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La premisa del documental gira en torno al sistema de salud de uno de los países más

poderosos del mundo el cual tiene desprotegidos a gran parte de sus habitantes debido a

que funciona como un negocio y no como un derecho humano o un servicio cuyo objetivo

universalmente debería ser proteger la salud de los ciudadanos, este aspecto en la situación

colombiana si bien hay que descartar ciertas cosas las cuales son que en Colombia las

personas pertenecen a dos grupos siendo el régimen contributivo y el régimen subsidiado,

dicho esto podemos decir que en comparación con EE.UU la salud en Colombia no consta

de un papel de aseguradoras en su la cual no cumple con bonos de salud o pólizas de uso o

en tal caso de descarte, en Colombia algo grave es que ocurre algo que pasa en EE.UU y si

vale la pena nombrarlo y es el poder de las farmacéuticas en el congreso – senado , ya que

tienen mucha influencia en la toma de decisiones ya sea por bajar el precio de los

medicamentos o la aprobación de normas para el beneficio de la población pero que para

ellos por ser una industria con mucho dinero puede representar un problema o un nivel de

perdidas que no quieren tocar, a estos se les llama como ¨Lobby¨ y tiene un inmenso poder

en el gobierno en EE.UU se entrego por no decir compro todo el sistema de salud en una

gran industria, en Colombia si bien se divide en ciertos poderes una gran parte se encuentra

concentrada en las medicinas del régimen contributivo que tienen mejor acceso a la salud

porque son personas que poseen cierta cantidad de dinero la cual le permite pasar

procedimientos directos, incluso mejora de un extremo a otro la calidad de atención ya que

le permiten remitirse a especialistas sin previas atenciones sin un numero controlado de

consultas, lo que a las demás personas le tardaría meses en la salud del régimen subsidiado,

esta salud en Colombia consta de muchas dificultades siendo noticia que las personas se

mueran esperando un turno o el ingreso a la clínica o hospital, también los altos tramites, la

congestión excesiva de las personas solicitando citas médicas, pueden demorar meses y no
precisamente pocos, esto agrava el estado de las personas porque algunas tiene serios

problemas de salud que son de atención oportuna o si bien de atención progresiva pero el

sistema no lo permite, también la negligencia de las EPS como el no proceder o autorizar

medicamentos por su costo, o procedimientos que se necesitan con urgencias, esto en los

noticieros de Colombia es cotidiano.

Algo muy importante es la comparación y la reseña de los países como Francia, Canadá,

Cuba, y Inglaterra, ya que en estos países se maneja un sistema de salud que primero es

gratuito, se suple con los impuestos los gatos que conlleva tener un sistema de salud así, lo

cual es muy bueno, aquí en Colombia acceder o proponer un sistema de salud gratuito es un

sinónimo de ser un comunista o alguien que quiere todo regalado, los sistemas de salud de

esos países constan de medicamentos de bajo costo y acceso a necesidades que son

importantes para la población, y sobre todo es un sistema de alta calidad, el modelo

democrático en estos países no oprime a la población, sino que piensan en su bienestar ya

que la salud juega un papel fundamental en esta, en Colombia se vive una opresión por

parte del estado en cuanto a las protestas y siguen en su ritmo de corrupción que para nadie

es un secreto, las personas se mueren esperando una cita médica, o procedimientos de alta

importancia en cuanto a su actuar, otro factor de alta negatividad en Colombia, es que el

personal de salud: medico, enfermeras y trabajadores de planta, no reciben suficiente

cobertura y sus sueldos no son dignos de cierta labor que hacen esto hace que toda la rama

de la salud desde los pacientes, el ámbito político, y inclusive los trabajadores están en una

decadencia y problemática bastante grande.

La Ley 100 introdujo el concepto de salud como mercancía, por lo tanto, quedó sujeta a ser

un bien transable del que los inversionistas privados, tan sólo por servir como
intermediarios, obtienen ganancia. El problema de este modelo es que acrecienta la

inequidad en salud, incrementa el gasto sin mejorar la calidad y se interesa muy poco en el

bienestar y la satisfacción de los colombianos. Reconozco que, con todos los debates que se

han dado en torno al modelo, la Ley 100 movió el tema de la salud del terreno de la

misericordia al del derecho, y los colombianos empezaron a verlo y a exigirlo de esta

manera. Por otro lado, los administradores en salud se tomaron en serio su rol y ahora

existe una mejor planeación y administración de los hospitales y clínicas. Se volvieron tan

buenos en esto que han logrado sobrevivir a la competencia desleal y otras estrategias de

los aseguradores.

Para concluir tampoco se produce salud volviendo un negocio su atención y entregándole el

manejo de la prestación de servicios a empresas con ánimo de lucro o consorcios

financieros y, mucho menos, a grupos de especulación e intermediación. No se pretende

que la prestación de servicios de salud sea una actividad vocacional. Con los recaudos de

las afiliaciones y el pago del régimen subsidiado por parte del Estado, si se manejan con

transparencia, honradez y pulcritud, sin corrupción, se pueden prestar excelentes servicios y

conservar sana a la gran mayoría de la población.

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