doblabas, alla, la esquina, y te vi, corri, pensaba:
nada mas facil que encontrar una habitacion para una noche,
para una parte de la noche, siuno lo desea de verdad, si uno
se atreve a pedirlo, a pesar de la ropa y el pelo empapados,
a pesar de la Iluvia que me deja indefenso si me miro en un
espejo —pero, incluso si uno no lo quiere, es dificil no mirar-
se, porque aqui hay tantos espejos, en los cafés, los hoteles,
que hace falta darles la espalda, como ahora que estamos
aqui, donde es a tia quien miran, los pongo a mis espaldas,
siempre, incluso en casa, y sin embargo esta Ilena de ellos,
como por todas partes aqui, incluso en los hoteles cien mil
espejos nos miran, es necesario cuidarse de ellos— pues vivo
en hoteles casi desde siempre, digo: “en casa” por costumbre,
pero es un hotel, salvo esta noche, en que no es posible, si
no, esa es mi casa, y si entro en un cuarto de hotel, es una
costumbre tan antigua, que en tres minutos lo convierto en
micasa de verdad, con muy poquitas cosas, que transforman
el lugar como si yo hubiese vivido siempre alli, que compo-
nen mi cuarto habitual, donde vivo, con todos mis habitos,8 BerNarb-Mari Kors “
todos los espejos tapados y una que otra cosa mas, a ta
punto que, si a alguien se le ocurriera hacerme vivir d
golpe en la habitacién de una casa, si me diera un departi
mento arreglado como se quiere, como los departamento}
donde hay familias, haria de él, con solo entrar, un cuarto
de hotel, con solo vivir alli, por la costumbre —si me dierap
una especie de pequefia cabafia, como en los cuentos, en If
profundo de un bosque, con grandes vigas, una gran chime
nea, grandes muebles nunca vistos, cien mil afios de anth
giiedad, apenas entrara, con nada y en poco tiempo, te hage
un cuarto como los de los hoteles, donde me siento en casa,
oculto la chimenea detras de un montén de muebles, di
mulo las vigas, cambio el gusto de todo, tiro todos eso}
objetos que nunca se ven en ninguna parte, salvo en Io
cuentos, y los olores especiales, los olores a familia, y Ia}
antiguas piedras, y las viejas maderas negras, y los cien mil
afios de antigitedad que se burlan de todo, que te hace}
sentir extranjero, que jamas pueden hacerte creer que es! ay
por fin en casa, tiro todo y la antigitedad también, porqu
soy asi, no me gusta lo que a uno le recuerda que es extra
jero, sin embargo, lo soy un poco, es ciertamente evidentt,
no soy del todo de aqui- era muy evidente, en todo caso
con los boludos de abajo agrupados detras de mi, desput)
de haber meado, cuando me lavaba el pito -uno termini
creyendo que son todos unos boludos, los franceses, incapit
ces de imaginar, porque nunca han visto a nadie lavarse ¢
pito, mientras que para nosotros, es una vieja costumbi
mi padre me la ensefié, se hace siempre entre nosotros, y ya)
continuo haciéndolo después de haber meado, y cuando me
lavaba, hace un rato, normalmente, en el bafio de abajo,
sintiendo detras de mi a todos los boludos apostados, hie
como que no entendia, un extranjero por completo, que no
comprendia nada del francés de estos boludos, y les ofa toda
mientras me lavaba: —jqué estara haciendo, este extranjery
tan extravagante? —hace beber a su pito —{como puede s@
eso, dar de beber a su pito?- como si no comprendiera nada
de nada lo que decian, y continuo, tranquilamente, dando”
le de beber, para que estos boludos franceses se pregunten
entre ellos, agrupados detras de mi delante de los bafioy
{como un pito puede beber, y sobre todo, como puede tenerm
sed? después, cuando termine, atravesé el grupo, siempre a
lo extranjero, que no habria entendido nada de lo que decian,
y eso me es facil, no soy totalmente de aqui, seguro que se
nota, estos boludos franceses, sin imaginacion, no se equi-
yocaron y, a pesar de todo eso, corri detras de ti desde que
te vi doblar la esquina, a pesar de todos los boludos que hay
en la calle, en los cafés, en los sotanos de los cafés, aqui, en
todas partes, a pesar de la Iluvia y la ropa empapada, corri,
no solamente por una habitacion, no solamente por la parte
de la noche para la que busco una habitacion, sino que corri,
corti, corri, para que esta vez, vuelta la esquina, no me en-
cuentre en una calle vacia de ti, para que esta vez no cn-
cuentre solo la lluvia, la lluvia, la lluvia, para que esta vez
te encuentre a ti, del otro lado de la esquina, y me atreva a
gritar: jcamarada!, y me atreva a tomarte del brazo: jcama-
rada!, y me atreva a abordarte: camarada, dame fuego, no
te costara nada, camarada, Iluvia inmunda, viento inmundo,
esquina de porqueria, no es bueno dar vueltas esta noche
por aqui, tanto para ti como para mi, pero no tengo cigarri-
llos, no es tanto para fumar que te decia: fuego, camarada,
era, camarada, para decirte: barrio de porqueria, costumbre
inmunda de dar vueltas por aqui (jqué manera de abordar
a las personas!) y ta también das vueltas, la ropa toda em-
papada, a riesgo de pescar cualquier enfermedad, tampoco
te pido cigarrillos, camarada, ni siquicra fumo, no te costa-
ra nada detenerte, ni fuego, ni cigarrillos, camarada, ni
dinero (jpara que después te vayas!, cien francos no signifi-
can mucho para mi, esta noche), y por otra parte, tengo con
qué pagarnos un café, yo te lo pago, camarada, antes que
dar vueltas bajo esta luz extrafia, y para que no te cueste
nada que te haya abordado —quizas tenga mi manera de
abordar a las personas, pero finalmente, no les cuesta nada
(no hablo de habitacion, camarada, de una habitacion para
pasar la noche, pues entonces los tipos mas correctos ponen
mala cara, jpara que después te yayas!, no hablaremos de
habitacién, camarada)-—, pero tengo una idea que contarte
ven, no nos quedemos aqui, nos enfermaremos, seguro”,
ni dinero, ni trabajo, eso no arregla las cosas (no busco eso
en verdad, no es eso en verdad), es que tengo esta idea, pri-
mero, que necesito contarte, ta, yo, que damos vueltas en
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 11920 BerNarD-Mani Korres ¥
esta ciudad extraiia sin una moneda en el bolsillo (pero
te pago un café, camarada, tengo con qué, no digo lo con
trario ahora), pues, al primer vistazo, jno es el dinero nia
ti, nia mi, lo que nos aferra al suelo! entonces yo, tengo esti
idea, camarada, para aquellos, como tit y yo, que no tenemo;
dinero, ni trabajo ~y yo ya no busco en verdad-, es que en
el trabajo, nosotros, de afuera, sin nada en los bolsillos, nd
fenemos ningtin peso, al punto que el menor soplo de vien
to nos levantaria por el aire —no podrian obligarnos a p
manecer en los andamios, a menos que nos ataran a ellos
una buena rafaga, y volamos, ligeros-, jyo, trabajar en w
fabrica, jamés!, va a ser dificil explicarte, para mi mismo,
es dificil entender bien todo sin mezclar nada, pero mi ide
es como —no es una religion, no es una tonteria, que conti
riamos de cualquier manera sin que cambie nada, no &
politica, mucho menos un partido o algo parecido, o como
los sindicatos que saben todo, que han visto todo, que nai
se les escapa, entonces, agregar a eso mi idea, ya no tendria
lugar, y no tiene nada que ver, no, mi idea no es nada de eso,
puedes estar seguro, camarada: es para defendernos, sola
mente para defendernos, pues es justamente eso lo que m
cesitamos, defendernos, jno?, tal vez pienses: yo no, si
embargo, yo te digo: quizas soy yo quien te abordo, seria
quien tendria necesidad de una habitacion para esta noche
(no, camarada, yo no dije que tenia necesidad), soy yo quien
ha pedido: camarada, dame fuego, pero no siempre el que
aborda es el mas deébil, y yo vi enseguida que no parecias
muy fuerte, desde alld abajo, mientras dabas vueltas todo
mojado, verdaderamente poco sdlido, mientras que yo,
pesar de esto, tengo mis recursos, y reconozco, apenas dé
un vistazo, a aquellos que no son muy fuertes, sobre todo
por su forma de caminar, nada mds que por esa pequefia
manera de caminar, nerviosa, como la tuya, con sus espaldas
nerviosas, y la manera de mover los hombros, nerviosa, algo
en la forma de caminar de lo que no me equivoco, con sus
rostros, también, compuestos por muy pequefios rasgos, ni
estropeados ni nada, jpero si nerviosos!, como tu: hay algo
en los rostros de lo que no me equivoco, incluso cuando
caminan menedandose, como hacen los rufianes, pero rufia
nes Ilenos de nervios, muchachitos callejeros con aire dem
liberados, pero recién salidos directamente de su madre,
muy erguidos, asi, que andan meneandose como si nada,
bajo la lluvia, pero yo veo enseguida este nerviosismo, que
no se puede ocultar —porque todo el nerviosismo viene de
la madre, directamente, y a su madre, los muchachitos ca-
llejeros, no pueden ocultarla, hagan lo que hagan-, yo soy
mas bien la sangre, y la osamenta, y los musculos, todo lo
que viene del padre, los nervios nunca me perturban, porque
mi padre, por el contrario, era muy sdlido, de los que no se
enredan con los nervios a fuerza de pensar, a quienes nada
puede perturbar, un hombre puro huesos, puro musculos,
un hombre de sangre, podriamos Ilamarlo: el ejecutor, y a
mi también, podrian llamarme: el ejecutor, y es justamente
por eso que la politica, y los partidos, y los sindicatos que
hay ahora, y la policia, y el ejército, que son todos politicos,
no son lo que yo quiero, todo eso te trastorna demasiado la
cabeza, y con su cabeza, te meten en la fabrica, jy a la fabri-
ca, yo, jamas!, sin embargo, de todas maneras acaban por
meterte en la fabrica, mientras que la idea que te cuento es:
un sindicato a escala internacional —es muy importante la
escala internacional (te explicaré, para mi mismo es dificil
entender bien todo esto)-, pero nada de politica, solamente
defensa, estoy hecho para la defensa, y entonces me dedica-
ré de Ileno a eso, seré aquel que ejecuta, en mi sindicato
internacional para la defensa los de muchachitos callejeros
no muy fuertes, recién salidos de su mama, con apariencia
de rufianes, llenos de nervios, que se andan meneando y que
dan vueltas, solos, en plena noche, con el riesgo de agarrar-
se posibles enfermedades —y es justamente ahi donde veo la
inutilidad de sus madres, observa ta la inutilidad de tu ma-
dre: ella te da un sistema nervioso, y después te suelta, en
cualquier esquina, bajo una lluvia de porqueria, nada sdlido,
sin desconfianza, pues veo bien que no desconfias, tan pe-
quefio y nervioso como eres, no desconfias, sin embargo no
creas que los sinvergiienzas no estan ahi, que no se ocupan
de ti, sé que los rozamos, y hace un rato, yo mismo me topé
con ellos, por poco me agarran, sin desconfianza como tt,
entonces ahora los veo por todos lados, estan alli, nos tocan,
los peores sinvergiienzas que puedas imaginar, y que nos
hacen llevar esta vida que llevamos: yo los creia invisibles,
‘LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES Tar8
£
Brrnarb-Manieé Korres a
ocultos ahi arriba, por encima de los jefes, por encima de |
los ministros, por encima de todo, con sus jetas de asesinos,
de violadores, de corruptores, con jetas que no son jetas de
verdad como la tuya o la mia, y que no tienen nombre: el
clan de los estafadores, de los cogedores bien pagos, de los
viciosos impunes, frios, calculadores, técnicos, el pequeno
clan de los sinvergiienzas técnicos que deciden: ja la fabrica
y silencio! (jy a la fabrica, yo, jamas!), ja la fabrica y cierren
el pico! (zy si yo lo abro?), a la fabrica, cierren el pico, y
nosotros tenemos la ultima palabra —y ellos tienen la ultima:
palabra, ese grupito de cogedores que deciden por nosotros,
desde arriba, organizados entre si, calculadores entre si,
técnicos a escala internacional, ja escala internacional!, mi
idea es un sindicato a escala internacional: es importante la
escala internacional, te lo explicaré, pero ahora, jestamos
cogidos!, es la fabrica 0 volvernos livianos, como tu, como
yo, para dejarnos llevar por el menor soplo de viento, porque:
iqué podemos hacer, tu y yo, cuando ellos controlan los
ministerios, la policia, el ejército, los patrones, la calle, las
esquinas, el subterraneo, la luz, el viento, y pueden si quie-
ren barrernos desde lo alto?, {qué podria hacer yo, contra
esto, salvo mi idea del sindicato? -tu no desconfias, como:
yo hace un rato, y sin embargo ahora, ellos estan ahi, nos,
buscan, han descendido hasta aqui y por poco me agarran,
pues los peores sinvergiienzas que puedas imaginar toman
formas extrafias y recursos extrafios—, ah, si vinieran direc:
tamente, si se viera todo en sus jetas, si se viera enseguida
con quién hay que tratar, y si se pudiera molerlos a palos,
pero tienen sus recursos, esto de rozarnos con esas jetas a '
las que no podemos resistirnos, y que nos hacen caer sin
desconfianza en la peor de las porquerias —{pero como adi-
vinar?, yo no podria: si hubiera podido imaginar, la habria
inventado asi, tal como la veia cuando la abordé: pequefia,
débil, toda rubia con reflejos y rulos, no demasiados rulos
ni demasiado rubia, justo lo necesario para creer, y que no
fuera posible no correr detras, y cuando la abordé: no tienes:
fuego, por favor, camarada, perdon, ojos que miran como:
solo podrias imaginarlo, y que brillan exactamente como lo
habrias imaginado, para alucinar, una noche en la que todo
esta desierto y en la que no pasa nada, pero hay otras noches,>
a pesar de la lluvia, a pesar de esta luz de porqueria y de la
noche que trastornan todo, en las que callejean las mucha-
chas —no una por casualidad, sino varias, una después de
otra, cada vez mas bellas, pero no bellas como crees, bellas
como no es posible, como para volverte loco, como para
volverte cada vez mis loco, cada vez mas muchachas increi-
bles, uno no sabe cuando va a parar, va creciendo, uno se
pone a alucinar, ya no imaginas nada, jpues hay cada mu-
chacha que pasa delante de uno!, y cuando se ha terminado
por creer que eso puede ser mejor, que puedes volverte to-
davia mas loco al mirarlas, en ese momento desembarca
una como esta, que hace falta dejar todo para correr tras
ella, obligatoriamente, olvidando que la Iluvia y la falta de
dinero te dejan sin recursos, pero a esa, uno esta obligado a
correrla para abordarla, con sus cabellos, sus ojos debajo, su
aspecto fragil, y sin muchos rulos: jcamarada!, jcamarada!
—entonces es justamente ahi: jcamarada, camarada!-, ahi
que nos esperan, ahi que uno se dejara agarrar como el Ul-
timo de los boludos: si yo hubiera podido saber que ella era
del otro bando, que era una perra—ven conmigo, gatito, esta
noche, a cazar ratas-, si ella hubiera cerrado su boca, yo
nunca habria sabido lo que una boca como esa era capaz de
escupir (antes, cuando yo trabajaba, creia que todo el mun-
do, y las chicas que callejean por la noche, éramos parecidos
en el fondo, uno podia hablarles, solo era cuestion de atre-
verse, todos menos el pequefio clan de sinvergiienzas con
jetas de cogedores viciosos, pero ahora, creo que todo el
mundo se ha pasado al otro bando, y nunca mas correré
detras de una chica hasta volverme loco, nunca mas me
volveré loco), ella, ella no me reconocia, debido a esta luz
que nos hace tan parecidos —a cazar ratas, gatito, y, después,
jte quedards conmigo!— me lo decia muy de cerca, en el
extrafio café donde me Ilevo (de la mano, pegada a mi, to-
talmente dispuesta a pasar toda la noche conmigo, a llevar-
me a su habitacion, yo le gustaba, seguro, antes de que yo
me hartara de oir sus porquerias, antes de que ella se har-
tara de mis palabras, nos gustabamos y todo), pero no va
que ella no sabia quién era yo —la nueva fuerza, somos no-
sotros, ella me dijo, y yo debia serlo también-, bien hubiera
querido yo, debido a su mirada que te hacia alucinar, pero
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 13124 BeRNARD-Maniz Korres »
la peor porqueria técnica e internacional ha tomado formas
como esta, han hecho pasar a todo el mundo al otro bando,
incluso a las muchachas increibles, que te volverian loco, si
no hablaran, pero ella, me dio miedo lo que me decia, la
forma en que me lo decia, y que yo no podia dejar de escu-
char, todavia ella no me reconocia, en ese extrafio café—yen
con nosotros, gatito— y yo habria ido, como el ultimo de los”
boludos, sino fuera porque, justo a tiempo, salié de mi boca
(incluso mas fuerte de lo que hubiera querido) quién era yo:
camarada, esto es lo que soy, extranjero, miembro del sin: |
dicato internacional, y todo lo demas, y ahora cdllate o te
rompo la cara —y se la hubiera roto, si no hubiera tenido a
sus amigos alrededor, los cazadores de ratas del viernes por
la noche, un comando de gatitos armados hasta los dien-
tes-, yo, solo, extranjero contra todos ellos, donde me habia
metido, como el ultimo de los boludos?, con esta luz que me
habia hecho confundir, pero {si antes de que yo largara el
rollo, justo a tiempo, a la fuerza, ella se hubiese puesto a
cantar?, {si en lugar de escupirme todo aquello (porque ella
no desconfiaba de mi) me lo hubiese dicho cantando?, habria
podido cantarme cualquier cosa, yo ya no podia mds, esta-
ba de acuerdo con todo, con solo oir la voz que debia tener
si ella hubiese cantado, yo ocultaba quién era, adheria a
todo, fuerzas nuevas, fascistas, monarquicas, Occidente,
todos los cazadores de ratas, cogedores organizados, esta-_
fadores internacionales, yo decia lo que ella queria, cazaba
a quien ella me hubiera pedido, porque era tan increiblemen-
te bella, por lo que prometia para nosotros, después de la
caceria, porque me habia hecho dejar todo y correr tras ella,
y si cantaba, jdebia cantar de una manera!, iqué deberia
haber hecho?, jtaparme los oidos?, si ella hubiera acercado
sus labios a mi oreja, {qué deberia haber hecho?, jhuir?, si
ella hubiera puesto su mano en mi pierna, jqué habria po-
dido hacer, entonces?, {cortarsela? —o: ycort4rmelo yo?-, es
por ahi que te agarran, como al Ultimo de los boludos, en-
tonces, hay que atarselo, privarse incluso de eso, jpara estar
bien seguro de no dejarse engafiar!, nosotros, camarada,
extranjeros, debemos privarnos de todo y atarnoslo fuerte-
mente: la idea principal, en mi idea de sindicato, es evitar»
> LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 125
que se ponga duro, para siempre y en cualquier parte, mien-
tras todo esté dirigido por el pequefio clan secreto, que
controla los ministerios, la policia, el ejército, el trabajo, y
hasta estas pequefias perras de pelo rubio enrulado, y de
aspecto tan fragil que no se puede creer, pero que, como
todo el mundo, se pasaron al otro bando, impedir que se
ponga duro y gozar, aguantarse cueste lo que cueste, porque
es asi como nos acechan y nos rompen el culo, con todas
nuestras fuerzas y por todos los medios, hasta que hayamos
ganado, hasta que mi idea de sindicato internacional haya
ganado por fin, y entonces todo sera nuestro, los cafés, la
calle, las perras, los gatitos y sus armas, la tierra entera y el
cielo entero, y entonces les tocara gozar a las ratas, camara-
da, sera nuestro turno, y a mi, al ejecutor, a mi que estoy
hecho de huesos, de musculos y de sangre, despojado desde
siempre, desde siempre obligado a contenerme, me habra
llegado la hora de golpear, y no me privaré, buscaré por
todas partes, {donde estan ahora, los que me escupian enci-
ma?, y los encontraré a todos, pues habra llegado la hora de
no contenernos mas, camaradas: arranquenles el pellejo,
ahora, que se les ponga duro, gocen, todo lo que puedan,
todo lo que se contuvieron durante tanto tiempo, cdjanselos
por todas partes, ahoguentles sus jetas de asesinos y sus bellas
jetas de lujo, a ellos que gozaban entre si y que gozaron de
nosotros durante tanto tiempo —pero también diré: si en-
cuentran por ahi, todavia dando vueltas y mas vueltas,
meneando los hombros, como los rufianes, a uno de esos
pequefios nerviosos recién salidos de su madre, abandonado
en una esquina, sin defensa, sin motivo, que ronda y da
vueltas todavia ala manera de los rufianes, entonces, déjen-
lo, no lo golpeen, no lo toquen, es todavia un nifio que ne-
cesita que lo defiendan-, y esta es mi idea, y eso, te lo ase-
guro, ya no se hara esperar, incluso si ahora casino tenemos
dinero, ni trabajo, ni tengo habitacion para acostarme esta
noche, y tu, por el momento, debes desconfiar, y si te pre-
guntan: {quien es el extranjero que esta contigo?, tu respon-
des: no sé, no sé, y si insisten, dices: no lo conozco, es alguien
que me abord6 en la calle, cuando doblaba la esquina, pi-
diéndome una habitacion para pasar la noche, ni siquiera la126
Bernarp-Maris Korres
noche entera, antes, no lo habia visto nunca, pues me di
cuenta, de lejos, que eras un nifio, una especie de nifio ca
lejero abandonado en una esquina, al que la menor corrien
te de aire arrastra y se lo llevaria volando, y, cuando corro
después, una vez, dos veces, tres veces, no hay nada més que
una calle vacia y la lluvia, entonces, esta vez, ya no quisé
perderte, no dejé nada al azar, me preparé: impedi que los
boludos se interpusieran en mi camino, me puse de acuerdo
con ellos, les hice creer que escuchaba sus boludeces,
acuerdo con todos ellos —las boludeces que se dicen, alla
afuera, cada noche, a pesar de esta Iluvia de porqueria y de
esta luz triste, las tipicas pavadas que no existen mas que en
la cabeza de los boludos, y, si uno quiere llevarse bien con
todos ellos, uno da su opinion, inventa cuestiones, entonces
yo inventaba, ocultaba que era un extranjero entre ello
dandoles mi opinién sobre todo, los problemas generales,
las cuestiones particulares, la moda, la politica, y me salia
bien, me mantenia de espaldas al viento, cuidaba siempre
de poner la espalda contra el viento, para no perder mis
recursos cuando te abordara, y me decia: nada mas facil que
sentir la direccion del viento, que ponerse de su lado para
que ellos no sean un obstaculo-, nada podia traicionarm¢
mi pito extranjero lo tenia bien escondido, controlado, la
mano sobre la bragueta, y contenia las ganas de mear,
correr el riesgo de traicionarme, asi, por distraccién, dan=
dole de beber, pues, entonces, me habrian reconocido, sin
ninguna esperanza, como un extranjero entre ellos, pero
por el momento me salia bien, en esa extrafia luz que no
ilumina nada, que hace de todos esos charlatanes de los
cafés y de las calles hermanos con Ja misma mirada y las’
mismas preocupaciones, que disimula a aquel cuya preocu-
pacion esta en otra parte, extranjero entre todos ellos,
mirada secreta buscaba mas alla de ellos, y cuidaba de pone
la espalda como ellos contra el viento, sonriente y de acuer
do, ya medio borracho de preocupaciones inventadas, pen-
saba: lo mio esta en otra parte y debo ocultarlo, y, cuando
te vi, corri, corri, corri, pero nadie fue un obstaculo, me
habia preparado, me habia puesto de su lado, los habia es
cuchado ocultando mi diferencia, y ahora mi huida losm
sorprende, ya estoy en la esquina cuando se despiertan, me
reconocen extranjero, me persiguen con sus boludeces, se
preparan para sorprenderme en otra parte, abajo, en un rato,
sin embargo yo ya te abordaba, decia: te vi doblando la es-
quina, perdon, estoy medio borracho, eso no me favorece,
pero perdi mi habitacion, busco una habitaci6n solo por esta
noche, parte de la noche, pues en poco tiempo ya no estaré
borracho, pido cinco minutos -entonces, decia que estaba
borracho y pedia cinco minutos, media cabeza repleta de
boludeces, la otra mitad toda para ti, tanto que ya no me
atrevia a mirar de lo aturdido que estaba, todavia, con la
moda, con la politica, con los sueldos —cuando trabajaba,
mi sueldo era un extrafio pajaro pequefiito que reaparecia,
que yo encerraba, y que, apenas entreabria la puerta, de
golpe se volaba y no volvia nunca, solo quedaba extrafiarlo
todo el resto del tiempo, ahora, ya no trabajo mas-—, pero
atin no me he decidido a mirar a aquel a quien tenia por fin
agarrado del brazo: pido cinco minutos, que pase la borra-
chera, entonces nos sentaremos, pagaré un café, lo sentaré
frente a mi, frente al espejo a mis espaldas, olvidando todo
lo demas, esta lluvia de porqueria, esta luz de porqueria, los
boludos que andan callejeando y las cuestiones tristes que
me metieron en la cabeza, y lo miraré, me atreveré, a pesar
del pelo atin empapado, a pesar de la ropa que no se seca,
esperaré a pesar de eso hasta que pueda recuperarme —bus-
co una habitacion para parte de la noche, porque ya no
encuentro la mia: quise pedirtela a ti desde que te vi en la
esquina, por nada del mundo se la habria pedido a uno de
esos boludos con los que andaba, aunque no me parezco a
ellos (debe notarse), pero andaba con ellos por mil razones,
manteniendo siempre en secreto una mitad de mi mismo en
busca de una habitacion donde no me claye con un boludo,
obligado a ocultar que soy extranjero, obligado a hablar de
moda, de politica, de sueldos y de comer, todos esos boludos
franceses con las mismas jetas y las mismas preocupaciones,
hablando de comer incluso bajo la Iluvia, dandole la espalda
al viento y hablando siempre de comer, y yo que asentia,
para poder estar libre en un rato y correr, correr, correr, yo
que no como, yo que no como nada, que me vuelvo cada
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 127ps Bernarp-Mantz Korrts vty
dia mas liviano, que no engordo para poder en secreto bus»
car lo que busco, mas alld de esos comilones apostados en:
circulo, afuera, en los cafés, yo asentia, asentia, me embria
gaba con la comida de la que hablan, sintiendo que el viem
to a mis espaldas me hacia vacilar, me habria volado si no
hubiese estado discretamente aferrado a esos pesados com
lones y a su boludez de plomo, me habria Ilevado de tan I
viano que me he vuelto, como las corrientes de aire te hacian
desaparecer en las esquinas, cuando te vi, una vez, dos veces,
tres veces, viendo claramente de lejos que todavia eras un
nifio, entonces dejé todo, el viento me levantd, y corri, sin:
tiendo que apenas tocaba el piso, tan rapido como td, sin
obstaculo esta vez, para abordarte al fin: no me tomes, ho:
bre, por un marica, porque corro, te tomo del brazo, te d
tengo, te hablo sin conocerte en verdad, pero ya te conoze
bastante bien asi, hombre, para hablarte de esto —una chic
sobre un puente— que no puedo guardarme —por otra parte
jun marica se atreveria a abordar sin tener sus recursos, con
la ropa y el pelo empapados?-, ahora, me ves asi, con la
cabeza no del todo en su lugar (pero eso pasara) y al primer
vistazo, me di cuenta de que tt eres del tipo correcto con el
que se puede hablar: no sé su verdadero nombre, el que ella
me dijo no era el suyo, entonces yo no te diré tampoco como
era ella, nunca nadie sabra quién se acosto con quién, tod. L
una noche, sobre un puente, en pleno centro de una ciudad,
todavia quedan huellas, alla abajo, en la piedra: te paseas
no importa por donde, una noche, por casualidad, ves a uni
chica inclinada justo sobre el agua, te aproximas por casua-
lidad, ella se da vuelta, te dice: mi nombre es mama', no me
digas el tuyo, no me digas el tuyo, ti no le dices tu nombre.
le dices: jadonde vamos?, ella te dice: jadonde querrias ir?,
{nos quedamos aqui, no?, entonces te quedas ahi, hasta al
amanecer cuando ella se marcha, toda la noche pregunto;
iquién eres?, ;donde vives?, {qué haces?, {donde trabajas?,
{cuando nos volvemos a ver? -ella dice, inclinada sobre el
rio: no me voy nunca, voy de una orilla a la otra, de una
pasarela a la otra, remonto el canal y regreso al rio, miro las
1 En minascula en el original.m
barcas, miro las esclusas, busco el fondo del agua, me sien-
to al borde del agua o me inclino sobre ella, no puedo hablar
sino sobre los puentes o en las orillas, y no puedo amar sino
ahi, en otra parte estoy como muerta, todo el dia me aburro,
y cada noche, regreso cerca del agua, y ya no me voy hasta
que se hace de dia—, entonces se larg6 y yo la dejé que se
fuera, sin moverme (a la mafiana, sobre los puentes, esta
lleno de gente y de policias), hasta el mediodia me quedé
justo en la mitad del puente, ese no es su verdadero nombre
y yo no le dye el mio, nunca nadie sabra quién amé a quién,
una noche, acostados sobre el borde del puente (a mediodia,
esta Meno de ruidos y de policias, uno no puede quedarse,
sin moverse, en plena mitad de un puente), entonces duran-
te el dia escribi en las paredes: mama te amo mama te amo,
en todas las paredes, para que ella no pudiera no leerlo,
estaré en el puente, mama, toda la noche, en el puente de la
otra noche, todo el dia, corri como un loco: regresa mama
regresa, escribi como un loco: mama, mama, mama, y a la
noche esperé en plena mitad del puente, y en cuanto se hizo
de dia empecé de nuevo con las paredes, todas las paredes,
para que no fuera posible que no lo advirtiera: regresa al
puente, regresa una sola vez, una solita vez, regresa un mi-
nuto para que te vea, Mama Mama mama mama mama
mama, pero mierda, como un boludo esperé una noche, dos
noches, tres noches y mas, rastreé todos los puentes, corri
de uno al otro, varias veces cada noche, hay treinta y un
puentes, sin contar los canales, y de dia escribia, las paredes
estaban cubiertas, era imposible que ella no me hubiera
leido, pero mierda, no regreso y ya no vendra mas, pero yo
segui escribiendo en las paredes, y segui rastreando todos
los puentes, hay treinta y un puentes sin contar los canales,
y ya no la encontré nunca mas, inclinada sobre el agua, y
ahora, estas historias, me deprimen, porque todo se vuelve
confuso cuando se va demasiado lejos, conozco a una mujer
que muri6 porque la cosa llegé demasiado lejos, me deprime
pensar en la cantidad de gente que se mataria si fuera mas
facil, la cantidad que llegaria tan lejos si encontrara la forma
de hacerlo, si no tuviéramos miedo a la forma de hacerlo,
porque nunca se esta seguro de morir, puede durar mucho
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 12930 Bernarp-Marr Kourts
tiempo, y el dia que hayamos inventado una maldita man
Ta, suave, y accesible a todo el mundo, sera una masacre
las historias como esa que llegan siempre demasiado le\
una maldita masacre, seguro, como esta mujer que mul
tragando tierra, ella va al cementerio, cava junto a las tu
bas, recoge tierra en sus manos, la tierra mas profunda, y
la traga —historias como esta, silas escuchamos, si nos (
jamos llevar, terminan por enloquecernos-, porque la ti
de los cementerios, la que toca los atatides: tu que acal
con los muertos, ti que tienes la maldita costumbre de a
bar con todo, hasta el mismisimo fondo y sin retorno, ja
ba de una buena vez con esta loca que soy!-, ¢quién le d
que de esa forma funcionaria?, a esta puta loca que tra
tierra hasta matarse, en medio del cementerio donde yo
vi, que alguien le haya dado esa idea, me deprime,
vieja puta seguramente, que tiene recetas una maldita
se hubiera inventado la manera (en vez de tierra, un pol
liviano, que ni se sienta, gratuito para todo el mundo, y
dé gusto sila cosa Mega demasiado lejos) todo el mundo
mataria por la minima historia, pues, si uno se deja ley
las mas pequeftitas, las mas Pequefias Iegan lejos, y te
brollan completamente, sin embargo, esa que te digo era
puta, yo la habia visto, una noche, en su calle, en la vent; ll
de un cuarto piso, yla segui desde alli, hasta el cemente!
cémo creer eso de una puta, hasta ellas estan enloqueciend
te mostraré, en un rato, la ventana, entonces yo, ahora, pi
fiero mas bien hacer la mia y largarme: {qué te paree
icorrecto! -largarme antes de que ella se ponga a habla
hacerme el que no entiendo, si no ella te dice todo lo qi
necesita decir para deprimirte, entonces, prefiero hacer
mia: (estas de acuerdo? jOK!-, y largarme, contento, just
antes de las grandes frases, por otra parte con una vez.
canza para saber lo que hay que saber, para conocer lo qj
hay que conocer, podria vivir cien mil afios con una fulan
sin conocer al cabo de trescientos mil afios nada que p
supiera ya desde la primera vez, mas bien es por eso qu
estoy por eso: (te parece bien?, jentonces vamos! -y largar,
a toda prisa, sabiendo lo que hay que saber, pensando lo q
hay que pensar, teniendo mi idea sobre €so, porque, hombre,m
(tt qué crees?, ¢como hacerse una idea de alguien sin haber
cogido con ella?, cien mil afios con ella sin coger, y nunca
sabes nada, mas que las grandes frases que te enloquecen,
qué puedes conocer de ella con las grandes frases, si no sabes
como es ella antes, sino sabes como se mueve, como respi-
fa, si abre la boca y arma un escandalo, 0 si, al contrario ta
le gustas de verdad, y ella no dice nada, se contiene, guarda
todo en secreto nada mas que para ti y para ella, qué se
puede conocer de alguien si no sabes cémo respira después
de coger, si deja los ojos abiertos 0 cerrados, sino se escucha,
un buen rato, el ruido y el ritmo de su respiracion, donde
pone su cara y como esta ahora, cuanto mas tiempo ella
lespire y tu la escuches respirar, sin moverte, mas sabras de
ella, pero desde el momento en que abre los ojos, se incor
pora, se apoya en el menton, te mira, se pone a respirar como
cualquiera, abre la boca y ves las grandes frases que estan
por salir, entonces, yo prefiero largarme y: jcorrecto? jco-
rrecto!—, pero esa noche, yo estaba solo en la calle de las
putas, un viernes por la noche cuando todavia trabajaba y
no trabajaba al dia siguiente, entonces levanto los ojos, y
veo, en la ventana de un cuarto piso, la cabeza de una puta
con aspecto de loca —si quieres ir, iremos a verla, la ventana
de la que hablo, yo no voy solo por alla, me deprime, sobre
todo una noche como esta noche, no es que le tenga mas
miedo a la noche del viernes que a las otras, al contrario,
ahora que ya no trabajo mas, extrafio como era, la noche del
viernes y la noche siguiente, cuando no se trabaja al otro
dia, cuando la gente deja ver todo su cansancio en sus rostros
pero no quiere ceder, y se excita, se desenfrena, todo el
mundo grita y habla de agarrarse a trompadas, aqui, los
Uipos gritan mucho, pero se toman su tiempo para agarrarse
a trompadas —en mi casa, se golpea enseguida, sin gritar, no
somos del tipo timido, mientras que aqui te hacen kilometros
de preguntas: (quieres algo?, jdecias algo?, ,por qué me mi-
ras asi?, {qué te hace reir?, (me tocas? -si lo tocas, te pregun-
(a durante un tiempo kilométrico silo tocas de verdad, antes
de darte una trompada, yo golpeo enseguida sin la mas
minima timidez, puedes creerme, pero es entonces cuando
miro, en una ventana del cuarto piso, la puta con aspecto
de loca que abre su ventana, echando miradas por sobre el
La NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES BI192 BERNARD-Mante Korres
hombro, abre suavemente, desaparece al fondo despué
gresa, con su aspecto realmente de loca total, y un mon
de ropa en sus brazos, iremos enseguida a ver dénde
no tienes demasiado miedo, conmigo no hay por qu
golpeo si se me habla, todo el mundo entonces en Ia cal
las putas ve un pantalén que cae como una bolsa en my
de la vereda, y una chaqueta roja que flota como un p
caidas, un calzoncillo y una camisa muy livianos come
seda, que se enredan en el farol, la corbata que se bala
todo el mundo mira el aspecto de loca total de la puta it
nada en la ventana, que mira la ropa caer y balancear
jahora esta desnudo, estd desnudo!— y ese cayo en mam
una loca, se dice todo el mundo, en la calle, que mi
vereda y lo demas que flamea como banderas en el ff
cémo creer eso de una puta, también las putas se po
peligrosas, piensa todo el mundo, que comienza a du
incluso de la calle de las putas, (adénde ir?, jadonde is
dice todo el mundo levantandose el cuello, y se alejan to
~adonde ir, ahora, adénde ir, se preguntan, como si, d
arriba, les hubieran trazado en un plano las zonas en la:
deben estar toda la semana, y cuyas puertas se abren
viernes por la noche sobre la calle de las putas y tode
demas, y si no: adonde ir, no hay otra soluci6n, y loca
desde que no trabajo, toda la serie de zonas que los siny
gtienzas trazaron para nosotros, sobre sus planos, y e1
que nos encierran con un trazo de lapiz, las zonas de tral
Jo para toda la semana, las zonas para la moto y las
vante, las zonas de mujeres, las zonas de hombres, las )
de maricas, las zonas de tristeza, las zonas de conversa
las zonas de pena y las del viernes por la noche, la zona
viernes por la noche que perdi desde que mezclé todo, y
quiero recuperar por lo bien que me sentia alli, al punto qt
no sé como decirtelo, pero, desde entonces, ya no trabi
mis y todo esta mezclado en sus sucios planos, cada noel
he buscado donde estaba el viernes por la noche en que
sentia bien, sin trabajar mafiana, cogi sobre un Puente, ai}
duve sin rumbo por barrios extrafios, solo como no pod
explicartelo, vendras conmigo para que lo encontremos, 1)
tendras por qué tener miedo, pues yo golpeo rapido y io
{imidez, y porque el viernes por la noche, con su cansancio
y su gran batifondo, los tipos excitados tienen mas miedo
(jue nosotros, se gritan de miedo, se golpean de miedo, se
fompen la cara con mas miedo que nosotros en sus pufios,
en sus piernas, en sus bocas, miedo de que los miren, miedo
(le que no los miren, miedo de que se rian de ellos o de que
ho piensen nada de ellos, miedo de los otros muchachitos
callejeros que se les parecen demasiado, y mas miedo toda-
via de aquellos que no se les parecen para nada, vendras
conmigo, y te mostraré la ventana desde donde la puta mi-
faba la ropa que se balanceaba, entonces ves a un tipo, fu-
Hoso, con los pelos de punta, que camina a toda velocidad,
y la voz de la puta detras: jesta desnudo debajo del abrigo!,
jesta desnudo debajo del abrigo! -el tipo recoge su chaqueta,
su pantalon, y mira su camisa, furioso, su calzoncillo y su
corbata que flamean como banderas arriba del farol-, todo
el mundo se levanta el cuello y se pregunta: jadonde ir?,
(adonde ir?, la puta corre detrds del tipo como una loca, ella
misma medio desnuda, ves al tipo que sube a su auto, que
enciende el motor, y la puta que se aferra a la puerta, que se
sube al capo: jno dejen que se vaya, no dejen que se vaya!
y el tipo, furioso, que arranca igual, todo el mundo alrede-
dor se aleja mirando por encima del hombro y buscando
adonde ir, adénde ir, santo dios, si hasta las putas, como
imaginar eso de una puta, entonces ella se deja caer del auto,
se tira delante de las ruedas, y el tipo, furioso, debe parar,
toca la bocina como loco, pero la puta se queda acostada
delante del auto, todo el mundo se aleja levantandose el
cuello: jsocorro, socorro, no dejen que se vaya!— todo el
mundo se fue, salvo algunas viejas putas, sin duda es una
de ellas la que le dio la receta: te yas al cementerio, la tierra
acostumbra matar a los tipos y a las fulanas que estan locos,
iquién le dijo que de esa forma funcionaria?, y ahora, me
deprime ir por esa calle, solo, pues pregunto siempre: juste-
des conocian a Ja puta, muerta por haber tragado tierra?, me
tratan de loco, ustedes conocian a la puta del cuarto piso?,
Ilaman a los rufianes para sacarme de encima, sin embargo,
yo la vi, muerta, en el cementerio, y ahora de solo pensarlo,
viejo, nada mas que de pensarlo, me enfermo, me dan ganas
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 1331334 Bexnarp-Mazir Kotrés
de beber (si no fuera por la cuestién del dinero), de largary
de aqui (si supiera adénde ir), de estar en una habitacié
viejo, donde pueda hablar, aqui, no logro decirte lo que d
decirte, tendriamos que estar en otra parte, sin nadie a
dedor, sin esta cuestion del dinero ni esta lluvia de porq
ria, a gusto, como sentados en la hierba 0 algo asi, que
no tengamos que movernos, con todo el tiempo por del
con la sombra de los Arboles, y entonces diria: esta es |
casa, estoy bien aqui, me acuesto y chau, pero eso, viejo
imposible, jhas visto ya algiin lugar donde te dejen esi
para alli, ve para alla, y tu vas Para alla, saca tu culo de
y tu haces tus valijas, cuando trabajaba, me pasaba la yi
haciendo valijas: el trabajo esta en otra Parte, siempre
necesario buscarlo en otra Parte —sin tiempo para pen;
sin tiempo para alucinar, sin tiempo para acostarse en
hierba y decir: chau-, a patadas en el culo te trasladara
trabajo esta alla, y mas alld, mas lejos y todavia mas
te empujarian hasta Nicaragua, a su gusto, porque a lo;
cuando Ilegan aqui, nada de hablar, nada de dormir, nj
de alucinar, si quieres trabajar, trasladate, entonces, sid
mos hacer: nosotros, los boludos de Por aqui, nos dejam
casa y chau (por eso, cuando me voy de algiin sitio, siemy
tengo la impresién de dejar algo que era mas mi casa qi
alla adonde voy a Ilegar, y cuando de nuevo te empuje!
patadas en el culo y partas de nuevo, alla donde vayas, ser
todavia mis extranjero, y asi sin interrupcion: eres cada y C
mas extranjero, estas cada vez menos en tu casa, te empuji
cada vez mas lejos, para que no sepas adénde vas, y cuand
te das yuelta, viejo, cuando miras detras de ti, siempr
siempre es el desierto), pero con detenerse un rato y deci
vayanse a la mierda, no me movereé mas y ustedes me oirdtPN
SLuno se acuesta de una buena vez sobre la hierba yse toma
el tiempo de pensar, tt cuentas tus historias y los que fueron
empujados a patadas en el culo desde Nicaragua o no im-
porta de donde te cuentan las suyas, nos decimos que somos
todos mas o menos extranjeros pero chau, ahora, nos escu-
chamos, tranquilos, decir todo aquello que tenemos para
decir, entonces uno ye claramente, y yo lo vi, que se rien en
nuestras caras, me detuve, escuché, me dije: ya no trabajaré
mientras se rian de nosotros, de qué sirve que Nicaragua
venga hasta aqui, y que yo vaya alla, porque en todos lados
es igual, y cuando atin trabajaba, hablé de mi idea del sin-
dicato internacional a todos los empujados a las patadas en
el culo venidos de no sé dénde que desembarcaban aqui para
encontrar trabajo, y ellos me escucharon, y yo escuché a los
nicaragitenses que me hablaban de sus casas, alla, hay un
viejo general que se pasa todos sus dias y sus noches junto
a un bosque, le alcanzan la comida Para que no tenga que
irse, y dispara sobre todo lo que se mueva, le llevan muni-
ciones cuando se le acaban, me hablaban de un general con
sus soldados que rodean el bosque, alla, y que tiran sobre
todo lo que se eleva sobre las hojas, sobre todo lo que apa-
rece en el perimetro, sobre todo lo que perciben que no
tiene el color de los Arboles o no se mueve de la misma ma-
nera, ellos me escucharon y yo los escuché, y me dije: en
todas partes es igual, cuanto mas me deje empujar a patadas
en el culo, mas extranjero seré, ellos terminan aqui y yo
terminaré all —alla donde todo lo que se mueve se esconde
en las montafias, a orillas de los lagos, en los bosques, mien-
{ras un general con todos sus soldados recorren las montafias,
rastrean las orillas del lago, rodean cada bosque, y tiran
sobre todo lo que se mueve, y sobre todo lo que no tiene ni
el mismo color ni el mismo movimiento que las piedras, el
agua y los arboles—, escuché aquello y me detuve, no me
moveré mas, digo: aqui, esta es mi casa, si no hay trabajo,
no trabajo, si el trabajo me enloquece y se me empuja a pa-
tadas en el culo, ya no trabajaré nunca mas, me quiero
acostar, quiero pensar de una buena vez, quiero la hierba,
la sombra de los arboles, quiero gritar y poder gritar, inclu-
80 si deben dispararme, ya que eso es lo que terminaran
La NOCHE JUSTO ANTES DE Los BOSQUES BSBexnarp-Maris Kortts
haciendo: si uno no esta de acuerdo, si uno abre la boca,
necesario esconderse en el fondo de un bosque, y te extel
minan con rafagas de ametralladora cuando ven que
mueves, pero entonces mala suerte, yo te habré dicho
menos lo que tenia para decirte, aqui no puedo, pero en ot
lugar, en una habitacion donde pasar la noche, parte de
noche, pues me iré antes de que sea de dia, antes de que
hayas aburrido, me iré a tiempo, antes de que quieras
garte, pues si te aburrieras, si me dejaras en la mitad,
de que yo lo hiciera, no soy un tipo sensible o alguien a qi
perturbe una cosa asi (y puedes hacer lo que quieras), pi
yo conozco a los tipos duros, toma a los matones mas di
a los duros en serio, que pegan y no le tienen miedo a |
sangre, nada sensibles (el tipo de matones que es preferib
que no se interesen en ti cuando estan excitados), y bien, §
a esos tipos, tranquilamente, sin que haya pelea, les das
pinchazo con un alfiler en el brazo, cuando ellos ven, d
golpe, una pequefia gota de sangre (de su propia sangre, ¢
calma, sin que estén excitados, sin razon en verdad), el mai
duro de los duros, se pone blanco, se cae redondo, pone lo}
ojos en blanco por esa pavada, entonces, yo no soy un tip
sensible, pero, si te largaras pronto, por otra parte, no es solt
eso, pero si me tomaras por un cero a la izquierda, porqut
hoy podrias creerlo, porque hoy la cosa no marcha, no pue
do estar verdaderamente contento, no como esos de aqui
que siempre parecen contentos, siempre listos para gozar,
yo ando siempre apesadumbrado, todo me vuelve de golpe,
Jas historias del bosque donde nada se atreve a moverse. po
las ametralladoras, o las historias de putas que son enterra:
das sin que tengamos noticias de ellas, mientras que esto!
de por aqui no tienen nada en la cabeza, listos para pasar!
bien, listos para divertirse, listos para gozar todo lo que
puedan, no importa donde ni cuando, sin pensar mas que
en su cogidita, todos estos boludos franceses listos para
gozar su cogidita en su rincon, y sin la menor preocupacion
que les impediria hacerlo, cagandose en todo, dandonos po!
el culo en nuestra propia cara, su inmunda cogida de bolu-
dos, mientras que yo tengo estas historias en la cabeza, no
digo que la cosa nunca marcha, no soy en verdad el tipo que>
nunca goza del todo por causa de estas historias, incluso a
veces estoy bien, muy bien, como ahora sino te largas y si
tengo tiempo, pero mi cabeza por dentro esta siempre triste,
tanto que no sabria como decirtelo, con esta historia tu
podrias también aburrirte (porque hoy tal vez yo sea un cero
a la izquierda, pero un dia), y ta podrias largarte antes,
entonces, no soy el tipo sensible (puedes hacer lo que quie-
ras), pero me diria entonces @ mi mismo no sé qué, que yo
querria ser cualquier cosa menos un arbol, oculto en un
bosque de Nicaragua, como el pajaro diminuto que querria
volar sobre las hojas, con todo alrededor Ileno de filas de
soldados con ametralladoras, que apuntan y acechan su
movimiento, y lo que quiero decirte, no es aqui donde podria
decirtelo, es necesario encontrar ja hierba donde acostarnos,
con un cielo entero sobre nuestras cabezas, y la sombra de
los Arboles, o bien una habitacin donde dispongamos de
nuestro tiempo, pero si crees que es solo una habitacion lo
que busco, no, no tengo suefio, y nada es mas facil que en-
contrar una habitaciOn por una noche, las veredas estan
repletas de gente que busca habitaciones y brinda habitacio-
nes, y si crees que es solo para hablar, no, no tengo necesidad
de eso como todos esos boludos ahi afuera, no soy como
ellos, soy un tipo que, mas que hablar, prefiere seguir a una
bella fulana para mirarla, y mirarla solamente, por qué
hacer otra cosa que mirar a una bella fulana, y también soy
un tipo que, mas que mirar a una fulana, prefiere solo ca-
minar, y con esa tarea me es suficiente, quiero pasarme toda
la vida paseando, correr de vez en cuando, detenerme en un -
banco, caminar lentamente 0 mas rapido, sin hablar nunca,
pero en tu caso, no es lo mismo, y lo adverti en cuanto te vi,
y ahora es necesario que te explique todo, ya que empece,
sin que te largues y me dejes como un boludo, incluso si
ahora no tengo buen aspecto, ni mi pelo ni mi ropa se seca-
ron, no querria mirarme en el espejo a mi espalda mientras
que a ti, la fluvia ni siquiera te ha mojado, la lluvia no te
afecta, las horas no te tocan, por CSO tuve razon cuando
comprendi que no eras mas que un niiio, todo te resbala,
nada se mueve, nada se desarregla, yo evito los espejos y no
paro de mirarte, a ti, que no cambias, y sino estuviera este
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES W78 BeRNarp-Manriz Korres ee
asunto del dinero, pagaria una cerveza para los dos —ante;
que café— y entonces estariamos realmente muy bien, bebe
riamos unas cuantas, como tuve ganas de hacer desde &
anochecer, ya me tomé una, y otra, o tres 0 cuatro o ma
ya no sé cuantas, todo el dinero que queria despilfarrar, Ie
gastariamos ahora, si no fuera porque me lo robaron justé
antes, tenia dinero suficiente para toda la noche, para bebe!
tantas cervezas como hubieras querido y para estar OK, pere
me lo birlaron en el subterraneo, una cochinada, ya no
queda nada para toda la noche, salvo las monedas que tei
en el bolsillo de adelante, justo para dos cafés, y corri detra
de ellos, sin embargo, como si me la buscara, hasta que m
robaron, y ademas me rompieron la cara, en el pasillo de
subte habia dos rufianes, con unas fachas inconfundibles,
rufianes que buscan, que van a hacer algo, dos perfectos
rufianes, corro detras de ellos y me digo: nos podemos tomar
una cerveza juntos —esa clase de rufianes tan bien plantados
que siempre me dan ganas de correr tras ellos para decirle
a uno 0 a otro: dame tu ropa, tus zapatos, tu pelo, tu camix
nar y tujeta, tal cual son, sin cambiar nada, yo te doy lo q
quicras (y, si me los diera, no me daria vuelta ni siquiera
para ver en qué me transformo)-, ellos no se dieron vuelt;
no me habian visto, no les saco los ojos de encima y detras
de ellos subo al primer subte diciéndome: los invito y nos
tomamos una cerveza, pasamos la noche juntos, y nadie se
aburre —pero al mismo tiempo, siento que a mi espalda uno
de los dos mete la mano en el bolsillo de mi pantaldn, saca
mi billetera~, no me muevo en el momento, siento que ma-
nejo la cosa, entonces me digo: hombre, nada de pelea, les
hablo y no hay razon para que la cosa no marche, me doy
vuelta, y digo: -OK, no te hagas el boludo, yo los invito y
nos tomamos una cerveza, después, ya veremos lo que ha-
remos, juntos, no nos aburriremos-, el rufian detrds de mi
mira a su compafiero, no dicen nada como sino me hubieran
visto -OK, no se hagan los boludos, me devuelven mi dine-
TO, nos vamos a beber algo, charlamos un rato y seguimos
juntos-, siempre se miran, como si no comprendieran, y
luego, poco a poco, con los Ojos, asi, se ponen de acuerdo,
comienzan a hablar, cada vez mas fuerte, para que todo el*
mundo oiga, siempre sin mirarme: {qué quiere, este tipo?,
jnos esta buscando 0 qué?, {quien es este tipo?, por qué nos
rompe? —me empujan hacia la puerta: a este marica lo baja-
mos en la proxima estacion y Je rompemos la cara-, enton-
ces, yo les digo: OK, me devuelven mi dinero, entonces, y
todo esta bien asi, pero ellos dicen: este maricon, que espe-
re, y le rompemos la cara, nadie reacciona, nadie cree lo del
dinero, todo el mundo cree Jo del marica, y me hacen bajar
en la primera estacion sin que nadie se mueva, y cuando
terminaron de romperme la cara como al ultimo de los
maricas, se largan con mi dinero (a pesar de que grito y
nadie me cree), no me muevo enseguida: —por ahora, hom-
bre, no te excites, siéntate en el banco, no te muevas, quéda-
te aqui-, miro, eso es todo y asi esta bien: hay una musica,
lejos, detras de mi, uno que debe mendigar al final del pa-
sillo (esta OK, hombre, pero por ahora, no te muevas), en-
frente, en el otro andén, sentada, hay una vieja loca, toda
yestida de amarillo, que hace muecas como sisonriera (miro,
escucho, todo va bien), en la balaustrada, arriba, hay una
buena mujer que se ha parado de golpe para tomar aliento,
justo a mi lado hay un arabe que se sienta y que canta para
si muy bajo algo en arabe (me digo: por ahora no te excites,
hombre), y delante de mi veo, estoy seguro de que veo: una
muchacha en camison, el pelo sobre la espalda, pasa delan-
te de mi con los pufios cerrados, con su camison blanco, y,
justo delante de mi, su rostro se altera, se pone a llorar, y
sigue pasando hasta el final del andén, el pelo desordenado,
los pufios asi, y su camison, entonces, de pronto, siento que
estoy harto, esta vez si, ya no me contengo mis, estoy harto
de toda esa gente, de cada uno con su pequefia historia en
su pequefio rincén, de las caras de todos, estoy harto y ten-
go ganas de pegar, a la buena mujer de arriba agarrada al
pasamanos, tengo ganas de pegarie, y al arabe que canta sus
cosas solo para el, tengo ganas de pegarle, al que mendiga
a mis espaldas, al final del pasillo, ala vieja loca de enfren-
te, estoy harto de sus caras y de toda esta confusién, con la
chica en camison, en la otra punta de Ja estacion, que sigue
Horando, y les voy a pegar, tengo ganas de golpear a las
viejas, alos arabes, a los que mendigan, las paredes de azu-
LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES 139>»
lejos, los vagones del subte, a los guardias, a los policias,
golpear las maquinas, los afiches, las luces, este olor de
porqueria, este ruido de porqueria, pienso en los litros de
ceryeza que ya me habia tomado y que hubiese tomado to
davia, hasta que mi estomago no aguantara mas, me quedé
sentado con esas ganas de golpear, hombre, hasta que todo
se acabe, hasta que todo se detenga, y entonces, de pronto,
todo se detiene por las suyas: los subtes ya no pasan, el ara
be se calla, la buena mujer de arriba deja de respirar, y a la
muchacha en camis6n, ya no se la oye jadear, todo se detie
ne de golpe, salvo la musica al fondo, y la vieja loca abre la
boca y se pone a cantar con una yoz increible, el que men
diga toca esa musica, por alla, sin que se lo vea, y ella canta
eso mismo, se responden y van juntos como si estuviera
preparado (una musica increible, algo de opera o esas bolu
deces por el estilo), pero tan fuerte, tan al unisono, que todo
se detuvo realmente, y la voz de la vieja vestida de amarillo
Jo Hena todo, me digo: OK, me levanto, corro por los pasillos,
subo a los saltos las escaleras, salgo d2l subterraneo, y afue
ra corro, suefio todavia con cerveza__orro, cerveza, cerveza,
me digo: qué quilombo, las arias de Opera, las mujeres, la
tierra fria, la chica en camison, ias putas y los cementerios,
y corro sin sentirme a mi mismo, busco algo que se parezca
a la hierba en medio de esta confusion, las palomas vuelan
sobre los bosques y los soldados les disparan, los que men
digan tiran la manga, los perfectos rufianes salen a cazar
ratones, corro, corro, corro, suefio con el canto secreto de
los arabes entre ellos, camaradas, te encuentro y te agarro
del brazo, tengo tantas ganas de una habitacion y estoy todo
empapado, mama mama mama, no digas nada, no te mue
vas, te miro, te quiero, camarada, camarada, busqué a al
guien que fuera como un angel en medio de este burdel, y
tt estas aqui, te quiero, y todo lo demas, cerveza, cervezi,
y nunca sé como podria decirlo, qué confusion, qué quilom
bo, camarada, y después siempre la lluvia, la Iluvia, la lluvia,
la Muvia”
140 Bernarb-Marts Korres
1977