Está en la página 1de 7

SANTA FE

AMÉRICA
y otros poemas
Rubén Vela
RUBÉN VELA

AMÉRICA

"Esto es América", me decían,


mostrándome las altas cordilleras,
el suicidio del sol sobre los trópicos,
los grandes ríos furiosos.
Arte de tapa: Micaela Bueno Sólo vi pies descalzos,
criaturas americanas
sobre el hambre y el frío
“América” de Rubén Vela en Poemas Americanos
© Editorial Losada, Buenos Aires, 1963. como frutos desnudos.
© Rubén Vela "Esto es América". Sobre las tierras
“El Cazador”, “Maneras de Luchar” e “Ignorancia” de Rubén Vela indias del centro y del sur
en Antología Maneras de Luchar
© Fundación Argentina para la Poesía, Buenos Aires, 1981. vi desolación. Y, al borde,
© Rubén Vela las grandes ciudades opulentas, sólo
“Una historia” de Rubén Vela en La palabra en armas al borde...
© Editorial Losada, Buenos Aires, 1971.
© Rubén Vela
“América” de Rubén Vela en Poemas Australes
© Editorial Losada, Buenos Aires, 1976.
© Rubén Vela

Colección: "Santa Fe lee y crece"


Diseño y edición: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2004
República Argentina

3
EL CAZADOR (Arte poética) Si el silencio persiste
en el incesante trueno
I habla por ese silencio,
En la noche propicia aliméntate del trueno.
enciende el fuego.
Ponte el manto de guerra. Y sabrás el verdadero
Súbete a un árbol nombre de las cosas.
y acecha las palabras.
A César Isella
En la mano izquierda el trueno.
En la derecha, el rayo.

II
Con tu asombro más íntimo MANERAS DE LUCHAR
purifica una piedra.
Arrójala a los aires. Que no me digan
Que descienda la piedra que escriben simplemente,
con su manto de lluvia que dicen el poema
hacia la tierra. sin pensarlo siquiera.
Que él nace porque sí.
III
Prepara bien la flecha, Es un arduo trabajo,
tensa el arco. un oficio de herreros,
Apunta a ese silencio: un hacer proletario.
liberarás el trueno. Un cansancio que continuará mañana.

El trueno liberado Que no me digan


aún no es poesía. que se hacen poemas sin sudores,
Conviértelo en silencio. sin una larga y violenta jornada de trabajo.
Deja el arco y la flecha Tengo las manos como las de un labriego,
y abandona la caza. duras, gastadas, llenas de poemas.

4 5
UNA HISTORIA III
Guerrillera de auroras
I escapó simplemente
Quiero contar, amigos, musical y desnuda.
una historia muy simple.
Iba de pueblo en pueblo
Y hablar simple no es fácil. deslumbraba a los hombres
paría
Cuando tuve hambre hijos
creí que dejar de tener hambre hermosos.
era conquistar la libertad. Encerrado en mi casa
yo nada comprendía.
Cuando tuve sed
creí que dejar de tener sed Ella
era ganar la libertad. hacía crecer
la música.
Orgulloso,
ya sin hambre ni sed La libertad desnuda.
edifiqué mi casa solitaria
IV
en una ciudad sin hombres.
Un día
Encerré mi libertad.
abandoné mi soledad inútil
Pero ella fue mía
mi débil fortaleza.
sólo por un instante.
Me mezclé con los hombres.
II
Descubrí mis hermanos.
Nadie tuvo la culpa.
Para su inmenso amor Heredé su alegría.
la casa era muy chica.
V
Su amor una ventana En medio del festejo
más grande que la casa. en mitad del almuerzo generoso
alquimistas del odio
Una ventana en libertad. derramaron el vino.

6 7
Y vi la mesa diaria IGNORANCIA
hecha de pan e hijos
A Sebastián Antonio Jorgi
de sudor y trabajo

destruida.
Yo no he aprendido todavía
VI
cómo se hace el poema.
De la tierra incendiada
No he entendido los libros de texto
surgieron
radiantes ni sus preceptos infalibles.
mis hermanos. No lo he colocado sobre una mesa de disección
Ellos eran la Tierra. para analizar una por una sus palabras.
Ellas parecen decirme ¡Mira!
Levantaron sus casas.
si el poema es rebosante
Construyeron
otra mesa más grande en pureza
en la matriz bravía allí está el poema.
de la tierra. Él nos permite despertar
y sabernos en el mundo.
Comieron de nuevo en esa mesa
con un amor distinto. Recibe las palabras
Dieron salud al mundo. con las manos desnudas.
Arrójalas al papel
Conquistaron sin premeditación, sin impaciencias.
a fuerza de coraje
Ellas hallarán el camino,
la libertad perdida.
encontrarán su sitio,
La libertad de Todos. acomodarán su ritmo
y ya nadie jamás podrá reemplazarlas.
VII
No hay sombras en el poema.
Entonces comprendí.
De pobreza y enfermedad
Y ella vino hacia mí
llegarás a la radiante alegría
recuperada
del ojo por el cual contemplas el poema
en el áspero lenguaje y desde donde el poema te contempla.
de los pueblos.

8 9
AMÉRICA

Con la piedra fijé el nombre de mi raza.

Lo salvé de la segunda muerte, del olvido.

Con la piedra hice el falo funerario, su arrogancia RUBÉN VELA


y su orgullo.
Nació en Santa Fe, en 1928. Estudió en Buenos Aires. En 1949 comen-
Ésta es la piedra viva que fecunda los campos y zó a escribir sus primeros poemas. Perteneció al prestigioso movi-
las mujeres. miento literario que se congregó en torno a la revista Poesía Buenos
Aires que dirigió el poeta Raúl Gustavo Aguirre. En 1971 recibió el Pre-
Ésta es la piedra hembra, ésta es la piedra macho, mio "Kiwanis" y una medalla de oro por su poema Mesa de los peca-
donde frotan su vientre los reciéncasados. dos capitales. En 1973 se radicó en Brasilia, donde recibió el Premio
Internacional del Pen Club de Brasil por su libro Poemas. En 1980 lo
Es la piedra de lluvias. galardonó el Pen Club de Argentina con la "Pluma de Plata" por su li-
bro El espejo. En 1982 recibió el Primer Premio Internacional de Poe-
El alma de mis muertos. sía de Palermo (Italia) por su libro Maneras de luchar. En los años
1987-89 fue elegido Presidente de la Sociedad Argentina de Escrito-
res. Integró el Cuerpo Diplomático Argentino.

PARA SEGUIR LEYENDO

Introducción a los días; Verano; Radiante América; Escena del prisio-


nero; La caída; Poemas indianos; 8 Poetas españoles, generación del
realismo social; Los secretos; La palabra en armas; Canciones del
nuevo mundo, entre otros.

Prohibida su venta. Ejemplar de distribución gratuita.

10

También podría gustarte