Para cubrir esta necesidad de supervivencia y reproducción el hombre
cuenta con un buen aliado: La fisiología cerebral. Una de las teorías que explican la violencia parte desde el ámbito social, cuando se plantea que la agresividad se aprende a partir de la experiencia directa o a través de la observación; según ello, no sólo aprendemos a ser agresivos, sino que justificamos el que una conducta pueda ser apropiada en determinadas situaciones. Ciertas personas pueden ser más propensas a sentimientos y acciones agresivas que otras, de una forma innata; pero la agresión constante es más frecuente en personas que han crecido bajo condiciones negativas, de constante frustración, por lo que han debido desarrollar una agresión defensiva; la agresión pasa a ser un derivado de la hostilidad y el resentimiento. LA VIOLENCIA QUÉ LA GENERA Y QUÉ LA PREVIENE La violencia está influida por factores culturales, ambientales y sociales que modelan de manera concreta de expresar la conducta violenta. Debería ser considerada como el resultado final de una cadena de eventos vitales. Las causas fisiopatológicas y biológicas del crimen violento están inseparablemente unidas y en constante interacción.