flameantes piedras delante me arroja colgando senderos de lava roja ignorando la línea de mi sino. Solitario seguiré mi camino siguiendo la ruta yo mismo escoja hasta encontrar algún brazo me acoja en el final de un viaje cansino. Atrás quedará mi banal memoria. Serán los nobles y bellos momentos quienes guíen las riendas de victoria Construiré con el más fuerte cimiento el mayor y ancho muro de la historia y no volver, hasta mi último aliento.