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Hijo bastardo

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Retrato de Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España.

María Pía de Sajonia-Coburgo Gotha y Braganza fue la última bastarda de la realeza


en Portugal.

Hijo bastardo o ilegítimo es el hijo nacido fuera del matrimonio o


de padre desconocido.

Historia[editar]
Existen diversos registros que demuestran que los bastardos eran considerados
inferiores a los hijos legítimos y, algunas veces, tratados con el mayor rigor. En
el Deuteronomio, por ejemplo, se lee: "tampoco el bastardo podrá entrar en la
asamblea del Señor hasta la décima generación."
Pericles, discípulo de Anaxágoras y célebre capitán y filósofo que llevó al
florecimiento más grande de la Grecia antigua, dio a los atenienses un decreto
más cruel contra los bastardos. Cerca de cinco mil fueron condenados y vendidos
como esclavos en una pública calamidad. Por las leyes de Solón los padres
estaban privados de la autoridad paterna sobre los bastardos. El placer
momentáneo, decía este antiguo legislador, debe ser su única recompensa.
Entre los romanos la suerte de los bastardos era más desgraciada. En medio de
un pueblo inmenso se hallaban en una absoluta soledad, sin parientes, sin
relaciones, sin sociedad y sin familia. Las leyes de las doce tablas no admitían a
los bastardos al derecho de sucesión. Las de Justiniano les rehusaban hasta los
alimentos y solo el cristianismo moderó este rigor. El
emperador Anastasio permitió a los padres legitimar los bastardos por la
sola adopción. Justino y Justiniano abolieron esta legitimación, para no autorizar
de este modo el concubinato.
Atenas, madre de las ciencias y de la ilustración y Roma, cabeza y ornamento del
universo, fueron edificadas por dos bastardos, según la leyenda.
El nombre de Enrique y de Juan de Austria en Castilla, el de Guillermo en
Inglaterra, el de Dunois y Carlos Martel en Francia y otros muchos serán siempre
memorables por los servicios que respectivamente hicieron estos bastardos a su
patria.
Antiguamente en Italia, España, Portugal y sobre todo en Francia, no tenía el
estado de bastardo nada de deshonroso: heredaban los bienes de sus padres
luego que les habían reconocido, llevaban su nombre y usaban sus armas con la
sola diferencia que una banda cortaba diagonalmente su escudo. Enrique IV les
quitó los privilegios de la nobleza hasta que hubiesen obtenido la revalidación del
soberano.
En Francia, los señores territoriales heredaban de todos los bastardos que morían
en sus estados sin haber hecho testamento: lo que se llamaba derecho de
bastardía. En algunos señoríos, cuando este tenía algún bastardo, sus vasallos
estaban obligados a pagar una cierta cantidad para mantenerle durante sus
estudios.

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