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APERTURA

Las Nutrias, en el presente caso actuando como defensoras de la Republica de Macondo,


nos dirigimos ante usted, honorable Tribunal Constitucional como guardián de la
constitución, para manifestar y defender la postura de mi poderdante con respecto al caso
de Túpac, integrante de las Fuerzas Militares de la República Independiente de Macondo y
a su vez de la de la comunidad indígena Embaima.
En la presente intervención iniciaremos por dejar en claro algunos puntos, de los cuales no
encontramos discusión ni objeción alguna, entre ellos:
1. Que es claro que la constitución política de Macondo, reconoce y protege la
diversidad étnica y cultural de la Nación macondiana
2. Que Macondo es un Estado laico y “se garantiza la libertad de cultos. Toda persona
tiene derecho a profesar libremente su religión y difundirla en forma individual o
colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la
ley”.
Con esto queremos dejar por sentado que el Estado de Macondo promueve y protege la
diversidad étnica y cultural de nuestro ordenamiento jurídico y social, encontrando sustento
en los pilares de la Constitución de Macondo los cuales son a democracia, la participación,
el pluralismo, el respeto de la dignidad humana, el trabajo, la solidaridad y la prevalencia
del interés general.
Ahora bien, el problema jurídico aquí planteado es si ¿Puede un militar activo del ejército
nacional, objetar conciencia al momento de tener que emprender misión de erradicación de
cultivos alegando que esta va en contra de sus creencias y cosmovisión? Es así como
entraremos a realizar un minucioso estudio en donde se dará una respuesta con una
argumentación que consideramos es suficiente para que este honorable tribunal tome una
decisión objetiva y razonable.
Macondo es un país que goza de una gran diversidad étnica y cultural, respetando cada una
de las decisiones que los integrantes de estos grupos tomen con respecto a sus creencias o
cosmovisión, de igual forma nuestro sistema normativo y social nunca los ha excluido,
como tampoco obligado a ser parte de las instituciones del estado.
Como es de suponer, en todos los regímenes militares, la Obediencia es un principio
fundamental y las Fuerzas Militares de Macondo no son la excepción, Su enseñanza es de
gran importancia en el proceso de formación militar pues mantener la línea de mando es
una de las herramientas fundamentales para el correcto desarrollo de las operaciones y se
vuelve vital en situaciones de alto riesgo.

EMPEZAMOS A DAR SOLUCIÓN

Esta defensa demostrara que el estado de Macondo y por consiguiente las Fuerzas Militares
de Macondo están actuando conforme a la ley y no están vulnerando los derechos del señor
Túpac, afirmación que la contraparte plasma y argumenta de manera equivoca sin tener en
cuenta que dentro de las fuerzas militares de Macondo se manejan unos principios y valores
fundamentales para el cumplimiento de las labores de sus miembros.

Dirigiendo nuestra mirada a la cosmovisión de la cual Túpac goza de manera irrefutable y


la cual no estamos negando, es claro precisar que esa misma cosmovisión es la que
considera la planta de coca, como sagrada, y esta obtiene esa definición cuando se la utiliza
para fines propios de los grupos indígenas, por ejemplo, sus rituales espirituales, lo cual
sería contrario a los fines u objetivos que la planta de coca que se pretende erradicar tiene,
por consiguiente su condición de sagrada pierde veracidad en el momento que es utilizada
como fines ilícitos con miras a perjudicar la salud pública del país, al cual todos hacemos
parte sin distinción alguna.

Sumado a esto no podemos ignorar el hecho de que Túpac al momento de ingresar a las
fuerzas militares tenia pleno conocimiento de las actividades que en esta institución se
realizaban, más aún cuando por años nos hemos visto inmiscuidos en una guerra interna
con miras a combatir el narcotráfico.

ALEGATOS DE COCLUSION
1. No cabe objeción de conciencia cuando esta se va a usar por la lucha ilícita, la lucha
no es contra la coca, es contra el narcotráfico el cual mancha, empaña y desdibuja el
uso ancestral de la misma. Es por eso que Túpac no puede objetar conciencia
alegando que va en contra de su cosmovisión considerando la planta de coca como
sagrada, ya que estaría siendo incoherente al momento de justificar su negación al
cumplir la orden.

2. No podemos ignorar los principios y valores en los cuales se basan las fuerzas
militares para educar y entrenar a sus integrantes, en donde lo más importante es ser
obediente al cumplir las órdenes, ordenes que deben reunir ciertas características,
entre ellas que deben ser claras, concisas, precisas y legales, cosiderando la ultima
como de mayor relevancia, y es aqui en donde podemos dejar claridad, en que la
orden impartida a Tupac goza de todas las caracteristicas antes mencionadas,
incluyendo la legalidad de la misma siendo un fin escencial de esta institucion la
erradicacion de cultivos ilicitos y lucha contra el narcotrafico

3. Es importante también precisar que la Republica de Macondo no reconoce la


objeción de conciencia como derecho fundamental y a pesar de que se tome como
argumento legislación internacional que está en pro de proteger y respetar la misma,
es claro que esta no especifica que sea aplicable a servidores públicos, lo cual no
implicaría obligatorio para el presente caso.
4. No se considera válido que se pretendan como referencia legislación ajena a
nuestro ordenamiento interno, ignorando la soberanía de la cual gozamos
plenamente, esto debido a que en repetidas veces pretende que tengamos como
referencia sentencias emitidas por la Corte Constitucional Colombiana, lo cual para
nosotros no figura vinculante. Le recordamos a nuestra contraparte que La República
Independiente de Macondo es un Estado Constitucional y Democrático de Derecho.
De igual forma tiene como argumento jurídico y tampoco valido una pronunciación
emitida por el Comité de Derechos humanos, que tampoco se considera es vinculante
y obligatorio a nuestro ordenamiento, considerándose Soft Law.
Por las razones antes expuestas, Honorable Tribunal, solicitamos no se tengan en cuenta los
argumentos presentados por la parte demandante y por consiguiente falla a favor de la
República independiente de Macondo.

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