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Fundación Universitaria Los Libertadores

Juan Francisco Gamboa Marín

¿La comunicación es una ciencia?

La comunicación es una cualidad innata de los seres humanos, es decir, forma


parte de las capacidades que poseemos los seres vivos desde que nacemos, en
estas líneas nos referiremos a los seres humanos no a animales o plantas que
también poseen la capacidad de comunicarse a través de distintas formas.

Ahora bien ¿la comunicación cumple las condiciones para ser una ciencia?
Las ciencias naturales o sociales, fundamentalmente tocan tres dimensiones para
abordar un determinado objeto de estudio: la ontológica, la epistemológica y la
metodológica.

Lo ontológico se refiere a la esencia de las cosas, por ejemplo, los seres humanos
somos ontológicamente relacionales porque de una u otra forma impera en
nosotros la necesidad y el impulso de relacionarnos con otros seres humanos para
poder desarrollarnos individual y colectivamente. Ahora bien, un factor
fundamental en el proceso de relacionamiento humano es la comunicación en sus
distintas formas: verbal, no verbal, de masas o interpersonal.

Lo epistemológico lo podríamos definir como la teoría del conocimiento. La


comunicación ha permitido que se generen distintas disciplinas para el estudio a
detalle de la misma, por tanto son corrientes epistemológicas que se forman en
torno al fenómeno. Una de estas teorías del conocimiento es la gramática; la
gramática es una disciplina que estudia el correcto uso de las letras, los signos y
las palabras para darle orden a la escritura y a partir de este orden dotarla de
sentido.

Otro ejemplo es la lingüística. La lingüística define la intencionalidad de lo que


se dice, como se dice, porque se dice, a quien se habla y esto requiere un proceso
de teorización sobre la comunicación; existen distintas corrientes del pensamiento
en torno a la lingüística hoy en día, desde la que defiende que todo fenómeno es
una construcción lingüística a la simplemente asignamos un nombre a primera
impresión, hasta quien defiende que la lingüística es un proceso de diálogo entre
un determinado fenómeno y nuestros procesos mentales y que una vez se produce
ese diálogo asignamos nombres y características a los fenómenos.
La última dimensión, pero no menos importante, es la metodológica ¿existe un
método y una metodología para comunicarse? Pues sí. El primer método y creo
que el más sencillo porque además lo vemos desde que empezamos a conocer el
habla y la escritura es el abecedario. Sin ordenamiento de las letras no existe
sentido en las palabras y además no existiría sentido en la oración, en el párrafo,
en la cuartilla, en el capítulo, en el libro y así sucesivamente. Cabe destacar que
los procesos de escritura y habla son infinitos como los números y las
matemáticas. Podemos observar entonces que existe un método para la
construcción de las palabras y de los textos en general que define los procesos
comunicativos.

Debo hacer la salvedad que en este caso me refiero al habla y la escritura, pero
que los métodos para el ordenamiento de las letras y las palabras existen para
otros tipos de lenguaje como la lengua de señas, que es estrictamente no verbal,
pero en la que cada movimiento o figura que se realiza -fundamentalmente con
las manos- posee un significado.

Regresando al planteamiento inicial sobre si cumple la comunicación con los


parámetros necesarios para catalogarse como una ciencia, podemos observar que
definitivamente sí. La intención de este breve texto, además de demostrar que la
comunicación en efecto posee dimensiones científicas, es dejar abierta la
reflexión sobre si merece o no la pena estudiar la comunicación a fondo como
fenómeno y disciplina ya que la comunicación no se limita a una imagen, a la
escritura de un mensaje de facebook o twitter o un acto de habla; sino que encierra
en sí misma un conjunto de procesos complejos -que van desde lo individual hasta
lo colectivo- dignos de analizar.

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