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“Año de la Universalización de la Salud”

MONOGRAFIA

TRABAJO MONOGRAFICO

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER,
ENFERMEDAD DE PARKINSON

CURSO : ASISTENCIA DE ADULTO MAYOR

DOCENTE : Dr. ANGEL ARTEAGA AYBAR

CICLO : V TURNO NOCHE

ESTUDIANTE :

 ADY CRISTINA, ARMAS VILLACORTA


 ABNER, MURRIETA DIAZ

PUCALLPA-UCAYALI
AGO-2020
DEDICATORIA

A dios y a todas la personas que nos


aprecian y brindan su apoyo, gracias por
todo su cariño, comprensión y confianza
que me dan día a día para salir adelante
en este proceso de mi formación
profesional.

2
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................4
CAPITULO I...............................................................................................................................5
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER...........................................................................................5
1.1. DEFINICION...............................................................................................................5
1.2. SIGNOS......................................................................................................................5
1.3. SINTOMAS.................................................................................................................6
1.4. TRATAMIENTOS....................................................................................................11
 TRATAMIENTO FARMACOLOGICO / BIOLOGICO........................................11
 INHIBIDORES DE LA ACETILCOLINESTERASA............................................12
CAPITULO II............................................................................................................................14
ENFERMEDAD DE PARKINSON........................................................................................14
2.1. DEFINICION.............................................................................................................14
2.2. SIGNOS....................................................................................................................14
2.3. SINTOMAS...............................................................................................................15
2.4. TRATAMIENTOS....................................................................................................17
 TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO...........................................................17
 TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO..................................................................18
 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO............................................................................19
4. CONCLUSIÓN.................................................................................................................21
5. ANEXOS...........................................................................................................................22
6. BIBLIOGRAFIA...............................................................................................................24

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INTRODUCCIÓN

El Parkinson y el Alzheimer son dos enfermedades de tipo neurodegenerativo. Ambas


afectan principalmente al sistema nervioso y no se dispone todavía de cura. Estas dos
enfermedades están, además, fuertemente asociadas al envejecimiento de las personas.
Por ello las personas mayores son el segmento de la población que más lo sufre.

En primer lugar, la enfermedad del Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa. Se


corrompe casi el total de las estructuras neuronales dopaminérgicas, encargadas de la
producción de dopamina. Sus síntomas aparecen de manera progresiva y pueden ser
tratados una serie de medicamentos, aunque solo los frenan. A medida que la
enfermedad evoluciona, los tratamientos se vuelven más inefectivos.

Según evoluciona la enfermedad y la persona mayor que la padece tiene una edad
avanzada, la depresión asociada al Parkinson puede degenerar en un tipo de demencia.
Aunque no llega a ser del tipo del Alzheimer. En este punto, las alteraciones cognitivas son
evidentes, pero no llegan a ser de la misma gravedad que en el Alzheimer, así que
conviene diferenciar Parkinson y Alzheimer.

Por otro lado, el Alzheimer es también una enfermedad neurodegenerativa muy


relacionada con la edad adulta. Nuestros mayores son los principales afectados con esta
enfermedad. Tiene, igual que el Parkinson, una evolución progresiva y sus primeros
síntomas se hacen evidentes en la pérdida de memoria a corto plazo y en las dificultades
para tratar con las tareas cotidianas. Aparecen dificultades en el lenguaje, la orientación y
la pérdida de un juicio crítico. A medida que transcurre la enfermedad, empezamos a ver
patrones de cambio conductual en nuestros mayores, asociados al deterioro cognitivo.

Ambas enfermedades, Parkinson y Alzheimer, deben ser diferenciadas. Pero también


comparadas en la medida de lo posible, ya que comparten algunos puntos en común. Las
dos están caracterizadas por un deterioro cognitivo y en ambas hay patrones de déficit de
la dopamina. En el Alzheimer, el deterioro de la memoria está más acentuado que en el
Parkinson.

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CAPITULO I

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

1.1. DEFINICION

La enfermedad del Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo (se


degeneran, mueren las neuronas en el cerebro), adquirido, progresivo, crónico
y que produce deterioro del funcionamiento de la persona afectada en las
áreas personal, laboral, familiar, social.

La EA es la demencia más frecuente y puede durar entre 3 y 20 años a lo largo


de los cuales la persona afectada se va deteriorando y también se afectan el
cuidador y la familia. Antiguamente a la EA se le conocía como “demencia
senil” “ateroesclerosis” “falta de lucidez”.
 
Su presentación es más frecuente a partir de los 65 años, después de los
cuales la prevalencia aumenta; así el 30% de las personas de 80 años y
mayores desarrollan la EA, es decir 1 de cada 3 personas. Aun cuando la EA
se desarrolla con mayor frecuencia en la adultez mayor, existe el Alzheimer de
inicio temprano, donde la presentación se da entre los 30 y 50 años de edad y
usualmente se asocia a la presencia de antecedentes familiares.

1.2. SIGNOS

Todas las asociaciones de Alzheimer del mundo concuerdan en que hay una
serie de puntos que actúan a modo de “señales de alerta”, las cuales no
significan que uno tenga la enfermedad, pero justifican la consulta.

Una de ellas es cuando el paciente presenta anomias frecuentes, es decir, falta


de nombres. Esto se puede ver en aquellos que al hablar olvidan el nombre de
un objeto, por ejemplo, una birome. La persona sabe que es una birome, pero
se le olvida la palabra propiamente dicha. En estos casos es habitual que el
paciente comience a hacer circunloquios, “dame eso que sirve para escribir” en
vez de birome. Otra señal es cuando preguntan varias veces lo mismo, o bien
cuentan la misma anécdota 3 o 4 veces, como si no tuvieran conciencia de
haberla narrado previamente.

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Otro ejemplo es que empiezan a perder frecuentemente llaves o dinero.
También pueden tener una alteración de la memoria prospectiva, por ejemplo,
olvidan dar los recados que se les pidieron.
A su vez, puede haber algunas alteraciones en las funciones ejecutivas, por
ejemplo, una señal podría ser que a una persona que le gusta cocinar, que
habitualmente prepara un plato especial, un día se olvide un ingrediente, sin
motivo alguno.
La situación es complicada, porque muchas de estas señales nos pueden
ocurrir cotidianamente, sin que necesariamente tengamos Alzheimer. Hay otros
factores emocionales, como son la depresión, el stress, la falta de sueño,
momentos de mucha carga emocional, que podrían simular los mismos
síntomas.
Por otro lado, también hay personas que durante toda su vida se olvidaron los
nombres de las personas, o las llaves. Es por ello que para poder definir que un
paciente tiene Alzheimer, se debe demostrar que la alteración en estas áreas
cognitivas marca una diferencia importante respecto al funcionamiento previo.

1.3. SINTOMAS

Aunque la sintomatología puede variar de unos individuos a otros, la EA se


caracteriza por la existencia de un cuadro clínico característico que la
diferencia de otro tipo de enfermedades neurodegenerativas, pudiéndose
clasificar las manifestaciones clínicas en tres grandes grupos diferenciados: las
cognitivas, las psicológicas o conductuales y los trastornos funcionales o
motores. Los síntomas cognitivos normalmente son visibles desde el inicio de
la enfermedad. Los conductuales, cuyo curso es progresivo, suelen ir
manifestándose a lo largo de la enfermedad y no desde el principio. Hay que
tener en cuenta que los síntomas se presentan en cada individuo de forma
diferente y la enfermedad no evoluciona en todos de la misma manera.
El comienzo de las manifestaciones clínicas en el Alzheimer es lento e
insidioso, tanto es así que en ocasiones ni las personas más cercanas al
enfermo saben detallar el inicio de los síntomas, ya que al principio se pueden
confundir con cambios propios del envejecimiento. Otras veces son los propios
enfermos los que se dan cuenta de que empiezan con pequeños olvidos y se
muestran preocupados por ello. Sin embargo, la mayoría de las veces no se les
da mayor importancia a estos olvidos y es en el momento en que la
enfermedad está más avanzada cuando se solicita la atención médica. Los

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fallos en la memoria, en la mayoría de ocasiones, suelen ser el síntoma de
inicio, pero en otras situaciones son las alteraciones en el comportamiento, las
agnosias visuales o las alteraciones del lenguaje las que dan la alarma.
Como es frecuente que en el inicio de la enfermedad los síntomas no sean
detectados, pasen desapercibidos o se les reste importancia por asociarse a
problemas normales del envejecimiento, la detección y el diagnóstico precoz se
hacen más difíciles.

SÍNTOMAS COGNITIVOS:

 Amnesia : la pérdida de memoria constituye el núcleo central de la enfermedad


y es el mejor marcador clínico. Este síntoma afecta esencialmente a la atención
y a la capacidad de aprender y retener lo aprendido, y se caracteriza por la
rapidez en el olvido con un mayor impacto en los primeros minutos de la
información recibida. Esto se evidencia mediante la objetivación de fallos en el
recuerdo de información suministrada al paciente en los minutos previos.

 Afasia: suele ir acompañada de alexia y agrafia. La alteración del lenguaje


inicial característica es la disnomia. La lectura y la escritura se ven afectadas
en etapas tardías. El paciente presenta empobrecimiento del lenguaje y
dificultad para la comprensión del mismo que aumenta progresivamente,
presentando facilidad para perder el hilo o argumento de la conversación. En
etapas avanzadas se altera el aspecto fonológico, el enfermo utiliza perífrasis y
parafasias caracterizándose el estadio severo por la emisión de alguna palabra
de forma ocasional, y finalmente en la última etapa existe mutismo total.

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 Alteración de la capacidad de orientación: la orientación se afecta de
manera progresiva unida al deterioro de la memoria. Inicialmente la
desorientación es temporal, el enfermo tiene problemas para recordar el día de
la semana, mes o estación del año. Posteriormente el paciente presenta
episodios de desorientación espacial, primero se pierde en lugares
desconocidos y luego en habituales. Más tarde se desorienta en persona y no
recuerda quién es. En fases finales la desorientación es total.

 Dificultades en el razonamiento abstracto, en la resolución de problemas y en


la toma de decisiones: esto interfiere en las actividades de la vida diaria del
individuo. En las fases iniciales se pierde la capacidad para realizar labores
complejas como gestión del dinero o ciertas actividades sociales. Lo que
motiva esta discapacidad además de la pérdida de memoria y aprendizaje, es
la alteración de la capacidad de abstracción, cálculo y razonamiento complejo.

 Alteraciones visuoespaciales: estos problemas se manifiestan en fallos en la


copia de dibujos o en la construcción de figuras a partir de las partes que las
forman apraxia constructiva.

 Apraxia: pueden perder la capacidad para ejecutar distintos actos motores


como decir adiós con la mano (apraxia ideomotora), vestirse correctamente
(apraxia de vestido) o incapacidad para realizar acciones complejas
compuestas de acciones simples que se suceden.

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 Agnosia: pueden perder la capacidad para reconocer algunos estímulos,
principalmente visuales. Es frecuente que extrañen caras o lugares
conocidos, su propio cuerpo, o presentar anosognosia.

SÍNTOMAS NO COGNITIVOS
Los síntomas no cognitivos o síntomas conductuales y psicológicos (SCP) son
definidos como síntomas de alteración de la percepción, del contenido del
pensamiento, el estado de ánimo o la conducta que, según diversos estudios,
aparecen en más del 90 % de los pacientes diagnosticados de enfermedad.
Estos síntomas son los que más carga ejercen sobre el cuidador y demandan
mayor intervención farmacológica, precipitando en muchos casos el ingreso del
paciente en una residencia de la tercera edad. Su identificación es
imprescindible para lograr una atención adecuada de estos enfermos.
Los SCP se hacen más visibles cuando la demencia se encuentra en estadios
intermedios, y generalmente marcan un punto de inflexión en la evolución,
pues cuando aparecen se agrava y acelera el déficit cognitivo y funcional.
Estos trastornos se van a presentar de las siguientes formas que se describen
a continuación:
 Ideas delirantes: son creencias falsas que se fundamentan en
conclusiones incorrectas sobre la realidad. Se suelen manifestar como:
ideas de que alguien les ha robado pertenencias personales, ideas de

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que el domicilio en el que vive no es propio, de que el cónyuge es un
impostor o infiel o pensamientos de que va a ser abandonado.

 Alucinaciones: son percepciones sensoriales que acontecen sin que


exista un estímulo real que las provoca. Las de tipo visual son las más
frecuentes, seguidas de las auditivas y las olfativas. La más típica es ver
dentro del domicilio a personas que en realidad no están presentes. Las
alucinaciones pueden ser molestas pero en ocasiones no generan
disconfort en el paciente.
 Interpretaciones erróneas: Consisten en identificaciones erróneas de
personas u objetos. Existen varios tipos de errores de identificación:
errores de identificación del propio yo del paciente: con frecuencia no
reconoce su reflejo en el espejo; errores de identificación de otras
personas: el enfermo confunde a su hijo con su padre; errores de
identificación de acontecimientos en la televisión: el paciente imagina
que tales acontecimientos se producen en el espacio real tridimensional.
 Depresión: sus manifestaciones más frecuentes son el llanto y los
sentimientos de culpa, de inutilidad o de ser una carga para los demás.
Se puede dar pérdida de peso, cambios en el sueño y preocupación
excesiva por la salud. A medida que avanza la demencia, el diagnostico
de depresión se hace mas difícil por las mayores dificultades en el
lenguaje y en la comunicación.

 Apatía: los pacientes presentan desinterés por realizar actividades o salir


de casa con sus amistades, pérdida de iniciativa, se despreocupan en su
cuidado personal, y disminuye su expresión facial.

 Ansiedad: se preocupan frecuentemente sobre su futuro, su situación


financiera y su salud, y piensan más en sucesos que antes no les
preocupaban ni estresaban. Un síntoma característico es el temor
importante a quedarse solo en casa, de hecho puede considerarse una
fobia. También son características otras fobias como miedo a los viajes,
a la gente o a ciertas actividades como el baño o el aseo personal.

 Actividad motora aberrante: es uno de los síntomas que más


sobrecarga genera en el cuidador. Existen varios tipos de deambulación

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errática: caminar sin rumbo fijo, actividad excesiva, caminar de noche,
intentar escaparse de casa, o perseguir continuamente al cuidador

 Agitación: es un estado de tensión, con ansiedad, manifestado a través


de una gran actividad de movimientos y conductas molestas. Los
pacientes están hiperactivos y con frecuencia gritan y discuten.

 Exhibición del cuerpo y alteraciones de la actividad sexual: unos


enfermos pueden ver disminuido su impulso e interés sexual, y otros
exhiben su cuerpo sin pudor. Esto tiene que ver con la desinhibición e
incapacidad de razonamiento.

 Trastornos del sueño: se presentan de diferentes formas. Pueden


encontrarse intranquilos o nerviosos, dormirse y despertarse
frecuentemente o pueden presentar insomnio.

TRASTORNOS FUNCIONALES O MOTORES

En el comienzo de la enfermedad la movilidad no se ve afectada, pero según


avanza aparecen trastornos motores que les impide valerse por sí mismos en
las actividades de la vida diaria.
Estos trastornos consisten en cambios en la postura o alteraciones de la
marcha, rigidez muscular, bradicinesia, mioclonías, disfagia e incontinencia
esfinteriana. Los estadios finales se caracterizan por inmovilidad absoluta y
dependencia total de otras personas.

1.4. TRATAMIENTOS

 TRATAMIENTO FARMACOLOGICO / BIOLOGICO


Fármacos para la memoria y otras funciones intelectuales
A medida que la enfermedad de Alzheimer progresa las neuronas se van
muriendo y las conexiones entre ellas se van perdiendo produciendo la pérdida
de memoria y alterando las otras funciones intelectuales.
Si bien los fármacos no curan el Alzheimer pueden reducir el daño que se
produce en las neuronas y estabilizar la enfermedad por un tiempo.
Los fármacos más usados y aprobados para el tratamiento del Alzheimer son
los:

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 INHIBIDORES DE LA ACETILCOLINESTERASA.
Previenen la ruptura de la acetilcolina, un químico importante del cerebro que
tiene que ver con el aprendizaje y la memoria y permite que los niveles de esta
sustancia permanezcan altos.
Retrasan el empeoramiento de los síntomas en la mayoría de personas con
Alzheimer
Generalmente son bien tolerados. Los efectos colaterales más comunes son:
náuseas, vómitos, pérdida de apetito y diarrea.
Los inhibidores de acetilcolina más usados son:
 Donepezilo (Aricept®), aprobado en 1996 para tratar la etapa leve a
moderada de la enfermedad de Alzheimer y, en 2006, para la etapa
severa. 24 »
 Rivastigmina (Exelon®), aprobado en 2000 para tratar la etapa leve a
moderada de la enfermedad de Alzheimer. »
 Galantamina (Razadyne®), aprobado en 2001 para tratar la etapa leve a
moderada.
El segundo tipo de medicamento funciona mediante la regulación de la
actividad de glutamato, un mensajero químico diferente que interviene en el
procesamiento de información:
 Memantine (Namenda®), aprobado en 2003 para las etapas de moderada
a severa, es el único medicamento disponible en esta clase.
El tercer tipo es una combinación de un inhibidor de colinesterasa y de un
regulador de glutamato.
 Donepezilo y mementina (Namzaric®) aprobado en 2014 para la etapa
moderada y la etapa severa.
La eficacia de estos tratamientos varía según la persona. A pesar de que
pueden ayudar a tratar los síntomas por un tiempo, no desaceleran ni
detienen los cambios cerebrales que causan el agravamiento de la
enfermedad de Alzheimer.
 Efectos secundarios de los medicamentos Los efectos secundarios de
los medicamentos recetados pueden intervenir. Las interacciones con los
medicamentos pueden ocurrir al tomar varios medicamentos para tratar
diversas enfermedades.
 Condiciones médicas Los síntomas de infecciones o enfermedades que
pueden tratarse pueden afectar el comportamiento. Las infecciones del

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tracto urinario o la neumonía pueden generar molestias. Las infecciones
del oído o los senos paranasales pueden causar mareos y dolor.
 Influencias del entorno Las situaciones que afectan el comportamiento
incluyen mudarse a una nueva residencia privada o centro de atención
residencial, amenazas percibidas por error, o miedo y fatiga al intentar dar
sentido a un mundo confuso. Hay dos tipos de tratamientos para los
síntomas del comportamiento: tratamientos sin medicamentos y
medicamentos recetados.

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CAPITULO II

ENFERMEDAD DE PARKINSON

2.1. DEFINICION

El párkinson es una enfermedad producida por un proceso neurodegenerativo


multisistémico que afecta al sistema nervioso central lo que provoca la
aparición de síntomas motores y no motores. Es crónica y afecta de diferente
manera a cada persona que la padece, la evolución puede ser muy lenta en
algunos pacientes y en otros puede evolucionar más rápidamente. No es una
enfermedad fatal, lo que significa que el afectado no va a fallecer a causa del
párkinson.

2.2. SIGNOS

Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los


síntomas son leves, poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera
fase del párkinson no suele presentar todos los síntomas corrientes y típicos,
por ejemplo el temblor y la rigidez.
A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como:
 Dolores articulares pseudo-reumatológicos.
 Cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.)
 Arrastrar un pie.
 Dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible).
 Cuadro depresivo de larga duración.
Generalmente, el paciente visita a diferentes especialistas y no mejoran sus
problemas, por lo que se descartan las enfermedades comunes (reuma,
circulatorio, estrés, etc.) y se piensa ya en los trastornos menos conocidos
(neurológicos). Se suelen hacer pruebas altamente tecnificadas (RMN, TAC,
SPECT, PET, etc.) y no suelen aparecer signos anormales (se descartan
procesos tumorales cerebrales, micro-derrames o trombosis, etc.). El SPECT
es la prueba de neuroimagen que visualiza los transportadores presinápticos
de la dopamina y los receptores postinápticos, y evalúa la integridad del
sistema nigroestriado.
El médico llegará a la conclusión de la existencia de un párkinson sobre todo
basándose en los signos clínicos externos (las “quejas” del paciente y la
exploración directa) que presenta el afectado. Se confirmará este diagnóstico

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por la respuesta del paciente a la medicación con levodopa, y a la posterior
evolución del cuadro clínico hacia un párkinson típico.
2.3. SINTOMAS

En la mayoría de los pacientes, los síntomas de la enfermedad de Parkinson


comienzan de forma insidiosa.
3. El temblor de reposo de una mano es muchas veces el primer signo. El temblor
se caracteriza porque:
 Es lento y grueso
 Es máximo en reposo, disminuye durante el movimiento y está ausente
durante el sueño
 La amplitud aumenta con la tensión emocional o la fatiga
 A menudo afecta la muñeca y los dedos, a veces con el pulgar que se mueve
contra el dedo índice (rodadura de píldora), como cuando las personas
hacen rodar una píldora en sus manos o manipulan un objeto pequeño
Por lo general, las manos o los pies se afectan primero, más a menudo de forma
asimétrica. También pueden afectarse la mandíbula y la lengua, pero no la voz. El
temblor puede volverse menos sobresaliente a medida que la enfermedad
progresa.
 La rigidez se presenta independientemente del temblor en muchos pacientes.
Cuando un médico moviliza una articulación rígida, aparecen sacudidas
semirrítmicas a causa de las variaciones en la intensidad de la rigidez, lo que
genera un efecto similar al diente de un engranaje (rigidez en rueda dentada).

 Los movimientos lentos (bradicinesia) son típicos. El movimiento también


disminuye en amplitud (hipocinesia) y aparece dificultad para iniciarlo (acinesia).
La rigidez y la hipocinesia pueden contribuir con los dolores musculares y las
sensaciones de cansancio. El rostro se vuelve similar a una máscara
(hipomímico), con la boca abierta y una disminución del parpadeo. La salivación
excesiva (sialorrea) puede contribuir a la discapacidad. La palabra se vuelve
hipofónica, a veces con una disartria monótona y titubeante característica.
La hipocinesia y el deterioro del control de los músculos distales producen
micrografía (escritura en letras muy pequeñas) y dificultan cada vez más las
actividades de la vida diaria. Sin advertencia, los movimientos voluntarios, que
incluyen la deambulación, pueden detenerse súbitamente (lo que se denomina
congelamiento de la marcha).

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 Puede aparecer inestabilidad postural, que conduce a caídas, en un período
más tardío en la enfermedad de Parkinson. Los pacientes tienen dificultad para
comenzar a caminar, girar y detenerse. Ellos arrastran los pies, con pasos cortos,
sosteniendo sus brazos flexionados a la cintura, y moviendo sus brazos poco o
nada con cada zancada. Los pasos pueden inadvertidamente acelerarse, mientras
que la longitud de zancada se acorta progresivamente; esta anormalidad de la
marcha, llamada festinación, es a menudo un precursor de la congelación de la
marcha. Una tendencia a caerse hacia adelante (propulsión) o hacia atrás
(retropulsión) cuando se desplaza el centro de gravedad es el resultado de la
pérdida de reflejos posturales. La postura se torna inclinada.

 La demencia se desarrolla en alrededor de un tercio de los pacientes, por lo


general en una fase tardía de la enfermedad de Parkinson. Los primeros
predictores de su desarrollo son el deterioro visuoespacial (p. ej., perderse
durante la conducción de vehículos) y la disminución de la fluidez verbal.

 Son frecuentes los trastornos del sueño. El insomnio puede ser el resultado de


la nocturia o de la incapacidad para girar en la cama. Puede desarrollarse
un trastorno de conducta del sueño de movimientos oculares rápidos (REM); en él
aparecen episodios violentos de actividad fisica durante esta etapa del sueño
porque la parálisis que normalmente ocurre durante el sueño REM está ausente.
La privación del sueño puede exacerbar la depresión y el deterioro cognitivo, y
contribuye a una somnolencia diurna excesiva. Recientemente estudios han
demostrado que el trastorno de conducta del sueño REM es un marcador de
sinucleinopatías e indica mayor riesgo de desarrollar demencia con cuerpos de
Lewy o demencia de la enfermedad de Parkinson.

 Los síntomas neurológicos no relacionados con el parkinsonismo aparecen


habitualmente porque la sinucleinopatía ocurre en otras áreas del sistema
nervioso central, periférico y autónomo. A continuación se mencionan algunos
ejemplos:
 La denervación simpática casi universal del corazón, que contribuye a la
hipotensión ortostática
 Una dismotilidad del esófago, que contribuye a la disfagia y al aumento de
riesgo de aspiración
 Una dismotilidad del intestino grueso, que contribuye a la estreñimiento

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 Estrangurria o urgencia miccional, que potencialmente conducen a la
incontinencia (frecuente)
 Anosmia (frecuente)
En algunos pacientes, algunos de estos síntomas aparecen antes de los síntomas
motores de la enfermedad de Parkinson y con frecuencia empeoran con el tiempo.

 La dermatitis seborreica también es frecuente.

2.4. TRATAMIENTOS

El tratamiento de la enfermedad de Parkinson es sintomático y en la práctica clínica


diaria se indica teniendo en cuenta el impacto funcional de los síntomas. No se
dispone de tratamientos científicamente validados que actúen sobre los mecanismos
que causan la enfermedad o modifiquen su evolución.
En el momento del diagnóstico es importante la educación sanitaria relativa a la
enfermedad y el apoyo psicosocial al paciente y a su entorno.

 TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO

Hábitos de vida saludable. Se aconseja seguir una dieta


mediterránea y realizar actividad física e intelectual, adecuada
a cada caso.

Logopedia. En pacientes con alteración del habla y/o de la


deglución (disfagia) se recomienda logopedia. Los espesantes
también ayudan en el manejo de la disfagia, que en casos
graves pueden requerir nutrición por tubo de gastrostomía.

Estimulación cognitiva. Se aconseja a los pacientes que


tienen alteraciones cognitivas que, a veces, se manifiestan
desde el inicio y otras más tarde, y pueden ser desde leves a
una demencia comparable a la enfermedad de Alzheimer.

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Actividad física y alimentación. A aquellos pacientes con
afectación del sistema nervioso autónomo que regula las
funciones viscerales (disautonomía), si tienen estreñimiento, se
recomienda aumentar la actividad física y la dieta rica en
residuos, mientras que a aquellos a los que les baja la presión
arterial cuando cambian de postura (hipotensión ortostática), se
les aconseja hidratación, dieta con sal o comer a menudo, pero en pequeñas
cantidades.

Suplementos vitamínicos. No hay evidencia científica que


apoye el uso de suplementos vitamínicos en general. No
obstante, algunos pacientes pueden presentar déficits
vitamínicos que, a veces, pueden dar síntomas. Si esto se
detecta, es necesario suplementar la vitamina en cuestión.

 TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
En fases iniciales, y sin o muy poca repercusión funcional, es recomendable no
empezar un tratamiento para los síntomas. En esta fase existe la posibilidad de
ofrecer a los pacientes participar en ensayos clínicos de tratamientos
experimentales que tienen por objetivo actuar sobre los mecanismos de la
enfermedad y modificar su evolución.
El tratamiento farmacológico actúa sobre los síntomas con eficacia variable. Es
habitual empezar con dosis bajas y de forma progresiva para asegurar la
tolerancia (evitar las náuseas, fundamentalmente).

Existen tres grandes grupos para el tratamiento sintomático:


Precursores de la dopamina (levodopa en diferentes
formulaciones con distintos inhibidores de la dopa-
descarboxilasa) para aumentar su biodisponibilidad.

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Agonistas del receptor dopaminérgico (hay diferentes
disponibles per vía oral o transdérmica).

Inhibidores enzimáticos de la degradación de la


levodopa (inhibidores de la MAO-B de la COMT).

El tratamiento es personalizado en base a las necesidades de los pacientes,


siempre monitorizando tanto su eficacia como la aparición de posibles efectos
secundarios. En el tratamiento de los síntomas no motores se utilizan laxantes
para el estreñimiento, anticolinérgicos para los problemas urinarios, fármacos que
aumentar la presión arterial en casos de hipotensión, antidepresivos para
la depresión y la apatía, o los anticolinesterásicos para el deterioro cognitivo y
demencia.

 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Cuando el paciente desarrolla complicaciones de las fluctuaciones motoras


refractarias a los ajustes farmacológicos, se dispone de terapias complejas.

Neurocirugía funcional de estimulación cerebral


profunda, habitualmente del núcleo subtalámico.

Infusiones continuas de medicación que parten de la premisa de que la infusión


continua de la medicación evita o minimiza las fluctuaciones motoras.

19
Infusión intestinal continua de gel de levodopa sí
requiere un procedimiento quirúrgico-
endoscópico (colocación del tubo de
gastrostomía).

continua subcutánea (con un perfusor similar a la


de las infusiones continuas de insulina) de un
antagonista dopaminérgico (apomorfina).

Los tres tratamientos (estimulación cerebral profunda, infusión intestinal de


levodopa y la infusión subcutánea de apomorfina) son similares en indicación y
eficacia si bien con matices, aunque no hay estudios comparativos de los tres. 

Si bien la cirugía tiene la limitación de que no se puede indicar en pacientes de


más de 70 años o con alteraciones cognitivas o psiquiátricas activas, parece
ser la más eficaz si el paciente es bien seleccionado.

El tratamiento quirúrgico actualmente se realiza en centros especializados y


precisa de una evaluación por parte de los expertos para confirmar que la
persona es candidata para el tratamiento. Posteriormente, se realiza la cirugía
y se van realizando ajustes de los parámetros del estimulador hasta llegar a un
óptimo control de los síntomas.

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4. CONCLUSIÓN

El hecho de que las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer se enfrenten


diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades
habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre la calidad de vida de
los pacientes y de sus familiares.

El mal de Parkinson es una enfermedad degenerativa de origen subcortical y que sus


principales síntomas son temblores, rigidez, y deterioro progresivo de las funciones
cognitivas y ejecutivas que se inicia a partir de los 50 años de edad en promedio,
existiendo casos antes de los 40 años.
Si el tratamiento médico no es pautado o coordinado con programas de tratamiento
psicosocial y familiar el deterioro progresivo de la enfermedad continuará su curso de
modo más acelerado. A la inversa el afrontamiento psicoterapéutico ayuda a mantener
no solamente un paliativo mental si no también un proceso adaptativo del paciente y
su entorno al deterioro de la enfermedad.

Por todos estos motivos es una necesidad real e imperiosa capacitar al personal de
enfermería en esta área para poder hacer frente a esta pesadilla a la que cada día se
enfrentan nuestros ancianos y lógicamente todos sus familiares.

21
5. ANEXOS

22
EL PARKINSON

23
6. BIBLIOGRAFIA

 https://www.hospitalaleman.org.ar/prevencion/%C2%BFcuales-son-los-primeros-
signos-del-alzheimer/
 http://www.medicosypacientes.com/articulo/diez-signos-de-advertencia-ante-la-
enfermedad-de-alzheimer
 https://www.cuidadomayor.com/blog/parkinson-y-alzheimer/
 https://www.parkinsonmadrid.org/el-parkinson/el-parkinson-definicion/

 https://www.msdmanuals.com/es-pe/professional/trastornos-neurol
%C3%B3gicos/trastornos-del-movimiento-y-cerebelosos/enfermedad-de-parkinson

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